Capítulo 6

-¡Renuncio! ¡Regrésame a prisión!-. Gritó Arian al escuchar que Kristal llego a casa.

-¿De que hablas?-. Confundida Kristal entró a la cocina para preparar la cena.

-¡No quiero hacerlo, prefiero estar encerrada que trabajar con ese su… equipo!-. Arian siguió a su hermana hasta la cocina.

-¡No te puedes retractar ranita, no importa cuánto odies la idea, ya no puedo hacer nada! ¡Hoy recibí los papeles de tu liberación!-. Dijo Kristal de manera tranquila.

-¡Por favor! ¿Qué crimen debo cometer para regresar? ¡Dime!-. A Kristal le divirtió la forma mimada en la que su hermana estaba actuando, incluso sin darse cuenta, esta ya le estaba ayudando a preparar la cena.

-¡En este momento ni un crimen te podría poner de regreso en tu celda! Demian pidió que se te condonaran incluso las multas de transito. ¡Pásame esa zanahoria!-. Arian deja salir un suspiro desesperado mientras le pasa el ingrediente a su hermana. -¿En qué rayos me metí?-.

-¿Estás asustada? ¿Alguien te hizo sentir mal hoy? ¿Qué sucedió para que te pongas así?-. Arian se sentó en uno de los bancos del desayunador y recargó su cabeza sobre la mesa. -¡Solo no quiero hacerlo!-.

Para Kristal era claro que su hermanita no quería lastimar a quien alguna vez fue su amigo, sin embargo sus ideas del por qué no quería seguir estaban lejos de ser verdad.

Durante el resto de la semana tuvieron reuniones para tratar de adivinar cuál sería el siguiente golpe de Gabriel, todos daban sus opiniones con excepción de Arian.

-¡No tenemos tiempo! ¡No sabemos cuándo van a actuar! ¡Quizá ellos ya tienen listo el próximo ataque y nosotros estamos perdiendo el tiempo! ¿Acaso no dijo que ella nos iba a ayudar? ¡Solo está aquí como decoración y para burlarse de nosotros!-. El jefe Cattan volvió a arremeter contra Arian, pero ella estaba distraída y no se percató del alboroto ni que todos la estaban mirando.

-¡Señorita Coll!-. Demian trató de llamar su atención pero sin éxito.

No es hasta que el general Andrei Luo le dio un suave golpe en la pierna por debajo de la mesa que ella reaccionó.

-¡Lo siento! ¿Qué decían?-. Todos, molestos empezaron a murmurar.

-¿Tiene alguna idea, señorita Coll?-. Pregunta de nuevo Demian.

-¡Estaba pensando en los últimos crímenes! ¡Si no me equivoco, lo más seguro es que sepan que están siendo vigilados por ustedes, así que no creo que den un golpe de gran magnitud! Aunque…!-. Guarda silencio por un momento, lo que pone ansioso a Cattan.

-¿Por qué se detiene?-. Soltó un grito desesperado.

-¿Qué le pasa? ¡No me grite!-. Arian furiosa se pone de pie y le grita también al hombre. La reacción de la chica dejó a todos helados, el aura que emana de esa mujer es realmente aterradora. Sin más remedio Cattan tuvo que tomar asiento sin objeción alguna.

El capitán Demian trata de apaciguar el ambiente y le pide a Arian continuar.

-Lo más seguro es que intenten desviar la atención provocando algún conflicto, es seguro que utilizará a alguien con un gran reflector mediático!-. Terminó de hablar, junta sus cosas y se levantó para retirarse.

-¡Espere! ¿A qué se refiere con eso?- Preguntó Aliccia , la hacker. Arian sólo volteó a verla y salió del lugar.

Demian y Andrei Luo se miraron a los ojos, al parecer ellos si captaron lo que ella quiso decir. -¡Cortina de humo!-. Dice el mayor. -¡Buscan entretenernos para hacer algo más grande!-. Todos en la sala quedaron en silencio.

Arian salió lo más rápido que pudo, tenía planeado ir a otra parte sin que nadie se enterara. Llegó a la estación de trenes y compró un boleto, se dirigió al baño para cambiarse de ropa y quitarse el rastreador del tobillo. Cuando al fin lo consiguió salió a esperar pacientemente para abordar el tren.

Una hora más tarde ya se encontraba en la ciudad que la vio crecer y se dirigió a su antigua casa que ya era habitada por otras personas. No pudo evitar sentirse melancólica al recordar a su familia y amigos, por lo que ya había algunas lágrimas cayendo por su rostro.

Siguió su camino hasta llegar al cementerio en el que descansaban sus padres. Encontró la tumba, se puso de rodillas y empezó a hablar con ellos.

-¡Hola mamá, hola papá! Ha pasado un tiempo, siento no haber podido venir a visitarlos. ¿Saben? ¡Lamento no ser la niña buena que prometí, mi castigo es que ahora tengo que vivir con Kristal y no me hace muy feliz! De hecho mi vida no ha sido muy feliz sin ustedes, me hacen falta-. Las lágrimas que Arian intentaba retener no pudieron contenerse más y empezaron a salir sin control al ver la tumba a lado de la de sus padres. Junto a ellos descansaba Leo, su gran amor.

-¡Lo siento! ¡No pude protegerlos!-. Su llanto continuó por unos minutos. Cuando al fin se sintió más tranquila, se puso de pie, se despidió y caminó hacia la salida del cementerio.

-¡Sube al auto!-. Escuchó una voz familiar, era el mayor Andrei Luo. Arian estaba muy sorprendida, se había deshecho del rastreador. ¿Cómo pudo encontrarla? Al no ver ninguna reacción en ella el general abrió la puerta del auto y dio un par de pasos para tomar su mano.

-¡No gracias!-. Respondió Arian fríamente. Se dio la vuelta y empezó a caminar aún pensando en como la habría encontrado.

El mayor sin perder el tiempo la alcanzó y la cargó sobre su hombro.

-¡Oye! ¡Suéltame! ¿Qué haces? ¡No quiero ir contigo!-. Arian pataleo y gritó, pero no fue suficiente, al final el Andrei la puso con cuidado en el asiento, abrochó su cinturón de seguridad y cerró la puerta.

Ambos iban en el auto en completo silencio hasta que se escuchó un sonido extraño.

Andrei frunció el ceño y Arian se sonrojó de vergüenza.

-¿Cuándo fue la última vez que comiste?- Arian no respondió y solo se mordió el labio inferior, realmente estaba muy avergonzada, se preguntaba el por qué su cuerpo delataba su apetito. Al no obtener una respuesta Andrei resopló y decidió hacer una parada para comer algo, se bajó del auto y minutos más tarde regresó con dos bolsas de papel.

-¡Toma! ¡Come algo antes de que tus intestinos se devoren entre si!-. Dijo burlonamente mientras le daba una bolsa con comida. Arian se la quitó molesta por su comentario. -¡Idiota!-. Fue lo único que respondió. Comieron tranquilos en el auto y ya satisfechos Andrei aprovechó el tiempo para hacerle un breve interrogatorio.

-¿Así que planeabas huir?-. Pregunta sin despegar la mirada de Arian.

-¡Eso es algo que no te incumbe!-. Dice ella sin mirarlo.

-¡Por supuesto que me incumbe! ¡Somos parte del mismo equipo! ¡No nos puedes abandonar cuando se te de la gana! ¡ Resopla Andrei aún sin dejar de verla.

-¿En serio? ¿Me estas retando? ¡Puedo escapar o renunciar si quiero!-. Se burló Arian.

-¿Acaso es costumbre tuya escapar de lo que sea? -. Al fin logró que Arian lo mirara a los ojos pero ella prefirió no discutir con él, no tenía ánimo de pelear.

Kristal había sido notificada del intento de fuga de su hermana y estaba muy molesta por eso, le había costado mucho trabajo conseguir que le retiraran los cargos y Arian se empeñaba en destruir tantos años de esfuerzo.

-¡Arian Coll, estás loca! ¿Cómo se te ocurre hacer eso? ¡Eres como una niña!-. Gritó Kristal en cuanto vio llegar a Andrei con su hermana.

-¡ Muchas gracias mayor, prometo que esto no volverá a suceder!- Se lo dijo muy apenada, mientras Arian fue directo a su habitación.

-¡Tan solo hable con ella señorita Coll, no sea tan dura!-. Kristal asiente y pregunta: -¿En dónde la encontró?-.

-¡En el cementerio, fue a visitar a sus padres!-. Con esas palabras el mayor se despidió y se retiró dejando a la mujer parada con una mirada de culpa.

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Comments

Nina CT

Nina CT

Noooo!!! Entonces si se murió?

2023-02-03

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