Capítulo V

Serena.

Bueno, no me importó nada, esa mañana me entregué a él, a este hombre que aunque no conozco en lo absoluto, me ha cautivado por completo.

Es que aparte de su seductor atractivo, lo que más me ha atraído es ese porte tan varonil, y el saber que es mucho mayor que yo, me mata. Estoy segura que debe tener unos treinta y seis años, y si no los tiene, pues bueno, los aparenta, y no es que se vea viejo, no, no es eso, es ese tamañote, es que es altísimo, aparte de ese cuerpo tonificado en los gimnasios pero de forma moderada que me encanta, y como para matarme aún más, esos ojazos verdes, un verde aceituna diferente a los que siempre he visto que hace un bonito contraste con su cabello y su semi barba roja en su rostro anguloso.

¡No, es que definitivamente este hombre es hermosísimo! — Y bueno, no me pude contener cuando me besó suave, muy suavemente, de hecho, nuestras miradas se encontraron y no dejamos de mirarnos profundamente mientras nos besábamos, lo que sentí ha sido maravilloso. Luego me entregué sin ningún tipo de remordimientos, lo hice por dos razones, primero, porque tenía la necesidad de sentirme amada, deseada, abrazada, besada, y segundo, y en pocas palabras, necesitaba sexo, necesitaba tener muchos org*smos, si, así es, ya que con los viol@dores, que carajos voy a tener, solo me producen repugnancia, asco, frustración y dolor tanto emocional como físico, ya que me usan sin ninguna delicadeza, a la fuerza, causando maltrato en mi zona íntima, senos y demás partes del cuerpo. Es horrible cada vez que tengo que servir a esos malnacidos.

Pues bueno, y parafraseando unas letras de una canción que dice:

—"Para qué describir lo que hicimos en la alfombra, si basta con resumir, que me besó hasta la sombra, y un poco más" ...(tema: Taxi...Ricardo Arjona)

Asimismo ha sido, es un excelente amante, me sentí temblar cuando estaba dentro de mi, sus continuas embestidas me llevaron a una especie de dimensión desconocida para mi hasta esos momentos, la verdad que nunca me había sentido así.

Recuerdo que con mis amigas del instituto, siempre hablábamos de los org@smos múltiples, pero ninguna los había experimentado, y pensábamos que eso era falso, que no existían, sin embargo hoy los he tenido con este hombre de una gran potencia sexu@l...O sea, un semental.

Agradezco al universo, a los elementos, y no sé a quién más por hacerme vivir esta gran experiencia, aunque sea la primera y última vez.

Pero también correspondí ante tal máquina del s3xo, también le hice el amor como desde hace mucho tiempo deseaba, y que en mi relación con Angelo no llegué a hacerlo, ya que al principio me daba vergüenza, y después, ya no lo quería, y por tanto no deseaba ni que se me acercara, y menos, cuando se convirtió en uno de mis violad*res que me obliga incluso a hacerle oral...¡Ay no, que asco!

No obstante con este caballero Rojo, era distinto, y no me importó cuando explotó en mi boca.

Pues bueno, lo que sería por un rato, terminó siendo todo el fin de semana. Si, asi fue, primero me pidió que me quedara un rato más, y accedí, después, qué pasáramos la noche juntos, también accedí, y bueno, terminé allí entre sus brazos, y el dentro de mi hasta el domingo en la tarde en que muy a mi pesar, tuve que marcharme.

Mis padres, que estaban de viaje ya deben regresar. Y para mí tristeza, también el dúo maléfico de Angelo y el chino Zhang.

Sé que cuando lleguen me llamarán para ser usada una vez más, pero por lo menos ahora tengo la dicha de tener el pensamiento en mi amado Rojo, y eso hará que ese terrible momento pueda ser más llevadero.

Ya en mi casa, me duché y me acosté a pensar en todo lo que había pasado desde el viernes en la mañana hasta hoy. La verdad que he sido feliz, pero sé que es una felicidad momentánea, ya que si no es hoy, será mañana que tenga que afrontar una vez más, la triste realidad de mi vida.

Horas después llegaron mis padres, conversamos un buen rato, de hecho les comenté que no había estado en casa, ya que estoy con lo de la tesis y me reuní con mis compañeros. Por supuesto mentí, tenía que hacerlo, ya que normalmente siempre estoy con Angelo pero si está viajando, entonces no tenía como justificarles mi ausencia estos días.

Al día siguiente me levanté más feliz que nunca, primero, porque los diablos esos no habían llegado. ¡Qué alivio! — y segundo, que vería de nuevo a mi hermoso hombre Rojo.

Una de las cosas que no me gustaba era ser ostentosa, aún así tengo que ir a clases en autos último modelo, por eso prefería que el chófer me dejase un poco retirada de la entrada. Sin embargo esta mañana y por primera vez, le dije al señor Ferguson, que usara su propio auto para que me dejara en la puerta principal de la universidad. Bajé del auto, y allí en toda la puerta estaba el causante de mi alegría. Se acercó y me saludó con una amplia sonrisa.

—Buenos días tristeza Azul.

—Buenos días Rojo — dije sonriendo.

—¿Desayunamos en la casa? — dice.

—No creo, es más, no debo.

— Será solo un momento, tengo que ir a trabajar.

De inmediato intentó tomar mi mano, pero rápidamente lo esquivé, no quería dar motivos para que hagan comentarios y murmuraciones. Entonces no me quedó otra alternativa que aceptar.

En menos de veinticuatro horas de nuevo en su casa, al entrar nos besamos muy apasionadamente, y le dije:

—Oye, es solo un momento mientras desayunamos, así que no estés inventando nada.

—No estoy inventando nada, pero tienes razón, debemos cumplir con nuestras obligaciones.

Disfrutamos de un rico desayuno, y conversamos un rato, hablamos de algunas cosas sin mucha importancia, le comenté sobre mis gustos por la cocina, que me encanta preparar postres, pero saludables, y además le comenté sobre mis galletas especiales. El insistía que le hablara sobre mi.

—Disculpa, no es que quiera inmiscuirme en tu vida, es que esa triste mirada me dice que las cosas no están bien. Puedes confiar en mí, no te preocupes, te ayudaré en lo que sea necesario, quiero saberlo todo

—¿Pero qué estás diciendo? — No me pasa nada, te lo aseguro.

—No sé, ocultas algo, aún así respeto tu decisión, tu silencio, estás en todo tu derecho, no obstante te ratifico que estoy a tu orden. Quiero ser tu apoyo.

Lo miré fijamente, quisiera poder contarle todo, pero sé que si lo hago no se quedará tranquilo, lo más probable es que quiera denunciarlos, o en el peor de los caso querer enfrentarlos, y ese Chino Zhang es muy peligroso. Por lo tanto prefiero guardar silencio y seguir soportando esa situación, y no poner a nadie en peligro. Así que me levanté de la silla, me senté en sus piernas, lo besé agradeciendo su preocupación por mi, y bueno, terminamos rodando por el suelo haciendo el amor. No sé cuánto demoramos, solo sé que una vez más, fui muy feliz.

Si mi amanecer y mi mañana fue extraordinaria, no así la noche, el dúo diabólico llegó, por supuesto me llamaron, y me usaron con la violencia que les caracteriza, saciaron sus bajos instintos, mi dolor fue tan grande que ni siquiera el recuerdo de lo vivido con mi Rojo, podían mitigar la tristeza y frustración. Pero bueno, como siempre, y una vez más, tenía que fingir.

Un nuevo amanecer, y no me sentía con fuerzas de levantarme, así que no fui a la universidad, y como desde hace tiempo el chino Zhang me dió carta blanca para que use la gran biblioteca de la casa para buscar información para mí tesis, entonces, siempre que podía estaba en ese mágico lugar que me apartaba un poco de mi realidad. Así que hoy aproveché el tiempo para seguir en mi investigación.

Mientras buscaba me di cuenta que entre uno de los travesaños se encontraba un compartimiento, halé hacia mí y había una carpeta gruesa, la tomé entre mis manos, y observé unos documentos en papel pergamino, comencé a leerlos, parecen unos planos arquitectónicos, al profundizar, me doy cuenta que pertenecen a ésta casa. ¡Oh qué maravilloso! —Sobre todo para un estudiante de arquitectura poder revisar y estudiar unos planos tan antiquísimos como estos, ya que tiene fecha del siglo XIX, y están firmados y sellados tanto por el arquitecto como el ingeniero civil de la época.

Por supuesto todo esto representaba un verdadero tesoro para mí. Estuve toda la tarde tratando de interpretar signos, números y letras, pero la verdad que no logré poder entenderlos, claro, pertenecen a dos siglos atrás. Hoy en día todo ha evolucionado.

Bueno, tomé la carpeta, y la acomodé entre mis cosas, mañana se lo muestro a mi profesor.

Al día siguiente al llegar a la universidad no ví a mi Rojo. Bueno pensé que estaría ocupado como toda persona que tiene que atender obligaciones y responsabilidades.

¡Ay! me hizo falta verlo, con hoy, son dos días, pues nada, será mañana entonces, así que busqué a mi profesor y le muestro los planos, se ha quedado asombrado

—¡Oh Dios santo esto es un tesoro! No puedo creerlo.

—¿De dónde son?

—De la casa de un amigo, pero no puedo decirle más nada.

—Está bien, ven vamos a revisarlos.

Estuvimos varias horas revisando este material, el profesor estaba maravillado.

Bueno, resulta que según estos planos, hay dos pasadizos secretos, y uno de ellos es un túnel subterráneo, e incluso, hay que investigar bien para saber donde comienza y donde termina.

Me quedo asombrada, si aún se mantienen esos pasadizos, estoy segura que chino Zhang lo desconoce, ya que si lo supiera, fuese la guarida perfecta para ocultar sus fechorías. El día que descubrí las armas, las ocultaron en una habitación cerrada casi que con siete llaves, y cuando secuestraron al joven, lo tenían en el patio trasero en lo que algun día fue un granero, por eso dudo que sepa esta información que he descubierto. Así que obviamente no le diré nada.

No obstante quiero averiguar en dónde se encuentran si es que aún existen, considerando que han transcurrido doscientos años, pudiera ser que en alguna oportunidad transformaron la vivienda y los eliminaron, bueno, me va a tocar investigar.

Por un lado, tengo la ventaja que puedo estar por toda la casa y así ver qué puedo averiguar, claro, cuando él está alli pudiera dificultarse un poco, pero estaré atenta.

Durante dos semanas no vi a mi Rojo. En principio pensé muchas cosas, pero luego me calmé, y me dije que quizás tenga problemas, no sé, quizás un familiar enfermo, o que sé yo. Además, debo estar clara que nosotros no somos pareja ni nada por el estilo. Solo dos adultos descomplicados, que han tenido s3xo en un par de ocasiones y punto.

Una mañana volví a verlo. Sentí cómo mi corazón palpitaba aceleradamente mientras me acercaba. Me saludó, tomó mi mano y sin decir nada me llevó a su casa. Después de besarnos como nunca, me contó que en su trabajo hubo ciertos problemas, y que le tocó viajar fuera del país, sin embargo puse mis dedos sobre sus labios haciéndolo callar, no me debe explicaciones, ignorando eso me dice que le hice mucha falta, y que de hoy en adelante quería tener mi número de móvil para estar comunicados. Por supuesto, no podía hacerlo, sé que el malvado chino Zhang tiene mi línea intervenida al igual que Angelo. Así que por hoy me haré la desentendida, y esta misma tarde compraré otra línea, ya que también quiero estar comunicada con mi Rojo hermoso.

Transcurre el tiempo y mi vida está dividida en dos, una, cuando por las mañanas estoy con mi hombre Rojo, y la otra, y menos mal que es a veces, las noches con los viol@dores, y digo a veces, ya que últimamente no me llaman, aunque, sin embargo hablé con Chino Zhang que me permitiera estar allí más tiempo ya qué se me hace más fácil la investigación para lo de la tesis. Por supuesto que es mentira, solo que quiero averiguar un poco más sobre el túnel.

—"Si claro, no hay problema, mientras yo esté aquí puedes venir. Además te tendré cerca cada vez que te necesite".

¡Ay no que asco! — pensé —pero bueno, no le dije nada.

Ya había planeado hacer un recorrido por toda la casa. Así que mientras él estaba en su despacho con unos tipos en una "reunión" supongo hamponil, me dispuse a recorrerla, tenía una gran ventaja, ya que como ese chino era tan desconfíado, no le gustaba tener ni vigilantes, ni escoltas, ni nada. Una vez estaba conversando con Angelo, y le decía que no le gustaba inmiscuir gente en sus negocios, ya que sabía que siempre terminaban traicionando y contando lo que hacían, así que prefería hacer solo sus cosas. Hasta le dijo algo que me impactó:

—Es mejor así, ya que si no tendría que convertir el patio en cementerio municipal, porque quién me traicione lo despacho rápido al otro mundo. Ya viste que no le perdoné a negro kuik su deslealtad, y bueno, estrenó el patio.

—¿No has pensado que quizás negro Kuik, no sabía con quién se estaba metiendo? — Me refiero que no sabría que ese tipo era el tal diablo,

—¿No dicen que ese tipo siempre lleva el rostro cubierto y nadie sabe ni siquiera cómo es? —comentó Ángelo

—Pues yo no lo sé, pero él sabía muy bien que no podía transar con nadie, y menos con su gente. El diablo me la tiene jurada porque sabe que no soy su competencia, si no una amenaza. Y eso lo sabía el maldito negro Kuik.

—¡Coño nos conociamos desde niños! — y me traicionó.

Así fue que supe lo que había pasado con ese malnacido que también tantas veces me vi*ló, y aunque me horrorizó lo que ese chino hizo, en el fondo me alegré, ya que era uno menos. Ese Chino realmente es malo, acabó con la vida de su amigo de la niñez. Así va a acabar Angelo, ese no es amigo de nadie.

El caso es que de cierta manera tenía libertad de revisar, aunque también había muchos lugares de la casa a los que no podía entrar, por ejemplo su habitación, el despacho y muchas más del piso superior que estaban cerradas.

Tomé nuevamente los pergaminos, y según lo que el profesor me dijo qué unos planos eran de la construcción de la casa en si, y otros, de las divisiones, y es allí donde están delimitados los pasadizos. Comencé a observar los puntos, supuestamente allí en la biblioteca se encuentra uno, y es en el piso, debajo del escritorio.

—¿¡Quuuéééé!? — Me he quedado de piedra, estaba muy nerviosa. Sín embargo me agaché, aún así no logré ver nada, aunque por supuesto no tenía ni la más remota idea que es exactamente lo que busco, estoy confundida, me imagino una puerta, una entrada quizás un poco grande, pero es que debajo del escritorio no puede haber nada.

¿y si eso fue cuando la construyeron hace tantos años?

Claro, también pudiera ser que quizás para ese momento la biblioteca estaba en otro sitio. Sigo buscando en todas partes del salón, que por cierto es bastante amplio, busqué entre las paredes por si había un interruptor que al presionarlo se abriera una puerta, o no sé qué, pero que va, nada de nada. Todo lo observaba minuciosamente, esto se me estaba poniendo bien difícil, pero no desistiré, sé que encontraré esos pasadizos. Así que paciencia.

Se me ocurrió buscar en el exterior de la casa, ya que según los planos el túnel tiene salida a la calle, sin embargo debo considerar que ya ni existirá la tal salida si es que la hubo en algún momento, tantas obras que se han realizado, sobre todo con la contrucción del subterráneo, el cual atraviesa la ciudad transportando miles de usuarios al día.

Volví a reunirme con el profesor para estudiar los planos nuevamente. Estaba obsesionada.

Luego que revisamos por más de dos horas, el profesor me dice:

—Observa bien en todos los rincones, incluso, si puedes, trata de mover algún mueble, tal como mesas o vitrinas, casi siempre en estos lugares pueda haber algo, también dentro de un armario. Lo que si es seguro que ese túnel, si es que aún existe, tiene que estar en el piso inferior. No obstante si llegas a encontrar algo, por muy mínimo que sea, no intentes averiguar sola ya que puede ser peligroso. No se sabe que puede haber allí dentro considerando que no ha sido frecuentado en años.

—¿Pero y entonces que hago? — aunque no me da miedo podría averiguar sola, internarme dentro y explorar el lugar, ¡ay solo pensarlo me causa adrenalina pura!

—Calma chica. La verdad que no le haces honor a tu nombre, ya que de Serena no tienes nada. Pon cuidado lo que vamos a hacer, y no me digas que no, porque también me interesa este tema del cual ya estoy inmiscuido hasta el cuello. Presta atención;

—Tengo un primo que es bombero, puedo decirle que con un equipo de varios hombres y los aparatos necesarios, que sean ellos los que entren cuando se encuentren los posibles pasadizos. Son ellos los más indicados para hacer eso, cuentan con la indumentaria y los equipos adecuados.

—Profesor — dije seriamente,

—¿Usted no entendió que en esa casa viven personas que no saben lo de este hallazgo?

—¿Cómo voy a llevar a los bomberos? No es viable lo que dice... Imagínese.

—Claro que si es viable, tampoco es que va a ser todo el cuerpo de bomberos, además primero hay que ubicar el posible túnel, y ya después veremos. Pero no puedes entrar sola a ese lugar, sería muy peligroso.

—Tranquilo profesor, fui una de las mejores scout, ni siquiera se imagina. Fui la mejor en senderismo, rápel, ciclismo, paracaidismo, y toda clase de aventuras. «jajaja»

El profesor mueve su cabeza y dice:

—"No puedo contigo, eres muy osada Serena"

Sonreí a mi profesor, guardé los planos, y me marché a mi casa.

Esa noche no pude dormir, sin embargo cuando lograba hacerlo por breves momentos, soñaba que encontraba el túnel, incluso me veía caminando por allí como si nada.

Al día siguiente volví a los brazos de mi Rojo, hicimos el amor como nunca, luego me comenta:

—Ya no soporto más estos escasos momentos en que estamos juntos. Vamos a casarnos.

—¿Pero serás loco? — apenas tenemos unos meses viéndonos, ni siquiera nos conocemos. Eso no estaría bien, y aunque lo fuese, no podría hacerlo. Imagínate, tengo familia.

—Bueno, hablo con ellos, y te pido en matrimonio. De verdad ya quiero tenerte para siempre. Me haces mucha falta.

—Pues no Rojo, por ahora no puedo hacer eso.

—¿Por qué? — sé que me amas, y yo a ti, entonces no veo el problema. Anda mi tristeza azul, vamos a casarnos, tendrás la boda como tú la quieras. Pero acepta por favor.

—Definitivamente no puedo aceptar, hay causas mayores que me impiden hacerlo. Lo besé muy apasionadamente.

Así me despedí de este hermoso hombre que me ama, y con lágrimas en los ojos, salí de su casa. Presentía que quizás nunca más volvería.

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