Qué maravillosa sensación era tener los labios de Conner sobre los míos. Eran tibios y carnosos, suaves e inocentes. Sentí el palpitar fuerte de su corazón fundiéndose con el mío. Quería preguntarle si tenía algo de experiencia, a pesar de ser amigos, él era bastante hermético con respecto a las chicas que le gustaban. "Qué estupidez. ¿Por qué piensas en eso en este momento? Probablemente nadie de tu salón escolar tenga tanta experiencia como tú, Mireya", me reproché. Había adelantado demasiados pasos en mi vida y eso me hacía sentir fuera de lugar. Alejé esos pensamientos y volví a concentrarme en el momento.
La mano que posó sobre mi pierna comenzó a acariciarla suavemente, la bajaba hasta mi rodilla y luego llegaba hasta mi muslo y volvía a descender. Me impacientaba que no subiera más, deseaba tanto que nuestra relación llegara más lejos. Conner me había llenado emocionalmente y quería también hacerlo sentir bien de otras maneras. "¿Será así el amor?". Jamás lo había experimentado y esto me pareció lo más cercano.
"No tomes la iniciativa" reprimía las ganas de quitarme la ropa, mover sus manos a otros lugares de mi cuerpo o tocarlo en zonas que lo harían sobresaltarse. Me limité a tocarle el cabello mientras continuábamos amándonos a través de nuestros tiernos besos. Conner se alejó un poco de mí y nos miramos acalorados. Se sentía bien ir con calma, paso a paso. Sentía control sobre mí misma y mis desenfrenos. Conner me hacía sentir a gusto conmigo misma. Nos tomamos de la mano. Volvió a besarme durante un momento y luego cortó la atmósfera preguntándome por el Club de Anfitrionas.
—¿Qué tiene mi trabajo? —respondí arreglándome el cabello.
—¿Van hombres muy... mayores?
—En general sí. Son hombres que pasan luego de su trabajo. Aunque no creas, también van mujeres.
—Cuando recién comenzaste eras mesera —fue a buscar unos snacks y se lanzó en la cama de regreso—. ¿ahora te pagan más?
—Oh, sí. Y además dejan buenas propinas. Están las meseras, las anfitrionas y las anfitrionas vip. Considérame lo mejor del lugar —presumí entre risas.
—Me da celos, flaca. Que te miren tan bonita y disfruten de ti —soltó con naturalidad.
—Sabes que soy buena para conversar, ja, ja, ja. Solo es eso, decir cosas agradables y escucharlos. Y... no estoy segura sobre mi ropa. No creo verme bonita... Mis piernas son delgadas.
—Ay, Mireya, ¿crees que te miran las piernas?
—¿Y qué me van a mirar? Si casi se me ve el trasero con esa falda
—Puede ser que te miren el trasero, definitivamente. Pero creo que lo más lindo de ti es... —me quedó mirando boquiabierto.
—¡Ya, dilo! ¡Me impacientas!
—Ja, ja, ja. Creo que tu rostro es muy lindo —se sonrojó y miró hacia el televisor.
—Buuu —me quejé—. Pensé que me ibas a decir algo sucio —me miró impactado y largó una fuerte carcajada.
—¡Cochina! —empujó mi frente con su largo dedo índice—. Tu busto —dijo entre dientes—. Me gustan tus pechos —se me subió la sangre al rostro. No creía tener pechos grandes, pero era tan flacucha que, supongo, sobresalían.
—¿Q-Quieres tocarlos? —se me escapó la frase de entre mis pensamientos. Conner me miró con sus enormes ojos que brillaban a la luz del televisor. Iba a decirle que era una broma, pero quería escuchar su respuesta.
—¿Puedo? —"¡Aaaaah! ¡¡Mujer descaradaaaa!!" Sentía la cara roja y solo atiné a desabotonarme la blusa de pijama (una muy promedio, rosada con estrellas de colores pasteles con su short a juego, cuánto amaba ese pijama ja, ja, ja, pero no era tiempo de pensar en lo adorable de mi ropa). Me había quitado el sostén para ponerme ropa de dormir y a medida que abría los botones lenta y torpemente, el brillo azul de los ojos cada vez más abiertos de Conner me encandilaban.
—¡Yaaaa! ¡No me mires así!
—¡¿Y cómo te miro?! ¡Me tienes expectante! ¡Te estás burlando de mí!
—Ya-ya me lo sacooo, es que me pones nerviosa.
—Tú me pones nervioso, te estás quitando la ropa.
—¡Me dijiste que querías tocar!
—¡No dije que quería! Pregunté si podía. Además no pensé que te ibas a quitar la ropa.
—¡¿Entonces por qué te quedas mirando y no dices nada?!
—¡Po-porque quiero ver! —cayó sangre sobre mi pijama. Me toqué la nariz de forma automática, pero no, era Conner—. ¡¡Lo siento!! ¡Ya vengo! —corrió al baño.
Sentía que iba a explotar. Me quité el short manchado con sangre y me agaché a buscar qué ponerme mientras. No había podido comprar suficiente ropa aún. Sentí los pasos de Conner acercándose y sus brazos me envolvieron desde la espalda.
—Am... estoy en ropa interior, pensé que demorarías un poco más antes de... —calló mis palabras con un beso en mi cuello, el cosquilleo se extendió por todo mi cuerpo hasta que sentí debilidad en mis piernas. De pronto sentí torpemente sus manos sobre mis pechos, los apretó un poco y nos quedamos estáticos unos segundos. Las retiró rápidamente y me giré a mirarlo. Estaba avergonzado. Abrió lentamente la boca, algo quería decir, pero no le salían las palabras. De pronto dijo:
—Estoy muy excitado —masculló y se agarró la cabeza como si hubiera errado lo que buscaba decir—. N-No quiero que pienses que vine por... no era mi intención... yo... —"Maldición", yo ya no aguantaba más.
Esta vez me quité la blusa por completo. El rostro de Conner era diferente al anterior, parecía afiebrado y recorrió con sus ojos mi cuerpo que solo estaba cubierto por mi diminuta pantaleta. Lo deseaba tanto como él a mí. Me abrazó mientras nos besábamos, esta vez desenfrenadamente. Se puso sobre mí en la cama y pasó su rostro por mi pecho. Dejé que jugueteara y explorara mientras se me escapaban gemidos de placer. Se quitó la ropa con rapidez, exceptuando su ropa interior que escondía un gran bulto. Abalancé mis manos para descubrir cuán deseoso estaba, pero me las tomó con fuerza antes de lograrlo.
—L-lo siento —dijo agitado. Me llenaron horribles sentimientos de miedo y decepción. ¿Hice algo mal? ¿Tendrá algún problema? ¿No le gusto lo suficiente? ¿Tiene miedo de continuar? Finalmente dijo: no traje condón.
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Comments
Melisuga
¡Eso fue lindo! y muy responsable de parte de Conner. De verdad quisiera que ellos logren acoplarse t Mireya encuentre felicidad, tranquilidad y, sobre todo, paz a su lado.
2024-09-12
1
Eugenia Venegas Oyarzo
Jajaja, no hay casó no le resulta con CONNOR🤦🏼♀️💉
2023-02-07
4