Alena: Señor Albarrán, no se confunda, yo no soy un objeto con el cual usted pueda hacer y deshacer, a su gusto y conveniencia.
Bruno: No eres un objeto, eres la mujer que me vuelve loco, jamás he sentido esto, me atraes, me gustas, te deseo de una y mil formas.
Alena: Por favor, no me vengas con cuentos baratos, tú solo me quieres como una conquista más, una mujer más a tu colección.
Bruno: Alena, te estoy siendo sincero, me gusta, y mucho.
Alena: Claro, y con eso debo caer rendida a tus pies, entregarme a ti para que luego me dejes, y como fue entrega voluntaria no puedo hacer nada por lo legal.
Bruno: A ver, no entiendo por qué dices eso, o es acaso que alguien intento abusar de ti, más vale que me lo digas ahora, quien fue el infeliz, le haré pagar.
Esas palabras hicieron que ella quedara completamente atónita, al ver que Bruno se había enfadado tanto, por qué lo enojaría lo que haya sufrido ella, apenas se conocen, pero su molestia era tan auténtica, que le dio miedo contarle lo que ella en su corta vida había sufrido.
Alena: No, no es eso, este, es.
Bruno: Alena mírame a los ojos, y dime, alguna vez intentaron, o abusaron de ti.
Alena: No -respondió mientras hacía un gran esfuerzo para estar lo más tranquila y serena-
De pronto fueron interrumpidos por un grupo de personas que se iban acercando a ellos.
Ernesto: Por fin te encontramos, amigo.
Bruno, quien seguía aún molesto, viro levemente para poder sacar a su amigo de ahí, y le dejara a solas con Alena, pero grande fue su sorpresa que se llevó al ver, que su amigo no estaba solo, le acompañaba tres despampanantes modelos.
Bruno: Que es lo que necesitas.
Ernesto: Nada amigo, solo que las señoritas se enteraron de que sigues soltero, pues vinieron a saludarte.
En ese instante Alena sintió muchos celos, estaba completamente furiosa, pero sabía que no podía hacer nada, y que lo mejor era retirarse.
Alena: Disculpen, me retiro.
Al ver qué ella estaba a punto de marcharse, él agarra su mano y la acerca a su lado.
Bruno: Quien les dijo que estaba soltero, les presento a mi novia Alena.
Modelo 1: ¿Tienes novia?
Modelo 2: Que mal, pero si algún día ustedes terminan. Yo te puedo consolar.
Modelo 3: Tu noviecita parece una niña.
Alena: Puedo aparentar tener cara de niña, pero es que en mí es algo natural, no como tú, que debiste acudir a alguna cirugía.
Modelo 3: Eres una…
Bruno: Ten cuidado como tratas a mi novia, sabes bien de lo que soy capaz, además si le haces algo a ella, tu carrera de modelo se acaba.
Modelo 1: Y que nos puede hacer, está, señorita.
Modelo 3: Ja, quien es ella para destruir mi carrera, nadie puede hacer eso.
Bruno: Simple, la nieta de Massimo Caruso.
Modelo 1, 2, 3:! Que¡
Ernesto: Que escondidito te lo tenías, nada menos ni nada más, que la nieta del viejo Caruso.
Alena: Mucho cuidado de como se refiere a mi abuelo.
Ernesto: Mil disculpas a mi bella dama.
Las modelos quedaron con la boca abierta al enterarse de quien era nieta, sabían que meterse con ella, era firmar el fin de sus carreras, ya que ganarse de enemigo a Massimo Caruso, era firmar su sentencia, por el otro lado Bruno no entendía por qué había presentado a Alena como su novia, tenía un mar de confusión en su cabeza.
Las cosas ya estaban hechas, así que tomo de la mano a su nueva novia y se dirigieron al salón de fiestas, necesita escapar de ahí, buscar un sitio más tranquilo y seguro, así podría aclarar las cosas con ella, resolver el malentendido, pero ella se le adelantó.
Alena: Ya que estamos nuevamente en la fiesta puedes soltar mi mano, te lo agradecería.
Bruno: Lo siento, es que yo.
Alena: Lo que les dijiste a tus amigos, es mentira.
Bruno: Bueno, lo dije por decir.
Alena: Lo sé, solo que no lo vuelvas a decir, por qué tú y yo no somos nada.
Se soltó de su mano, y se marchó, él, en cambio, sintió una presión en el pecho, no entendía el por qué le dolía que ella se halla marchado de esa manera, si ni siquiera lo regreso a ver, quiso ir detrás de ella, pero enseguida fue interceptado por clientes.
Entre sus largas platicas con algunos clientes, podía observar desde lejos a Alena y su abuelo juntos, esto le daba un poco de calma, pero cuando veía que algún hombre se acercaba a ella, o peor, le daba un beso en la mejilla, se llenaba de muchos celos, que tenía que controlar, pues no podía perder el control.
Pero lo que le afecto más, fue cuando vio a su enemigo número uno, acercarse a Alena, darle un beso largo en la mejilla y luego susurrar al oído, y ella sonreírle, esto lo saco de sus cabales, sin dudar se alejó de la conversación que tenía con los clientes y se dirigía al lugar donde estaba Alena, pero fue interceptado por su madre, que le preguntaba por algunas cosas, pero él no entendió nada, así que decidió seguir su camino.
Pero al llegar al punto, Alena se había ido, busco por todos lados y no la pude hallar, la desesperación se estaba apoderando de él, salió al lobby, y ahí le pudieron informar que los señores ya se habían retirado, esto lo dejo aún más desconcertado a Bruno.
Por el otro lado, Alena, al soltarse de la mano de Bruno, sintió como su corazón se destrozó, pero no podía derrumbarse, menos por algo sin sentido, por suerte se encontró con su abuelo, quien la estaba buscando, para poder presentarla como su nieta.
Muchas personas se acercaban a saludarla, pero la última persona que se acercó a ella, la dejo completamente inestable pues le susurro algo al oído, "Así que tú eres la famosa novia de Bruno Albarrán, debo decir que tiene muy buenos gustos, usted es muy hermosa", sonrió levemente, pero no le había agradado para nada ese señor, por lo que enseguida pidió a su abuelo regresar a casa, con la escusa que se sentía muy mal.
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Comments
soledad armijo
es mi idea, pero Bruno la defendio
2024-08-12
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