XVII.

El primer paso para deshacerse de una rata como Antón Grant era investigando a su alrededor, sin embargo los chicos decidieron que la situación ahora sería diferente.

—Te encargarás de la entrada de Francisco— Así se hacía llamar Mattheo en tierras europeas — y no quiero errores o de lo contrario las que sufrirán en castigo de ellos serán Nancy y Marie —

Joaquín amenazaba al hombre que yacia sobre el suelo cubierto de un sinfín de golpes internos pues si por fuera estuvieran levantaría sospechas.

—Ju... ju... juro que así será solo no le hagan daño a mis queridas niñas, ellas son tan chiquitas y frágiles — sollozaba el caucásico con temor.

—Te doy mi palabra— Intervino Francisco —No les haremos nada, siempre y cuando cumplas con tu trato.—

—Deseo saber cómo están — rogó con los ojos nublados, Joaquín y Mattheo habían secuestrado a las hijas del hombre.

—Sabes que trabajando en esta profesión no es conveniente tener familia, son como el talón de Aquiles, un punto débil — el moreno mayor dió una patada en el estómago del hombre haciendo que este escupiera sangre mezclada con saliva y ácido gástrico.

Mattheo no aprobaba el comportamiento de su compañero, a él le iba más no hacer sufrir con golpes, sino con psicología. Él le dedico una mirada de disgusto al moreno y negó con la cabeza.

— Verás a tus hijas cuánto cumplas con el trato.— A Mattheo se le rompía el corazón, él deseaba formar una familia a lado de su preciosa Adara, sin embargo se lo estaba planteando considerablemente pues el trabajo que hacía le generaba un sinfín de enemigos los cuales podrían arremeter contra sus queridos.

—Yo... yo cumpliré pero no podré sin saber que ellas están bien— insistió el hombre con la respiración entrecortada, aún le dolía el punto dónde Joaquín le había golpeado.

—No...— Joaquín iba a golpear nuevamente al caucásico pero Mattheo le interrumpió, los escrúpulos de ambos eran completamente diferentes.

Mattheo saco el móvil que tenía en el bolsillo trasero de su pantalón y mediante una aplicación que mostraba el en vivo de una cámara enseñó a las hijas del hombre, estás se encontraban en una preciosa habitación rodeadas de un sinfín de juguetes, desde vestiditos temáticos hasta las mejores muñecas .

Mattheo enseño la pantalla del móvil al hombre, el caucásico puso mucha atención.

—Como podrás observar nosotros. o somos tus enemigos, ni siquiera queremos hacerle daño a tus hijas, lo único que buscamos es que nos des la entrada a la organización de Grant, no más — informó el más joven.

—Yo.. yo lo haré— Afirmó viendo que Nancy bailaba con un vestido azul asemejándose ser la Cenicienta.

—No tienes de otra cabrón — Amenazó Joaquín —Porque este cabrón es muy sencillo pero yo no, yo soy capaz de regresarte a tus hijas parte por parte— amenazó muy cerca de la cara del caucásico.

— Pero seguiremos las instrucciones al pie de la letra ¿No es así amigo?— interrogó el más joven.

—Po... po... por supuesto— Afirmó con palabras y con la cabeza.

—Una última cosa ¿Cuál es tu nombre?—

—Yo.. Yo ... Yolao— Instó con nerviosismo.

—Ok, Yoyoyolao — agregó con sarcasmo Joaquín —Mañana te veremos en el callejón contiguo a tu hogar justo a las 8:00 hrs.—

Yolao solo asintió con nerviosismo.

Joaquín se acercó bruscamente y tomó del cabello de Yolao.

—Mas te vale estar a tiempo o Belén les hará compañía a tus niñas y créeme que a ella si la deseo. Ese enorme trasero es para compartir— se relamió los labios —¡Está tan rica que...—

—Vamonos bro— interrumpió Mattheo el monólogo vulgar del mayor.

•••••

Mientras tanto en Buffalo se vivía una situación de desesperación extrema.

Alessia sentía como su sudor recorría parte de su cuerpo, sus sentimientos estaban peleando una gran batalla. Si verdaderamente Dereck estuviera vivo ¿Qué haría ella?, ¿Correr a abrazarlo o golpearlo en las pelotas?.

📱—Alessia no sé si Dereck este vivo, solo presiento que algo anormal está rondandolas, quizá solo sea algún hombre de seguridad que el grandulón contrató antes de morir o algo así — Alma se golpeó la frente, sus ideas estaban volando por todos lados sin ser atrapadas correctamente— La verdad es que no sé ni de qué hablo.— se sinceró.

—Alma— Alessia se puso firme sobre el asiento de su automóvil — Ayúdame, ayúdame a confirmar que estoy loca ... o no.

Tenemos que hacer algo para salir de esta incertidumbre.—

—No sé si sea conveniente, mi embarazo...—

—Solo llévame a la cuidad pérdida, de ahí yo me encargo de todo— Las esperanzas de Alessia surgieron de lo más profundo de su ser —Tú dime cuándo y viajaremos a ese lugar—

—No lo sé, que tal si Alexánder se enoja... Alessia es parte de mi pasado, un pasado que no quiero revivir —

—¡Vamos Alma!— la ojigris se jalo las mejillas provocando que sus ojos se viera más grandes.— Tú misma fuiste la que escarbaste en ese pasado. No te pido que te quedes ahí, solo que me trasportes a el—

Alma pareció pensarlo por mucho tiempo y con mucho detenimiento, una imagen de los ojitos de Alessia se formo en su mente.

— Por favor— insistió la ojigris.

— Está bien, a final de semana puedes venir a México te llevo hasta allá — afirmó — Lo conveniente será que viajes el viernes después de que Cosette salga del colegio para irnos el sábado por la mañana— Alma formuló su plan con rápidez.

— Así será, hasta entonces — Alessia finalizó la llamada precionando el botón rojo sobre el volante📱

Por alguna extraña razón se sintió más alegre, esperanza es lo que su ser detonaba, además de felicidad.

Tomo el volante entre las manos y con otra perspectiva sobre sus ojos comenzó a manejar a su hogar.

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