Capítulo 9

Gabriel llevaba varias noches en vela preocupado por Arian. En una de esas noches estaba sentado en el balcón de su habitación, bebía una copa de bourbon y fumaba un cigarrillo mientras las imágenes del pasado se reproducían en su cabeza.

Hace cuatro años y medio…

Todos vieron a Leo caer inerte en el piso después del ataque de Santoro y fueron testigos del disparo certero de Arian en su contra.

-¡Ari!-. Gritó Gabriel al ver a Arian caer después de haberle disparado a Santoro. -¡Todo está bien princesa, ya pasó!-. La abrazó al sentir su cuerpo temblar y le ayudó a caminar para acercarse al cuerpo de Leo.

-¡No, no, no! ¡No!- El llanto y los gritos de dolor de Arian eran desgarradores al igual que la escena. Alex y Fabio se acercaron a sus amigos y miraron a su alrededor, en el suelo yacían los cuerpos de sus atacantes y la lluvia que había empezado a caer durante el enfrentamiento lavaba los charcos carmesí del pavimento.

No pasó mucho tiempo cuando escucharon las sirenas de la policía, sabían que tenían que escapar pero Arian no quería abandonar a su prometido.

-¡Vamos Ari! ¡No nos pueden encontrar aquí! ¡Nos tenemos que ir!- explicó Fabio pero ella se seguía negando.

Gabriel tuvo que usar la fuerza para ponerla a salvo, la tomó por los brazos y usó toda su fuerza para alejarla del cuerpo de Leo. Al final lo logró y la cargó sobre su hombro para poder huir lo más rápido posible.

Pasaron la noche en un motel a orillas de la carretera. Gabriel que era el menos lastimado, se encargó de ir a comprar lo necesario para tratar las heridas de todos y algo para que pudieran comer.

-¿Trajiste algún antibiótico?. Preguntó Alex a su amigo.

-¡Está en la bolsa azul!-. Respondió mientras preparaba un algodón con antiséptico para curar las heridas en el rostro de Arian.

-¡Vamos cariño, deja que cure tus heridas!-. Suplicó a la chica que estaba aún en estado de shock y al no recibir respuesta simplemente hizo lo que tenía que hacer. Después de eso, le administró un calmante para que pudiera dormir y descansar un poco.

-¿Creen que nos encuentren?-. Preguntó Fabio preocupado mientras intentaban probar la comida que llevó Gabriel.

-¡No lo sé, pero debemos salir de aquí lo más pronto posible!-. Respondió Alex.

-¿Qué pasará con Ari? ¡No la veo nada bien!-. Volvió a hablar Fabio.

-¡Salir de aquí es lo primero que hay que hacer! ¡De Ari nos ocuparemos en el camino!-. Sugirió Gabriel muy serio. Así pasaron gran parte de la noche, ideando cómo escapar y pensando en sus siguientes pasos.

Dos días después ya estaban en otra ciudad y sobrevivían con el poco dinero que alcanzaron a rescatar de la camioneta en la que viajaban antes del incidente. Arian aún no se encontraba en buenas condiciones, por un lado estaba la pérdida de su prometido y por el otro la culpa de haber asesinado a una persona.

Ninguno de sus amigos la presionó, todos la apoyaron y le ayudaron a subir su ánimo.

-¡Estuve buscando empleos, pero este pueblo es demasiado pequeño y los sueldos son muy bajos!-. Dijo Alex durante la comida.

-¡Necesitamos un trabajo aunque sea pequeño!-. Respondió Fabio.

-¿Siguen pensando en eso? ¡Después de haber probado la riqueza aún quieren tener un trabajo común?-. Se burló Gabriel.

-¡Todo lo que hicimos nos trajo a dónde estamos ahora Luna! ¡No quiero derramar más sangre después de perder a Leo!-. Gritó Alex molesto por el comentario de su amigo.

El tenso ambiente se relajó con la llegada de Arian, quién sin decir una palabra, soltó una mochila al centro de la mesa.

Los tres, sorprendidos por el actuar de su pequeña amiga se miraron entre sí, para después ver el contenido de la mochila.

-¿Qué rayos?-. Gritó Fabio.

-¡Ari!-. Volteó a verla Alex.

-¿Qué demonios hiciste princesa?-. Preguntó Gabriel entre molesto y preocupado.

-¿Qué no es obvio? ¡Eso es suficiente para irnos de este lugar y empezar de cero!-. Respondió Arian con una frialdad e indiferencia en la voz que dejó helados a todos, jamás habían visto así a su amiga.

Volvieron a cambiar su residencia y detuvieron sus crímenes por un tiempo, consiguieron empleos y tuvieron una vida tranquila por unos meses.

Las cosas habían cambiado, la convivencia entre ellos ya no era tan armoniosa. Fabio y Alex peleaban demasiado con Gabriel y Arian se había convertido en una mujer fría y desinteresada. Los problemas eran cada día más grandes y eso derivó en la ruptura de la amistad.

Fabio y Alex decidieron irse, ya no soportaban vivir con Gabriel y se sentían tristes al ver en lo que Arian se había convertido.

Ella se quedó a vivir con Gabriel y todo empeoró. Se había convertido en una mujer frívola, bebedora y agresiva. Gabriel era exactamente lo mismo que ella, vivía con desenfreno y fuera de la ley, además, siempre estaba molesto por qué Arian, aún sin Leonel, no lo consideraba como algo más que un amigo.

Aprovechándose de la situación de Arian, utilizó su inteligencia, perspicacia y habilidad para lograr sus objetivos criminales involucrándola cada vez más en sus negocios turbios, hasta que no tuvo más remedio que alejarla por miedo a que le hicieran daño después de que él provocara una pelea con uno de los jefes de una pandilla local.

Fue así como ideó un plan para incriminarla y enviarla a prisión, lejos de las ratas que podían lastimarla. En cuánto tuviera el poder y los recursos necesarios la sacaría de ese lugar, pero por el momento la cárcel era el lugar más seguro para ella.

Arian estaba confundida, despertó en el piso, recargada en la cama de una habitación de hotel, con un cuchillo en la mano y junto a ella estaba el cuerpo ensangrentado de un hombre sin vida.

-¡Alto ahí! ¡Levanté las manos y póngase de rodillas!-. Gritó un agente.

La policía rápidamente la puso bajo arresto y al poco tiempo fue sentenciada por los delitos de robo, estafa y asesinato.

En la actualidad...

Gabriel se levantó y se recargó en el barandal del balcon. En todo este tiempo no ha dejado de sentirse miserable por haber enviado a la mujer que ama a prisión, por no haber podido protegerla años atrás, por ser un cobarde que pensó primero en sí mismo.

Lo que más pesar le causaba era saber que la mujer por la que había arriesgado y hecho todo , lo odiaría hasta el final de sus días.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***