Capitulo VII

Serena.

El inexorable tiempo transcurre, ya queda muy poco para exponer mi tesis. Aunque le he hecho creer al chino Zhang que aún no he concluido mi investigación, bueno, le dije por gusto, ya que ni siquiera le importa, aún así, sé que me quedan pocos días en esta casa y no logro encontrar pasadizos, ni túneles ni nada de nada. La verdad que esto se ha convertido en un obsesión para mí, ya es algo personal.

Por otro lado, no vi más a rojo, siento que ha sido lo mejor, así no estará expuesto al peligro que represento y finalmente esto no nos llevará a ninguna parte.

Sin embargo para ser sincera, me hace falta, cuando llego a la universidad y no lo veo en la puerta como era su costumbre, mi corazón se encoge y siento mucha tristeza. Definitivamente estos han sido los mejores seis meses que he pasado con una persona de la cuál me enamoré. Si, así es, me enamoré, aunque no llegué a saber nada sobre él, es más, ni siquiera recuerdo su nombre, solo sé que le decía rojo.

Probablemente se cansó de mi, de esta joven que no lo representa, y qué de paso rechazó la propuesta de matrimonio de un hombre enamorado, de buenos sentimientos, y lo más seguro, rodeado de mujeres sumamente hermosas y libres de problemas.

No me queda otra que seguir mi vida, y recordar que tan solo ha sido algo muy bello que por mi vida pasó, un tierno idilio que atesoraré como un hermoso sueño y nada más.

...........

Sigue pasando el tiempo. De hecho, ya expuse la tesis y se ha celebrado mi acto de grado, es lo único nuevo que me ha pasado. Los viol@dores a veces me usan y continúan en sus actos delictivos, siguen llegando cajas que supongo son armas. No me explico que hacen con ellas, son tantas, que pueden armar un ejército para un conflicto bélico, además —¿en dónde las guardan? — quizás las lleven a otro sitio. Aunque pueden estar en el piso superior al cuál no tengo acceso.

Sigo en la biblioteca con la excusa de que me gusta leer todos los libros que hay allí, de todos modos el dueño de casa ni se entera. Cuando va de viajes es que me dice que debo marcharme .

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Una noche después de ser usada con tanta violencia no podía dormirme, ya era de madrugada cuando sentí ruidos que en el momento no pude distinguir, cuando agudicé el oído, eran disparos que se escuchaban cerca. No pude evitar sentir temor, parecía un enfrentamiento, corrí y me escondí en el armario. No sé qué tiempo habría pasado cuando no se escuchaba nada, aunque al parecer más de una persona perdió la vida en este ataque.

No quería salir de ahí, estaba temblando y tan nerviosa que casi me desmayo. De nuevo agudicé el oído para tratar de escuchar con claridad, sin embargo que va, nada de nada se escuchaba. Decidí salir de ese sitio tan oscuro, tropecé creo que con mis pies, resbalé, y me agarré fuerte de la puerta ya que casi aterrizo en el suelo. Entonces detrás de mi siento un ruido, mejor dicho algo que chirriaba espantosa y escalofriantemente.

¡La casa se está cayendo por Dios! — apresurada quise salir de la habitación para pedir auxilio pero volví a sentir ruidos que eran raros y provenían del armario. Me quedé rígida por unos segundos, sin embargo me armé de valor, encendí la linterna de mi móvil y regresé al armario, enfoqué todo, y entonces vi lo que por tantos meses estuve buscando.

Allí, al fondo estaba una puerta abierta, sentí escalofríos, y avancé unos pasos hacia adelante, apunté bien la luz y lo que pude distinguir ya que había demasiada oscuridad eran unos cuantos escalones que quise bajarlos, pero recordé lo que me dijo el profesor, entonces desistí, aún asi estaba emocionada.

¡Encontré el túnel, o quizás un pasadizo!

O sea, tanto buscar y lo tenía precisamente en la habitación donde duermo. Entonces examiné bien el lugar con la linterna, quería saber como cierro esa puerta, así que recordé que cuando me resbalé seguro que activé algún botón, tenía que encontrarlo y volver a cerrar, no podía dejarlo abierto, no sé qué podría haber allí. En efecto, escondido entre el marco de la puerta del armario y la pared, estaba un minúsculo botón, era casi que imperceptible al tacto, lo presioné y de inmediato escuché el mismo chirrido de antes, y la puerta se fue cerrando poco a poco.

¡Bingo! Sin querer encontré el famoso túnel. Estaba demasiado emocionada, no obstante algo me queda claro, sola no podré entrar allí por muy valiente que me crea. No debo hacerlo, puede ser muy peligroso.

¿Pero qué hago? — No quisiera inmiscuir a otras personas, mucho menos a los bomberos como pretende el profesor. Lo pensaré.

Después de esto, no pude dormi mas, quería que amaneciera pronto para investigar bien. Aunque no sé como hacerlo estando ellos presentes.

Al fin amaneció, no había dormido nada, en mi mente solo estaba mi hallazgo.

Sabía que ellos dormían, me levanté, salí de la habitación, recorrí rápidamente la casa, luego entré al sanitario para asearme. Regresé a la habitación y me dispuse a averiguar lo del pasadizo, presioné el botón y volví a escuchar el chirrido de la puerta cuando se abría, pensé que hay que lubricarla se nota que no ha sido usada en años, aunque no creo que sean siglos.

Nuevamente, usé la linterna, ya que estaba demasiado oscuro, me sentía ansiosa, quería entrar, quería bajar esas escaleras, me acerqué lo más que pude, y con mucho cuidado, puse un pie en el primer escalón, luego en el otro, y en el otro, eran solo seis escalones y mucha la oscuridad, la linterna del móvil no era suficiente para iluminar bien el lugar.

Decidí no continuar, pero la adrenalina me superaba y aún sin claridad caminé un poco más. No podía distinguir nada, lo que si es que sentía las telarañas, inclusive gruesas y grandes. La cordura se impuso y regresé, sabía que así no podía avanzar más.

Volví a cerrar la puerta del pasadizo, de verdad que me sentía eufórica. Entonces decidí que no le diré a nadie, iré investigando poco a poco.

Buscaré los implementos necesarios como buenas linternas, insecticidas, ropa adecuada, zapatos y lentes de seguridad. Lo único que no sé como llevarlos estando ellos en casa.

............

Ha pasado algunos días, no he ido más a la casa antigua ya que no me han llamado. Sin embargo, hace una semana adquirí lo que creo necesitaré, incluso compré un arma de electrochoques, son las que disparan dardos que al entrar en contacto con el cuerpo, incapacita temporalmente a una persona o animal. Así que poco a poco me estoy equipando con todos los implementos necesarios y los he ido llevando escondidas entre mis cosas.

Agradezco en estos momentos a los abuelos que hace unos años vendieron algunas propiedades y a todos los nietos le dieron como quien dice su herencia en efectivo, mis hermanos y yo invertimos en la empresa familiar y por supuesto nos genera ingresos, aunque por supuesto mis padres me proveen todo lo que necesito, y esos ingresos no los uso jamás, pues bueno, ha llegado el momento y es así como adquirí lo que necesitaba para esta, si se quiere expedición «jejeje»

...........

Una noche como todas las anteriores, después de usarme, el chino Zhang me dice que me vaya temprano al día siguiente ya que ellos a medio día saldrán de viaje y regresarán en dos semanas.— Está bien —dije.

Por supuesto no era la primera vez que debía irme temprano si ellos viajaban. Pero lo pensé bien. Cuando ellos duerman, haré que he salido, y en lo que se levanten y no me vean, creerán qué ya me he marchado, tal como ha ocurrido otras veces,

Así que me esconderé, me quedaré aquí mientras estén de viaje, y así aprovecho estos días para realizar «la operación túnel» ...De ahora en adelante seré una exploradora, y que Dios me acompañe.

Mucho rato después, los sentí bajar las escaleras, hablaban pero no lograba captar lo que decían. Luego de unos minutos escuché que abrían la puerta, corrí y con mucho cuidado me asomé tras las cortinas de la ventana. Los vi guardar en la cajuela unos empaques no muy grandes, después subieron al auto con sus mochilas al hombro y se marcharon.

Pues bueno, dispondría de unos cuantos días para poder averiguar hasta donde pudiera.

Obviamente sentía mucho temor de que pudiera pasarme algo, y si en el supuesto negado que fuese así, nunca encontrarían mi cuerpo en ese túnel del cual nadie sabía de su existencia, por lo tanto quizás en un par de siglos me encuentren. «jejeje»

Me vestí con ropa, zapatos y guantes de seguridad que había comprado para esta finalidad e igual un casco para proteger mi cabeza, que por cierto también tenía una linterna frontal, estos cascos son los que usan los montañistas, los escaladores y los mineros, también me puse una mascarilla transparente que cubría todo mi rostro.

En una mano llevaba una potente linterna de las seis que había comprado para iluminar bien el lugar, y en la otra, la pistola de electrochoque, creo que de cierta manera voy a estar protegida, y además tengo bastante iluminación.

Antes de abrir la puerta rocié a su alrededor un spray antioxidante y lubricante para así evitar el chirrido que la puerta hace al abrirse o cerrarse.

Comencé a bajar los escalones, la verdad que no me sentía tan nerviosa, es que mi curiosidad, pasión entusiasmo y expectativas por lo que encontraría aquí, me mantenía calmada. Caminaba despacio, muy poquito a poco, busqué con la vista si había algún interruptor de luz, no vi nada, eso si, solo un pequeño botón que apenas se podía apreciar, aunque no estaba escondido, sin embargo entre el polvo y las telarañas se ocultaba. Temerosa lo oprimí con fuerza ya que estaba duro, pensé que a lo mejor era de la luz, pero no, ese botón era para cerrar la puerta del túnel. Aaaah por supuesto, se abre en el armario para entrar, y luego desde aquí se cierra, o se abre según sea el caso, muy inteligentes, bien pensado.

Seguí avanzando. Llevaba conmigo mi telémetro láser que es para determinar sin contacto físico distancias precisamente mediante un láser. Así que pude determinar que tiene dos metros de altura por tres de ancho, se podía apreciar que es bastante largo aunque no lo he medido todo.

No se veía roedores, ni cucarachas, ningún insecto. Lo único es que había telarañas por todas partes, lo que quiere decir que hay arañas, no obstante hasta el momento no las había visto. De todos modos por si acaso, llevaba el insecticida en mi mochila.

La adrenalina me tenía como drogada, mientras más avanzaba, más quería seguir y no parar. Era algo fascinante, sobre todo para un arquitecto recién graduado como yo.

La construcción de este lugar me encantaba, para ser de hace dos siglos era increíble poder observar y establecer de primera mano que la diferencia entre una casa moderna y una antigua es el estilo arquitectónico, el tamaño y el material de construcción. ¡Es excepcional, así mismo es!

Ya había avanzado ocho metros, y hasta ahora no he visto nada raro, lo que si son las telarañas que lo cubren todo por completo y el excesivo polvo que no deja que se aprecie bien las paredes ni el piso. Aunque se nota que el material usado fue hierro y hormigón, seguramente lo de la época.

Me devuelvo, creo que ya he visto bastante por hoy. Además es muy frío este lugar, luego continuaré, aunque de cierta manera ya he saciado mi curiosidad. Claro, ahora lo que quiero saber es a dónde conduce este túnel, si es a la calle, o, si en algún momento fue así, y ahora su salida está bloqueada, que quizás sea lo más probable.

Debo reconocer que este lugar me ha fascinado, es más, podría vivir aquí tranquilamente y ni el chino Zhang se enteraría de que estoy prácticamente en sus narices. «jajaja» — Lo voy a considerar.

Aunque obviamente tendré que acondicionarlo muy bien de manera de que sea habitable. Me causa gracia estos pensamientos que tengo, pero la verdad es que voy a trazar un plan para quedarme aquí cada vez que quiera, y así poder espiarlos para averiguar bien su vida delictiva.

Antes de salir del lugar, me quité la ropa de seguridad y junto a todo el equipo lo dejé al empezar las escaleras, e incluso las linternas, de manera de no dejar nada a la vista no vaya a ser que en los días que no venga, por casualidad al chino Zhang se le ocurra revisar en el armario encuentre todo eso, y ahí si es verdad que estaré perdida.

Para salir de esa casa cuál escaladora trepé el muro, luego salté a la calle y caminé tranquilamente a tomar un taxi que me lleve a casa.

Sin lugar a dudas he vivido una excelente experiencia sin desperdicio que aún me tiene fascinada y electrica con la adrenalina a millón.

Definitivamente estoy como drogada. Me imagino que así se sentirán los exploradores que luego de tantas excavaciones han encontrado grandes tesoros arquitectónicos en esos países como Grecia y Egipto.

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