Malas Nuevas

Pasaron varios minutos mientras nos descansamos en nuestros sitios, la muerte estaba por todos lados, había cadáveres que estaban desmembrados, otros apuñalados en diferentes partes del torso o la cabeza, algunos tenían flechas, poco a poco me fui dando cuenta también que los soldados de Oeilvert tenían mujeres entre sus filas, con los orcos casi no se notaba, sus complexiones seguían siendo muy toscas y las armaduras que usaban algunos no lo dejaban, aun las que si debían usar vendajes para ocultarlo, una así fue, en las mujeres humanas era más evidente, era tan extraño el verlas muertas en la guerra, daba un sentimiento extraño. Nunca me había puesto a observar a quienes mataba.

Los de Oeilvert también peleaban con mucha saña, tan solo pasar la vista por los que eran mis aliados bastaba para darme cuenta. John tenía tantas hendiduras en su cuerpo de intentos por cortarlo que sus huesos quedaban expuestos en varias zonas y aun así, su cuerpo había quedado desmembrado de diferentes partes, con cortes diagonales que hacían ver más extraño lo poco que quedo de él, sobre todo porque no fue decapitado, si no solamente parte de su cabeza fue abierta y todo dentro salió. Alfonso seguía ahí, de pie, no sabía la condición de su muerte, ni que la provoco, debió luchar hasta su último aliento mientras que Audiel tuvieron la nobleza de nada más cortale la cabeza, al parecer de dos tajos, uno que fallo en el medio de su rostro y otro donde debía ser en su cuello. Los demás quedaron con agujeros, mortajas en sus cuerpos sanguinolentas, se vio que como muchos cadáveres también quedaron pisados de entre tanto movimiento y pelea que se dio.

Terminaron por llegar los magos con nosotros a lo que Agnus les hizo señas de que vinieran, también parecían asombrados de lo que sucedió y no muy cómodos con la idea de pasar entre tanto muerto. Aun así lo hicieron, llegándose a resbalar por la sangre en el piso algunas veces, llegando a caerse Camel en algún momento. Llegaron al final frente a Agnus, quien se levantó del suelo con ayuda de Drake para recibirlos.

—Benson necesito que te comuniques al amanecer con los otros equipos, Camel, a lo que vas, empieza a hacer tus muñequitos de piedra... Drake, Erick, Mosca busquen cascos, armaduras y armas para dárselas a Camel y ponérselas a sus cosos de roca —Se notaba que estaba cansado por la sangre que perdió y el esfuerzo, su voz se oía más apagada, además de que le costaba moverse.

Todos nos pusimos en marcha enseguida, comenzando a quitar de los cadáveres todo lo posible. Mientras recogía y acomodaba algunas cosas me quedaba sumergido en mis pensamientos, después de tanto caos y movimiento. Pensaba en Sofía y el cómo esta vez pudiera no haberla visto, misiones como esta había tenido muchas, en general la muerte no era algo que estuviera muy lejos de mí, ahora sin embargo, la sentía respirando en mi nuca aun cuando ya había terminado todo, estaba tan disperso que a veces se me caía alguna arma o me tardaba demasiado en quitar alguna armadura. Sumido en mis pensamientos me preguntaba que estaría haciendo mi hija en estos momentos, si estaría bien realmente donde estaba, si no estaba sufriendo en mi ausencia, si le trataban bien o si no estaría en peligro, sentí una punzada en el corazón. Un silbido me saco de mi mismo, volteando a ver que sucedía, al parecer fue Agnus quien silbo y me hizo señas para que me acercara a él, deje las cosas que tome en el suelo y fui a su encuentro.

—Duérmete, se que lo necesitas, ya hiciste bastante zumbando de aquí para allá en la pelea —Se ve que quería decir más, pero tocio y solo me hizo señas para que me fuera, las cosas las tenían los magos, por lo que me ofreció uno de los petates y sobre el suelo me dormí, cerca de todo el desastre, dando vueltas a diferencia de otros días, intranquilo, ni el cansancio podía hacerme dormir. —Duérmelo, se ve que lo necesita.

Lo último que escuche fueron palabras que no entendí de parte de Benson, para luego caer en un profundo sueño. No fue hasta que Agnus me movió que desperté de repente, al mirarlo estaba mucho más pálido de lo que recordaba, parecía que no había dormido para nada.

—Despierta, tengo malas noticias, una de las fortalezas falla, no sabemos si murieron todos o si ganaron pero los que intento contactar no pudo así que hay que dar por sentado que fallaron y es mejor que vayas tú de una vez, son siete días de viaje caminando así qué cuanto antes salgas mejor, si aún necesitas dormir duerme ahora, será un viaje largo.

—Mejor duerme tú —Me levante y estire para ver que apenas llegaban los otros, al parecer acababan de terminar sus labores, tanto Drake, Erick y Camel fueron a recostarse sobre el suelo, quejándose mientras se removían en su sitio.

Tome un poco de comida de las provisiones y dos odres con agua, para encaminarme, llegaría en tres días. Mientras caminaba hacia la salida, de repente un ruido metálico me hizo sobresaltarme al grado de tenerme que mantener de pie entre resbalones por la sangre, aquel ruido provino de Alfonso, la armadura de él se movió de repente, pronto los brazos de él se alzaron y estiraron, rechinando el metal. Todos nos quedamos atónitos viéndolo.

—Fue una buena noche ¿Siguen vivos? Oh no...— Enseguida fue caminando entre tumbos para ir hacia el cadáver de John, lo que al menos quedaba unido de él, pronto Erick se acercó a él, quitándole el casco para poderle ver el rostro.

—Estás vivo... bruto barajan, te creí muerto —Le dio un golpe a la armadura y ambos se quejaron del dolor, uno en su mano y otro porque seguramente tenía el cuerpo cubierto de heridas.

— Nuestro John no...

Guardaron silencio ambos, todos en realidad, ellos se conocían entre si y habían vivido, diferencia de otros que venían solos como Drake o habían sobrevivido todos como Agnus y yo. No pude evitar pensar que así como sus rostros reflejaban el dolor de la perdida lo haría el de mi pequeña si llegara a saber si me moría, tan solamente de irme de su lado la vi tan destrozada como ellos.

—Vamos a revivirlo —Dijo de repente con determinación Erick.

—¿Con el dinero que nos van a pagar? Supongo que con la paga de los dos podríamos lograrlo... son veinte mil duros —Mientras hablaban ya los estaba recordando, los conocí en un bosque. No debía perder más el tiempo ni pensando en la particularidad de revivir gente con solo dinero ¿Eso se podía?.

Al salir enseguida comencé a correr con todo, sabía donde estaba la tercera fortaleza de ante mano y guiarme hasta allá no era nada difícil aun entre el bosque. Eran minutos corriendo, trotando o hasta caminando, mis únicas paradas eran por mis necesidades, en general estuve en movimiento todo el rato, el primer día no dormí para nada, los demás solo por ratos así logré llegar al tercer día, cerca de la tarde, al menos veía la fortaleza desde la distancia.

—Finigan fue el único superviviente —Escuche de repente, como si de un pensamiento mío se tratara, solo que tenía otra voz —Huyo, está escondido pero le he dicho que si puede ayudarte lo haga, puedes esperar a los demás, se están dirigiendo también para allá.

—No, yo me encargo solo de esto, si pelearon quedan muchos menos y los podre matar sin ayuda, nadie más tiene que morir.

Por el momento necesitaba descansar, me subiría a un árbol, ya que si salían podría ser arriesgado, me verían si no estaba bien puesto, el cansancio que tenía era tal que hasta me costó trabajo subir entre las ramas, dormir fue mucho más fácil.

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Comments

Eugenia Gomez

Eugenia Gomez

Vaya! Qué aguante tiene! Luego de la pelea descanso apenas un poco, se hizo el recorrido de siete días en tres! Es de admirar su fortaleza!

2024-01-19

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