Ese día solo pude llorar. Tanto, que al día siguiente tampoco pude asistir a clases. Mis ojos ardían y mi cabeza seguía doliendo. Me mediqué con los analgésicos que me había dejado Lex. Pensé en él y odié cómo me había involucrado con "ese hombre" al punto de acabar con mi noviazgo. Le mandé un mensaje a Laura para que me dejara copiar sus apuntes de clases, a lo que respondió:
>>> No vuelvas a hablarme\, zorra.
No podía parar de llorar. Ya había atravesado momentos duros. Así que me levanté, intenté ponerme linda y salí a caminar. El aire se sentía exquisito. La brisa del mar que quedaba a unos 15 minutos del centro me golpeaba y revitalizaba. Me encontré con un grupo de chicas en un puestito de café. Vestían hermosos delantales verde con amarillo que me llamaron la atención.
—Hola —dije tímida—. Quiero un café helado, por favor —las chicas me saludaron entusiasmadas y me prepararon la bebida más deliciosa que había probado—. ¡Wooow! ¡Está genial!
—Gracias —dijo una chica de cabello rosado que llamaba mucho la atención. Y me entregó un folleto con una dirección—. Estamos promocionando nuestra escuela de baristas.
—Una chica tan linda como tú debiera ser parte de nosotros —dijo otra rubia con el cabello rizado
—¡Me interesa! —dije rápidamente. Pasaba del colegio a la casa y de la casa al trabajo. Necesitaba hacer algo que me distrajera de todo el resto de mi vida. De Conner y Lex.
—¡Excelente! —las chicas celebraron mi interés—. Los jueves a las 7 en esta dirección —calzaba con mi horario de trabajo... tendría que desplazar mi entrada a las 8.30 y trabajar el domingo un par de horas... o quizás podría arreglármelas con un poco menos de dinero. Deseaba verme como ellas, tener un grupo de amigas como ellas.
—Allí estaré —dije sin más. Ya me las arreglaría.
Después de todo no me gustaba ir al colegio... quizás podría dejar el colegio y dedicarme de lleno al Club de Anfitrionas... con más dinero podría pagarme una carrera de administración o algo así... "Aún eres demasiado joven para todo eso..." No podía hacerlo, pero me entusiasmó la idea de ver más claro el futuro. Continué caminando hacia la playa y me senté en las bancas de la costanera mirando el mar. El agradable aroma a sal y algas me produjo una terrible tristeza. Fui consciente de mi soledad absoluta. Comencé a reducir mi existencia hasta ser un punto y luego menos que la nada.
Me levanté de golpe y corrí al mar mientras me quitaba las zapatillas. Me quité la ropa como pude y me lancé en ropa interior al frío oleaje. Un revolcón entre las olas me dejó de vuelta en la orilla y mis pensamientos se limpiaron. Unos chicos pasaron y se rieron al verme y allí me quedé riendo sola, tumbada boca abajo, sintiendo las olas en mis pies. Cerré los ojos por unos minutos. El agua que respiré de pronto, me despertó. Me puse la ropa sobre mis prendas mojadas y me devolví caminando a casa tomando cerveza. Era asquerosa, pero quería sentirme adulta. En la puerta me esperaba Conner, sentado con los ojos cerrados como si hubiera estado desde hace un buen rato.
—Permiso —le dije para que me dejara pasar.
—¡¡Mireya!! —se levantó de un brinco—. Te estuve llamando, como no contestabas vine a verte y luego... me di cuenta que tu teléfono estaba adentro y me comencé a preocupar, no sabía si te había sucedido algo o si se te había quedado... yo... —se le llenaron los ojos de lágrimas y me abrazó.
—Conner... estoy bien...
—Estás mojada —me analizó—. ¿¿Tomando cerveza??
—Me veo genial, ¿verdad? —le hice una pose ridícula con mi lata.
—Mmm, no lo sé... —entré a la casa y comencé a quitarme la ropa mojada— ¡Ah! ¡Al menos avisa que te vas a desnudar!
—Es mi casa —el alcohol y yo no éramos muy amigos, definitivamente. Conner fue a traerme una toalla y me cubrió la espalda. Terminé de quitarme la ropa y me eché a la cama. Tenía frío. Conner me cubrió y retiró la toalla mojada de en medio de las sábanas
—¿Te encuentras bien? Tus ojos están rojos y...
—Estoy muy bien. 10 de 10... Hoy me inscribí a una escuela de baristas y decidí que voy a estudiar administración para tener mi propio café —Conner me sonrió y yo le sonreí de vuelta.
—¿Es buen momento para... conversar?
—Claro —me senté cogiendo la ropa de cama para cubrir mi cuerpo.
—Bien... He estado pensando... sobre lo que ocurrió... sobre lo que hablamos ayer... le di vueltas al asunto... —"solo dime lo que pensaste"—. Y creo que me gustaría que lo intentáramos de nuevo... —me sorprendió.
—¿Estás seguro? ¿No soy muy "suelta" para un niño tan bueeeeno como tú?
—¿Qué estás hablando?
—Laura me fastidió desde que empezamos a salir y ahora me cortó para siempre... me dejó en claro que soy una cualquiera y tú un santo.
—No creo que seas una cualquiera, Mireya... o sea... has tenido tus momentos con otros chicos... y te gustan mayores... no eres...
—Mide tus palabras antes de decirlas —lo miré fijo. Si bien yo me decía a mí misma que era una zorra porque tendía a enamorarme y dejarme llevar con facilidad, no creía realmente ser una mujer que se encamara con quien se le atravesara. Y si así fuera, no les importaba.
—Estás un poco adelantada comparado con los demás —ah... bueno... no podía discutir eso. Mi primer novio, 3 años atrás, era 10 años mayor que yo y fue una relación dolorosa e infructuosa donde sentí que él se aprovechó de mi ingenuidad para acostarse conmigo—. Y no soy un santo. Si supieras las cosas que pienso hacer contigo... —me dio ataque de risa—. ¡No te rías!
—Es que eres muy tierno. Vienes acá a arreglar las cosas, pero... —había meditado demasiado entre ayer y hoy —realmente me equivoqué... siento que merezco un castigo o algo... —Conner se sonrojó como un tomate—. ¡Aaaah! ¡No quise decirlo en doble sentido! No seas tonto —comencé a darle golpecitos hasta que se me resbaló la sábana. Conner se quedó mirando mi torso desnudo, aún rojo como un tomate. Me cubrí rápidamente.
—Eres tan linda...
—Realmente no quise hacerte daño... fue una idiotez que no volverá a ocurrir...
—Una chance. Estuve pensando y aún quiero estar contigo —se sentó a mi lado y me apoyé en su hombro—. Mi mamá está preocupada por ti.
—Mañana voy seguro al colegio... —nos quedamos allí hasta que fue su hora de partir. Estaba feliz de encaminarme nuevamente. Ojalá me hubiera mantenido en medio de esta felicidad... No sabía el terrible camino que me esperaba.
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Updated 73 Episodes
Comments
Kris Alvarez
es como cualquier chica de su edad no sabe mucho de la vida y lo que sabe solo a Sido por malas experiencias por cretinos que se aprovecharon de su burnerabilidad ,
2023-08-31
4
Eugenia Venegas Oyarzo
la comprendo pues su MADRE le falló, no estuvo en su vida como una buena guía, la pobre chica hace lo que puede solita, a tenido que ser Adulta antes de tiempo, trabajando etc. etc 😤 para salir adelante..
2023-02-07
2
Vaalee Figarola
creo que ese es el problema quiere ser adulta cuando es una niña
2023-01-03
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