Aunque no era lo que deseaba, tuve que confiar en la evaluación de Arthur, y dejar a esa mujer a cargo de Alexander, ya que como lo había predicho Lisandro Cuartuco se metió en problemas. El padre de uno de nuestros integrantes era socio en una organización que trataba de imitarnos; D’ Luca, padre de Lascialandare, dueño de una fábrica de armas en Argentina. Sin embargo, solo eran unos principiantes. Estos habían estado trabajando unas décadas y uno de sus negocios era estafar personas.
Nuestra política implicaba no meternos en los negocios personales de nuestros miembros y no lastimar directamente a sus seres cercanos. Lo que ponía en una encrucijada las acciones de “los superiores”, ya que Lisandro aún no era miembro. Si bien su potencial había sido evaluado por mi padre hace años; el hombre era un genio en su campo, aunque por mi parte, temía que no estuviera dispuesto a ensuciarse las manos. Por lo que fue invitado a una reunión donde decidiríamos entre los cinco superiores su ingreso. Si él se volvía miembro destruiríamos al grupo del cual D’ Luca era socio. Ya que ese negocio no era la entrada principal del empresario, no estábamos faltando a nuestros principios. Por lo que también podía orillarlo a querer pedirnos ayuda. El yerno de D’ Luca era un hombre que también tenía bajo la mira. Si bien, yo sabía quiénes lo patrocinaban, nosotros éramos superiores a ellos. Si conseguíamos que fuera presidente de su país siendo un miembro, obtendríamos al fin acceso a los secretos de estado.
—Iván, esta vez no viajarás conmigo. Quiero que vigiles de cerca a esa mujer —dije molesto antes de subir al coche.
—Señor Kosovo, ¿me permite hacer una acotación? —preguntó mi mano derecha.
—Claro Iván, dime —era extraño que me lo pidiera así, seguramente era sobre un tema delicado.
—Ya que la señora va a quedarse con nosotros a partir de hoy, creo que debería empezar a ser más cercano al hablar de ella si queremos que el secreto no se descubra —dijo como si eso lo avergonzara.
—Tienes razón, cuida de mi esposa y mi hijo. Quedan en tus manos —dije y él cerró la puerta—. ¿Estuve bien?
—Perfecto señor Kosovo. Cuidaré de ellos, que tenga buen viaje —dijo y el coche comenzó a andar.
No podía comprender por qué esa maldita mujer se había ganado tan rápido la simpatía de Arthur e Iván. Ambos eran hombres de negocios que; aunque menos fríos que yo, permanecían solteros porque no simpatizaban mucho con el género opuesto. Sin embargo, para ambos ella parecía ser alguien en quien podíamos confiar, pese a que había tratado de escaparse dos veces. Tal vez ellos percibían algo que por mi relación con Alexander yo estaba pasando por alto.
—Buenas noches —me saludó el actual señor Li, al parecer había estado haciendo negocios con el italiano, Bianchi, y por eso ambos venían juntos al aeropuerto.
—Buonasera signor Kosovo —Bianchi había enviado a su hijo a hacer su trabajo, ya que este estaba enfermo.
—Cпокойной ночи господа —dije y ambos me miraron sorprendidos, así que lo repetí en su idioma para que me entendieran—. Buenas noches, señores.
El señor Li no hablaba ruso y el nuevo señor Bianchi tampoco, era algo que yo tenía a favor. Puesto que delante de mis hombres siempre hablaba en nuestro idioma. Fuimos juntos a la villa del señor Li, él había mandado a construir el lugar como si fuera el palacio del rey de España, estos se llevaban mal y una vez el emperador de dicho país había sugerido que el señor Li, aunque estaba en la organización, no era un hombre capaz. Li le aseguró que lo era, incluso que podría hacer lo mismo que un emperador español en menos tiempo, y fue así como hizo que construyeran en su villa un palacio que no solo llevó la mitad del tiempo, sino que incluso agregó un enorme jardín con varias fuentes. Esto hizo que el rey sintiera tanta vergüenza que dejó de hablar de Li desde ese día.
Al entrar, nos esperaba Lisandro, el hombre tenía unos cuantos años más que yo, sin embargo, parecía más joven. Su cabellera negra lo ayudaba a aparentar que recién entraba en los cuarenta. Se veía muy bien de traje, al punto de sorprender a las esposas de Miller y Frank. Mientras cenábamos uno de los sirvientes le ofreció vino al señor Sánchez, quien hasta ahora estaba callado. Noté como el mexicano, con intención de provocar a nuestro candidato, hizo que el sirviente tirara sobre él algo de vino.
—¿Qué haces maldito inutil? ¿A caso no sabes quién soy? Morirás por ensuciar mi ropa, exijo que se me muestre respeto —dijo el maldito de Sánchez, pese a ser mexicano, no me agradaba. Era malvado, pero de los que disfrutan generar el caos.
Observé que cuando el joven se alejaba preocupado, Lisandro le decía algo, tardé en entender, ya que tuve que traducirlo en mi mente.
—Creo que asesinarlo no haría que los demás empleados entiendan cuál importante es usted en esta casa —dijo Lisandro y mandó a llamar a todo su personal—. Le propongo que lo azote delante de todos los presentes. ¿Qué le parece señor Sánchez?
—Es una gran idea, estos insectos deben saber cuál es la mano que los alimenta —dijo Sánchez sin entender la estrategia de Lisandro, mientras yo miraba cómo el muchacho temblaba.
—Has hecho pasar vergüenza a uno de los superiores. Ahora desnúdate y arrodíllate ante él —dijo Lisandro como si estuviera furioso, en verdad sabía actuar. Aunque me preguntaba si eso bastaría para salvar la vida del muchacho—. Señor Sánchez ¿Cuántos azotes suyos opina que resista antes de desmayarse?
—Parece una maldita prostituta, no pienso que llegue a diez —dijo Sánchez como si se sintiera orgulloso de ello. Sin embargo, cuando le dio el primer azote al joven, que no superaba los dieciocho años, este se orinó encima—. ¿Ya te meas? Aguantas menos que mis prostitutas.
El espectáculo no era malo, pero, aunque Lisandro se mostrara tranquilo, pude darme cuenta cómo sus puños estaban fuertemente apretados. Incluso otro hombre miraba la situación con furia, al parecer era el hermano del que estaba siendo maltratado. Lisandro claramente no era bueno para esto, pero tenía la actitud necesaria para pertenecer a los superiores, con el tiempo podría ser entrenado.
Autora: Osaku
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Comments
esterlaveglia
imbécil subnormal.... que quiere demostrar su superioridad aprovechando de los más débiles 😈🤬
2024-07-23
2
Francisca Daniela Jimenez Valdes
D'luca es el mismo que aparece en la historia de ignacio y violeta ?😳
2024-07-03
1
Elizabeth Vázquez
pienso es el hermano de Nico.
2024-05-27
1