Capítulo doce

Marcos conversaba con Isabella así que me escape al baño, Alexander ni corto ni perezoso me siguió.

Cerro la puerta detrás de mí y no hubo ni una palabra solo sus labios chocando contra los míos el sabor a vino con Whisky se mezclaban en nuestras bocas. Sus labios se adaptaban perfectamente a los míos, se separó un poco.

—Te dije que te iba a castigar por decirme Bambino.

Me encogí de hombros para luego rodear su cuello con mis brazos, pegue mi rostro al suyo, mi nariz rozaba la de él.

—Pero es que es verdad, pareces un bambino—Lo susurré casi rozando sus labios.

Él sonrió de lado —Vamos a ver si un Bambino te haría g3m1r como yo lo haré.

Alce una ceja —Hay que ver—Bese sus labios con ganas, un beso lleno de lujuria, no había sincronía, y tampoco hacía falta, simplemente nos estábamos comiendo la boca, deslizó sus gruesas manos hasta  ponerlas en mis glút3o$ y apretarlos con ganas.

Me pegó más a su cuerpo, baje mis manos hasta llegar al botón de su camisa cuando lo iba a desabrochar me detuvo.

—Te dije que te castigaría, date la vuelta.

Obedecí, apoye mis codos en el lavamanos y el levanto mi vestido, empezó a bajarme las br@ga$ hasta que cayeron al piso.

Azotó mi nalga con una n@lgad@

G3m1.

—Vez un Bambino, no te haría  g3m1r así—Me dió otra n@lgad@ más fuerte.—Eso es lo que quieres—Apreto mis p3cho$.

—¡SÍ!—Movi mis caderas en círculos buscando sentir su 3r3cción.

—Tranquila nena, aquí mando yo.

Agarró mis caderas y las apretó con fuerza

Empezó a moverse de forma lenta y si quería castigarme lo estaba haciendo a la perfección.

—Bien  nena ahora g1m3 y grita ni nombre.

Los g3m1dos salían con cada estocada.

—¡Ahhhhh!,¡Alexander!—Mi respiración era agitada,

Alexander aumento sus movimientos más rápidos y más fuertes, mi cuerpo empezó a recibir descargas eléctricas que recorrían toda mi espina dorsal.

El placer que me producía Alexander no me lo había producido ningún otro hombre, esa sensación en mi pecho , el calor de nuestros cuerpos era inexplicable la conexión que sentía con él, a pesar de solo haber foll@d0 unas pocas veces el sabía cómo tocarme para llevarme al infinito.

Mientras seguía moviéndose con su mano libre

De embestidas rápidas y fuertes Alexander paso a movimientos suaves y torpes podía sentir como me había llenado de él.

Reposo su cuerpo encima de el mío por unos segundos, beso mi hombro, luego la parte de atrás de mi cuello, para salir lentamente de mí.

—Aún me consideras un Bambino—Dijo con una sonrisa pícara en los labios.

Me acomode el vestido—Sí, pero... Eres un Bambino experto en s3x0 y eso me gusta.

Él comienza a limpiarse cuando somos interrumpidos por unos toques en la puerta intercambiamos miradas y la adrenalina nos aumento cuando la voz de Isabella resonó.

—Fiore...Fiore amiga estás hay.

Alexander asintió con un movimiento de cabeza y salió corriendo hacia uno de los cubículos del baño.

—Sí, si...Ya...ya... Salgo—Me tape la boca con ambas manos para no reír de carcajada, la verdad está adrenalina, esta situación de que somos clandestino era muy excitante.

Termine de acomodarme el vestido y abrí la puerta.

Ella entró de golpe como alma que lleva el diablo.

—¡Sal de hay Imbécil!

Tragué grueso, cómo Isabella sabía que Jeremiah estaba aquí conmigo.

Empezó a patear cubículo por cubículo, hasta que pateó el último y del otro lado Alexander tenía una expresión muy serena.

Alzo las manos al aire—Me atrapaste.

Isabella frunció el ceño—¡Qué mierda Alexander!, ¡sal de una put@ vez de hay!

Nunca había visto a Isabella tan enojada, por una parte la entendía pero por otro no era para tanto ya él y yo éramos dos adultos  y podíamos tomar nuestras propias decisiones.

—Oye, Isa...—Ella alzo una mano en señal de que guardará silenció.

—Te lo dije Alexander, alejate de mi amiga, no quiero que le hagas daño—Se giro hacia mí—.Fiore eres mi amiga pero él es mi hermano, y ustedes dos están jugando con fuego y van a resultar quemados, tú estás comprometida con un Stebanelli; sabes que no le temblará la mano a la hora de que se enteren de esto.

—Ya Isabella, soy lo suficientemente grande  para tomar mis decisiones.

Isabella se tapa la cara con ambas manos y suelta un suspiro de frustración.

—¡No se trata de decisiones!, se trata de los sentimientos de mi amiga...Y...y... De la vida de mi hermano.

Tragué grueso y camine hacia mi amiga toque su hombro—Isa... Isa... amiga...Tranquila,  esto... solo será hasta el día de la boda.

Se aparta un poco de mí y mira a Alexander—¡Te lo advertí Alexander!, desde el momento en que me preguntaste por ella te dije que estaba comprometida, y tú aún así  no me hiciste caso.

Alexander la interrumpe molesto—¡Ya basta de drama Isabella!, ya escuchaste a tu amiga solo será hasta el día de la boda.

Note algo más que molestia en su voz, sin decir una palabra más salió del baño sin mirar hacia atrás.

Tenía que reconocer que Isabella tiene muy buenos motivos para molestarse, ella tiene razón en algo si mi romance con Alexander sale a la luz lo más seguro es que Fabricio lo quiera matar, Pero eso será sobre mi cadáver, solo eran dos meses, solo dos meses para disfrutar de esa experiencia que me estaba brindando Alexander.

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