Capítulo XVI

Cónrad.

El tiempo va transcurriendo, ya mi niño tiene tres meses, la verdad que cada día lo amo más. Jamás imaginé como se desarrolla el amor incondicional por un hijo, y lo que te motiva para salir adelante. Me encanta llegar temprano a casa para disfrutar su presencia.

En cuanto a mi matrimonio nuestro hijo nos ha unido aún más. No puedo evitar seguir reprochándome el hecho de no poder amarla como debería ser, aunque nunca le he demostrado desamor, al contrario, siempre estoy dispuesto a atenderla y a brindarle todo mi apoyo, sobre todo cuando después de haber dado a luz presentó momentos depresivos sin motivo aparente, según su médico, es normal que algunas mujeres puedan sentir depresión postparto debido a cambios hormonales.

Entonces le ofrecí toda mi atención, mi cariño y apoyo incondicional, y no es que lo hiciera obligado, no, para nada. Lo hice con toda la buena disposición, ya que lo merece por ser la mujer que quiero, además es una gran chica que me ha brindado grandes momentos en nuestro hogar junto a nuestros hijos, y bueno, también excelente intimidad.

Aunque claro, para mí en ese aspecto lo que viví con mi tristeza azul no podré repetirlo con nadie más, es que todo fue tan intenso, sobre todo esos momentos tan únicos en que prácticamente con nuestras miradas nos hicimos el amor, nos entregamos con el alma, con el corazón y es como sí por un buen rato, volamos fuera de este mundo. Ha sido algo que no lo había experimentado nunca. Pero bueno, todo esto tan hermoso quedará archivado como lo mejor que me ha pasado y sé que no volverá a repetirse jamás. Es inconcebible, como una chica a la que le llevaba once años de diferencia, causó tantos estragos en mi.

Sin embargo, debo entender que ya no pertenece a este plano, y solo debo recordarla como un sueño hermoso y nada más, aunque son muchas las veces en que lloro su ausencia.

En cuanto a lo demás, todo marcha bien en la empresa, aun así me hace mucha falta el abuelo, quiero verlo y que conozca a mi hijo, su bisnieto. La verdad no sé cuando lo vuelva a ver, ha sido muy claro en afirmar que no volverá, que se siente muy feliz dónde vive, y que está rodeado por personas que lo quieren mucho, imagino que se refiere a la tal Valentina con la que vive, al parecer es una buena mujer, de hecho el abuelo está encantado, ya que ella sola y sin ayuda económica de nadie, comenzó el negocio de postres, los cuales vendía por los alrededores y en el pueblo, hasta llegar a dónde está actualmente.

Sé muy bien qué el abuelo admira esas personas que con esfuerzo, lucha determinación dedicación y empeño logran salir adelante, ya que así, y apenas con veintiún años fue como él comenzó su pequeña empresa que hoy en día, es una de las mejores del mundo. Por eso pienso que se siente tan orgulloso de todo su éxito con sus postres saludables, cuando lo supe me acordé tanto de mi adorada, que incluso le pregunté al abuelo sí eran sus propias recetas, y ella misma me respondió afirmando que son su creación.

Por cierto, para los rusos el bautismo es un antiguo ritual que tanto en la iglesia ortodoxa como en la católica pertenece a la categoría de sacramentos, y rigiéndonos por estos preceptos Valentín será bautizado. Es una tradición rusa invitar familiares y allegados al evento y preparar una mesa festiva. Lorena decidió encargar toda la dulcería a Postres Saludables.

Realmente nos gustó muchísimo, de verdad realizan un excelente trabajo aparte la presentación impecable. Me llamó la atención que aunque son sabores diferentes, unos son en color rojo, y otros en violeta, así como también en la etiqueta dos círculos antes del nombre en los mismos colores.

Según ella, el rojo es el amor, y violeta el color, no entendí mucho, sin embargo inevitablemente volví a recordar a mi adorada.

Aunque eso no es todo, el abuelo me ha escrito diciéndome que tienen un nuevo postre qué es el rey del negocio, ya que desde su creación causó furor y los pedidos cada día se incrementan más. Al día siguiente estaba recibiendo una docena de postres. Dos cosas llamaron mi atención, la primera, que el sabor es con la misma combinación que yo inventaba de kiwi dátiles y chocolate amargo. Lo segundo, es que el postre se llama tristeza azul. O sea, si esto no es casualidad, entonces no sé qué es.

Por supuesto, quedé fascinado con ese sabor tan divino que me transportaba a mi época de niño cuando mi abuela me regañaba, ya que decía que no debía hacer esos patuques, y hasta me zarandeaba diciéndome:

—«muchacho inventor, eso te hará daño y te dolerá la tripa»...Quise saber si fue que él le había sugerido esa receta, entonces le escribí, por cierto me dió la dirección de correo de los postres para que cuando quisiera un pedido lo podía hacer por allí, me dice qué no tenía conocimiento de qué algún día hice siquiera algo parecido, y por lo tanto no podía decirle a ella que lo elaborara supuestamente para mí, que fue invención suya mezclar las frutas con el chocolate. Pues bueno, otra coincidencia más. —me dije.

Así que ya tenía el correo de "Valentina, postres saludables"

Cada vez que podía escribía y hasta me atreví a hacerle sugerencias con otros sabores.

A través de su correo, me di cuenta que Valentina era una mujer muy inteligente y muy centrada que sabía muy bien lo que estaba haciendo. Aunque todavía no me terminaba de agradar que viviera con el abuelo. Pude percibir que era una mujer mucho más joven que él, la imagino quizás hasta de mi edad o un poco menos.

Me gustaba enviarle correos así fuese solo para decirle buenos días. Creo que en el fondo quiero tener una muy buena relación con ella, ya que sí el abuelo la ama, no puedo hacer nada, si no aceptarla y tratar de llevarme bien con ella, asi mismo es.

Hace poco escribió un correo donde notificaba la cuenta de instagram, de una vez la seguí, allí se puede observar todo lo relacionado con «Valentina y sus Postres Saludables»

En verdad daba gusto ver su hermoso y provocativo trabajo. Muchas personas la felicitaban y le agradecián poder comer postres sin estar a dieta y sin remordimientos, y que su cuenta era la más dulce y saludable de todo YouTube.

Estuve observando varios vídeos para sus seguidores exhibiendo sus postres, pero en ninguno mostraba el rostro, solo sus manos, por cierto muy hermosas.

En otro video se le puede ver del cuello hacia abajo, y pude apreciar parte de su rubia cabellera caer por sus hombros. Sentí un estremecimiento total en mi cuerpo.

¿Pero qué estoy pensando? —¿Por qué tengo estos pensamientos?—¿Qué carajo me está pasando? —¡Reacciona, es la pareja de tu abuelo!

Esa noche soñé con Valentina. Soñé que besaba sus hermosas manos y aspiraba el suave aroma de su cabello que me transportaba a momentos inolvidables con mi adorada tristeza azul.

Desperté sobresaltado y para no despertar a Lorena me senté con cuidado en la cama, recordé lo que soñé, aún así no me sentí avergonzado, ni culpable, al contrario, me gustó ese lindo sueño que me dejó una sensación inexplicable en mi cuerpo que se mantuvo todo el día sin siquiera dejarme concentrar en el trabajo.

Pero como soy masoquista, cada rato revisaba su cuenta de Instagram pendiente lo que posteaba en sus historias.

La verdad que no sé por qué me siento asi, ha sido igual que cuándo conocí a mi hermosa. No obstante reconozco qué es mi subconsciente que refleja lo maravilloso que viví junto a ella. Es él quien la invoca a cada instante, es él quien la ha sacado de donde la archivé. En fin, es él quien no la olvida, y entonces, me hace daño, mucho daño al retrotraerme a través de Valentina el recuerdo de mi adorada tristeza azul.

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