Los dos primos arruinados en cama, Normandía que no vino hasta el final de la tarde, Sigmundo que anda peleado entre Cornelia y la secretaria robótica que es el motivo de los celos.
Ese es el panorama de la mañana siguiente en la empresa constructora más rica del planeta.
Bien, así lo dicen ellos, los directivos que siguen en ascuas.
Y hay alguien más ahora que sigue en ascuas:
Desde un edificio del frente mismo al grande de la Global Enterprise Inc., desde un ventanal muy parecido al de la bella oficina de Kesman Kehr, un hombre desde muy temprano, a eso de las 6:30 am.
Observa sin detenerse, por unos superbinóculos, hacia esa dirección y otras oficinas de ese frente que se pueden apreciar perfectamente...
Inclusive el elevador panorámico que es quizá el más importante, por estar a ese lado en que las oficinas gerenciales y del directorio, están en un mismo piso.
A esa hora como el sol del amanecer cae en sentido diagonal este-oeste, de vértice a vértice del predio rectangular con esquinas cortadas, no hay brillo, y al encenderse las pantallas de iluminación interna, diaria, se ven claramente las salas iluminadas.
Así es que, puede ver desde que ingresaron los limpiadores casi toda la madrugada y al amanecer. ¡Algunas salas estaban con las cortinas cerradas y al abrirla...oh espectáculo de belleza interna, diseño de interiores ultra moderno, esa sala de Kesman, por favor! Cualquier ejecutivo pagaría miles de dólares para tenerla.
Pero, hace días que está vacía, casi nadie entra, solo esos mañaneros serviciales. Sigue a un joven que pasa limpiando desde allí a la sala del Directorio y luego de para por la sala de Bobby, baja dos pisos en el elevador panorámico que va limpiando también y entra, apareciendo luego en la sala de Normandía.
El hombre toma una taza de café, come algo y sigue el espectáculo luminoso del amanecer neoyorkino, con decenas de predios importantes, a sus lados y al fondo la bahía del río Hudson con la estatua de la Libertad.
— Entonces... qué opinas Gorith – interroga otro hombre que es quien le pasó la charola con esos pasteles salados para el desayuno.
— Está todo muy bien.
— Mira hacia arriba... la torre de interfaz y sistemas de internáuticos y satelitales... está en la misma dirección... de...
— Espera, no sigas... estoy viendo el piso más de casi el tope, donde está la enfermería... es ahí donde comienza todo hoy...
— ¿No te parece que es muy temprano hoy? Sería mejor esperar que...
— Nada... debemos comenzar hoy. Los días corren y... me tienen en ascuas realmente... porque se está tardando tanto, eso.
— Debes intentar hoy eso...
— Pero, creí que era mejor que...
— Nada, te dije... estás dando mucha vuelta Nash.
Sí...es Nash.
Al otro lado de la ciudad.
Unas piernas muy bellas, se descubren de entre las sábanas de seda plomiza perfilada, se sienta, aguarda unos segundos y se levanta caminando descalza...es Normandía.
Va al baño y se mira los ojos azules tras que ingresa y se ve en el espejo... esos sus cabellos quedaron transpirados y se bañó al llegar... esos ojos, decíamos, establecen una belleza especial en conjunto con su cabello castaño medio, casi entre oscuro y con tonos rojizos. Alguna ascendiente tuvo cabellos rojos.
Se lava el rostro, con delicadeza, hace un mutis de dolor abajo, entre las piernas. Cierra los ojos bellos y va al día de ayer, en que besa con pasión a ese hombre que la ha apasionado. Sus toques de manos fuertes en sus glúteos, al levantarla tomándola de las piernas y sentarla en él...
El momento del... oh... Mejor es seguir lavándose el rostro y lo hace casi con rabia.
Debe ir a su trabajo... —¿Cómo estarán Bobby y Kesman? – Se pregunta, inquieta de pronto, ni ella llamó ni le llamaron... qué raro... Nunca Cornelia deja de llamar a las 6:30. Si ella no responde, a los diez minutos lo hace y ella pone alta voz y la secretaria general de la empresa, le dice: "Vamos mami... levante ya".
Media hora después llegan a recogerla... Dejó su carro ayer allí y el chofer principal se encarga así de retornar todo a lo normal cuando de automóviles se trata.
En la enfermería, ya sucedió algo que anima a la enfermera que estuvo esos dos días atenta a la recuperación de Kesman y Bobby.
Llama por el interno a Sigmund que ha dormido en su oficina y sube rápidamente.
Bobby ha vuelto en sí.
— Dónde estoy– atolondrado, Bobby se sienta en la cama.
— Mister Bobby no recuerda nada– sorprendida con sus ojos bien abiertos–avisa la enfermera a quienes están por ahí.
— Es normal–retruca un empleado de confianza, ante los rostros curiosos de otros funcionarios y de Sigmund.
— Ya, desalojen –Muy molesto, Sigmund, llama severamente la atención.– Vayan a sus puestos, nada tienen que hacer ustedes... Además, eso no es para preocuparse, todavía estarán bajo control médico.
Sin embargo, de lo que pueda retrucar Sigmund, ya la mecha está prendida.
—El personal curioso, que llegó más temprano, fue allí sin que les llamen a curiosear la enfermería, y eso ya es de suponer que estará pronto todo bien –. Comenta una funcionaria.
— ¿Cómo crees que estará todo bien? Si mister Bobby no recuerda, entonces es lo mismo que tiene Mister Kesman, algún daño en su memoria, y si es lo mismo, eso ya no es de poco preocuparse... sería la catástrofe económica de esta empresa.
— Cállense, la robótica puede captarlas y se verán en problemas – les aconseja Tatum, una guapa trigueña del área administrativa.
— Sucede que tú, no quieres admitir que Bobby, se ha vuelto loco y también haya perdido la memoria por una de esas rubias que mandó en una especie de casting para que elija, mister Kesman... Y él más, con toda seguridad.
— ¡Arpías!... – Molestada por esa apreciación Tatúm pone fin al sarcasmo:
—A ustedes no se les puede dar tela para cortar que la hacen trizas.
— Hi, hi, hi...–burlescas se acomodan en sus apartados escritorios.
— Vayan a trabajar zorras — Concluye Tatum ingresando a su sala.
— Cree que no sabemos que anda de patas por Bobby.
— Y tu celosa.
— Tú también.
《Señoritas de administración de cuentas... A sus trabajos...》Se escucha la voz encima de ellas. Y una se inclina atrás de su silla y cuchichea: ¡Perra robótica... cállate!
《Qué dice Margot?... Qué dice Margot?》
A pocos metros de allí, pasan tres jóvenes del área de Mercadotecnia y Marketing.
— ¿Las escuchaste a esas tres? –inquisidor, es Warren.
— Tú con cuál quieres...– casi a risas – interroga Edhil.
— Ninguna... la mejor es esa Tatum, pero es de mister Bobby– asegura haciendo cara Warren.
— ¿Acaso los has visto? – curioso Edhil.
— No en plena cosa... Pero sí a él entrando en su sala – frunciendo el rostro responde Warren.
— Ah... Con razón le puso sala independiente, por eso estas tres le dijeron eso – considera Charly.
Se detienen en el pasillo.
— ¿Saben quién quisiera yo? – les pregunta Charly, muy pícaramente – Pues a una de esas rubias en grupo... que vinieron, se llamaba Faye, es muy linda, y ya vino de nuevo aquí hacen unos días y entró a la sala de Bobby... es un tremendo ese Mister Bobby.
— Supuestamente, buscan a una rubia que volvió tan loco a Mister Kesman que le hizo perder la memoria... Y aquí está, que ninguna de ellas era la buscada, y he ahí que Bobby se las toma para él...– asevera Warren.
— Wou...– ¡Exclama yo quiero que me pase mister Bobby una de sus rubias! ¡Prometo que no perderé la memoria, para contarlo! – Dice Edhil riendo alegremente.
¡¡《Atentos, Boys, Charly, Warren y Edhil... ustedes están saliendo mucho de sus puestos de trabajo y hay harto material de diseño y marketing, pendientes por sus flojeras y falta de seriedad! 》!!
—¡Oh my...!
Los jóvenes corren a sus puestos.
La Secretaria Robótica, aún falta que diga algo:
¡¡《Miss Normandía está llegando y tendrá una reunión muy especial con todo el personal!!
Desde el otro lado de la avenida que da al frontis del edificio de la Global Inc.
— ¡Ya...está llegando ella!
...***...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 73 Episodes
Comments