6. Así es él (PARTE 3)

-Ya no quiero seguir hablando de esto- dijo mi hermana y escuché que dejó algo en la mesa, yo ya no tenía intenciones de salir, pasó un tiempo y no me di cuenta cuando me quedé dormido, sino hasta que mi hermana abrió el closet donde estaba y me caí.

-¿Qué haces aquí ?- preguntó ella ayudándome a levantarme.

-Vine a dejar unos papeles- bostece y me miró desconcertada.

-¿En el armario?-

-Bueno una cosa llegó a la otra- hice una pausa y después le pregunté -¿Cómo me encontraste?-

-Seguí tu aroma- yo asentí entendiendo -iba a hablar contigo en la cena pero no te encontraba en ninguna parte-

-No te preocupes ya no he escapado del castillo al pueblo-

-Eso es lo que me preocupa, que estés todo el día en encerrado en este castillo-

-No tendría por qué, si me encuentro aquí puedo terminar mis actividades de forma más eficiente-

-Difiero un poco-

-¿No crees que es mejor quedarse y terminar los deberes?-

-Sí, pero si es en lo único en lo que te vas a enfocar en el día podría afectar tu salud o tu rendimiento, también es malo el exceso de trabajo aunque no lo creas, papá es un claro ejemplo- yo no supe qué contestarle hasta que recordé que me buscaba para hablar respecto a algo.

-¿Y qué era lo que querías decirme?- la miré atento, entrelazó su brazo con el mío.

-Nada tan serio, quiero que me pongas al día, tiene mucho que no hemos hablado- se recargó en mi hombro -¡Oye! Has crecido un poco- yo reí y comenzamos a caminar hacia mi habitación, no hablé mucho con ella respecto a cómo me sentía realmente…aunque creo que se dio cuenta de que no le estaba diciendo todo y además no podía contarle mucho respecto a lo que había hecho desde la última vez que hablamos pues ella estaba al tanto.

...-🌑-...

Pasaron un par de días en los que me pareció que fueron demasiado monótonos, no quería pensar en lo que mi papá le había dicho ese día en el despacho a mi hermana pero siempre se me venía a la mente, no era agradable estar tranquilo y de repente que esas palabras resonaran en mi cabeza; justo también en este momento que estoy en mi habitación pensando en cómo resolver el aumento de impuestos sin que les afecte a todos, vuelvo a pensar en lo de mi padre.

-¿Puedo pasar?- dijo mi padre tocando la puerta de mi habitación que se encontraba abierta.

-Adelante- dije sin voltearlo a ver, escuché que cerró la puerta.

-¿Qué sucede? Aún no termino lo que…-

-No vine por cosas del reino- me interrumpió y yo giré mi cabeza hacia él ¿Entonces a qué venía? Tal vez venga a la disculpa que le exigió mi hermana la otra ocasión; suspiró y se recargó en mi escritorio -vengo a pedirte una disculpa, actúe de una forma incorrecta e impulsiva, espero puedas entender- yo asentí.

-Puedo hacerme una idea pero sí me gustaría que me dijera sus razones- me dolía el pecho, quizá porque me había lastimado en más de una ocasión, así era él, a veces impulsivo y extremista, pero últimamente ha estado tomando decisiones de este estilo con respecto a mí.

-Bueno supongo que te la debo- suspiró y con la serenidad más grande del mundo prosiguió -voy a ser sincero y debes tener en cuenta que enloqueciste por completo -se quedó pensando un tiempo y prosiguió -atacaste a tu hermana y la heriste de gravedad, estaba muy preocupado por ella, pero cuando te aparté de nosotros te perdiste y cuando te encontré estabas atacando gente…aunque no tan inocente, temía que se repitiera la misma historia- yo me acomodé y le puse más atención -cuando tu madre era joven y se casó conmigo la transformaron en mujer lobo…ya sabes, lo que siempre de hace; y ese día perdió el control, acabó con una aldea entera- yo me puse de forma involuntaria la mano en la boca, estaba realmente asombrado -sé que no estabas enterado y que decírtelo así tampoco está tan bien-

-Jum- se me salió el quejido y después me tapé la boca, pues todo lo que me había mencionado antes lo hizo sin una pizca de tacto, tomó una pausa y carraspeó un poco.

-Pero debías saber el contexto completo y te pido que no cambies la perspectiva que tenías de tu madre-

-No, eso no pasará- dije con total seguridad, mi mamá era mi mamá y no puedo juzgarla por algo que no pudo controlar, tampoco sé el trasfondo de ese día y no es tampoco que pudiera preguntarle-

-Y creí que podría llegar a pasar lo mismo, era difícil contenerte, también temí que te fueran a hacer daño si es que alguien se topará contigo y ya sabes que algunas balas sí nos dañan de gravedad- en ese momento mi padre me puso su mano en el hombro y me abrazó, fue tan inesperado que no pude corresponder el abrazo, después me soltó pero me volvió a poner la mano en el hombro -por eso hice la primer alternativa que tenía, pero cabe aclarar que yo sufrí tanto al dejarte en ese lugar que ni siquiera me percaté de las escaseces que estabas pasando, realmente te pido que me perdones por haber actuado así- mi padre realmente se veía arrepentido, pero ya tenía un poco de miedo, tanto a él como a mí.