Lo siento Keira.

—¿Por qué con esa cara?

Mi hermosa y adorable Keira apareció a los pies de mi cama, su hermoso y esponjoso pelaje resaltaba en toda la habitación. Keira era parecido a un gigantesco perro con alas.

Siempre amé su forma original.

No pude contener mis lágrimas, la abracé con fuerza, teniendo miedo que desapareciera en mis manos.

—lo siento, lo siento tanto.

—ay, mi pequeña, siempre has sido de corazón frágil.

—por mi culpa tú… Tú…

—shh estoy bien.

Frotó su hocico contra mi mejilla, intentando calmarme y consolarme.

—claro que no, tú... estás…

Me quedé en silencio sin tan siquiera poder propiciar aquellas palabras, temiendo que se hicieran realidad.

—te estoy diciendo que estoy bien.—su voz resonaban en mi mente.

—¿De verdad todo fue un sueño?—pregunté esperanzada.

—ojalá fuera el caso, pero no es así, todo lo que crees haber soñado es real.

—¿y entonces dónde estamos?

—esto es una ilusión, generada por tu subconsciente que se niega a aceptar la realidad.—me explicó.

—entonces tú…

Mis ojos se inundaron de lágrimas de nuevo y aquel dolor intenso en mi pecho regresó.

—tienes que vivir.—soltó de la nada.

—¡No! ¡No quiero! No quiero… Si tú no estás allí.

—no lo entiendes, tu vida ahora mismo corre peligro, cada vez te acercas al mundo de los espíritus y tú no puedes estar allí, aún no.

—¿Qué quieres decir?—pregunté alarmada.

—tu estado actual… Estás en coma y si sigues…

—¡No me importa! No pienso volver… No me hagas volver a ese infierno… Todos allí me mintieron, te quitaron de mi lado.—la interrumpí llorando de nuevo.

—yo siempre estaré contigo, soy tu guardián, incluso si muero me tendrás siempre protegiéndote, así que vive, debes vivir y luchar.

Sentí como la figura de Keira poco a poco, se volvía cada vez más difusa.

—debo irme, no me queda mucho tiempo.—anunció mientras seguía desvaneciéndose.

—no me dejes, por favor, no me abandones.—rogué con desesperación.

Abrazándola de nuevo, lloré desconsolada.

¿Por qué todos me abandonaban? *

¿Qué había hecho yo para merecer tanta desgracia?

—siempre estaré contigo, pero tienes que vivir, vive por mí.—rogó desapareciendo por completo.

.........

Desperté tomando una fuerte bocanada de aire, tosiendo lo que parecía ser sangre, me alarmé aún más cuando vi a Ethan y la comisura de sus labios con sangre.

—¡Eres un mentiroso! No puedo creer que me hayas… Que me hayas…

—bienvenida al mundo de los vivos.—dijo él con seriedad.

—prefería estar muerta... Keira... todo se fue, ¡me mentiste!—lo acusé.

—¿sabes? Mi paciencia tiene un límite—soltó mal humorado.

Se llevó las manos a las sienes, frotándose estos, parecía agotado. Decidí guardar silencio y dejar que se explique, sé que podría llegar a ser muy intensa.

—yo no rompo las promesas que hago y jamás te mentí, estás tan obcecada que no te das cuenta de lo que tienes alrededor.

—tu guardián está bien, solo la sedamos para presionarte y que te decidieras, no me gusta alargar las cosas de forma incensaría—hizo una pausa, señalando detrás de mí.

Giré en la dirección que señalaba y mis ojos se llenaron de lágrimas, una Keira en su forma original, dormía plácidamente entre sus patas en la cama.

—pensaste, que estaba muerta, es mentira, ese idiota al que mataste le gusta hacer ese tipo de cosas, se merece lo que le pasó.

Se acercó más a mí y con un paño limpiaba la sangre que había derramado, lo que me llevó a preguntar por qué estaba escupiendo sangre.

—no te preocupes, no te hice daño de ningún tipo, la sangre que ves es mía, tuve que darte de mi sangre, parar currar tu cuerpo.—se explicó.

—¿mi cuerpo?

—así es, tu poder está sellado, pero te forzaste a ti misma para hacerlos salir lo que te destruyó por dentro, tuve que darte bastante de mi sangre para curarte.

Sus palabras me hicieron caer en cuenta de lo que había hecho, todavía tenía partes nublabas que no lograba recordar, como si todo aquello fuese hecho por otra persona, me sentía horrible.

—lo siento, no debí dejarme llevar…

—cierto es, que te excediste, cometiste una infracción muy grande, mataste mucha gente, seguramente pedirán tu cabeza.

—no me importa morir.—dije sin pensar.

La verdad es que estaba aterrada, me dejé llevar por la ira y no creí en las consecuencias de mis actos, pero debía asumir todo lo que me pasará, ahora que sabía que Keira no estaba herida.

—Puede que a ti no te importe, pero a mí—sorprendida lo miré atónita.

—¿por qué preocuparse por alguien tan simple como yo?

—te aseguro que eres de todo, excepto simple.

Me quedé callada sin saber qué decir, retorcía mis manos debajo de las sábanas con nerviosismo.

—cuanto tiempo he estado…

—¿En coma? ¿Casi muerta? Diría que unos cinco meses.

—¡¿Qué?! ¿Tanto tiempo?

—Así es, estabas en unas condiciones lamentables.

—gracias.—dije repentinamente.

—¿Por qué?—preguntó confuso.

—por salvarme y no hacer daño a Keira.

—hay por qué, además el mérito es todo de ese ser tuyo. Estuvo dando su energía todos estos meses.

—yo cumplí con mi parte del trato y estoy manteniendo tus límites, así que ahora te toca a ti, oh, también espero que mantengas mis límites.

—nunca me dijiste ningunos límites.

—no te preocupes, no son tanto como los tuyos, solo son dos, no intentes escapar de mí otra vez, aquella vez que te escondiste y no podía encontrarte, pensé que iba a volverme loco y te seguro que no te gustaría verme de ese modo.—me advirtió.

—¿y lo segundo?—me apresuré a decir sintiendo como todo mi vello se ponía de punta.

—evita meterte en situaciones peligrosas y sobre todo no intentes indagar en cosas que no te competen.

Claramente, sonaban a puras amenazas, pero solo asentí porque no deseaba discutir con él. Tampoco es que iba a ir metiendo en asuntos que no tenían que ver conmigo.

—como pasó este incidente, tendremos que adelantar algunos preparativos y nuestro compromiso, será dentro de un mes.—anunció.

—¿¡Un mes?!—grité alarmada.

—si, en ese tiempo, tendrás que aprender todo lo necesario de este mundo.

—es muy poco tiempo, apenas puedo moverme.—me quejé.

—si no te hubieras vuelto loca en masacrar a mi gente, no estaríamos en esta situación.—me recordó.

—¡Y si no me hubierais mentido, tampoco tendría que haber hecho todo eso!

Pensé apretando los puños bajo las sábanas. Inspiré hondo, no iba a servir de nada una pelea ahora. Solo podía dar lo mejor de mí para sobrevivir a esta cárcel de oro.

Más populares

Comments

Maria Pernia

Maria Pernia

Sin duda alguna una de las mejores historia q he leído en esta app ya van tres veces q las vuelvo a leer lastima q no termino la última q trata sobre su hija me hubiera gustado leerla completa saludos autora 🥰

2024-06-27

0

Martha Padilla

Martha Padilla

Tú fuiste la que abandonaste a Keira cuando te engaño Ben 🤗🤗🤗

2023-05-17

3

Daniela ❤️

Daniela ❤️

yo q imaginaba a Keira humana

2023-01-18

2

Total
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play