Capítulo 7

Ahí estaba él, imponente parado frente al ventanal de su mansión con una copa de licor y muy pensativo.

-¡Señor Luna! La cita en la penitenciaria está lista para dentro de dos horas!-. Dijo su asistente.

-¡Bien, prepara el auto!-. Fue su única orden, dejó su copa, tomó su saco y salió de inmediato.

Llegó a la prisión y entró solo para hacer contacto con su informante.

-¡Habla rápido, no tengo mucho tiempo!-. Dijo sin siquiera mirar al frente.

-¡Desde su castigo no la he visto, dicen que la transfirieron a otra cárcel! ¿Y sabes que? ¡Me alegra que se haya largado!-. Informó Vania a su jefe.

Sus palabras llamaron la atención de Gabriel, pues inmediatamente fijó la mirada en su rostro y lo vio con asco. -¿Qué demonios?-. Antes de poder hablar Vania lo interrumpió.

-¡Esa mujer está loca! ¡Por su culpa estoy así! ¡No sé por qué la proteges tanto!-. Gabriel empezó a reírse de la mujer al otro lado del cristal.

-¡Tu rostro es un asco! ¡Te dije que no la provocaras, seguramente por eso terminaste así, estúpida! ¡Parece que aún no pierde esa crueldad, debe seguir enfadada!-. Dijo esto último para si mismo. -¡Bien, ahora ya no me eres de utilidad, espero que hayas hecho más amigas que enemigas ahí dentro! ¡Hasta nunca zorra!-. Se levantó de la silla y salió del lugar mientras Vania había perdido el control, Gabriel le había prometido tantas cosas y como tonta le creyó, ahora sabía que al no ser útil para él lo siguiente sería perder la vida.

Gabriel salió y ordenó que localizaran a Arian, ya estaba ansioso por tenerla frente a él, ya se había convertido en todo lo que siempre quiso para estar con ella, solo faltaban un par de golpes importantes para sacarla de la prisión. -¡Espero que estés lista mi princesa, Tu castillo te espera!-.

En el centro de investigación criminal…

-¡El secretario Morzova detectó anomalías en su sistema de seguridad y de inmediato se puso en contacto con nosotros! Recibió un regalo valuado en más de cien millones y seguro van tras el! Explicó Demian a todo el equipo mientras mostraba las evidencias en la pantalla.

Arian tuvo una ligera expresión de duda en su rostro al ver una de las imágenes, quedó inmersa en sus pensamientos hasta que se decidió a hablar.

-¡Podemos hacer la detención en ese momento, pondremos un equipo de vigilancia y los tenemos!- Demian hablaba pero fue detenido por Arian.

-¡No!-. Todos voltearon a verla sorprendidos. -¡Lo mejor será dejarlos hacer ese trabajo! ¡Nosotros iremos un paso adelante!-.

-¿Podrías explicarlo mejor?-. Un incrédulo Cattan le pidió.

-¡Estoy segura de que el siguiente robo será aún más grande, el precio de ese objeto en casa del secretario Morzova nos da una pista! Si lo hacemos antes que él y se publica en los medios, su orgullo resultará herido y bajara la guardia inmediatamente. ¿No sería mejor facilitar las cosas para nosotros?-.

Todos la observaron en completo silencio hasta que Leopoldo intervino.

-¿Cuál es tu plan?-. Preguntó un tanto temeroso.

-¡Si piensan distraernos con cien millones, lo más seguro es que van tras el banco de la reserva internacional, entonces, el plan es robar ese banco antes que él! Si dejamos que se entretenga en casa de Morzova, ganaremos tiempo para hacer el robo y atraparlo en cuanto pierda los estribos-.

Todos quedaron quietos y se miraron el uno al otro.

-¡Pero… Eso es ilegal! ¿O no?-. Respondió una confundida Aliccia.

-¿Cómo estás tan segura de que ese es el próximo objetivo?-. Habló Andrei Luo.

Con una sonrisa arrogante Arian respondió. -¡Porqué alguna vez hicimos algo parecido! ¡Fue en uno de los asaltos al señor Santoro, incendiamos una de sus fábricas de perfumes falsos, después robamos uno de sus restaurantes y al final dimos el mayor golpe a uno de sus bancos mientras el se preocupaba por los otros dos!-.

-¡Bien, colocaremos medidas de seguridad con el secretario y hagamos la estrategia de acuerdo a las instrucciones de Arian!-. Demian dio por terminada la reunión y todos salieron a excepción de una persona.

-¿Algo más señorita Coll?-. Preguntó el capitán.

-¿Podría tener una copia del vídeo que nos mostró?-. Demian la miró intrigado y no se quedó con la curiosidad acerca de su petición.

-¿Tienes dudas sobre lo que acabas de decirle al equipo? ¡Hey, Arian!-. El capitán se sorprendió por verla tan dispersa.

-¡No es duda! ¡Solo no quiero que se me vaya algún detalle importante!-. La respuesta de la chica fue bastante convincente para él, así que accedió a enviarle una copia con su hermana.

Los días siguientes Arian estuvo muy pensativa y distraída.

-¡Oh, lo siento! ¡Por favor, perdóname!-. Empezó a disculparse, pues iba caminando sin prestar atención y chocó con Andrei, quien llevaba un vaso de smoothie en la mano dejando caer su contenido sobre ambos al momento del choque.

-¿Estás bien? ¡Deberías tener más cuidado!-. Respondió Andrei sacando un pañuelo para ayudar a Arian a limpiarse, sin embargo, notó que era imposible quitar ese desastre con un pañuelo.

-¡Tu camisa quedó manchada!-. Arian seguía intentando limpiar las manchas sobre la ropa del hombre y no se percató de que ella estaba aún peor. Divertido por la escena Andrei tomó su mano y la arrastró a los vestidores del gimnasio y cerró la puerta con llave.

-¿Por qué cerraste? ¿Qué quieres?-. La chica entró en pánico y él solo se burlaba por dentro, su reacción fue tan interesante que decidió gastarle una broma.

-¿Qué podríamos hacer tu y yo solos, en el vestidor?-. Dijo con voz seductora y acercándose lentamente a ella mientras desabotonaba su camisa.

-¡Oye, no, espera! ¡Sé defenderme!-. Decía Arian nerviosa mientras daba pasos hacia atrás hasta que su espalda tocó uno de los casilleros.

-¿En serio?-. Andrei se acercó cada vez más hasta que sus narices hicieron contacto. Ella cerró fuertemente los ojos esperando algún movimiento, sin embargo después de unos segundos abrió los ojos y vio el rostro sonriente del hombre ofreciéndole una de sus camisas para que se quitara la ropa sucia.

-¿Esperabas un beso o algo así?-. Preguntó entre risas Andrei. -¡Cerré la puerta para que puedas cambiarte!-. El también se cambió la camisa y reía al escuchar las quejas de la chica.

-¡Eres un tonto! ¡Yo no esperaba nada! ¿Y por qué tienes que desnudarte enfrente de mi? ¡Date la vuelta y no me mires pervertido!-. Estaba tan avergonzada que ni siquiera podía abotonar la camisa limpia.

Salieron del centro de investigación y Andrei se ofreció a llevarla a casa.

-¡No gracias, esperaré el autobús!-. Dijo Arian molesta.

-¡Bien, iré en autobús contigo!-. Caminó tras ella.

-¡No me sigas acosador! ¡Entonces caminaré!-. Tomó rumbo a casa pero Andrei no dejaba de seguirla. -¿Qué quieres?-. Se detuvo y enfrentó a su acompañante.

-¡Solo asegurarme de que vayas directo a casa! ¡No vaya a ser que se te ocurra huir de nuevo!-. Respondió muy serio.

-¡Tu, eres un…! ¡Agh! ¡Bien llévame en tu auto!-. Arian regresó por dónde caminó y el sonrió con un aire de triunfo.

Llegaron a la entrada del edificio de apartamentos y notaron que Kristal y Demian estaban cerca del portón.

-¿Qué hace el capitán aquí?-. Preguntó Andrei y Arian solo encogió los hombros. Bajaron del auto y se acercaron a los otros.

-¿También pensaron que iba a huir?-. Reclamó Arian con un tono indignado.

-¿De que hablas? ¿Huiste de nuevo?-. Confundida Kristal pregunto y su mirada iba de su hermana a la del mayor Luo.

En ese momento Arian se dio cuenta de que Demian llevaba un perro muy bien entrenado.

-¡Que lindo! ¿Muerde?-. Preguntó mientras se acercaba al perro. Andrei no aguantó las ganas de hacerle una travesura haciendo que todos se sorprendieran.

-¡Guau!-. Gritó en el momento en que Arian tocó al perro provocándole un gran susto. Por supuesto, Andrei estaba tan divertido que perdió la compostura y se soltó a reír aún mientras Arian lo insultaba por meterse con ella.

-¿Qué te pasa? ¡Me vas a matar de un susto! ¡Mira! ¡Asustaste al perro!-. Ellos peleaban mientras Kristal y Demian los miraban desconcertados, al sentirse como extraños decidieron dejar al perro con ese par para subir por unos archivos que Demian debía firmar.

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