Mijaíl estuvo el resto de la visita en el orfanato de mal humor, además Nino actuó extraño hasta el momento en que nos despedimos. Le pasé mi nuevo número de teléfono, pero no me agendó en el momento, según él lo haría después. Ya me imaginaba que al subir al coche tendría que enfrentar al demonio.
—¿Por qué ese hombre te abraza si no son parientes? —me preguntó antes de que el coche comenzara a andar.
—No sé por qué preguntas eso. Estuvimos viviendo juntos aquí cuando mi madre me abandonó, se supone que sabes todo de mí. ¿Eso no estaba en la investigación que hiciste? —le preguntó y volvió a tomarme del cuello. ¿A caso tenía un fetiche con eso?
—Confundes caridad con debilidad. Si te hago una pregunta responde con palabras que me sirvan —dijo aun sosteniéndome firmemente.
—Suéltame o dejarás marcas que no podré cubrir. ¿Quieres que las personas hablen mal del gran CEO? —le pregunté con ironía, era un maldito desquiciado. No sé por qué creí que podía ser bueno.
—Tienes razón, debería enseñarte a comportarte de otra manera —dijo y empezó a tratar de sacarme las bragas.
—¿Vas a abusar de mí? Eres un enfermo —dije mientras trataba de liberarme de su agarre. Sin embargo, él era más fuerte que yo y estábamos en un lugar pequeño como para poder defenderme.
Metió mis bragas, hechas un bollo, en mi boca y me hizo recostar sobre sus piernas dejando mi trasero al descubierto. Pensé que no se atrevería, no estaba tan loco. Un calor tremendamente doloroso se apoderó de mí. El maldito me había dado un azote en el trasero.
—Te advertí que te castigaría por tu mal comportamiento —dijo como si disfrutara lo que hacía. Otro azote y esta vez dolió más, traté de bajar de sus piernas, pero no pude—. Debes entender que no soy un hombre normal, soy el líder de una organización que controla el mercado negro, por lo que debes respetarme en todo sitio al que vayamos.
¿De qué estaba hablando? ¿No era un simple mafioso? ¿En las manos de quien me había metido?
Volvió a azotarme y grité, aunque mi boca estaba cubierta. Él me preguntó si ya había sido suficiente y con los ojos llenos de lágrimas y un movimiento de cabeza le dije que sí. Me acomodó la falda y me quitó las bragas de la boca.
—Están húmedas, deberás terminar el día sin ellas —las colocó en su saco y como si nada le pidió al chofer, a través del teléfono del coche, que nos llevara a una farmacia antes de ir al hospital.
—Eres un maldito lunático —dije adolorida mientras trataba de sentarme con dificultad.
—Qué bueno que por fin te dieras cuenta. Ahora espera en el coche —dijo y bajó sin decirme nada más. Aprovechando que no estaba me puse de lado. Era muy incómodo estar sentada con el trasero ardiendo de ese modo. Él regresó y seguimos camino—. Ven aquí.
Señaló sus piernas y lo miré asustada. No resistiría otro escarmiento.
—¿Tengo que repetirlo? —preguntó molesto.
Hice lo que me pidió y me coloqué por voluntad en la misma posición en la que él lo había hecho antes. Levantó mi falda y cerré los ojos. Si seguía enojado seguramente lo haría con más fuerza y no podría sentarme en días. De repente, un frío inesperado rozó mi piel y me dio escalofríos. Miré en su dirección y lo vi aplicándome un gel donde tenía la marca de su mano.
—Quédate quieta o será más doloroso —dijo y aunque no quería le hice caso. Era muy vergonzoso estar así desnuda delante de él. Sin embargo, el dolor se había adormecido al punto de creer que podría volver a sentarme. Traté de apartarme, pero no me dejó—. Es mejor que esperes a que se absorba el producto.
—¿Por qué me ayudas? Se supone que tratabas de darme una lección —dije sin entenderlo.
—La lección fue aprendida, según tú, así que no es necesario que sigas sufriendo —sus palabras eran confusas. Pensé que había disfrutado torturarme—. Debes entender que seré capaz de lo que sea por mantener mi reputación, aunque no sea mi deseo mostrarme como un monstruo. Si debo serlo, lo seré.
Sus palabras me persiguieron el resto del día. Llegamos al hospital y después de bajarme la falda me pidió que fuera a ver a Antón, él me seguiría después. No cuestioné sus palabras, ya que no quería que me volviera a golpear. Además, prefería estar lejos de él.
Cuando entré al hospital pregunté dónde estaba el pequeño y la enfermera me marcó el lugar. Justo lo estaban revisando. Al verme sonrió y quiso abrazarme. Lo reprendieron, por lo que tuvo que quedarse quieto. Le aseguré que cuando terminaran lo dejaría abrazarme el tiempo que quisiera. Él no sabía que yo era su madre. Aun así, me quería mucho. Si supiera la verdad seguramente me odiaría por haberlo traído a este mundo.
—Señorita Elena, viniste a visitarme. Eso me hace muy feliz —el pequeño me abrazó y el médico me preguntó quién era yo. Al parecer la ropa que llevaba me hacía ver como una mujer pudiente.
—Conozco al pequeño del orfanato. La madre superiora me comentó que había sido hospitalizado y vine a ver si podía contribuir con algo —expliqué y el médico me pidió que saliera un momento para conversar—. Escucha Antón, iré con el señor un momento y volveré. ¿Te comportarás bien?
—Si señorita Elena. Seré un buen niño —dijo y por dentro un dolor me invadió. Claro que era un gran niño.
Al salir, el médico me explicó que la condición del pequeño era grave, aunque no critica. Tenía una rara enfermedad de la sangre que podía ser tratada. A su vez era muy costoso hacerlo, por lo que sabiendo que provenía del orfanato no les había ofrecido ese recurso a las monjas porque era consciente de que no podrían afrontar el gasto.
—¿De cuánto dinero estamos hablando? —pregunté ya que no sabía cuánto podría conseguir del desquiciado de Mijaíl.
—Es mucho dinero —no parecía querer decirme cuantos rublos serían.
—Si no me dice cuanto es no podré saber si puedo ayudar al pequeño —le aclaré.
—Treinta millones —dijo y lo miré asombrada. Era muchísimo dinero, casi cuatrocientos mil dólares. No podía pedirle que me diera tanto dinero. Aun así, él había ofrecido darme un millón de dólares al año. Aunque ya me había quitado quinientos en menos de un mes por cómo me había comportado con él.
Autora: Osaku
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Comments
esterlaveglia
pues te quedan 500 mil euros..... así que puedes salvar a tú hijo 🙏
2024-07-23
2
Graciela Peralta
que pasará ahora con el niño
2024-03-13
4
Patricia Luayza
que situación más triste 😢
2023-10-03
3