Entré al dormitorio y encontré a la mujer que sería mi esposa leyendo las notas. El profesor estaba con ella aún. Los miré y les pregunté cómo iban las clases, él parecía conforme. Así que le empecé a hacer preguntas.
—¿Cuál es tu nombre? —ella me miró y por un momento dudó—. Si eres mi esposa no puedes dudar. Cien mil menos. Continuemos.
—Mi nombre es Elena Petrova, esposa del magnate Mijaíl Kosovo, única hija de Alexander Petrov y Tatyana Antonova. Tengo veinticinco años y mi cumpleaños es el veintiocho de febrero. Mi hijo se llama como mi padre, Alexander Kosovo; es el futuro heredero de la corporación Kosovo —dijo ella y me miró como si quisiera asesinarme.
—Alexander, ya que es tu hijo ¿Qué sabes de él? —pregunté con calma.
—Mi hijo nació el dieciocho de julio con solo siete meses de gestación por problemas que tuve mientras estaba embarazada. Tiene un trastorno del desarrollo y está siendo tratado por ello. Debe mantener una rutina y no puede enfrentarse a situaciones de estrés muy grandes. Por lo cual tras enfermar su verdadera madre has sido obligado a hacer que conviva más con sus abuelos maternos, ya que los paternos están muertos. ¿Te digo cuándo y cómo murieron mis suegros? —preguntó satisfecha.
Tomé mi revolver y le disparé en la cabeza a su instructor, este cayó al suelo inmediatamente después de que la bala salió de su cráneo. Miré mi pie y me moví al notar como la sangre empezaba a acercarse a mí. Ella me miró asustada, parecía sorprendida con mi actitud.
—La información que aprendiste hoy es confidencial, pocas personas saben lo que tú, y eso hace que sienta cierto recelo por ello. Nadie fuera del círculo familiar conoce la razón por la cual murieron mis padres o sobre la condición de Alexander. Por lo que debía asesinarlo. ¿Entiendes lo que eso significa? —le pregunté mientras me acercaba a ella.
—¿Por qué lo enviaste para que me enseñara si sabías eso? Podía haberlo aprendido por mi cuenta —parecía intrigada.
—Porque él me traicionó una vez y pensaba hacerlo de nuevo. Usé sus habilidades para que lograras aprender a estudiar y después lo eliminé, ya que sería capaz de usarlo en mi contra —dije y volví a tomarla del cuello, cada vez se parecía más a mi Elena—. Si alguien pregunta tu nombre eres Elena, aunque eso signifique que te golpeen o abusen de ti. Di lo contrario y desearás estar muerta. Cuenta lo que aprendiste hoy a alguien y haré que vivas un infierno hasta que la familia Kosovo deje de existir.
Ella quitó mi mano de su cuello. Se apartó y tomó las notas que había hecho y las arrojó al fuego de la chimenea en la habitación.
—¿No te cansas de amenazarme? —preguntó mientras se sentaba para seguir leyendo.
—Solo quiero que entiendas cómo son las cosas, porque no suelo dar segundas oportunidades —le aseguré y llamé a mis hombres para que alimentaran a Olga con el cuerpo del traidor.
Después de eso fui a mi oficina, ahí me esperaban las dos mujeres que Bianchi había enviado como obsequio para hacerme compañía. Esperaba desestresarme un poco antes de ir a buscar a Alexander a casa de sus abuelos.
—Señor Kosovo, estábamos poniéndonos ansiosas —dijo una de ellas y se acercó a mí—. ¿Puede jugar un rato con nosotras?
—Claro, aunque primero quiero saber qué es lo que Bianchi les ofreció para que vinieran aquí —dije mientras me quitaba el saco.
—El señor Bianchi no nos prometió nada, solo nos preguntó si queríamos tener la oportunidad de estar con usted —dijo una de ellas, odiaba que me mintieran cuando tenía ganas de tener sex*
—¿Esa será tu última respuesta? —pregunté y las dos se miraron, pero no dijeron nada—. ¿Tú quieres lo mismo?
Tomé mi revolver y le apunté a una de ellas mientras me sentaba en mi silla. Las dos parecían nerviosas, aun así, no hablaron.
—Salgan de mi casa y no dejen que vuelva a verlas o no dudaré en asesinarlas —dije y ellas tomaron sus cosas y se fueron. Iván entró y me preguntó por qué no me habían gustado si eran hermosas—. Todas las rusas son bellas.
—¿Qué le pasa jefe? —me preguntó mientras me pasaba unos documentos para que firme.
—Bianchi y Miller se han asociado. Los dos están esperando que me equivoque para tomar mi lugar —Iván me miró confundido. Él no podía ver a través de las personas como lo hacía yo—. No es bueno que entre ellos se lleven bien, tendré que poner a alguien en el medio para que sea mi aliado.
—¿Ha pensado en alguien ya? —preguntó Iván mirándome a los ojos—. Claro que lo hizo, no sé ni porque pregunto.
—Pídele a Irina que venga, necesito quitarme un poco de estrés —Iván se llevó los documentos y salió. En ocasiones como esta mi esposa era un apoyo que no había sabido apreciar. Ahora debía caer en los brazos de una mujer distinta, una que solo complacía mis deseos carnales.
Miré la foto sobre mi escritorio, Alexander miraba a la cámara, ahí tenía alrededor de dos años. Mi pequeño hijo había pasado muchas cosas duras a su corta edad. Desde estudios interminables hasta visitas semanales a médicos, sin que ninguno encontrara la razón por la que él no hablaba. Después de mucho esfuerzo por parte de Elena y tras discutir mucho conmigo consiguió la respuesta. El pequeño tenía un trastorno del desarrollo. Me costó aceptarlo, sobre todo porque yo esperaba que se hiciera cargo de todo cuando yo muriera. Si mi abuelo hubiera tenido un hijo así, lo habría asesinado junto con su madre y se habría vuelto a casar para tener otro heredero con otra mujer. De hecho, mi bisabuelo había enviado a su primera esposa al exilio después de enterarse de que tendría una hija como primogénita y en el camino ambas murieron misteriosamente. Meses después él volvió a casarse, así era mi familia.
Autora: Osaku
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 58 Episodes
Comments
nohelit perez
este tipo está algo tras tocado
2024-08-10
2
esterlaveglia
menos mal que la sustituta es fuerte 😳😵💫
2024-07-23
1
Graciela Peralta
que pasará ahora con ella y el hijo
2024-03-13
4