Cónrad.
Ha transcurrido seis meses desde que cambié de residencia, pero la verdad que no me adapto. Por ser el corazón de la ciudad es más bulliciosa. A toda hora hay personas desplazándose bien sea caminando o en sus autos, y en muchos casos tocan insistentemente la bocina lo que hace que el lugar resulte ser insoportable y obviamente falto de tranquilidad. Así que estoy reconsiderando la posibilidad de devolverme a la casa, aunque también está en la misma ciudad; sin embargo, al ser una zona residencial por ende es más tranquila.
De todos modos, cuando tomé la decisión de mudarme, fue porque quería establecer distancias entre nosotros, pero ya está graduada y por consiguiente no tiene que ir a la universidad, así que no la volveré a ver más. Pues bueno lo más probable es que este mismo fin de semana me regrese a la casa.
No fue fácil mi regreso, muchos recuerdos se hicieron presente sobre todo al estar en la terraza, recordé que fue desde allí cuando la vi por primera vez y qué llamó tanto mi atención. Es algo que todavía no logro explicarme cómo, sin siquiera ver bien su rostro sentí una conexión tan fuerte que me obligó a tratar de conocerla. Y fue cuando comencé a esperar que pasara por allí todos los días. Bueno, y lo demás es historia, historia que no olvido. Es que esta hermosa chica infectó por completo mi sangre, mi organismo, todo, absolutamente todo. Me siento enfermo, pero enfermo de amor. Sé qué a mis años no podré olvidar tan fácilmente este amor puro, sincero, y si se quiere con un toque de inocencia qué le da su edad. Reconozco qué en mi vida no he amado a nadie como a ella, ni siquiera cuando pensé que me había enamorado de aquella mala mujer que tanto daño me hizo.
Pero bueno, el recuerdo de todas las cosas hermosas que viví con mi adorada niña en esos siete meses, son insuperables, quizás hay quien pueda pensar que ha sido muy poco tiempo para haberme enamorado de la manera en que lo hice, aún así siento que lo que vivi fue algo muy inmenso demasiado intenso, de hecho, debo admitir que he estado con otras mujeres, obviamente como hombre que soy tengo mis necesidades que saciar, sin embargo han sido encuentros qué no me han satisfecho ya que la que está en mi pensamiento las veinticuatro horas del día, es ella, mi tristeza azul.
El mismo día que regresé, tocan el timbre y es Marcus, uno de los vigilantes de la urbanización, me dice:
— Cónrad, ayer en la tarde una chica preguntó por ti y le contesté que habías cambiado de residencia y no sabía adónde, ya que no habías vuelto más por aquí.
—Ah ok, gracias —le dije — la verdad no le presté mucha atención. Pero solo un comentario más que hizo Marcus, me desestabilizó por completo.
—Era una chiquilla muy hermosa, con unos ojos más azules que el cielo y el mar juntos.
En eso volteo asombrado y le pregunto:
—¿Te dijo su nombre, o preguntó algo más?
—¿Recuerdas otro rasgo?
—No, no dijo su nombre, ni preguntó nada más, solo pude notarla como desilusionada cuando le dije que no habías vuelto más. Me llamó la atención fue su larga coleta rubia desde lo alto de su cabeza.
¡Es ella! — pensé — no hay dudas, su descripción coincide.
—Marcus, disculpa, pero,
—¿dijo o preguntó algo más?
—No, la verdad que no, solo me preguntó si el pelirrojo estaría en su casa
—¿Recuerdas que hora era?
—Mas o menos como las 3:00 p.m.
—Gracias Marcus, por favor, si por casualidad en algún momento vuelve, le das mi número de móvil, e incluso la dirección de la empresa. Estás autorizado para suministrarle toda mi información. Absolutamente toda, y por supuesto te comunicas conmigo de inmediato. Esa chica es muy importante para mí.
—Esta bien Cónrad, cuenta con eso.
Me sentía dichoso de que me estuviese buscando, pero también me lamentaba,
¡Qué mala suerte la mía!... Quería regresarme ayer a medio día, de hecho, me alisté para salir, pero en eso tuve que enviar varios correos, o sea, asuntos de la empresa que no quise dejar para la semana, y como demoré tanto, preferí posponer mi vuelta para hoy.
¡Carajos qué rabia tengo! — de no ser así, la hubiese visto ayer, porque a esa hora hubiese estado aquí.
Aunque claro, no debo ilusionarme, quién sabe para que me buscaba.
¿Y si es que necesitaba un favor y por eso vino? Bueno, no sé, digo yo.
Pero prefiero creer que me buscaba ya que me extraña, le hago mucha falta y aún me ama tanto como yo que tampoco la he podido olvidar.
A partir de este día, siento que tengo una razón para volver a ilusionarme y pensar que si puedo tener un futuro a su lado. Lo que me queda es esperar que vuelva a buscarme, aunque quizás no lo haga, Marcus le dejó claro que yo no había vuelto más.
Esa noche no pude dormir, todo lo vivido aquí, en esta casa, en esta habitación, y en esta misma cama activaron mis sentidos y me desvelé por completo. Esta chica es tan extraordinaria qué me ha desestabilizado totalmente como nunca nadie lo hizo.
Lo más triste es que si no vuelve a buscarme,
¿Cómo la buscaría? no sé nada de ella. Claro, podría ir a la universidad, y preguntar, quizás me puedan ofrecer alguna información, por supuesto aunque desconozco sus apellidos no sería difícil ubicarla...
¿Cuántas con nombre Serena pueden haber estudiado allí? — Así que por eso no tendría problemas, pero consciente estoy, que por políticas internas, ninguna institución educativa puede proporcionar ese tipo de información, y menos a un desconocido.
Y ni pensar en un detective, si precisamente no tengo nada, ni sus datos exactos, ni siquiera una foto suya. Así que en ese aspecto no sería viable, ni que el detective fuese mago, bueno sería la única opción.
.......
Dos meses después estoy en Boston en ocasión de la celebración de un año más de nuestra filial. Una nota de voz casi que me vuelve loco y a punto de tomar el jet y regresar de inmediato.
—"Buenas tardes Cónrad. Disculpa si interrumpo tu trabajo, pero como el otro día dijiste que te avisara si sabía algo de la chica ojos azules. Pues bueno, hace unos minutos pasó por aquí, estaba acompañada por otras dos chicas, creo que venían de la universidad, inmediatamente la llamé y le informé que estás viviendo nuevamente en la casa, le di tu número de móvil. Le pedí el suyo pero no quiso darlo, solo me dijo que en cualquier momento te llamará. Así que trata de estar pendiente. Disculpa el abuso, y con todo respeto, pero hoy al verla pude detallarla mejor, me cautivó por completo, es muy bella. Si es tu chica, te felicito, y si no lo es, pues procura que lo sea. Harían una hermosa pareja".
Casi que me vuelvo loco de felicidad, pero tenía que disimular ya que estaba conversando con algunos de los directivos. Aunque sinceramente no escuchaba nada de lo que decían, mi pensamiento solo estaba allí con ella y a cada rato revisaba mi teléfono a ver si tenía alguna llamada o mensaje suyo.
De verdad que esto es para volverse loco.
Muy a mi pesar al día siguiente fue que pude regresar, tuve que solucionar algunos imprevistos de última hora que demoraron mi partida.
Al llegar, de inmediato me dirigí a casa. Quería hablar con Marcus para que volviera a repetir lo que ya me había dicho. De nuevo disfruté todo lo que volvió a contarme.
Sentí una gran alegría. Solo deseando que mi móvil sonara, y además la esperaba sentado en la terraza. Pero nada, los días pasaban, y perdía las esperanzas. Ella no quiere volver, tristemente me costó admitirlo. Pero es así.
El tiempo transcurre y seguía igual de triste, de hecho me llamé a capítulo, no puedo seguir en estas, tendré que ver qué hago, pero ya me estoy cansando, y lo peor el tiempo pasa y yo aún soltero y sin hijos.
Tres meses después en que acudí a una conferencia de empresarios, conocí a Lorena Bosch, una hermosa empresaria del mundo de la moda, divorciada, incluso de mi misma edad y madre de un niño de tres años.
Comenzamos una bonita amistad, y a los meses nos hicimos novios, aunque no me sentía tan atraído por ella, pero aún así estaba a su lado ya que primero que nada necesitaba amor, cariño, y segundo, tenía que darme una oportunidad y así olvidarme de mi adorada tristeza azul. Aunque ese era un amor imposible que nunca olvidaré y atesoraré por siempre en mi corazón
Con apenas seis meses de relación nos casamos. Mi abuelo no estaba muy contento, aunque no tenía nada en contra de Lorena, pero sabía que no la amaba, por lo tanto temía que no fuera feliz.
Sin embargo entendió cuando le dije, que no podía seguir albergando posibilidades inciertas, y esperando algo que quizás nunca será.
Fue pasando el tiempo. De cuando en cuando iba para la casa, me sentaba en la terraza a recordar los instantes más bellos de mi vida. Muchas veces lloré por mi triste destino, y para ser honesto, este matrimonio no me llena para nada, pero debo continuar, lo elegí así, y así debe continuar.
Sin embargo en medio de mi tristeza, he tenido una gran alegría. ¡Lorena está embarazada! — De verdad que estoy sumamente feliz. El solo pensar que tendré un hijo, anula toda frustración que pudiera sentir. Ese ha sido mi gran anhelo. ¡Una familia!
Abracé y agradecí a mi mujer por esta gran alegría. Me convertí casi que en su sombra, la cuidaba y protegía de todo. Complacía sus caprichos, sus antojos, la llevaba al médico, quería hacerla sumamente feliz.
No obstante me reprocho diariamente y hasta tengo sentimientos de culpa, ya qué, y aunque he aprendido a quererla siento que tener ese sentimiento no es suficiente para una persona que te ama con su alma y con su corazón, pero como hago si tan solo he amado a una sola mujer.
Y lo peor del caso, es que no logro olvidar a mi hermosa tristeza azul.
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Updated 64 Episodes
Comments
yenifer marquez la escritora ✨
ojala Corad pueda ser feliz
2024-05-13
1
ana maria talbott
😔
2024-03-12
2
Helen Pech Lopez
que triste que no intento buscarla y luchar por ella
2024-01-15
3