5.Un lobo demasiado impulsivo (PARTE 3)

Estuve muy ocupado en los días posteriores a eso, así que estaba hasta el tope de estrés, pero el día de la luna llena estaba totalmente frustrado y molesto porque nada de lo que había realizado me resultó bien, tuve un día demasiado complicado y se le sumó el que no comí, de nuevo olvidé comer así que solo tomé un pedazo de pan y bebí un vaso de agua de la cocina antes de volver a entrenar con mi padre y mi hermana.

-Papá dijo que está vez pelearemos tú y yo- me dijo mi hermana mientras calentaba, yo sonreí.

-No te contengas- le contesté.

-Bien transformense sin avisar y cuando gusten inicien la pelea- dijo mi padre alejándose un poco y recargándose en un árbol.

-Tú tampoco te contengas- me dijo mi hermana, yo le sonreí, rápidamente se transformó y me atacó, me quité rápidamente tratando de transformarme, mi hermana después de perseguirme unos instantes logró acorralarme, pero al mismo tiempo logré terminar mi transformación para atacarla, repeliendo mi ataque con facilidad; continuamos peleando por un tiempo y de pronto vi una hermosa luz en el cielo, la luna llena que se veía hermosa, una luna demasiado distractora, cuando regresé la mirada a mi hermana me di cuenta de que tanto ella como yo éramos más fuertes que antes así que la pelea se volvió más emocionante, estaba tan concentrado pero a pesar de eso yo percibí un aroma a sangre, pero al mismo tiempo olía delicioso a carne, ignoré a mi hermana y me dispuse a seguir el aroma.

-¡Victor!- escuché a mi hermana gritándome pero no le hice caso, continúe corriendo y llegué al lugar de donde provenía el aroma, me di cuenta que quién generaba ese aroma era un conejo herido…más bien un conejo muerto, le olfatee el cuerpo y de un mordisco me lo comí, era pequeño así que cabía perfectamente en mi hocico; terminé de comerme el conejo y mi hermana llegó dónde yo me encontraba mirándome aterrada -Victor alejate de esas plantas- yo miré a mi alrededor y no percibí nada fuera de lo normal, mi hermana aulló e inmediatamente después sentí algo recorrer mi cuerpo, no era el conejo haciendo digestión, era algo aún más extraño ¿Cuándo dejaré de tener sensaciones raras y nuevas? Lo único que me provocan es angustia. Mi hermana se acercó a mis patas y miró cuidadosamente el pasto ¿Tú fuiste el que arrancó esto?-

-¿Qué cosa?- le contesté con dificultad, mis músculos se tensaban y me sentía muy enérgico pero al mismo tiempo comenzaba a enojarme y ni siquiera sabía la razón.

-Estas plantas- señaló dónde había sangre y hierba arrancada, miró mi hocico y trató de abrirlo por la fuerza -¡Escupelo! ¡Vomitalo!- me estaba lastimando porque no quería abrir el hocico, solo me sacudía para quitarla de encima -vamos es peligroso tanto para ti como para nosotros- la tomé del cuello y la lancé hacia un árbol.

-¡Que me sueltes! dije gruñendo.

-¿Qué sucede?- escuché a mi papá gritar mientras llegaba corriendo, pero me lancé contra él haciendo que cayera porque lo agarre desprevenido, me logró quitar de encima y al levantarme intenté atacar a ambos; mordía, manoteaba, me sentía frenético, estaba desenfrenado, me sentía poderoso y con ganas de arrancarle la garganta a todo ser vivo que se me atravesara. Me gustó la pelea que tuve con ambos, quería ganarles a toda costa, era lo único que tenía en mi cabeza, esa sensación de poder y sed de sangre que nunca antes había sentido.

En el momento que menos esperé me lograron inmovilizar, no podía moverme y eso me ponía aún más furioso.

-¡Suéltame!- gruñi y solté mordiscos, traté de deslizarme y zafarme pero me fue difícil.

-¿Estás bien?- preguntó mi papá, yo le arañé la cara pero no me soltaba.

-No…por mucho que quiera mentir no lo estoy- dijo mi hermana.

-O tú te has vuelto débil o es más fuerte de lo que pensaba- justo después de haber escuchado esas palabras sentí un duro golpe en la cabeza.

...-🌑-...

-¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?- dije sobando mi cabeza mientras abría los ojos -¿Qué es esto?- grité frustrado al ver una habitación oscura llena de colchonetas y rasgaduras -¡Saquenme de aquí!- comencé a golpear por todas partes pero no encontre una forma de salir; me volví a sentir como en el bosque, una y otra vez intenté escapar, sentí que pasé mucho tiempo tratando de salir pero ni siquiera aumentaba la posibilidad de librarme de ese lugar, no sabía dónde estaba ni qué estaba haciendo ahí, no recordaba con claridad lo que había sucedido antes, pero siento que ya puedo detenerme un poco más a pensar en ciertas cosas -¿Cómo está mi hermana?- grité con todas mis fuerzas, pues lo primero que se me vino a la mente en tratar de nuevo de recordar lo que había sucedido antes fue su contestación a si se encontraba bien “No…por mucho que quiera mentir no lo estoy” -¿Donde estoy? ¿Qué pasó? ¡Por favor contesten! ¿Quiénes son y para qué me quieren?- me empecé a alterar de nuevo, pero esta vez era diferente, me sentía asustado.