Capítulo 11

En el camino de regreso a casa, Kristal no pudo aguantar más la curiosidad e interrogó a su hermana sobre el asunto de Leo.- ¿En serio piensas que fingió su muerte?-.

-¡En realidad no sé si el lo planeó, tampoco sé si en realidad estaba muerto en ese momento, cuando sucedió las sirenas de las patrullas se escuchaban cada vez más cerca y tuvimos que irnos de ahí sin confirmar nada! ¡Pero estoy muy segura de que lo que aparece en ese vídeo lo hizo él y Alex y Fabio me ayudarán a aclarar todo este asunto!-. Respondió Arian sin despegar la vista de la ventanilla del auto.

-¡Es muy peligroso lo que van a hacer! ¡Deberías informar a Demian para tener apoyo en caso de ser necesario!-. Recomendó Kristal preocupada.

Con una sonrisa burlona Arian trató de tranquilizarla. -¡Relájate Kristal! ¡Solo vamos a hacer un poco de espionaje! ¡No es como si fuéramos a entrar y enfrentar a los malos nosotros solos!-.

Al siguiente día, Arian, Fabio y Alex se reunieron para investigar el asunto de Leonel. Kristal prometió guardar el secreto y mentirle al capitán para asegurarle que Arian estaba con ella en todo momento.

-¡Este sujeto es tan predecible! -¡Lo encontramos sin ningún esfuerzo!-. Dijo Fabio al estacionar el auto en los alrededores de una mansión, propiedad de Gabriel.

-¡Si ya sabes su dirección! ¿Por qué no lo arrestan de una vez y se olvidan de tantos problemas con el robo del banco?-. Preguntó Alex.

-¿Ya olvidaste que Gab es del tipo de persona que convertiría su casa en una trampa mortal? ¡Además, creo que hacerlo sufrir un poco es más divertido!-. Respondió Arian causando escalofríos en sus amigos.

Estuvieron vigilando toda la tarde y no habían visto nada aún, ya empezaban a perder la esperanza de conseguir su objetivo, cuando aparece una motocicleta tripulada por dos personas que antes de entrar a la mansión se detuvieron y bajaron del vehículo. Eran un hombre y una mujer.

Se quitaron el casco y en cuanto los vieron el corazón de los tres se detuvo en ese mismo instante.

Era Leo con una sexy mujer y se besaban apasionadamente mientras sus manos jugueteaban con las partes más sensibles de sus cuerpos y después de unos minutos las puertas de la mansión se abrieron y la pareja entró en la motocicleta.

Las tres personas que veían todo desde un punto no muy lejano, quedaron pasmados por varios minutos.

Los hombres estaban preocupados por la mujer que los acompañaba, ella era su hermana pequeña, la chica que adoptaron como parte de su familia desde el día que su amistad empezó y lo que acababan de ver era lo más despreciable que alguien podía hacer, fingir una muerte para quedarse con la maldita bailarina con la que le había sido infiel en el pasado.

-¡Vámonos! ¡Ya tenemos la confirmación que necesitábamos!-. La voz de Arian aterrorizó a sus amigos, fue como si la Arian malvada después de aquel incidente hubiera regresado.

En el camino solo Alex se atrevió a decir algo. -¡Ari, a esa mujer…!-.

-¡Lo sé! ¡Su nombre es Megan!-. Respondió Arian con menos frialdad.

-¿Tu, lo sabías? ¡Nosotros lo vimos algunas veces cuando salíamos a beber! ¡Por eso no queríamos que se casarán! ¡pero tampoco te dijimos nada!-. Dijo Fabio con culpa.

-¡Está bien, él también era su amigo y lo entiendo! ¡Yo me enteré dos días antes de irnos a la playa, los ví haciéndolo en el baño del club!-. Dijo con indiferencia y sus amigos decidieron no volver a tocar el tema que podría ser doloroso para ella.

-¡Oigan! ¿Podrían dejarme en el centro de investigación? Hay algo que tengo que hacer-. Pidió Arian y sin preguntar nada la llevaron hasta allá.

Se despidieron y en cuanto se fueron Arian se dejó caer en la escalera de la entrada del edificio, no sabía ni que sentir en ese momento y necesitaba sacarlo de cualquier manera. Después de un rato se levantó y se fue caminando.

Andrei llegaba a su casa cuando recibió una llamada.

-¡Hola mayor Luo!-. Era la voz un tanto preocupada de una mujer.

-¿Abogada Coll?-. Preguntó sorprendido por la llamada de esa mujer.

-¡Si soy yo, siento mucho interrumpirlo, pero…! ¡Se supone que no debo decir nada, se lo prometí a mi hermana! ¡Pero, no sabía a quien más recurrir!-. Sus palabras pusieron alerta al mayor.

-¿Qué pasa con ella? ¿Algo malo sucedió?-. Preguntó preocupado.

-¡Es solo que…! ¡Prometa que no le dirá que le comenté lo que estoy por contarle!-. Andrei aceptó guardar el secreto y escuchó atentamente a Kristal.

-¡Mi hermana tiene la loca idea de que Leonel Sollow está vivo y está buscando pruebas que lo confirmen! ¡No sé cómo pueda reaccionar si se entera de que es verdad! ¡Me preocupa que haga alguna tontería!-. Terminó Kristal de hablar entre sollozos.

Andrei se sorprendió por lo que acababa de escuchar, en el tiempo que llevan trabajando juntos se ha dado cuenta de que las intuiciones de Arian nunca han sido incorrectas, aún así trató de tranquilizar a la abogada.

-¡Trataré de averiguar sobre eso y estaré pendiente de la actitud de Arian en el trabajo!-. Justo en ese momento alguien llamó a la puerta y terminó con la llamada para ver quién lo buscaba con tanta insistencia.

Quedó muy sorprendido al encontrase con Arian al abrir.

-¿Qué pasa, que hac…?-. No pudo terminar su pregunta ya que Arian lo empujó adentro de la casa, lo tumbó sobre el sofá y se lanzó sobre el besándolo apasionadamente.

Arian empezó a deshacerse de su ropa y también de la de Andrei, se veía muy desesperada y ansiosa.

-¡Oye, espera!-. Le pidió Andrei, apenas pudo liberar sus labios.

Arian lo miró como suplicando. -¡Por favor, te necesito!-.

Andrei no pudo decirle que no, en sus ojos podía ver una mezcla entre enojo, tristeza y culpa, así que decidió dejarla hacer lo que quisiera con él.

Se dejó llevar por la pasión de Arian y sin darse cuenta ya estaban en su cama, él la embestía y ella gemía, sus cuerpos estaban sudorosos y sus labios hinchados por los besos y mordiscos que se daban entre sí. Él aprovechó para disfrutar y probar cada rincón del cuerpo de esa bella mujer.

Así siguieron hasta quedar completamente agotados y una vez que llegaron al último clímax, Arian, que estaba montada sobre Andrei, se dejó caer sobre su pecho y empezó a llorar sin control.

Andrei estaba totalmente desconcertado, al principio no entendió la reacción de la mujer, pero en cuanto recordó lo que Kristal le había dicho lo entendió todo.

-¡Lo lamento, yo no quería! ¡Lo siento, no lo protegí cómo debía! ¡Perdóname!-. Arian decía cosas sin sentido entre sollozos aferrándose cada vez más al torso de Andrei.

Él por su parte, la tomó entre sus brazos acariciando su espalda desnuda.

-¡Todo está bien! ¡No tengas miedo! ¡Ya pasará!-. Trató de consolarla con sus palabras y caricias y lo consiguió.

Minutos después Arian se había quedado dormida abrazando a Andrei, quien no podía dormir pensando en lo que acaba de suceder.

-¡Así que tu gran amor si está vivo después de todo!-. Dijo para si mismo en un susurro y besó la frente de Arian.

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