XI.

Los tres niños fueron a pedirle disculpas a Jairo, este las aceptó sin rechistar, era más importante el tema de sus instrumentos de trabajo que entretenerse en el tema de los niños.

Alma llevo a los tres demonios a la parte de arriba, ella quería darles una lección de moral para que aprendieran a tener los pies sobre la tierra .

—Lo siento mucho Jairo — Alessia se recargó sobre la mesa, su cabeza entre las manos denotaba cansancio y pena —¿Hay algo que rescatar?—

Alexánder, Richard, Mar y Constanza platicaban sobre el tema del momento, estaban un tanto alejados de los chicos.

—Tal vez la tarjeta de memoria sea la única que se pueda salvar, y ruego por ello pues ahí tengo fotos de mis últimos dos eventos mas los de Cosette — su voz se notaba decaída.

—Jairo, ojalá y puedas recuperar tus archivos, por el equipo no te preocupes, te pagaré con uno mucho mejor.— la chica sonrió tímidamente, Cosette la había puesto en ridículo frente a ese brasileño imponente.

—No te preocupes, tengo un equipo de repuesto en mi estudio — se escuchaba abatido —Solo espero recuperar los archivos.—

—¿Hay algo que pueda hacer por ti?— insistió la marfilada con su mirada abatida, ya no podía verlo a los ojos.

»¡No todo está tan perdido!« Pensó el brasileño pensando que hace algunas horas la niña lo alejaba de su madre y ahora se la entregó en bandeja de planta.

—No... no quisiera aprovecharme de ti, no es justo— insistió intentando encender su cámara.

—Hablo en serio — Alessia tocó el dorso de la mano del chico, provocando una corriente eléctrica —La verdad es que tengo trabajo, pero prometo hacerlo temprano y, ayudarte por las tardes.

De alguna forma tengo que recompensar el desastre que hace Ma Belle Cosette— divagó en la habitación con esos ojos, justo al finalizar los posó en aquellos aceitunados

—Si digo que no, ¿Seguirás insistiendo?— puso sus ojitos de perrito tierno.

—Es que no es pregunta, me tendrás ahí para ayudarte— sonrió ampliamente.

»¡Caiste preciosa!« Insistió al notar sus intenciones de martirio.

—Pues si es así, no puedo hacer nada... —

—Ok, entonces me haré un espacio en mi itinerario e iré a hacer quien sabe qué, solo espero que en verdad te sea de utilidad... jefe—.

— De alguna u otra forma serás útil, dos manos extra siempre son de ayuda— insistió

—¿Puedo dejar aquí mi equipo?, si lo muevo seguramente que el agua se corre... ¡más!—

Mentía, el agua estaba por todos lados.

—¡Por supuesto!, ahí nadie lo moverá — aseguró la castaña con una sonrisa increíble sobre su rostro, las mejillas ligeramente sonrojadas la hacían ver más bonita.

—De acuerdo... ahora sí tengo que irme o el evento siguiente no tendrá fotografías, aún debo pasar por mi repuesto— se encogió de hombros.

Alessia lo acompaño a la salida, la vergüenza aún estaba instalada en su sistema, sus mejillas la denotaban.

—Nos vemos — Instó Jairo con las manos dentro de los jeans, no traía guantes por ello sentía el frío calar en sus manos.

—Bye— Alessia se acercó a él depositando un beso en la mejilla izquierda.

Jairo sintió estremecer su cuerpo y algo más entre sus piernas.

—Nos vemos mañana— informó la marfilada.

—Mañana no trabajo, es domingo.

Pero si me lo permites vendré por el equipo—

Su plan había salido a la perfección, la excusa fue aceptada, dejar su equipo en aquel lugar le aseguraba un rato más a lado de la castaña.

—¡Claro!, entonces... ¡Nos vemos mañana!—

Jairo asintio con la cabeza, caminó hasta su Jeepeta y se adentro a esta.

•••••

—Poe fin pudimos conseguir información — La sonrisa de Mattheo era espectacular — Lo hubiéramos hecho desde hace mucho —

—Pensé que es francesito era más factible, más fácil de manipular pero el idiota sí que tiene una coraza fuerte— Joaquín se quitaba unos guantes de látex, antes eran blancos, ahora estaban teñidos de un líquido viscoso rojo.

—Ahora hay que ir a desmantelar el primer burdel del idiota de Antón Grant... quizá ahí podamos conseguir algún rastro de él — Mattheo se acercó al lavabo donde Joaquín se deshacia de los guantes, comenzó a limpiar la sangre en las herramientas aplicadas para la tortura de Christopher.

—No comprendo como es que Catalina se pudo acostar con ese pendejo, mi hermano le daba todo... cielo, mar, tierra, hasta el maldito universo le ofreció y esa al primer pendejo con plata le abrió las patas....

Jacobo no volvió a ser el mismo desde ese día, se concentró en la bebida y el dolor que la partida de sus mujeres le produjo.

Por eso yo decidí que no me iba a enamorar de alguna vieja... son un asco. ¡Eso sí, excepto mi pequeña Lechuguín! — la única que lograba detonar muestra de sentimientos en el hombre era su pequeña Alessia.

— Dejen de perder el tiempo hablando y mejor enfoquense en Grant— La voz salió con furia —El jet los espera en la pista con los elementos adecuados, quiero resultados adecuados chico, no por nada estoy arriesgando todo— la puerta se volvió a cerrar con volencia, los hombres ni siquiera lograron ver el rostro de su ahora patrocinador.

Más populares

Comments

Nelly Seila Gonzalez

Nelly Seila Gonzalez

No entendí ¿quieren /Bye-Bye/ conquistar a ella para sacarle información?

2024-01-22

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play