2. Rojo como la sangre (PARTE 2)

-De acuerdo, perdón pero no pude evitarlo, no puedo creer que esa criatura exista, siempre me parecieron tan misteriosas esas historias que cuenta la gente sobre el ave, de hecho llegué a dudar si realmente era un ave o era alguno de nosotros al que habían confundido y pensado que era algo diferente-

-Sabes que no somos las únicas criaturas que habitan en este lugar ¿Cierto?- yo asentí.

-Pero ¿Por qué no me dijeron que este monstruo existia?-

-Aun no ocupabas saberlo- yo me crucé de brazos y no dije nada, después de un momento de silencio mi hermana prosiguió -pero tampoco es que fuera un secreto ¿Acaso no te llegaste a encontrar una libreta con anotaciones de las criaturas existentes?- yo miré hacia arriba recapitulando todos los libros que había leído a lo largo de mi vida, o por lo menos los que recordaba en ese momento -tiene una pasta café un poco desgastada…siempre está en la sección Z de la biblioteca- puso la mano en su cara -¡Oh vamos! ¡Es el primer libro!- dijo casi impaciente.

-No me acuerdo de la portada o dónde lo encontré pero ya no está en la biblioteca, hace años que lo tengo en mis cajones- dije señalando dónde estaba guardado, ella se dejó caer totalmente en el sillón y suspiró con pesar.

-¿Por qué lo tienes tú?-

-Hace unos años se me hizo muy interesante y mágico ¿Dime qué niño no se interesaría en un libro así?-

-Pero si tenías a dos lobos viviendo en tu hogar- inmediatamente se me vinieron a la mente mis padres, al menos creí que se refería a ellos porque cuando era niño ella aún no se había transformado.

-Pero aún así, saber que no solo existían lobos me causaba una intriga increíble-

-Bueno entonces no hace falta explicarte más- se levantó pero yo la detuve antes de que se marchara.

-Pero espera, aún tengo preguntas que no se pueden responder leyendo el libro-

-¿Como cuáles?-

-Por ejemplo, ¿Cuántas veces te has encontrado con esa criatura? ¿Existen más? ¿Qué otras cosas has encontrado? ¿Es cierto todo lo que dice el texto respecto a ellos? ¿Alguna vez te han confundido las personas con algún otro tipo de criatura?- ella miró al techo tratando de no olvidar ninguna de las preguntas que le había hecho-

-Nos hemos topado en más de una ocasión con esa criatura o no sé si sea la misma porque he escuchado que ya han matado a tres, y también he encontrado una enorme criatura que parece un mono gigante; por algo existe ese libro, no solo son invenciones y lo único que le falta es una imagen de ellos…y sí, cuando me ven en la noche las personas huyen pero no estoy tan segura de si me llegan a confundir con otra cosa, no es que en algún momento les haya preguntado- miró en todas direcciones repasando mis preguntas y sus respuestas por si se le había pasado decirme algo.

-Eso…- cuando terminó de hablar me llegó una interrogante a la cabeza y quería no pensar mucho al respecto y por eso mismo pensaba hacer la pregunta cuánto antes -¿Una de esas cosas mató a mamá?- mi hermana cambió su expresión de curiosidad a una llena de sorpresa e inquietud.

-¿Qué?- fue lo único que dijo, creo que la agarré desprevenida.

-Sí ¿El asesino de media noche mató a mamá?- respiró hondo y contestó.

-Sí pero no fue precisamente el que matamos…creo que papá no sabe si aún sigue con vida, porque no tenía ningún característico- yo asentí y dejé de hacer preguntas, ya sabía que mi mamá había fallecido en batalla, teniendo una herida tan mortal que ni siquiera con su habilidad lobuna de recuperación podría sobrevivir…pero nunca supe qué la mató, cuando sucedió eso tenía 11 años o al menos en el lapso entre mis 11 y 12 años no recuerdo mucho.

Salí del castillo y monté a caballo en el pueblo, mi yegua Sylpie color negro se veia majestuosa trotando a la luz del día, pues su pelaje brillaba más que el de mi hermana cuando se transformaba. Cabalgué bastante tiempo tratando de no pensar en nada, solo saludaba a quien me topaba, cuando de pronto escuche demasiado revuelo; como yo acostumbro a salir sin guardias la gente me pidió que me resguardara, cosa que ignoré por completo, solo me bajé del caballo y mire atentamente la situación, a lo lejos vi a varias personas corriendo y guardias persiguiendolos, detrás de ellos vi a una chica, no pude ver su cara pero ¡Vay chica! Nunca había visto a alguien con un cabello de un rojo tan intenso como la sangre. Me volví a subir al caballo y alcancé a los guardias pero ya no la ví a ella.

-Majestad- dijo uno de los guardias.

-¿Qué sucedió?- les pregunté mientras bajaba del caballo.

-Debería volver al castillo, hay un grupo de agitadores y no sabemos de que son capaces- me volvió a decir el mismo guardia, al parecer era el que tenía el mayor rango de los que estaban ahí, yo los miré extrañado.

-¿Qué?-

-Escoltenlo hacia el castillo, nosotros continuaremos con la busqueda- les dijo a dos guardias que me saludaron respetuosamente, yo me tuve que marchar con ellos, parecía que el guardia que me pidió que me marchara no me quería decir más de la cuenta ¿Será porque soy príncipe? ¿O acaso no quería que mi padre se enterara de los disturbios? Muy curioso todo esto ¿Por qué siempre suceden cosas que desvían mi atención de las cosas importantes que me corresponde hacer? Aunque siento que más bien trato de buscar esas distracciones sin notarlo.

Cuando llegué al castillo volví a mi habitación a terminar mis deberes, pero no podía dejar de preguntarme ¿Por qué había alborotadores? lo único que va mal en el reino es un poco la economía y el comercio…o al menos que yo sepa. Pasaron un par de días y mi papá después de la cena me pidió que nos quedáramos solos en su despacho.

-¿Qué sucede padre?-

-Un guardia me informó de los disturbios, también me dijo que estabas en el lugar donde sucedió todo ¿Crees que hayas visto algo que ellos no?- inmediatamente se me vino a la cabeza la chica de cabello rojo.