Dieciséis

Podía escuchar la voz de Elizabeth gritándome por ayuda, pero mi cuerpo no respondía, ni siquiera podía levantar los párpados. Una y otra vez escuchaba mi nombre y sonaba por mi cabeza con un eco.

«Elizabeth», sentía como si me estuviera despertando de un sueño, «Elizabeth», poco a poco fui recuperando la fuerza. Apreté con fuerza los ojos.

—¡Elizabeth! — abrí los ojos de golpe.

—¡Ray! — sentí como se acercaba rápidamente a mí mientras yo me sentaba sintiendo una punzada en la cabeza bajando los pies del sillón—¿Estás bien? ¿Cómo te sentís? — tomó mi cara entre sus manos inspeccionándome.

—Para, me duele un poco la cabeza— agarré sus muñecas poniendo una mueca de fastidio.

—Perdón— se disculpó casi al instante, la solté y miré a mi alrededor— Estamos en la recepción— me indicó— Te desmayaste, y si no fuera porque pedí ayuda a gritos nos hubieran llevado— bajó su tono de voz, como si me estuviese contando un secreto haciéndome que me acercara más a ella para escucharla mejor— Una camioneta negra paró justo al frente de nosotros, me asusté, no sabía cómo llevaste adentro, así que grité y los espante— sonrió orgullosa.

—Bien hecho.

—¡Ay, mi bebé, al fin despertaste! — mi mamá apareció de la nada casi empujando a Elizabeth a un costado para abrazarme— Ni bien Eli me llamó bajé como un rayo a ayudar a entrarte, pero al final solo pudo Philip, el vecino.

—¿En serio?

—Sí, estás muy pesado, mi corazón, y eso que te ves delgado— besó mi frente— Vamos al departamento.

Todavía sintiendo mi cabeza adolorida camino tras ella al lado de la rubia, quien todavía sostenía una mirada de preocupación. Esto no puede seguir así ¿Cómo es que me desmayé? ¿Fue otro plan fallido de ellos? Siento que la cabeza me va a explotar, cerré los ojos una vez dentro del ascensor, los abrí de nuevo al sentir que alguien me rodeaba la cintura, era Elizabeth quien me regaló una sonrisa de compasión cuando volteé la cabeza para verla, la correspondí pasando un brazo por sus hombros pegándola más a mí. Quisiera que todo esto no esté pasando, pero no la conocería ¿No podía ser una reencarnación? No sé, me encanta pasar momentos con ella, pero más me gustaría no estar paranoico todo el tiempo.

Ya estando adentro, tomé una aspirina para el dolor de cabeza y me fui a acostar a mi habitación para recostarme y descansar un poco. Me tensé al sentir que se acurrucaban atrás mío pasando un brazo, nuevamente, por la cintura. La reconocí por su delicada mano, sus dedos largos y delgados y sus uñas bien cuidadas. Creo que está asustada, capaz también cansada o estresada. Agarré su mano y la acodé cerca de mi pecho haciendo que se acercara a mí, sin saber qué hacer, dejé un beso sobre el dorso de su mano. Y así nos quedamos hasta dormirnos.

‍‍‍‍‍‎ㅤㅤ

‍‍‍‍‍‎ㅤㅤ

La luz entró por la ventana molestándome, me acomodo para darle la espalda sintiendo que mi respiración chocando con otra, abro los ojos encontrándome con Elizabeth durmiendo plácidamente a centímetros de mí. Me quedé estático mirándola, por más soso que se entienda, nunca estuve tan cerca de alguien en mi vida, y menos de alguien que me gustase. Sentía el corazón latir muy fuerte y mis mejillas arder, no podía despegar mi mirada de ella por más que tenga una vista de sus párpados, nariz y, apenas, sus labios ¿Qué se sentirá besar?

Volví a mí y me alejé para sentarme en la cama algo perdido, miré la pantalla de mi celular fijándome la hora, temprano, las nueve de la mañana, aunque nos dormimos al anochecer y fueron bastantes horas, supongo que ambos necesitábamos un largo descanso, más uno mental. Bajé mis pies dándome cuenta que dormí calzado, al igual que ella. Caminé a la cocina después de pasar por el baño para alistarme, me senté en una de los banquitos y solté un suspiro.

—Buenos días, galán— me saludó mi mamá entrando a la cocina.

—Son las nueve ¿Qué haces despierta tan temprano? — miré el reloj de la pared asegurándome de la hora.

—Me veo obligada a ir a comprar, se acabó lo de esta semana— me respondió— Estoy acostumbrada a comprar para dos— ¿Eso fue una indirecta?

—Elizabeth no tarda en irse, capaz en unos días…

—Ahora que te encuentro solo, te tengo una pregunta— su semblante se tornó serio ¿Y ahora qué? — ¿Qué pasó con la universidad? — mierda, me había olvidado por completo de ese tema.

—¿La universidad? — me sentía venerable— Nada, espero poder meter materias, todavía no abrieron para anotarse— me excuse. Me miró con los ojos entrecerrados sospechando.

—Amo que estés saliendo de casa, que pases tiempo con otra persona que no sea yo, pero la universidad es cara y la estoy pagando yo— me recordó.

—Lo sé, capaz empiece a trabajar también— traté de cambiar de tema— Ya no puedo vivir de la mesada.

—Ya te estás convirtiendo en un adulto— arrugó su nariz con ternura— Aunque te tardaste un poco— bromeó y tomó su cartera— Bueno, me voy, no tardo ¿Sí? — asentí y salió.

Aproveché a servirme un tazón de cereales de chocolate con leche, no era el mejor desayuno, pero sí el más simple y fácil de hacer. A los minutos bajó Elizabeth media dormida y se hizo lo mismo que yo para comer, estaba callada, supuse que todavía tenía sueño así que la dejé tranquila, aunque me quedé para acompañarla. La miré y ella me sonrió tapándose tímidamente la boca la cual tenía comida, tragó y me miró.

—¿Pasa algo? — preguntó y se llevó otra cucharada a la boca.

—A mí no ¿Y a vos? — miró para todos lados.

—¿Dónde está Victoria?

—Se fue a comprar hace unos veinte minutos, creo— le respondí algo confundido.

—El señor de anoche me dijo algo— dejó el plato a un lado— Quiere reunirse con nosotros, va, conmigo— me contó— Dijo que mi papá me está buscando, que deje de dar problemas y me dió un papel con una dirección— sacó un papelito doblado del bolsillo del jean y me la extendió. La leí y fruncí el entrecejo.

—Queda en un descampado.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play