Capítulo XV

Serena.

Muy a mi pesar he tomado una decisión. No voy a presentarme ante todos como si nada hubiese pasado, y aunque suene cruel, seguiré estando «muerta» para todos. Ahora sí estoy fingiendo, pero no puedo «resucitar» y aparecer como si nada, es una situación muy grave que perjudicaría la carrera de toda mi familia. Sobre todo la de mami que con tanta honestidad y honorabilidad ha construido durante muchos años. Ella es una de las pocas personas del acontecer político a la que se le respeta muchísimo y no se cuestiona su excelente gestión en los cargos públicos que ha desempeñado ya que nunca ha estado envuelta en situaciones dudosas, su carrera durante tantos años ha sido intachable.

Por otro lado, también perjudicaría la empresa de mi padre, que aunque es una de la más sólida, quizás mi inaceptable proceder traiga como consecuencia la estampida de muchos, o por lo menos una gran cantidad de clientes y eso pueda hacerla tambalear y caer en quiebra.

Asimismo a mi hermano mayor Akiel, quien es juez del tribunal supremo, igual a Gilbert que es director del Instituto Nacional de Investigaciones científicas. O sea, que si apareciera, provocaría un caos total, el derrumbe de mi familia. Así qué seguiré «muerta» y comenzaré mi vida en este lugar apartado donde nadie sabrá realmente quien soy, ni siquiera lo imaginarán.

De ahora en adelante mi nombre será Valentina Suescún, adoptaré el apellido materno de mi bisabuelo Arsenio.

Obviamente no le he contado nada de esto al abuelo, desde que me conoció ha creído que no tengo familia y nunca le aclaré esa situación, mucho menos lo haré ahora.

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El tiempo sigue transcurriendo, sin embargo no he olvidado a mi rojo, y es que aunque quisiera no puedo hacerlo, y no es que esté loca, pero hay gestos en el abuelo, bien sea al hablar, al sonreír, en su negra mirada, o al caminar que me lo recuerda. Si, así es. Será la obsesión que me hace relacionarlo con todo.

El abuelo de joven debe haber sido super atractivo, ya que aún mantiene parte de ese físico y esa mirada oscura que me imagino conquistó muchos corazones. Una vez bromeando con él sobre esto, me comenta qué tal como dice el bolero compuesto por Agustín Lara, así le pasó:

«Solamente una vez amé en la vida» y Dios le quitó ese amor dejando su corazón tan destruido que no puede albergar a nadie más allí...¡Qué triste!

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Desde hace un par de meses me planteé la necesidad de realizar algo que mantenga mi mente ocupada y calme mi excesiva energía, así que comencé a elaborar postres con ingredientes saludables sin grasas harinas ni azúcares que no perjudique la salud tanto de diabéticos, celíacos e incluso a los niños. Pues bueno, cuando estaban listos los guardaba en una canasta y salía a venderlos por toda la villa y hasta llegaba al pueblo.

A partir de allí, mi rutina era la misma, me levantaba muy temprano para preparar todo y a media mañana muy optimista salía a trabajar. Estaba feliz con lo que hacía y aunque a veces no lograba vender ni uno solo, sin embargo no me afectaba ya que estaba convencida que al día siguiente sí, y así sucedía. Bueno; muchas veces de tanto caminar se me hacían ampollas en los pies, pero no me importaba, lo veía como gajes del oficio que no me desmotivarán, al contrario cada día trabajaba con más empeño dedicación y sobre todo amor por lo que estaba haciendo.

Se me ocurrió ofrecerlos en las dos únicas pastelerías del pueblo, así como en varios restaurantes y en el hotel del centro.

Para mi buena suerte gustaron y encargaron, primero pocos y después fue aumentando la cantidad. Así que todos los días estoy preparando postres. De hecho los llamé

«Valentina y sus postres saludables» y usé como talismán justo antes del nombre dos círculos con los colores de nuestros amor; uno en rojo y otro en violeta .

Precisamente por ser las recetas tan saludables, han causado sensación y algunos turistas alojados en el hotel nos contactaron y semanalmente vienen a retirar los encargos que hacen. O sea, ya los postres están saliendo fuera del pueblo.

«La casa del lago» como es conocida en la villa, siempre desprende un aroma divino, tanto así, que los vecinos están fascinados. Entonces decidimos que como ellos no son tantos, y que no pueden comprarlos, pues les obsequiamos una vez a la semana un buen surtido de postres. No me importa hacerlo, si Dios nos ha dado, pues no pasa nada si compartimos aunque sea un poquito.

Poco a poco nuestra producción ha ido aumentando y desde el primer día Cayetana está ayudándome en todo. Sin embargo contratamos cuatro chicas para que ayuden ya que la producción diaria no se detiene.

Mi día comienza a las 5 de la mañana para elaborar los postres, salgo a venderlos antes de mediodía y casi a las 6 de la tarde es que regreso a la casa.

Precisamente por falta de tiempo para el despacho, contratamos a Isidro, el esposo de Cayetana para que, y aprovechando su furgoneta Volkswagen Kombi haga el reparto diario. Así que Isidro también forma parte de nuestra pequeña empresa, ya somos ocho, vamos creciendo «jejeje»

El abuelo comentó que pronto será el bautizo de su bisnieto Así que al hablar con los padres sobre nuestros postres, se interesaron y nos ha hecho un gran pedido que Isidro llevará a una empresa de encomiendas en el pueblo la cual se encargará de hacer la entrega en su domicilio. Obviamente todo lo hemos dispuestos en envases de cristal para que lleguen en perfecto estado.

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Y así va pasando el tiempo entre el trabajo que es bastante fuerte, mi dolor y tristeza de saber que no tengo familia, y con el recuerdo de mi adorado rojo, transcurre mi vida. Cada vez que voy al pueblo a comprar algunas cosas que necesito, el abuelo me acompaña ya que también entramos al centro de comunicaciones a navegar un poco por internet.

Me gusta saber las noticias sobre todo las de la cancillería para ver las fotos o las entrevistas a mi madre. ¡Cuánta falta me hace!

También leo otras noticias, de hecho secuestraron a las dos hijas de un magnate, seguro que han sido ellos, los malnacidos... Dios proteja a estas chicas.

Un día de estos el abuelo chateaba con su nieto que por cierto pregunta si las recetas son mias, entonces le escribo:

—Hola, soy Valentina. Todas las recetas son mi creación...

—¿Por qué?

—Hola Valentina, disculpa, es que hace un tiempo supe de alguien que también empleaba la misma técnica.

—Bueno, a lo mejor serán parecidas, sin embargo te diré que hace unos años, y por problemas de salud de una persona que adora los dulces, se me ocurrió mezclar y combinar ciertos ingredientes para que no se privara de lo que le encanta y al mismo tiempo no afectase su salud, y así nació Postres Saludables.

—Aaaah bueno está bien, disculpa no quise ofenderte.

—No te preocupes, no me perturba aquello de que la duda ofende, y si hay alguien que también hace lo mismo, pues no pasa nada «El sol brilla para todos»

—Asi es Valentina. Bueno gracias por estar en la vida del abuelo. Ah disculpa otra pregunta que aprovecho de hacerte,

—¿A qué se debe los círculos en rojo y violeta que llevan tus etiquetas justo antes del nombre?

—Ah bueno, significan mucho en mi vida, casi un imposible:

Violeta es el color y Rojo el amor.

—Aaaah ok, entonces eso explica los colores de tus postres. Bueno hasta luego y suerte. Gusto en conocerte.

El abuelo siguió chateando con su nieto, y yo en lo mio... Rato después regresamos a casa.

Si, la verdad que había escogido esos colores que significan tanto para mí, recuerdo cuando mi adorado dijo que el azul y el rojo formaban el color violeta, el color del que sería nuestro amor. Por eso desde esa vez han sido mis colores preferidos, y cuando comencé a preparar la mezcla para hacer los postres, decidí teñirla en esos tonos usando color vegetal, y ese también es uno de los motivos del por qué llaman tanto la atención.

La mayoría de mis postres tienen nombre, de hecho hay uno que se llama Tristeza Azul, obviamente es de ese color, y es en honor a mi adorado amor.

Cayetana dijo que con ese nombre no se va a vender ni uno, ya que los clientes no quieren saber nada de tristeza si no de alegría, sonriendo le digo:

—Tranquila amiga ya verás que cuando lo degusten tendrán mucha alegría, pero cuando se les acabe, entonces sentirán tristeza y compraran otro «jajajaja» Todos reímos y continuamos en nuestras labores.

Para nuestra mayor alegría el postre que más pedían precisamente era ese; nos quedamos asombrados ya que nuestra producción se enfocaba más en esa delicioso postre, decían que era aditivo. Claro la receta contenía los ingredientes básicos que usaba para todos; obviamente agregaba distintos ingredientes para hacerlos diferentes uno del otro, exactamente hice así con tristeza azul incorporé una combinación de kiwi dátiles y chocolate amargo.

Recuerdo que una vez mi Rojo me comentó, que cuando niño inventaba estas combinaciones que le encantaba, y entonces tomé su idea y la incorporé a mi postre tristeza azul, y bueno, ha resultado un éxito. Prácticamente ese éxito es suyo.

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Sigue pasando el tiempo, y cada día me hace tanta falta mi familia. Cómo quisiera que supieran de mis logros, se sentirían orgullosos de mí, sin embargo, nunca se enterarán.

Muchas veces cuando estoy en el centro de comunicaciones, he marcado el número del teléfono directo de la oficina de mi padre solo para escucharle la voz, y no puedo evitar terminar llorando, también veo a mi madre a través de la página de la cancillería, se ve muy delgada y ojerosa, lo que quiere decir lo mucho que sufre y llora por mi supuesta partida.

Estando el abuelo chateando con su nieto, le comentó del éxito de nuestro postre tristeza azul, de inmediato le preguntó de donde había salido ese nombre, entonces me dice que le escriba explicándole.

—Hola, bueno fue bautizado con ese nombre como estrategia de ventas, de hecho ha funcionado muy bien, tanto así que es es el rey de nuestro negocio, lo encargan todos los días, su delicioso sabor lo hace adictivo. En lo que podamos te enviaremos para que los deguste y nos dés tu opinión.

—Ah bueno, pero que sea lo más pronto posible,

—¿Y de qué es el sabor?

—Es una mezcla de kiwi, dátiles y chocolate amargo.

—¿¡Quuuéééé!? — ¡Ese sabor es mi preferido! de hecho lo inventé, seguro que mi abuelo te dijo que lo hicieras así para mi. «jajajaja»

—¡Nooo si es que tú abuelo no participa en nada! lo único que hace es comerlos, claro como son saludables sabe que no le perjudicará. Así que tu abuelo no aporta nada «jajaja»

— Bueno hasta luego.

Regresamos a casa, pero yo cada día más destruida por dentro...¿Será que algún día todo esto termine?

Unos meses después comencé a preparar las galletas que mi nana Lika me había enseñado e invité a los niños de los alrededores, eran en total doce entre varones y hembras.

Les expliqué lo qué haríamos. Al tener la masa lista les daba a cada niño una porcion para qué hicieran las formas de galletas que quisieran y así desarrollasen su creatividad. Me deleitaba haciendo las mías tal cual como cuando era niña, que si un gato con dos cabezas, un pingüino sin nariz, un perro con cinco patas, un oso con un solo ojo, una jirafa enana, un tigre con cabeza de león y así por el estilo. Luego de hornear y con un vaso de leche las disfrutamos en la merienda, no reíamos viendo cada figura casi que de la mitología griega.

Resulta que los niños llevaron las galletas a sus casas y compartieron con sus vecinos, gustaron muchísimo que han resultado un éxito, entonces sin estar en venta comenzaron a hacer pedidos, y fue tanto, qué las hemos incorporado en nuestro catálogo de productos saludables.

Establecimos un acuerdo, entre todos haremos las galletas y el producto de la venta será dividido entre cada niño que ha participado en su elaboración, y así, aparte de los niños contar con un pequeño ingreso, motivamos y premiamos su creatividad. Así que están muy felices, y cada dos días a la semana elaboran las famosas galletas.

Luego de un tiempito ya los he dejado solos se desenvuelven muy bien, por cierto cada día las ventas aumentan, es que han causado sensación, y por supuesto los niños cada semana obtienen más ingresos.

En días pasados al enviar el pedido al nieto del abuelo, también le enviamos nuestras galletas. Por supuesto yo misma las elaboré ya que siendo la primera vez que salen del pueblo, deben llevar una mejor presentación. En una próxima ocasión y dependiendo si le gusta le enviaremos de todas las que elaboran los pequeños.

Me daba tanto gusto ver alegría y felicidad en el rostro de los niños...

¡Era un espectáculo demasiado hermoso!

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