Capítulo 4

La preparación para dar el primer golpe duró un año aproximadamente, no estaban dispuestos a que por su juventud e inexperiencia las cosas salieran mal.

Leo, Gabriel y Alex eran los más grandes, aprovecharon su tiempo en la universidad para aprender lo más que pudieron, mientras Fabio y Arian trabajaban a tiempo parcial para investigar y recaudar dinero para poder adquirir todo lo necesario y llevar a cabo su plan.

-¡Bien! Es hora de comenzar con la caída del gran señor Santoro. ¡Todos saben lo que tienen que hacer, así que manos a la obra!-. El grupo de amigos junta sus manos y empiezan con un simple asalto a una de las tiendas más grandes pertenecientes al asesino Santoro.

El hombre era tan arrogante que en ese lugar almacenaba el dinero de todas las tiendas de la cadena, estaba seguro de que nadie se atrevería a robarle pues todos en la ciudad le tenían miedo.

Era de noche y entraron sigilosamente por los ductos de aire acondicionado, Arian, Gabriel y Leo eran los más ágiles por lo que se les encomendó la tarea de entrar y sustraer el dinero. Mientras tanto Alex y Fabio eran los encargados de monitorear y eliminar cualquier sistema de seguridad que pudiera comprometerlos.

-¡La siguiente rejilla es la indicada, van a salir justo en la oficina del gerente, la bóveda está en la segunda puerta de la izquierda!-. Fabio les dió indicaciones y ellos siguieron a la perfección cada una de ellas.

-¡Este tipo es estúpido o se tiene demasiada confianza! ¡Mira que dejar todo esto solo tras una puerta con llave!-. Se burló Leo por la poca seguridad que protegía esa cantidad de dinero.

-¡Yo digo que es estúpido!-. Dijo Arian entre risas.

-¡Vamos chicos, solo nos queda una hora para hacer esto!- Alex los apresura y entre risas empezaron a meter todos los billetes en mochilas.Terminaron, tomaron sus cosas y salieron de la misma manera en la que entraron.

Al día siguiente la noticia del robo se extendió a todas partes, el señor Santoro apareció furioso en los noticieros ofreciendo una recompensa a quien capturara o tuviera información de los ladrones.

-¡Idiota! Su dinero ya está en buenas manos, es inútil que busque recuperarlo. Dijo Fabio con un sándwich de pollo en la boca.

Todos comenzaron a reír y disfrutaron de su gran hazaña, la mayor parte del dinero la repartieron a diferentes fundaciones cómo donadores anónimos y la otra parte la guardaron para comprar más cosas para su siguiente golpe.

Así siguieron por años golpeando lenta y dolorosamente el orgullo, la economía y el poder del señor Santoro. Robaron sus bancos y tiendas, lo hicieron cometer fraudes, lo extorsionaron y redujeron el número de matones que estaban a su servicio.

El hombre había quedado en la ruina, perdió la reputación entre los ciudadanos y las demás organizaciones criminales y por más que buscó a los responsables no podía encontrarlos.

En esos seis años, el grupo de amigos se hizo más unido y se llenó de riqueza a costas de su víctima, no dudaron en cambiar su residencia a otra ciudad, abandonaron la escuela y solo regresaban para dar algún golpe a la vida del señor Santoro.

La más feliz por sus hazañas era Arian, quien cumplió con su objetivo de venganza por el asesinato de sus padres. Leo, por su parte, abandonó a su padre cansado de no poder llamar su atención y de no conseguir que ayudara a su amada Ari a conseguir justicia, pensó que una vida criminal en compañía de sus amigos sería mejor que intentar darle gusto a ese hombre al que tenía que llamar papá.

-¡Oigan chicos, voy a la ciudad, ¿Necesitan alg…? ¡Maldición! ¡Cierren la puerta con llave!- Grita molesto Gabriel quien al abrir la puerta de la habitación de Arian se encontró con la escena, un hombre y una mujer desnudos teniendo una intensa sesión de sexo.

Salió del lugar y se lamentó el haber sugerido que vivieran todos juntos, aunque su verdadera molestia era que la persona que siempre ha amado estuviera en los brazos de su mejor amigo y no en los suyos, había hecho todo por ella, incluso había matado por ella pero ni eso era suficiente para que lo considerará más que un amigo.

-¡Desde que no tienen nada que hacer se la viven apareándose como animales salvajes! ¡Ya me tienen harto! ¡Deberías estar muy feliz saltando desnuda, pero sobre mi, mi dulce Ari!-. Con esas palabras subió a su auto y condujo hasta la ciudad que los vio nacer.

Después de hacer algunas compras, Gabriel pudo ver al señor Santoro siendo arrojado por la puerta de un bar e inmediatamente se dibujó una sonrisa siniestra en su rostro. Caminó en dirección al hombre ebrio y sin más se burló de él.

-¡Pero si es el gran señor Santoro, ladrón y asesino! ¿Qué tal tus días en la miseria, animal?-. El hombre lo voltea a ver enfurecido por las duras palabras que decía.

-¡Maldito!-. El ebrio atacó a Gabriel sin conectar ni un golpe debido a su estado.

-¿Qué es lo que intentas estúpido perdedor? ¿Golpearme? ¡Jajaja, no me hagas reír!-. Gabriel termina esta frase y patea al hombre que cayó al piso en su intento de golpearlo. Sigue pateando hasta que Santoro sangra y le cuesta moverse.

-¡No debiste meterte con alguien como yo, por eso quedaste en quiebra y ya nadie te respeta! ¡Que te quede claro basura! ¡Quien hace llorar o que lastima a mi chica se las tiene que ver conmigo!-.

Gabriel se acomoda la ropa, sacude sus manos y va de regreso a su auto con un aire de superioridad y orgullo al haber revelado su participación en la caída del imperio Santoro.

Meses después Arian y Leo anunciaron que antes de finalizar el año tenían la intensión de casarse y formar una familia, con el dinero que tenían planeaban abrir un restaurante y así poder llevar una buena vida, pero después de ese anuncio, por alguna extraña razón, Alex y Fabio no parecieron muy alegres con la noticia. A diferencia de Gabriel, ellos no estaban enamorados de Arian pero si la veían como una hermana, siempre apoyaron su relación pero esta vez la duda recorría su interior.

-¿Ya lo pensaron bien? ¿Están seguros?-. Pregunta Alex en un tono serio.

-¡Hermano, la conozco desde los doce y hemos estado juntos por años! ¿Cómo podría dudar sobre esto?-. Responde un divertido Leo.

-¡Si, si, que bien! ¡Felicidades! ¡Que vivan los novios!-. Gabriel deja su vaso de refresco sobre la mesa, se levanta y se despide.

-¡Tengo cosas que hacer, me voy!-. Inmediatamente salió de la casa y no lo volvieron a ver hasta un par de días después.

Todos iban en una camioneta rumbo a la playa en la que se celebraría la boda de Arian y Leo.

-¡Ari ¿No olvidaste nada? ¿Estás segura?-. Pregunta Fabio completamente seguro de que como siempre, algo había olvidado.

-¡No Fabio! ¡Traje todo! ¡El vestido, los zapatos, el ram…!-. Arian se detiene y voltea a ver a Fabio con vergüenza. -¡Lo sabía!-. Respondió su amigo y todos empiezaron a reír. Sin embargo su diversión terminó cuando fueron interceptados por tres autos y los obligaron a frenar.

De los autos bajaron hombres armados y listos para atacarlos. Los cinco estaban acostumbrados a portar armas por cualquier contratiempo, por lo que no perdieron ni un segundo para sacar sus armas para defenderse.

Los primeros en bajar son Gabriel y Alex para hacer frente a sus atacantes. Se enfrascaron en una pelea mientras Fabio y Leo bajan para apoyarlos mientras Arian busca entre los autos a su líder.

El momento se convirtió en un pandemónium, golpes, gritos y sangre por doquier, todos estaban ocupados mientras Arian se encontró con el señor Santoro, quien veía todo desde su auto. El hombre la miro de arriba abajo y en su rostro se dibujó una sonrisa perversa para después bajar del auto y enfrentarla.

-¿Pensaste que no sabría que todo lo que sucedió fue por tu culpa lindura? ¡Aunque debo admitir que eres más valiente que tus estúpidos padres como para enfrentarme de esa manera!-. El hombre se acerca a ella haciendo que Arian sacará su arma para amenazarlo.

-¡No te acerques! ¡Eres un maldito asesino! ¡Merecías todo eso! ¡Ahora sabes lo que mis padres sufrieron por tu culpa!-. Recrimina Arian con ira y resentimiento.

Con un rápido movimiento Santoro golpea a Arian y le quita el arma.

-¡Eres una mocosa, desgraciada, insolente! ¡Destruiste mi vida!-. Santoro la toma por los hombros y la azota contra el pavimento para ponerse sobre ella y golpearla.

Arian no era una mujer débil, por lo que al hombre le costó trabajo y varios golpes que lo dejaron bastante lastimado.

Leo se percató de la situación y corrió hacia ellos para apartar al hombre que golpeaba a su futura esposa.

-¡Suéltala imbécil! ¿Acaso no te enseñaron que no debes golpear a una mujer?-. Gritó Leo mientras golpeaba a Santoro.

Arian intentaba recuperarse al ver que el arma que soltó estaba a su alcance, sin embargo, uno de los hombres de Santoro llegó para evitar su acción. Gabriel al ver que la habían golpeado de nuevo, le quitó el arma a un cadáver y le disparó al sujeto hasta vaciar el cartucho y corrió al lado de Arian para ver si se encontraba bien.

-¡Ari, princesa! ¿Estás bien?-. La ayudo a incorporarse y la sostuvo en sus brazos mientras ella veía la batalla entre Leo y Santoro.

-¡Estoy bien Gab!-. Él tuvo que soltarla, pues fueron atacados por dos hombres, no podía permitir que la siguieran lastimando.

La pelea continuó hasta que todos los hombres fueron derribados y los únicos que mantenían la pelea eran Leo y Santoro. Todos estaban heridos, Fabio tenía una herida de bala en una pierna, Alex había sido apuñalado en los brazos y espalda en diferentes ocasiones, Gabriel tenía cortadas en el rostro y la nariz rota y Arian, apenas y se mantenía en pie. Fueron testigos de como Santoro sacó un cuchillo y lo clavó en el abdomen de Leo, quien cayó de rodillas para posteriormente quedar tendido en el pavimento. Los chicos palidecieron ante la escena, Gabriel corrió para golpearlo, pero al darse cuenta, Santoro se agachó para recuperar una de las armas que estaban en el piso con la intención de disparar en su contra. Arian, al ver lo que hizo el hombre, corrió como pudo y tomo otra del piso para adelantarse y dispararle al hombre.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***