El dolor en su cabeza era ensordecedor, no podía abrir los ojos pues la poca luz que se filtraba a través de sus párpados ya era insoportable.
Palpó sobre la cama, al sentir un extremo de la cobija lo tomó y llevo hasta arriba de su cabeza, adentrandose al gran edredón de borrega color rosa pastel.
Su rostro no era el mejor y una especie de tic movía su pie izquierdo de arriba a abajo.
Flashes de la noche anterior llegaron a su cabeza con rápidez, las manos de Dereck sobre sus pechos, dentro de ella y sobre las caderas. El derretimiento que provocó el choque de sus pupilas, sus lenguas bailando a un son romántico... todo llegó en picada provocando que abriera los ojos de golpe al mismo tiempo que quitaba la cobija de encima.
La luz provocó que su cabeza diera varias punzadas, sin embargo pensar que él estubo en aquella habitación era más importante. Ella quería comprobar que el momento no solo era parte de su alucinación.
Con sus zafiros grises recorrió cada rincón de la habitación, por muy mínimo que fuera el indicio quería encontrarlo, quería asegurarse que su estado mental le estaba jugando una broma y, que Dereck seguiría dentro de la pieza, sin embargo no fue así, ella se encontraba totalmente sola.
—¿Dereck?— soltó en un hilo de voz deseando una respuesta, una que jamás llegó.
Las pastillas seguían sobre el buró a su izquierda, junto con el vaso donde un pequeño mosquito nadaba con todas sus fuerzas para lograr salir del líquido tortuoso.
—¡Malditas pastillas!— las escudriñó con la mirada, el efecto que provocaron no era el esperado.
Se supone que eso servía para mejorar, pero era todo lo contrario y eso que apenas llevaba una dosis. Los efectos sobre su cuerpo eran horribles, además del dolor de cabeza sentía cada parte sumamente adolorida, así como cuando se tiene cuerpo cortado. Los estragos en su mente fueron los peores, no sé comparaban al dolor físico que sentía, esto se sobrepasaba ferozmente, la arrojaba al vacío un poco más fuerte... pronto tocaría fondo y era casi imposible que alguien la sacará de ahí.
Su pijama celeste estaba completamente puesta, la habitación en orden... todo en su lugar.
Volvió a cobijarse toda, se hizo una bolita en posición fetal y practicando su respiración rítmica comenzó a sentir un poco de calma.
Tras varios minutos decidió que era hora de levantarse, tiraría las pastillas por el retrete y se daría un baño relajante para así lograr salir y ver a su querida Cosette.
Empujó la cobija pegando un brinco del susto, ni siquiera escuchó el sonido de la puerta, ¿Cómo es que Cosette logro entrar con sigilo?
—Ma belle Cosette— se llevó las manos al pecho —Me espantaste— sonrió y deslizó su mano por esa larga cabellera lacia y suave.
—Lo siento mami— los ojitos grises azulados de Cosette comenzaron a observar detenidamente el rostro de su mamá —¿Estás bien?— preguntó al ver esos ojos hinchados , síntoma de que su mamá seguía llorando.
— Sí, estoy bien...— evadió la vista de su hija —Solo que me duele mucho la cabeza— forzó una sonrisa.
—Le diré a la abuela que te traiga una pastilla. — informó bajandose de la cama —¿Cuándo vendrán mis tíos?— preguntó recordando a su primo Emil, la niña se la pasaba la mayor parte de su tiempo a solas.
Cosette acudía al colegio y clases extraescolares pero no tenía la oportunidad necesaria para interactuar correctamente, el único amigo que realmente tenía era Emil y miles de kilómetros los separaban.
—Lo siento mucho cielo, no sé cuándo vendrán — Alessia no mentía, no tenía ni idea de cómo estaban sus antiguos amigos. —Les llamaré por la tarde y les diré que están invitados a tu cumpleaños tres ¿Vale?
Cosette afirmó con los ojos brillosos, pronto tendría la oportunidad de jugar con ese pelirrojo bonito.
—Vine a decirte que la abuela ya está preparando el desayuno, quiere que bajes en 15 minutos.... o mejor dicho en diez — su voz era muy tierna — Ahora me voy a cambiar— sin más salió dando brinquitos de izquierda a derecha.
Alessia negó con la cabeza observando a su pequeña jugar de aquí por allá. Se levantó, tomó las pastillas que realmente arrojó al retrete, se ducho rápidamente, coloco prendas térmicas y bajo a la cocina donde Constanza se desplazaba con facilidad.
—Ese lugar es tuyo— señaló un mantel colorido, encima se encontraba un plato con un par de waffles con fresas y plátano acompañados con una taza de chocolate humeante.
—Mami te vez hermosa — añadió la niña dando un brinquito en el último escalón, estaba un poco retirada pero apreciaba la belleza de su madre, la que ella sin dudas había heredado.
—¿Quién te peino?— pregunto viéndola con una coleta.
—La abuela, quería decirte a ti pero ví que te dolía mucho la cabeza... te veías ¡Buaagh!— la niña hizo una expresión graciosa —Digo mami no es que seas fea pero tu cara estaba toda...—
—Sí, sí, sí, ya entendí — Movió a mano con rápidez para interrumpir el monólogo de la chiquilla.
Constanza no pudo evitar reír por las palabras de la niña.
—Cosette ve a lavarte las manos, yo acabaré de ayudar a Constanza— la niña ni lenta ni perezosa salió en dirección al lava manos.
—¿Cómo te sientes ?— la señora de edad madura preguntó sin tapujos.
—Mal.... pésimo — se sinceró Alessia volteando un hot cake del sartén — Lo soñé — sus mejillas se tornaron carmesí — Me pidió que lo deje descansar, que deje de llorar le y cuide de Cosette para que él descanse en paz — el nudo que se formó en su garganta era sorprendentemente grande
—Mi niña — la mujer mayor tomo las manos marfiladas —Tal vez sea una señal... tal vez tengas que dejarlo ir— insistió —Tienes que ser feliz—
—Lo estuve pensando y sé que eso sería lo conveniente pero ... una cosa es pensarlo y otra hacerlo... me está costando mucho recurrir a la práctica —
—Poco a poco niña, comienza apegandote más a tu niña... ella es muy comprensiva y yo estoy encantada de convivir con ella pero... necesita de ti mucho más que de mi— no mentía — Debes prestarle más atención, ella es la única que puede ayudarte a salir de esto—
Alessia pareció pensar detenidamente las palabras de la mujer.
—Tienes razón... desde hoy lo intentaré — Cosette llegó a su asiento y se instaló perfectamente —Mira bella Cosette, el Hot cake de hoy es de corazón — sonrió.
—¿Es porqué me amas mami?—
—Más que a nadie en este mundo — confirmó acercandose a besar la coronilla de su pequeña.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 83 Episodes
Comments
Nelly Seila Gonzalez
Que bueno esa niña la va a sacar de la desprecion y de la angustia
2024-01-18
1
Hilda Calfumil
me gusta
2022-10-05
2
Magdalena Riqueño Casarrubias
Me gusta
2022-10-05
1