Negociación

—Necesitamos puntos estratégicos para poder llegar al imperio y matar al emperador, así de simple como se oye Jingo.

—No me estás convenciendo del todo...—El desgane se podía escuchar en mi voz, se oía una locura.

—Verás, si sabemos mover las piezas del rival es lo único que se necesita para ganar es llegar al final del tablero y aniquilar al rey Garnuk. Sin él y claro heredero al trono, habrá disputas internas y; por lo tanto, las guerras deben frenarse para reconsiderar el conflicto interno, si logramos asesinarlo no tendremos que preocuparnos porque sucederá en sus tierras.

>> Hay 3 lugares que deberíamos encargarnos, el problema es que son lugares internos, de difícil acceso si se va con demasiados hombres además que tienen acceso estratégico tanto para apoyar como para recibir apoyo de muchos puntos del imperio y eso es justo lo que hace que sean lugares ideales para joder. Ahí es donde entrar tú y otros pocos, mientras movilizamos grandes masas de gente ustedes atacaran los puntos claves, lo mejor es que ni siquiera importa si realmente van y acaban con todos, solo importan las bajas que se causen para que así se vean en la necesidad de movilizar a sus ejércitos.

>>En cuanto a tu chiquilla, la podemos dejar en las mismas tierras de Oeilvert, como somos pocos los que hacen este movimiento no es difícil estar en territorio enemigo, nunca imaginan el daño que pueden hacer unos pocos hombres, eso o la dejas lejos aquí en Gaurd, tengo gente que puede hacerse cargo de ella sin problemas.

Sentía como Sofía se aferraba a mi pierna y apretaba la ropa cuando escucho lo último, era más que claro que si participaba en esto preferiría como ella ir ambos. Aun así, desestabilizar todo así sonaba bien y confiaba en el criterio de Agnus, lo que decía seguro era bastante realista, ¿entonces la guerra podía acabar tan fácilmente? En Gaurd la cosa no fue tan fácil.

—¿Por que todo eso va a causar el fin de la guerra?— Tenía aún mis dudas al respecto pese a lo que escuche.

—Eres tan lerdo y tonto como desde que eras pequeño ¿eh? —Rodó los ojos hacia arriba claramente molesto—Te lo explicaré más rápido y sencillo, si matamos al Rey sin claro heredero se van a matar como hienas por el pedazo de carne que es el trono, los tres puntos de los que hable dan fácil acceso a ejércitos, el punto es que no habrá ningún ejército que les ataque, solo se movilizaran y les harán temer que será así para que movilicen a sus hombres intentando frenar un ataque que nunca llegara, lo que dejará menos gente en el imperio, Garnuk nunca ha sido de enclaustrarse y temer, en el mejor de los casos se quedara en su castillo atendiendo lo que debe y será muy fácil asesinarlo, en el peor tendremos que matarlo camino a uno de esos tres puntos... así de simple será, no se puede hacer antes, porque si hay demasiado movimiento en el corazón del imperio nos van a venir a detener y nos harán papilla, aun si somos un grupo pequeño seguro que con treinta o cincuenta hombres nos van a atorar las espadas en los cuerpos mucho antes de llegar siquiera al castillo... ¿Ya lo entendiste Mosca?.

—Si, no me trates como a un pen...—Miraba de reojo a mi hija y soltaba un suspiro pesado, ya suficientes groserías había dicho él como para que todavía yo le enseñara otras—Está bien, pero quiero que me asegures algo.

—Claro que va a haber paga no te preocupes por eso, estamos siendo financiados por los mismos que ahora gobiernan y algunos nobles, a ellos no les conviene para nada que la guerra siga y mucho menos que se les vea como los que intentan alzar las manos, porque si fallamos seguramente Oeilvert vendrá antes a Gaurd.

—No quiero una paga, quiero que alguien se encargue de ella si me muero— Clave la mirada en él, quería escudriñarlo a fondo y parecía buscar intimidarme con su mirar, pues fue intenso, hasta que soltó una gran carcajada.

—Sigues siendo tan idealista como el día en que llegaste con nosotros, puedes tener la paga y el favor tonto, con el dinero que se te dará vivas o no, la niña no tendrá problemas en el futuro— Negué con energías contra sus palabras. Para mí dejarle dinero a ella implicaría que tarde o temprano se lo podían robar y por eso quería que alguien le cuidara en el peor de los casos— Si buscare a alguien que le cuide, no te tienes que alterar tanto— Termino por hacer una mueca de desagrado.

Eso ya me dejaba con mucha más tranquilidad en mi haber, quería apoyar esta causa, sentía que ya había hecho suficiente por mi país pero al parecer podía volver a hacer algo más de nuevo, algo que le diera paz a nuestras tierras que querían retomar la tranquilidad. Y este hombre delante de mí volvería a ayudarme a lograrlo, como recordaba lo hizo en antaño.

...****************...

—¿Me repites por que estamos aqui?— Le pregunte a Agnus, llevabamos cerca de doce horas esperando entre los arboles, bien escondidos a los costados del camino, Agnus, Leandro y yo

—Aquí pasará el mandamás, ya lo verás Mosca, con una escolta pequeña para no levantar demasiadas sospechas, probablemente solo el cochero y los que quepan dentro de la carroza donde estén, lo hará así porque el tipo se cree quinta esencia del engaño, pero el único otro camino que hay aparte del principal es este, es solo usado por valientes, ya que tiene tantos árboles y es fácil que algunos bandidos roben, debería tener lo suficiente para que nadie lo frene... ahí vienen, que te dije.

Los tres miramos camino arriba y efectivamente, había una carroza con un encapuchado, veía como intentaba ocultar que tenía armadura completa, seguramente quería ocultar el hecho de que no era un cochero cualquiera. Al final no nos vio y nos dejamos caer sobre la carreta cuando estaba pasando bajo nosotros, cada quien se aferró como pudo, mientras Agnus y yo fuimos contra el cochero Leandro gracias a eso pudo colarse a su lado y cortar los amarres de los dos caballos que terminaron yéndose y el carruaje termino por frenarse con brusquedad al caer los agarres de madera se quebraron contra el suelo cuando la carreta se inclinó, los cuatro salimos disparados por el aire.

Agnus junto con el cochero cayeron con fuerza al suelo mientras Leandro caía rodando y posándose de pie, por mi parte también rodé, más no me detuve, fui hasta aquel hombre mientras estaba en suelo, tenía un casco que normalmente protegía de las espadas, pero llevaba una daga, era fácil colar entre la zona de los ojos la misma, intento meter las manos, un solo piquete entre las cejas fue suficiente para que dejara de moverse, ahora solo quedaba ver quienes más quedaban y si realmente estaba dentro el gobernante de Gaurd que esperábamos.

—Más te vale que si esté ahí Agnus —Tenía un tono molesto Leandro al hablar.

—Como si fuera a pasear con guardias un cualquiera—Refunfuño mientras se levantaba Agnus, ambos teníamos nuestras respectivas armas afuera, una espada larga para Agnus y una corta Leandro, mientras yo tenía solo mi daga.

En poco comenzaron a salir varios hombres, un total de ocho, de los cuales solo uno no tenía armadura y era efectivamente el hombre que buscábamos, el cual empezaría a correr con uno de aquellos hombres. Agnus enseguida fue y travo su espada contra dos de ellos, mientras Leandro contra otros dos, me tocaría ir tras el hombre, por lo que corrí enseguida, los tres restantes intentaron bloquearme, sus espadas oscilaron contra mí sin éxito y mientras me colaba entre ellos, perfore justo en el hueco que dejan ese tipo de armaduras enterizas detrás de las rodillas, la sangre broto enseguida, la sentí y el tipo cayó de rodillas, mientras uno de ellos me persiguió el otro levantaba a su compañero, se quedarían seguro a pelear contra Agnus y Leandro.

Alcance a ambos con facilidad, enseguida hubo un encontron, aquel hombre con dos espadas en cada mano se interpuso entre el gobernante y yo, intentaba colarme por un lado o rodearlo para esquivarlo, supo como mantenerme a raya con sus espadas, sin dejarme posibilidad de ir por quien era mi real objetivo, pronto tuve que empezar a intentar hacerle daño a el pues llego su compañero, esas armaduras eran tan dificiles para mi, por mas que intentaba dañar sus brazos o dedos con las dagas solo rebotaban mis ataques y era lo suficientemente bueno como para no dejarme acercar a sus axilas o rostro. Ahora tenía dos problemas, el que me persiguió y este sujeto.

Para mi fortuna, sus habilidades diferían tanto que la ayuda de ese hombre resulto nula, no solo podía meterme en los huecos de su defensa sino que pude llegar a usarlo como "escudo", al interponerlo entre mi verdadero rival y yo, poco a poco fui picando los huecos en la armadura de él hasta que el desangre termino haciéndolo desfallecer.

El mandamás terminó siendo presa del pánico y corrió, ahí es donde él no pudo hacer nada, la armadura tan pesada que tenía no le dejo competir contra mi rapidez y termine alcanzando al tipo, ejecutarlo fue cuestión de un solo movimiento contra su cuello. Termino por llegar aquel guardia frente mio y nos quedamos mirando uno al otro, hasta que alzo la voz.

—¡Retirada!

...****************...

—¿Nos iremos ya o debo esperar algo?— las palabras de él me sobresaltaron, me había quedado pensando demasiado en el pasado.

—Si, solo debo de recoger unas cuantas cosas y nos podremos ir— Cargue a Sofía entre mis brazos, este podría ser el futuro seguro que podría hacer para ella.

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Comments

Clocker91

Clocker91

Hay algunas cosas con las que no comulgo con algunos personajes. Principalmente por que creo que para detener una guerra, es más complejo que solo exterminar unos cuantos. Estoy de acuerdo que un paso muy poderoso para terminar una guerra, es ir contra sus líderes y gente que hace fuerte a sus filas, pero es que una guerra siempre tiene más que solo líderes moviendo gente como si fuesen piezas de ajedrez. No sé si más adelante, veremos justamente esa lección reflejada en las acciones del protagonista, pero de momento solo me queda pelearme con ese duo de mantequilla con planes idealistas.

2023-11-05

1

Clocker91

Clocker91

No sé si es que este vato se retiró con el bichito de la guerra picandole el asterisco, o es tonto de cojones. La guerra es algo que el hombre provoca, así luches por la paz siempre habrá quieran quiera la guerra. Siempre vas a tener que hacer. El chiste es evitar la guerra, no luchar cuando la hay. Aveces me pregunto, como es que en estas historias existen grupos dedicados a trabajar para detener las guerras, y no tienen la pericia para contemplar en detenerlas antes de que estallen. Digo, no es como no se pueda vaticinar una guerra fácilmente cuando comienzan conflictos.

2023-11-05

2

Clocker91

Clocker91

Pinche descarado, viene con un plan todo meco basado en idealismo y se atreve a llamar idealista al vato por no contemplar que le puedan hacer ambos favores.

2023-11-05

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