Vuela Alto Soldado

Caminaba con cautela y cuidado, aún no sabía si hablarle a alguien o no, si alguien buscaría hacer algo desesperado por confundirme con un soldado o que es lo que pasaría en cualquier momento. La aldea estaba hecha pedazos, casas calcinadas, muertos en diferentes puntos de la calle y pocos sobrevivientes. Estaba hecho todo un desastre el pueblo. Algunos hogares todavía despedían algo del calor de haber sido incineradas.

Poco a poco fui observando que era gente que no se arriesgaría a un conflicto mayor, que sus espíritus estaban socavados, tenían aún miedo de ver a un desconocido y que fuera un peligro, algunos de hecho terminaban alejándose, harían difícil el encontrar a la familia que buscaba. Fue un hombre que estaba trabajando en reconstruir una parte de su casa a quien me acerque.

—Disculpe conoce a Kelly, tiene 2 hijos y un... ¿Esposo? —Ni siquiera sabía si eran realmente esposos o los pequeños suyos, ya hasta empezaba a dudar si realmente tenía algo que ver con ellos cuando la cara de aquel hombre hizo una clara mueca de desagrado mientras me escuchaba.

—¿Y tu quién eres para andar preguntando esas cosas?

—Yo... encontre un hombre en un campo de batalla, murió y venía a decirles de su suerte a la familia... soy un total desconocido cumpliendo la voluntad de un hombre señor—Me encogí de hombros, la misión que tal vez sería la más difícil que haga hasta el momento.

—Murieron cuando invadieron —O no. Volvió a su martillo y su labor para pasar a ignorarme, solté un pesado suspirar, tenía más dudas pero entendía cuando alguien ya no iba a decir nada más.

En mi oficio, sin embargo, si no sabes a quién va dirigido el mensaje o las indicaciones son vagas no puedes quedarte con las primeras palabras que te digan, es deber de uno encontrar hasta la última pista que ayude a entregar el mensaje. Claro que esto no era un trabajo en forma, jamás lo había hecho por el dinero de todas formas.

Las personas que sabían confirmaban el hecho de que estaban muertos y los demas, si bien me iba no conocían a la pareja, en otros puntos solo me ignoraban o soltaban comentarios hoscos con tal de que me alejara. Al final supe que el tipo que conocí se llamaba Antony, se caso con Kelly a los 25 y sus hijos tenían 7 y 5 años, tenían problemas como pareja pero nadie dudaba que se amaban, se separaron una vez y en la reconciliación tuvieron al primero de sus hijos, fuera de eso solo conocí el oficio de él, era un simple alfarero, parte de la milicia local, ni siquiera era un soldado en forma, solo un aldeano más que aprendio a proteger lo mejor que pudo a sus tierras... Y aun así, logro sobrevivir en aquel deplorable estado, todavía me sorprendía sobre manera eso.

Estaba por dar la misión como algo fallido en mi mente cuando un ruido en particular llamo mi atención, el llanto de un bebe. No era extraño en sí escucharlo por lo que es, muchos nenes habían llorado a lo largo de mi caminata, lo peculiar era de donde provenía el ruido, era de una casa en cenizas no muy lejos. Había gente a los alrededores a los que observe con detenimiento... sabían del ruido del pequeño, solo que les importaba poco o nada que estuviera ahí, nadie se apiadaba de sus llantos por más fuertes que salieran de sus pulmones. Nadie estaba dispuesto a tener una carga extra en estas situaciones.

Lo que quedaba del sitio apenas eran unas paredes y parte del techo, era una humilde casa hecha de madera, las vigas se vencieron en algunos lugares y aunque se quemo por múltiples lados algo hizo que el fuego no se exparsiera por completo calcinando por completo aquel lugar. Aun asi habia varios sitios carbonizados, la entrada estaba completamente libre por varios accesos en diferentes sitios, un hueco en una pared de frente, otro por un costado y la ya inexistente puerta.

Me adentré entre escombros de uno de los huecos para dirigirme hacia donde lloraba el bebe, terminando por cm encontrar que estaba semi cubierto de ceniza de madera a medio quemar, debió resistir todo un calvario al quedar atrapada entre la estructura, siendo su madre quien le resguardo, pues su cadáver aún estaba aferrada sobre el pequeño que no paraba de llorar, un llanto incesante que aún se podía escuchar sano, debía tener tan solo horas atrapado ahí. En verdad el ejército únicamente había pasado a destruir lo que quisieron por el mero gusto de amedrentar, de haber llegado unas horas antes los hubiese visto seguramente, la misma incandescencia en algunas casas calcinadas debió habérmelo dicho también.

Con mucho cuidado fui alzando y quitando leños para despejar lo suficiente todo y asi poder llegar hasta al pequeño, que tuve que quitar del regazo de su madre, con algo de dificultad, al sostenerlo lo fui sacando con mucho cuidado para ahora cargarlo yo. Al salir de lo que quedaba del hogar y mirar alrededor solo me tope con gente evadiendo mi mirada o apresurando el paso para alejarse, nadie cuídaria a este infante.

Volví sobre mis pasos, analizando a las personas de nuevo, ¿Cuáles podrían ser buenos prospectos para cuidar del niño? Muchos era claro que no, aun si tenían el corazón para hacerlo yo no tenía la fortaleza de dejar a su suerte a un bebe con gente que seguramente no sabía si iba a sobrevivir la hambruna, otros por su parte con tan solo su mirada me dejaban en claro que no iban a atender al bebe y que acercarme a ellos sería una grave ofensa. Por otro lado, estaban algunas personas que lograron preservar algo de sus riquezas y tenían el suficiente poder para conservarlas y que fuera por la razón que fuera sus hogares fueron dejados intactos.

—Buen día, señores vengo con este bebe a su morada para qué...—Alzaron sus armas, nadie estaba para juegos en este momento tan delicado, seguramente más de una persona debió venir con algún cuento similar, para sobrevivir no había reglas, la dignidad humana se perdía en pos de la supervivencia.

Me alejé con cautela del lugar, sin darle la espalda a ninguno de ellos, parecían solo gente común, con ropas algo costosas, defendiendo sus hogares de cualquiera que quisiera pasarse de listo en su territorio.

Suspire con pesadez, cada vez veía más imposible deshacerme de este pequeño aquí, tendría que buscarle un hogar en otro sitio. Por fin le dirigí la mirada el tiempo suficiente, parecía de un año más o menos y tenía facciones muy finas, apenas un poco de pelo sobre su cabeza aunque lo suficiente para cubrirlo por completo, no parecía el bebe de plebeyos.

Al final terminé donde comencé, donde estaba el primer hombre que me hablo y que además había logrado decirme algo de la pareja, seguía trabajando sobre la misma casa y pude acercarme a él sin problemas nuevamente.

— Necesito saber si podrías cuidar a este niño, se ha quedado sin familia.

Dirigió una fría mirada hacia mí, su semblante serio me juzgo y escudriño —Es fácil dejarle a otros tus problemas...tú recogiste a ese bebe tú deberías hacerte cargo.

Sus palabras me ofendieron bastante, ¿Cómo iba a decirme algo así? La mayoría de la gente ni siquiera saco al bebe de entre los escombros, nadie parecía querer ayudarse entre sí, solo intentaban joderse entre sí y en el mejor de los casos se ocupaban de sus propios problemas, yo buscaba poner mi grano de arena buscándole el hogar adecuado a ese pequeño, más de lo que nadie aquí estaba haciendo por él... no lo dejaría vivir en un pueblo así de destrozado.

Caminé hacia las afueras del lugar, donde un hedor llegaba a mis narices y pronto determine que era, una sorpresa digna de la edad del bebe. Tarde un rato sufriendo pues no podía cambiarle su ropa sin poderla lavar y como todo pueblo tiene un río o lago cerca solamente fue cuestión de encontrarlo. Mientras le quitaba la ropa y procedía a limpiarla me entere de que todo este tiempo no estuve cargando a un niño, estaba cargando a una niña.

En esencia no hacia diferencia alguna, solo me dejo pensando que tenía que hacerme cargo del bebe, fuera del sexo que fuera, ahora era mi responsabilidad, debía darle fruta y seguramente leche, sería un embrollo entero hacerse cargo de ella... tal vez solo debería abandonarla y ya, su suerte no hubiera sido diferente sin mí.

Borré ese horrible pensamiento de mi cabeza, cerrando los ojos con fuerza por pensar tal atrocidad, no estaba aquí en Oeilvert porque fuera fácil estarlo, ahora tenía la oportunidad de cambiarle la vida a una pequeña y eso es lo que haría.

Abrí los ojos cuando sentí como su manita se aferraba a la mia. Sonreí sabiendo que tenía que hacer ya.

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Clocker91

Clocker91

ya no voy a pelear contigo, prota

2023-04-07

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