Capítulo VI

Cónrad.

Cómo si no hubiese bastado el fin de semana que pasé junto a ella, el lunes la esperé igual que todos los días en la puerta de la universidad. Me levanté más temprano, preparé desayuno para los dos, y lo dejé junto a la estufa. Salí de casa a buscar a mi tristeza azul para que desayunemos juntos.

Me extrañó verla llegar en otro auto que incluso la llevó hasta la puerta. De una vez me acerco para saludarla y la invito para la casa. Por supuesto que no quería ir, sin embargo le dije que era para que desayunemos juntos, y que lo había preparado especialmente para ella, sería tan solo un momento, y bueno, accedió.

Cuándo ya habíamos desayunado, comenzamos a hablar sobre nuestros gustos por la comida. Me comentó que le gustaba cocinar, pero que su especialidad eran los postres, que por cierto no eran postres como los demás, ya que debido a que su madre es celíaca, pero obsesionada por los postres, aprendió a elaborarlos con ingredientes que no fuesen perjudicial para su salud. Así que sus postres son muy saludables. Asimismo, su nana le había enseñado a hacer galletas a las que podía darle la forma que quisiera, y se divertía mucho diseñando que si un perro con dos colas, un gato con dos cabezas, un muñeco de nieve con tres ojos y así, muchas figuras fuera de lo común, fue tan espontánea y tan natural que quise saber más de su vida.

Sospechaba que algo le pasaba, algo que la hacía verse tan triste, pero no me dice nada, aún asi le ratifico mi apoyo para lo que sea. Se sienta en mis piernas, me besa apasionadamente, y allí mismo nos entregamos a la pasión. Mucho rato después, salimos de casa. Ella a su universidad, y yo a la oficina.

Por supuesto mi día era completamente diferente, me sentía dichoso, eufórico, y eso hacía más llevadera mis actividades.

Al día siguiente no la ví, o sea, no llegó. Me sentí fatal.

¿Qué le pasaría?

¿Será que está enferma? — Es muy raro, ella nunca deja de asistir a clases, bueno, por lo menos en todos éstos meses ha sido así. No sé qué pensar, lo cierto es que me siento triste. Y también me doy cuenta que ni siquiera su número de móvil lo tengo, cuando nuevamente nos veamos será lo primero que haga, intercambiar números. Debo tenerlo, y así a cada rato saber de ella.

No todo pintaba bien éste día. Han surgido algunos problemas en nuestra filial de Boston, y debo viajar en la brevedad posible, o sea, a primera hora debo estar abordando nuestro jet privado. Lo que más me entristece, es que tampoco mañana la veré, y no sé exactamente por cuántos días estaré fuera. Una vez más me reprocho el no tener su número, ya que así estaríamos al tanto el uno del otro, así como hoy que no sé qué le ocurrió.

También me preocupa que al no verme durante varios días, pueda pensar que ya no me interesa, cuando realmente es todo lo contrario. Ésta chica me atrae demasiado, mejor dicho siento que la amo.

Luego de dos semanas regresé de mi viaje. Al día siguiente lo primero que hice fue buscar a mi tristeza Azul. La saludé y de una vez la llevé a casa, aunque hoy necesitaba más de ella, no solo s3xo, sentía que estaba sediento de cariño, amor, ternura, así que solo me limité a abrazarla y besarla tiernamente.

Conversamos un buen rato, le dije lo de intercambiar números, pero noté que se hizo la desentendida, no sé, creo que yo como que me estoy entregando demasiado en ésta relación que quizás para ella no signifique lo mismo, de hecho, cuando quise explicarle lo de mi ausencia éstas dos semanas, levantó su mano y la puso sobre mis labios para que callara. O sea, no le interesaba saber mis motivos. Así que no insistí.

Sin embargo, nos seguimos viendo casi todos los días. A veces ella no asistía a la universidad, pero yo no le preguntaba nada, con qué derecho. Aunque un día la escuché enviar una nota de voz donde hablaba sobre su tesis, entonces imaginé que ese era el motivo, y también con tristeza asumí que pronto culminará sus estudios, y quizás ya no volvamos a vernos. Así que desde ahora debería tomar distancias, trataré de no buscarla más, aunque me cueste un mundo, ya que me siento completamente enamorado de ella. No obstante creo será lo mejor.

Durante éstos meses no hemos avanzado como pareja o como novios, ni nada de eso, pero es que ella no lo ha permitido, además es sumamente hermética, prácticamente lo que sé de ella es que le gusta cocinar y hacer postres saludables. Por lo demás no habla nada en absoluto de su vida, y sé que aún persiste el motivo que le causa esa gran tristeza....Sin embargo,

¿Cómo la ayudo?

¿Cómo le doy mi apoyo?

Es increíble que no sepamos nada el uno del otro Cuándo he intentado preguntarle algo sobre ella, solo contesta:

—Por favor, no quieras saber nada, es mejor así. Solo vivamos y disfrutemos el momento, sin ataduras, ni complicaciones, ni rollos existenciales.

Aún así en el fondo de mi alma, no es eso lo que deseo, deseo el futuro que he proyectado a su lado. De hecho, le propuse vivir juntos e inclusive matrimonio, pero no hay manera que acepte. Ese día que rechazó mi propuesta, me besó apasionadamente y sin prisas salió de mi casa. Me queda claro que nunca más volveremos a vernos. Entonces, lo mejor es cómo pensé antes, tomar distancias en ésta relación.

Qué cosas tiene la vida, un hombre como yo, de cierta manera exitoso, triunfador, dueño de una de las empresas más importantes del mundo, y sin embargo mi vida sentimental es un caos total. Pero bueno, no me queda otra que seguir adelante, como si nada.

Quizás más adelante encuentre la mujer con la que formaré el tan ansiado hogar que anhelo.

Bueno, por ahora tomé la decisión y me mudé cerca de la empresa a un departamento cómodo y adecuado para mí.

Cuándo le comenté a mi abuelo, se extrañó, ya que sabía lo mucho que me agrada vivir en la casa que hace un tiempo adquirí.

—No te entiendo Cónrad, seguro que andas en líos de faldas.

—¿No es así? — cuéntale a éste viejo, que sabe más que el mismísimo maligno.

—No abuelo, no es nada. Es que quería vivir cerca de la empresa. Eso es todo.

—¡Ay nieto adorado! — Los años no pasan en vano, estas canas, que cómo hojas blancas han caído en mi cabeza, no sólo me hacen viejo, no, en lo absoluto, me han dado la experiencia que me hace ver, incluso, más allá de lo que quiero.

—¿Tu crees que no me he dado cuenta la cara de felicidad que en éstos últimos meses has tenido?

Y eso no es otra cosa que amor. ¡Estás enamorado!

—Bueno abuelo, que te puedo decir, pues si, me enamoré, pero una vez más me equivoqué, ya que ella no me corresponde. Mejor dicho, ella no mira en la misma dirección que yo. Rechazó mi propuesta de matrimonio, entonces he decidido distanciarme antes que sea demasiado tarde. No quiero volver a sufrir por amor.

Allí mismo le conté todo a éste hombre que lo ha sido todo en mi vida.

—Eres un cobarde. Cuándo se ama, se lucha.

—¿¡Luchar abuelo!? — Te dije que es ella la que no quiere nada conmigo. Si el motivo fuese otro, por ejemplo que se opusieran a lo nuestro, pues claro que lucharía. Pero así me siento desarmado, sin ganas ni fuerzas.

—Cónrad, te voy a decir algo, y parafraseando a uno de los más grandes: José Marti

««La única verdad, y la única fuerza qué hay en ésta vida es el amor»»

«« Y solo el amor convierte en milagro el barro»»

Analiza éste par de frases Cónrad, allí encontrarás las respuestas que necesitas, las que te harán ver las cosas diferentes. Dices que ella no te ama, pues yo no lo creo, al contrario, te ama tanto, que prefiere mantener lo que siente por ti de bajo perfil, ya que por los problemas graves que tiene, según lo que me has contado, seguramente no quiere ponerte al tanto para protegerte de cualquier peligro. Y eso mi nieto adorado se llama amor. Así que no lo dudes, ella te ama. No la presiones, y deja que pase el tiempo y las cosas se vayan adecuando solas, ya verás el resultado.

Recuerda siempre que los Guerreros más fuertes son dos: "EI tiempo y la paciencia"

—Ojala y tengas razón abuelo, pero es que son tantas cosas que pienso. A veces creo también éstos años de diferencia, quizás ella me vea viejo. No sé ni qué pensar. Por más que sea abuelo, son once años de diferencia.

—¿No lo crees?

—Pues no lo creo. El amor viene sin razones, no viene con dinero, no viene por la belleza, y no se mide por la edad. Sencillamente viene a cumplir con el destino. Así que mi estimado, espera solo a que se cumpla, estoy seguro que cada uno de ustedes está en el destino del otro — Ah por cierto

¿Cómo se llama mi nieta?

—Se llama Serena.

—¡Ay Serena, que hermoso nombre! — Pues no me queda duda, será ella la que traiga a tu vida lo que tanto necesitas : "Serenidad"...Ya lo verás nieto.

Bueno, la verdad que ésta conversación con mi abuelo, me renovó el alma y el espíritu, tomaré sus consejos y solo esperaré. Aunque por dentro me sienta destruido, seguiré adelante cómo si nada.

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Comments

Lili

Lili

ESTE CAPITULO ES DE ANTOLOGÍA... EL DIÁLOGO ENTRE ABUELO Y NIETO ES TAN INTENSO... LOS CONSEJOS, EL PENSAMIENTO Y LAS DEDUCCIONES DEL ABUELO SON DIVINOS Y TAN ACERTADOS...
TAN BIEN ESCRIBES, QUE ES IMPOSIBLE NO COMPENETRARSE... GRAAAAAAACIAS

2024-11-02

1

Mirta Liliana

Mirta Liliana

Buen consejo del abuelo!!🤔💙♥️

2024-07-31

1

yenifer marquez la escritora ✨

yenifer marquez la escritora ✨

Conrad espero sea feliz

2024-05-13

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