Capítulo XVIII

Cónrad

Qué grato es llegar a casa y tener a mi hijo para consentirlo, cargarlo en mis brazos, darle todo el amor, y jugar con él.

Todas las tardes al llegar, me dirijo rápidamente a la ducha, y luego a la habitación de mi hijo. Allí, junto a su hermano Michael jugamos el resto de la tarde y parte de la noche. He aprendido a querer a Michael, le doy todo mi cariño, y no hago distinciones entre Valentín y él. Quiero que crezca sabiendo que también me importa y lo quiero mucho.

Aunque debo reconocer que es malcriado y tiene problemas conductuales, aún así he tratado durante este tiempo saberlo llevar y por eso le hago sentir que es muy importante para mí. Y bueno, poco a poco sé que lo superaremos. Pero de lo que si estoy seguro, es que nunca lo dejaré de lado, al contrario, siempre le expresaré mi amor tal y como tiene que ser.

Es como dice la canción de Ricardo Arjona:

«O aprendes a querer las espinas, o no aceptes rosas»

Y así es. Sí un hombre se casa con una chica que ya tiene hijos, pues esos hijos, e independiente que tengan su padre igual se les debe ofrecer todo el cariño del mundo, obviamente siempre se van a querer a nuestros propios hijos, pero, sín establecer esa diferencia tan marcada que pueda afectarle, trayendo en algunos casos problemas emocionales. Por eso mi deseo de quererlo y que haya igualdad en todo, absolutamente todo entre los dos.

Por otra parte hay una situación que cada día me preocupa más. Lorena, debido a que está preparando la nueva colección, regresa a casa mucho rato después de la cena, alega que tiene mucho trabajo, algo que yo sé desde que la conocí ya que en un principio decía qué el exceso de trabajo la traía loca, y aunque ella es muy buena madre, sin embargo, por esta circunstancia ha descuidado un poco a los niños. Cuándo llega, ellos de han ido a la cama, e igual pasa al día siguiente no los ve ya que están dormidos, lo cierto es que hemos tenido algunos desacuerdos por este motivo que a ella no parece preocuparle en lo absoluto.

Aún así, en medio de todo hemos establecido dedicarle los fines de semana por completo a nuestros hijos llevándolos de paseo a los sitios que creemos son favorables para ellos, y disfrutando cómo una familia hermosa feliz y unida.

Transcurre el tiempo, he seguido muy de cerca todo lo relacionado con Valentina. Hace poco el abuelo me ha contado cuánto sigue creciendo la fábrica, tanto, que han tenido que contratar más personal. También comentó, que cuentan con una furgoneta hermosísima para el reparto, subieron las fotos a su Instagram y realmente me parece espectacular, aparte la utilidad que les ofrece.

Me siento contento que les esté yendo bien, ya que así también el abuelo lo disfruta sintiéndose útil en estos momentos que no puede disponer de sus finanzas, y conociendo al personaje, puede sentirse mal ante una situación cómo lo es depender económicamente de otra persona, es completamente nuevo para él.

Estoy loco por ir a dónde vive. Quiero conocer ese espléndido lugar que he visto en algunas fotos y que me ha costado creer que mi abuelo tuviese desde hace tiempo esa maravillosa propiedad. También siento curiosidad por conocer la fábrica de postres, y obviamente conocer a la que será mi abuela «jajaja»

Pero el abuelo aún siente mucha preocupación de que puedan seguirme, ya que los secuestradores pudieran estar pendiente de nuestros movimientos. Es que ni siquiera hacemos el mínimo intento por comunicarnos por teléfono, ya que es muy posible que hayan intervenido las líneas telefónicas. Aunque el personal de comunicaciones de la empresa está muy pendiente precisamente ante cualquier situación inusual, aún así los delincuentes como ellos, siempre tienen la facilidad para hacer el mal, y si en un dado caso es una organización grande, peor aún.

Así que por lo pronto, descarto volver a ver a mi abuelo y sobre todo conocer ese sitio tan hermoso. Bueno, esto pasará en algún momento, y sé que volveremos a reunirnos como la familia unida que somos.

Sigo enviando correos a Valentina los cuales responde de inmediato, claro, nada comprometedor, sino sobre mi abuelo, su salud, su tratamiento médico, y sobre todo lo que a dulces se refiere, ya que le he contado que esa es mi debilidad. Todos los días conversamos y le doy recetas inventadas por mí, una más loca que la otra, pero lo hago solo para mantener la comunicación abierta con ella.

—Un dia le escribí para darle una receta que quiero sea exclusiva para mí, se llamará "De imprevisto".

—¡Claro, cómo no! — respondió — la revisaré bien y probaré sí al mezclar los ingredientes resulta un buen sabor, o si hay que mejorar con alguno que otro. No te preocupes, trataré de hacerla tal cual.

—Bueno, yo me imagino que por supuesto tiene que mejorarla, inventé unos ingredientes casi que ni se podrán mezclar entre sí. Pero en el nombre del postre si he sido acertado, ya que ésta dama que no he visto ni su rostro, está entrando a mi vida así "De imprevisto", tal y como llegó a mi vida mi tristeza azul.

Es inevitable no saludarla todos los días, a primera hora de la mañana le envío un correo que responde amablemente. Le agradezco que tome un minuto de su ajetreado tiempo para hacerlo.

Me ha sorprendido que cuando estamos chateando, no me llama por mi nombre, sino que me dice «nieto» Así mismo es, por ejemplo:

—Buenos días «nieto» — O, si no, oye «nieto» he estado trabajando en tu postre, aún no sale bien.

—Tranquilo «nieto» todo estará bien.

Y así va, en más de una oportunidad he querido preguntarle si no sabe cuál es mi nombre,aún así pienso que está de más preguntar lo que es tan evidente.

Creo qué, al llamarme así, lo hace para que tenga presente que ella es la pareja del abuelo. Por lo tanto, cómo quién dice está estableciendo límites. Lo que no sabe, es que cada vez que lo hace, siento una molestia terrible, incluso hasta rabia. Pero bueno, tengo que ser tolerante, aunque estoy bien claro que esta dama me está atrayendo demasiado.

Pasaron algunos días y recibí una encomienda con la siguiente nota:

«Elaborados con tu receta. Ha sido maravilloso el sabor obtenido al mezclar los ingredientes que sugeriste. La verdad un gran acierto de tu parte. Eres El Crack de los Postres . Tendré cuidado no vayas a quitarme el puesto» — «jajaja»

Bueno disfruta «De imprevisto» y luego me cuentas. Qué estés muy bien, nieto

Me he quedado gratamente sorprendido. Pues esa no era ninguna receta, sino una loquera que inventé, de verdad que me causa mucha gracia. Pero al probarlos quedé impresionado,

¡Qué sabor tan exquisito! — Y la textura qué se deshace en la boca.

¡Ay no, es un manjar de los dioses!.

Por supuesto, como es habitual, la presentación impecable, y eso que viene rodando desde hace dos horas. Claro, están muy bien dispuestos en envases de cristal para qué no se estropee en el trayecto.

De una vez le escribo agradeciendo el gesto. Aunque no respondió en el momento, bueno imaginé que está muy ocupada.

En la noche respondió el correo, de hecho, me ha dado una gran noticia, ya ha sido instalada la línea telefónica en el negocio, envió el número, pero advirtiendo que tuviese mucha precaución al llamar, que no debe ser ni de mis celulares, de mi casa y mucho menos de la oficina. Así que sugirió que adquiriera una tarjeta SIM a nombre de otra persona que incluso, no tuviera que ver con mi familia ni con la empresa, ya que así estaría fuera del alcance del rastreo de los secuestradores. Si es que ellos aún persisten en sus propósitos, que quizás sea lo más probable.

—Está bien «abuelita» — comenté sonriendo — yo también la llamaba así solo para bromear con ella.

Pues mañana mismo me pondré en eso, quiero por lo menos escuchar su voz.

Le envío un email a mi asistente para que encargue, eso sí, qué no estuviese ni siquiera a su nombre.

—"Tranquilo jefe, no se preocupe, yo resuelvo. Mañana mismo la tendrá"

Esa noche estaba inquieto pensando que pronto escucharé la voz de quien me atrae tanto.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***