XIX.

La capital mexicana las recibió cubierta por un manto de oscuridad infinito, dentro de las instalaciones del aeropuerto no se podía apreciar pero, después de esperar la pequeña valija e ir en busca de un vehículo para transportarse al bonito departamento se percataron que el cielo ya pintaba para ser noche, pronto tendrían que dormir y era bueno, pues el viaje aún que fue relativamente corto, si fue cansado y estresado. Cinco horas en el avión más la espera en ambos aeropuertos no eran nada fácil.

Llegaron a las instalaciones de un gran y lujosos edificio, definitivamente este había criado muchísimo, antes era sofisticado pero ahora era elegante, se notaba el ingreso de recursos considerablemente.

Cada que Alessia viajaba a la capital mexicana prefería hospedarse en un hotel, ahora las cosas estaban cambiando, quería salir de ese hoyo de tristeza y ¿¡Qué mejor que enfrentando la situación !?.

El departamento permanecía en perfectas condiciones, incluso pudo percibir el aroma cálido de su grandulón entremezcladas con su colonia cítrica. Sus ojos se nublaron inmediatamente, la citación era peor de lo que imaginaba, cada rincón le recordaba a su muchachote, cada uno tenía recuerdos de momentos pasionales o vivencias de ocasión.

—Mami este lugar es hermoso— La niña jaló del brazo de su mamá para atraer la atención, la soltó y comenzó a recorrer el lugar.

—Tú habitación está arriba, solo que tendremos que modificarla pues la cama es una cuna— explicó mientras se adentraba con la pequeña valija.

—¿Mi habitación?, ¿Está es la casa donde vivíamos con papá?— la niña Indagó sin saber que estaba cometiendo un grave error.

—Así es... pero porque dedujiste que este departamento lo habitó tu papá?— interrogó, últimamente le ponía el doble de atención a los comentarios de su pequeña.

Cosette se dió media vuelta simulando ver un cuadro ligeramente polveado, este contenía una foto de Alessia y Dereck donde se les veía de la mano, ambos estaban de perfil sonriendose el uno al otro.

—Pues porque hay fotos de ustedes — La agilidad mental de la niña era impresionante.

—Cosette, ni siquiera habías visto esa foto— afirmó prestándole atención al comportamiento nervioso de la niña.

—Claro que sí, la ví desde que entramos— tomo el portaretratos entre las manos y limpio la carita de su padre... eran muy similares, sin dudas.

Alessia dejo por la paz el tema, alentó a su pequeña Cosette a adentrarse a su habitación, de la cuna quitó el respaldo principal y le indicó a la niña que ahí podría dormir, al siguiente día harían cambio de cama.

—¡Me gusta, es pequeña pero bonita!— afirmó recostandose sobre la cuna, aún cabía perfectamente.

Cosette observó su habitación, una mezcla de colores en tonalidades pastel se entremezclan con un par de osos y bailarinas de ballet.

—Son muy bonitas— se refirió a las bailarinas.

Alessia se sentó en la cuna percatandose que todo estaba perfectamente limpio, habitable.

—Tu padre decoro está habitación con esmero, recuerdo que las bailarinas él mismo las quiso dibujar pero no pudo... era gracioso verlo hacer bocetos... al final tuvo que comprar una planilla para decoraciones — La chica lo recordaba con una sonrisa en el rostro, el sabor amargo llegó hasta sus palilas gustativas provocando un mal sabor de boca.

Cosette bostezó con pereza, sus ojos se notaban cansados y por ende pequeños.

—Ma belle Cosette, es hora de ponerse el pijama y dormir.— la alentó — Traeré tu valija para que te cambies— insistió

La niña solo asintio con la cabeza volviendo a bostezar.

La chica ojigris hizo lo indicado, entro a la habitación de su niña la cual ya estaba profundamente dormida boca abajo. Con esmero le coloco el pijama y trenzó si larga y lacia cabellera, la arropó con las mantas y paso a la habitación que tantos años abandonó.

Las cosas seguían en el orden que las dejo, solo que limpias, realmente Don Paco y Richard se esmeraban en la limpieza,.incluso las mantas olían a suavizante de telas.

Se adentró a su guardarropa, aquel que dejó atrás junto a todo. Las cosas estaban muy ordenadas, incluso las prendas que le pedía a Mar las llevará al hotel cada que llegaba a la cuidad.

Con su mano derecha comenzó a pasar las prendas rápidamente, se detuvo en un vestido de fondo negro con estampado de grandes flores azules y rosas. Recordó aquel día, aquel que Dereck la devoraba justamente en el estacionamiento de aquel complejo de departamentos. Justo ese día todos se dieron cuenta del amor que crecía entre ambos, menos los protagonistas.

Decidió que era hora de dejarse de nostalgias, paso a la otra parte del guardarropa, se desvistió y colocó una camisa de su grandulón, está le llegaba abajo de los glúteos.

»Es de las mejores pijamas que puedes usar« Recordó las finas palabras de su difunto »Solo alzo la tela y entro« Decía realizando la acción.

Sin más se dirigió a la cama, al estar en el extremo pegó un pequeño saltito para caer sobre el colchón soltando una risotada.

La esperanza le mejoro el humor considerablemente, tomo el mando a distancia y encendio el televisor, en esta se reproducía una comedia colombiana de alto impacto, Yo soy Betty la fea.

La chica comenzó a verla sin más, era un poco vieja pero sin dudas entretenida. Sin más se fue quedando dormida profundamente.

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Comments

Nelly Seila Gonzalez

Nelly Seila Gonzalez

Jajajajaja si la vi varias veces es una genia Bety y como se transformó pero en cuando a esta novela espero que Derek este vivo

2024-01-23

0

Vanessa Paz

Vanessa Paz

amo esa novela , la Vi mil veces y no canso

2022-10-14

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