La cita

A un cuarto para las seis, los Lazo llegaron al hospital. El guardia les pide identificación.

- Soy el señor Roberto Lazo y quién me acompaña es mi esposa Débora. Venimos por órdenes del doctor Alvarado, es quien atiende nuestra nuera.

- ¿Me indica el nombre de la paciente, por favor?

- Dalila Darcourt.

- Pueden pasar.

- Gracias joven. - La señora Débora fue quien agradece.

Ellos entran y esperan su turno, mucha gente está entrando con bolsas de medicamentos, los guardias internos buscan en esas bolsas que no haya comida y otros elementos prohibidos.

Son cinco minutos para las seis. El doctor está firmando su hora de salida.

- Claudia, ¿está todo listo? En cinco minutos tengo la cita.

- Sí doctor, está la historia, junto con el último informe que le acabo de hacer, los análisis, las placas y la receta.

- Mientras me cambio lleva a la paciente a UCI. Debo apurarme, ellos no van a tolerar un minuto de tardanza.

Claudia jala la cama y con la ayuda de un técnico, llevan a Dalila a UCI. Una vez listo y bien arreglado, el doctor recoge la carpeta y sale al encuentro con los Lazo. En la recepción entrega el parte y le avisan que los Lazo lo están esperando. Él se acerca a ellos.

- Buenas tardes ¿Familia Lazo?

- Sí, usted debe ser el doctor Alvarado.

- Exacto, por aquí para poder conversar.

El doctor lleva a los señores a una salita de reunión. Los invita pasar y cierra la puerta.

- Tomen asiento.

- Gracias, doctor.

- De nada señora.

- Doctor – El señor Roberto se dirige al doctor con voz seca - díganos en qué estado se encuentra mi nuera.

- Para empezar, ella entró en coma hace dos horas. Presenta un cuadro severo de trauma.

- ¿Tan grave está? - La señora Débora se está inquietando - ¿Cuánto tiempo va a estar en coma? ¿Se va a reponer?

- Señora, la paciente está poli fracturada. Muy aparte de ello, ella presenta signos de maltrato físico, hay heridas antiguas y previas al accidente.

- ¿Cómo así? —Roberto está atento a cada palabra—explíqueme.

- Por la coloración, se puede decir que antes de ser atropellada ella estuvo bajo maltrato físico. Es decir, alguien la hirió, ella escapó de manera ingeniosa y entonces fue el accidente.

- ¿Escapar de manera ingeniosa? - volvió a preguntar Roberto.

- No soy médico legista, pero cuando una mujer logra escapar del agarre de un hombre, la tela de la ropa se rasga y porque no hay hematomas en lugares claves para hacer ese descarte. Para una información más detallada un médico legista o forense se lo podría dar.

- Doctor, en cuanto a las fracturas ¿Está toda enyesada? – la señora Débora se muerde las uñas.

- No hace falta, son múltiples fisuras, que son indicadores de fracturas nada graves, los paramédicos fueron muy profesionales cuando la trajeron. Pero los huesos están alineados y por estar en coma no hace falta realizar dicho procedimiento.

El doctor da un suspiro y continúa.

-Ahora me toca decir lo más difícil. A su nuera le tuvimos que practicar un legrado. Este procedimiento médico se emplea solo en los casos en que la mujer sufre un aborto espontáneo.

- ¿Murió mi nieto? —Roberto oculta su enojo cerrando fuertemente los puños— ¿No salvaron a mi nieto?

- Señores, no tenía otra opción. Para evitar que la paciente muera de septicemia, la única salida era practicar un legrado. Señores, lamento que está noticia no sea del todo agradable, pero el impacto del accidente fue fuerte. Les voy a mostrar la placa y les comento que el hueso pélvico está intacto de milagro. Por lo tanto, en el futuro podrá quedar embarazada.

El doctor les explica con detalles mostrando las placas a través de la pantalla. Los señores Lazo están muy tristes por la pérdida del nieto. Ellos ya tenían planes, pero todo se hizo humo, la tristeza es profunda y la señora Débora está llorando, ella era la más ilusionada.

- Señores lo que ven aquí, es una imagen de escaneo del cerebro. Estas anormalidades de aquí son indicadores de que ella perdió la memoria. Lo que les pido es que me traigan una hoja con preguntas y respuestas concisas para evaluar hasta qué punto ha perdido la memoria.

- ¿Qué tipo de preguntas necesita? - Débora está ansiosa por ayudar.

- Necesito preguntas puntuales como estas: ¿Cómo te llamas? ¿Cómo se llaman tus padres? ¿Cuántos años tienes? ¿Cuál es tu fecha de nacimiento? ¿Estás casada? ¿Cuántos hijos tienes? Necesito preguntas de este tipo.

- ¿Cómo cuántas preguntas van a necesitar?

- A más preguntas más completo se vería el cuadro.

- ¿Para cuándo podríamos traer las preguntas?

- Por el momento no, ella entró en coma está tarde. ¿Cuánto tiempo estará así? No lo sabemos, todo va a depender del organismo cómo evoluciona su progreso.

- Mejor avísenos. Y ese día estaremos con todo lo que necesite. - Débora comenta.

- ¿Hay medicamentos que comprar? - Roberto está haciendo cálculos.

- Sí, esta es la receta por ahora, los medicamentos cambiarán según el progreso.

- Está bien, mandaré al guardaespaldas para que esta noche tengan los medicamentos.

- Muy bien, señores, eso es todo por hoy. En cuanto haya novedad los llamaré.

Se despiden, pero los Lazo, están preocupados por la salud de Dalila y destrozados por la terrible perdida del niño. Una vez fuera del hospital, los Lazo dan al guardaespaldas la receta y el dinero para las medicinas mientras ellos se descorazonan.

El señor Roberto le escribe a Eduardo un extenso mensaje regañándolo, en el mensaje le descarga toda la culpa a su hijo. Varios minutos después Eduardo escribe solamente unas pocas palabras:

- Los Cubas me las van a pagar.

¿Cómo se encuentra Eduardo con esta noticia? Pues en su casa ha destrozado la cocina, toda la locería, la cristalería están cubriendo el sueño, todo está hecho añicos; la platería y electrodomésticos también están en el suelo. En la sala todos los objetos están destruidos, el desorden es total, parece que un huracán vino solo a visitar la sala; hasta las sillas están destruidas. Sin mencionar que también las ventanas fueron víctimas de la fiereza de Eduardo. Nada quedó en pie, él está en el baño, tiene heridas en las manos, se tapa la cara con esas manos y llora como un niño que ha recibido muchos golpes, llama a Dalila, pide perdón, evoca su hijo, maldice a los Cubas. Lamenta mucho saber que su bebé no va a nacer. Lamenta todo el daño que le hizo a su esposa.

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