Tristeza Azul.

Tristeza Azul.

Capítulo I

Cónrad

Me llamo Cónrad Ivanovich Salihu. Nací en Moscú, así que soy ruso de nacimiento y por ascendencia paterna, pero nigeriano por mi madre.

Tengo treinta y dos años, soltero y sin compromiso. Desde hace diez años, y muy a mi pesar, comencé a presidir la empresa fundada por mi abuelo hace más de cincuenta años, especializada en la producción de vidrio. Manteniéndose la fábrica y sus filiales como una de las principales del mundo.

Por lógica, y por ser el único hijo, tendría que ser mi padre el sucesor, pero mis padres son Rastafari, movimiento éste, que transita el sendero recto y verdadero siempre en bondad y hermandad. Pues bueno, nunca se sabe en qué parte del globo terráqueo se encuentran, pueden estar en Jamaica, en Nigeria, en el Congo, o en cualquier otra parte del mundo, viven libres de responsabilidades. De hecho, cuando se hicieron padres y aunque no eran tan jóvenes, deciden entregar su primogénito a los abuelos, entonces fui criado por ellos, pero a mis diez años, me quedé sin mi abuela, ya que víctima de un infarto murió repentinamente.

El tiempo pasó, siendo yo el único nieto, mi abuelo me preparó desde adolescente para cuando algún día él se retirase, lo cual decía que sería pronto, entonces yo quedaría al frente de Industrias

"Vitrum Ivanovich and Company" — Sin embargo, a mi nunca me llamó la atención presidir la empresa, lo mío siempre fue el esquí acuático, desde muy niño lo practicaba. A los diez años gané mi primera competencia, y así transcurrió toda mi adolescencia participando en varias competencias, e incluso, ganar durante años seguidos campeonatos, y hasta romper y establecer varios récords. De hecho, la prensa decía que el esquí acuático de éste país, llevaba impreso mi apellido.

No obstante sabía que mi futuro estaba comprometido casi desde que nací con la decisión tomada por mi abuelo.

Y bueno, ya han pasado los años y aquí estoy, haciendo lo que no quería, pero qué, inexplicablemente me adapté tanto, que hasta me gusta y aprendí a amar lo que hago.

Por supuesto he pasado por situaciones difíciles, tristes y muy, pero muy decepcionantes que me han dejado en estado de alerta, y hasta medio amargado, aun así, sigo adelante, esperando que algún día pueda realizar mi sueño anhelado de formar un hermoso hogar, algo que se me ha dificultado tanto y no sé por qué, me considero buena persona y

modestia aparte reconozco que soy un hombre atractivo con mi porte de 1 metro 96, barba y cabello rojo, herencia de los pelirrojos de mi familia paterna, y heredé el color de ojos que me imagino fue uno de los atributos que conquistó a mi padre, los hermosos ojos verde aceituna de mi madre piel oscura. Además, llevo una vida sana, buena alimentación, mucho deporte, y libre de excesos; sin embargo, aun así, no he encontrado la mujer que me ame por lo que soy, y no por lo que tengo.

La última relación ha sido de lo más traumática. Pero bueno, la vida continúa, y aunque no quiera, debo seguir como quien dice:

«"Viviendo para vivir"»

Todos los días veo pasar una chica por el frente de mí casa. Debe ser estudiante de la universidad qué está ubicada a unos cuantos metros. Es una rubia delgada, bajita de estatura, de cabellos color sol que siempre los lleva recogido en una cola alta que cae en su espalda, de hecho, parece una muñequita, me recuerda a la actriz de la serie Mi bella genio.

Entre tantas chicas que pasan por allí, ella ha llamado mi atención, es que aunque parezca absurdo, siento una energía como una conexión, bueno, no sé exactamente, pero es algo así.

Lo cierto que ya se ha hecho costumbre tomar mi café y verla pasar diariamente, por lo menos en la semana.

Una mañana decidí acercarme para verla de cerca ya que siempre lo hago desde lo alto de la terraza.

A cierta distancia me fijo en un auto blanco con vidrios ahumados que se detiene, y entonces la veo cuando sale y comienza a caminar hacia acá. Evidentemente es una chica de clase alta, claro pero es que aparte la universidad dónde estudia es una de las más costosas del país, y no parece que sea becada, lo que no entiendo por qué decide caminar y no llegar en el auto hasta la puerta.

Bueno, me quedo parado por donde sé que pasará, justo en ese momento veo que se acerca.

Hoy su rubio cabello lo trae suelto hasta la cintura, lo que la hace ver más interesante En lo que pasa a mi lado, levanta el rostro hacia mí, me observa muy brevemente, y prosigue su caminar.

¡Oh qué mirada más bella tiene!.. Unos ojazos azules, azul cielo, azul mar, un azul hermoso que siento que me ha cautivado, es qué, por milésimas de segundos me sentí atrapado en ese lago azul de su mirada.

Sin embargo, pude percibir como si estuviera triste, sus ojos estaban apagados, sin alegría. Quizás, puede ser que ha tenido un mal despertar, o a lo mejor tiene alguna pena de amor. Es muy bella, y seguro no le faltarán admiradores o algún novio.

Después de ese día, pasó casi un mes en qué estuve fuera del país por negocios.

Una mañana estaba saliendo del estacionamiento para la oficina, de nuevo veo el automóvil detenerse a unos metros de allí, la vi cuando bajó. La verdad que en todo este tiempo no la había recordado.

Rápidamente, salí de mi auto, crucé la calle y me detuve en el mismo sitio de la otra vez.

Al pasar, alzó su mirada triste, y nuevamente observó mis ojos, me quedé de piedra, y al igual que aquella mañana, he temblado de la cabeza a los pies. Quise saludarla con un leve movimiento, pero estaba rígido totalmente. Mi cuerpo no respondió, de verdad que me quedé en stop.

Estuve todo el día con una sensación rara, no sé exactamente qué era, no puedo describir lo que sentía.

¿Pero qué me pasa? — Debo aterrizar y no dejarme llevar por falsas emociones que estoy muy lejos de sentir.

Seguramente lo qué me está pasando es el resultado de estar solo, de no tener una ilusión, un amor, un cariño.

Es que la situación tan difícil que viví hace dos años no fue fácil de asimilar.

La decepción que me produjo el engaño y la falsedad de una persona en la que deposité todo, todo, todo absolutamente todo, y de la noche a la mañana descubrir que detrás de una hermosa mujer, se escondía el aguijón de la falsedad. Y que si no es, porque la escuché, y la vi, jamás lo hubiese creído, es que estaba tan ciego, ciego de amor que no me daba cuenta qué solo fui un instrumento para lograr sus sucios objetivos, ya que como mujer ambiciosa, su único anhelo era escalar posiciones dentro de la empresa, para luego apoderarse de todo.

Sin embargo, gracias al vicepresidente, que desde hace un tiempo comenzó a sospechar por ciertas situaciones, y con ayuda de un investigador privado logró descubrir sus movimientos. Así que de esa manera se acabó tres años de relación, dónde fui usado y burlado.

Tristemente, fue así, de su parte nunca hubo ni siquiera un poquito de amor, tal y como me lo dijo después que su relación conmigo solo tenía un propósito.

Cuándo se descubrió su engaño, fue detenida por las autoridades ya que tenía en su haber el delito de estafa, falsificación de firma y de documentos, así como apropiación indebida de bienes. Yo quedé sumido en el más hondo dolor, tristeza y decepción, que sino es por mi abuelo y algunas amistades, me hubiese hundido en el peor y más destructivo de todos los pozos, el de la depresión.

Bueno, el tiempo pasó, me recuperé de nuevo, pero ya no fui el mismo, me convertí en un hombre distinto, me volví desconfiado e insensible, quizás hasta amargado. Por eso me extraña mucho lo que me ha hecho sentir ésta chica, o mejor será llamarla "Tristeza Azul"

A partir de esa mañana, todos los días la esperaba allí, siempre era igual, al pasar a mi lado levantaba su mirada, y nos veíamos fijamente. Era algo que ya para mí era costumbre, me hacía tanta falta, que los fines de semana, o en las ocasiones que por compromisos laborales no podía verla, me sentía como si me faltara algo. Era increíble.

Reconocí que se estaba convirtiendo en una adicción.

Una mañana cuando la esperaba pasar a mi lado, la saludé brevemente.

—¡Hola, tristeza Azul!— levantó la vista asombrada, pero no contestó nada.

Así fui haciendo todos los días, algún día, sea por que se fastidie o por lo que sea, contestará mi saludo.

No obstante, cada día me quedaba claro que algo atormentaba su vida, no podía creer que un rostro tan hermoso tuviese una mirada tan triste.

Cómo me gustaría poder acercarme a ella, conocerla y quizás hasta llegar a amarla.

Aunque debo reconocer que es apenas una jovencita, no debe tener veinte años, aún así, me atrae tanto. Es que, tiene un no sé qué, algo que desde el primer día en que la ví, y aún desde mi terraza pude percibir esa energía que me conectó inmediatamente con ella.

Así fue transcurriendo el tiempo, y yo no tenía avances con la bella chica. Uno de esos días, mientras esperaba que pasara a mi lado, me fijé que el auto que todos los días la trae, se quedaba alli estacionado por un rato, entonces supuse que será por eso que no contesta mi saludo, seguro que la persona o el chófer está pendiente de ella hasta que entre, y por eso no me saluda, se sentirá cohibida.

Cambié mi estrategia, y entonces la esperaba justo en la entrada de la universidad, desde allí y debido al gran número de personas entrando, seguramente el chófer no podrá advertir que ella me dirige la palabra.

Así que una vez más la saludé como vengo haciendo religiosamente desde hace meses:

—Hola, tristeza Azul.

—Hola.

—¿Cómo estás?

—Bien, gracias.

¡Bingo!... Al fin contestó mi saludo, me he sentido como si flotase en el aire. Tiene una voz hermosa que pude apreciar con solo esas tres palabras que pronunció. ¡Oh Dios, me siento extasiado! Tanto que no quería ir a la oficina.

Sin embargo tengo que hacerlo, me esperan reuniones importantes. Bueno, lo tomaré como un estímulo para pasar un día excelente.

A partir de allí de lunes a viernes la esperaba para saludarla.

Un día pasé un poco más de la puerta principal, y cuando pasó a mi lado, la saludé como siempre, y me aventuré a preguntarle.

—¿Cómo hago para verte en otra parte?.

—¿Para qué? — Respondió con su dulce voz.

—Bueno, no sé, para invitarte a un helado, un zumo, un café o lo qué desees, y así conocernos y hacer una bonita amistad.

—Mañana le contesto.

¡Oh por Dios! —me sentí morir, ésto ha sido un gran éxito, y lo mejor, pronunció cinco palabras más, me sentía dichoso, solo me queda esperar pacientemente hasta mañana.

Me encontraba demasiado eufórico, emocionado y sumamente asombrado conmigo mismo. Yo, un hombre hecho y derecho, con tantas obligaciones de gran envergadura, y, sin embargo, me siento como un adolescente ilusionado con una jovencita a la que, quizás, seguramente le lleve más de diez años. Pensando en esto, llegué a la oficina, pero no podía concentrarme en nada. Solo ella ocupa mis pensamientos...

¡Qué locura por Dios!

Esa noche no pude casí dormir. Solo deseaba que amaneciera pronto para saber la respuesta de mi Tristeza Azul.

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Comments

yenifer marquez la escritora ✨

yenifer marquez la escritora ✨

Un buen comienzo , espero Corad se porte bien con la chica .

2024-05-13

2

Francisca Miranda Garcia

Francisca Miranda Garcia

se excelente su novela no me gustan muy largas pero el título me llamo la atención

2024-04-13

1

Solianny G. Larez

Solianny G. Larez

🥳🥳🥳

2024-03-06

3

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