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Cap.15

Kali

Tenía en la cabeza bajar aquella escalera y llegar a las ahora, oscuras aguas del lago, todo este tiempo he tenido a Almendra bloqueada y ahora. Abrí nuestro enlace y todavía siento su tristeza.

-Kali: gordis, te tengo una pequeña sorpresa, a ver si así se te pasa la pena.

-Almendra: ¿Qué es? ¿comida?

-Kali: no, te traje al lago ~ronroneé~

-Almendra: pero es de noche, me da miedo.

-Kali: en serio a veces eres muy aburrida ¿Qué importa si es de noche? Estamos solas, aprovechemos, será entretenido.

-Almendra: ¿nos metemos desnudas?

-Kali: si, sin ropa es mejor

Empecé a sacar nuestras prendas una por una hasta quedar, así como dios nos echó al mundo. Hoy ha sido un día muy largo, lleno de emociones y sentimientos que hasta hace algunos años eran ajenos a nosotras.

Nuestros amigos nos entregan todo el amor que tienen, pero eso no aparta de nuestras mentes lo que nos hizo falta tener una familia, Almendra se hubiera conformado con haber sido adoptada, pero eso a lo largo de

los años tampoco sucedió.

Terminé de quitar la última prenda que me cubría y nos encaminé hasta el agua, que para estar tan oscuro estaba tibia, el cielo despejado dejaba ver millones de estrellas, a lo lejos se escuchaban lo grillos, una que otra lechuza en la espesura de los árboles y… ¿Pasos?

Dejé de flotar, inhalé profundo y supe de quien se trataba o simplemente esperaba que fuera el.

-Almendra: Dijiste que no había gente, se supone que estábamos solas

-Kali: estábamos solas, cuando llegamos no había nadie.

-Almendra: estamos sin ropa Kali, que vergüenza.

—    Tus ojos todavía brillan ~su voz sonaba ronca ~

-Almendra: mierda, es el jefe

-Kali: si ¿Qué hacemos?

-Almendra: te dije que no hicieras una estupidez, dame el control

Almendra

Me giré hacia el con los ojos bien cerrados, esperando que Kali me dijera como salíamos de esta, con mis manos traté de cubrirme, una tarea un poco difícil, mis manos alcanzaban a cubrir por lo que intenté cubrir el resto con mi antebrazo.

-Kali: hazte la que no sabes cómo llegaste aquí

-Almendra: ¿Quieres que me haga la loca?

-Kali: exacto, después de todo, hablé con el cuando salimos de la cabaña de las niñas

-Almendra: prometiste que no harías nada estúpido… ¿Qué le dijiste? mierda

—    Kali ¿te sientes bien? ~cuestionó preocupado~

—    ¿Kali? No, mi nombre es Almendra ~respondí abriendo mis ojos~

Cuando mis ojos se abrieron, se detuvieron en esos hermosos ojos verdes que se cruzaron ante mi hace unos días atrás ¡que hermosos ojos! Mierda, creo que me enamoré me abofeteé mentalmente por aquellos pensamientos

intrusivos.

—    ¿puedes salir del agua? Los gemelos te están buscando, se preocuparon mucho por ti cuando nombré a Kali ~indicó~

—    Em, no puedo salir… no tengo mi ropa puesta

—    ¿Sin nada de ropa? ~abrió grande los ojos~

Escaneo el lugar de un lado al otro asegurándose de que estuviéramos solos

—    ¿Por qué estás sin ropa? ~espetó pasando su mano por su negro pelo~

—    No sé, no me acuerdo como llegué al agua ~tenía que hacerme la loca~

—    Em… ok, me voy a dar la vuelta para que salgas.

-Almendra: ¿Por qué sin ropa? Podríamos habernos metido al agua con la misma ropa cabeza loca

-Kali: ¿Qué sabía yo que el jefecito iba aparecerse por aquí?

-Almendra: que vergüenza Kali, ya era suficiente con que nos haya llamado la atención por estar con Alonso, ahora quizás que cosas va a pensar de mí.

Salí del agua y me acerqué al montón de ropa que estaban a escasos metros, tomé la polera y empecé a secar un poco mi cuerpo, cuando estuve lo suficientemente seca me puse la ropa interior y el pantalón, que con lo húmedas que estaban mis piernas me costó una eternidad subirlos, como la polera estaba mojada no me la pude poner por lo que no se me ocurrió nada mejor que pedirle la chaqueta a Javier.

—    Em… Javier, ¿te puedo pedir un favor?

—    ¡Uf! si, dime ~suspiró~

—    ¿me prestas tu chaqueta? Ocupé mi polera en secarme y quedó empapada.

Javier

¿en serio está así? ¿Está loca? Seguro estaba esperando a alguien, nadie anda por la vida nadando sin nada de ropa.

—    Si, te la puedo prestar ¿necesitas algo más?

—    No, con eso está bien.

Con chaqueta en mano en mano me giré hacia ella, pensando en que estaba vestida completamente, me equivoqué, nada me había preparado para ver lo que tenía en frente. La curvilínea mujer se encontraba descalza, con su pantalón sin abrochar y sus carnosos pechos estaban cubiertos…

-Javier: ¿usa lencería?

-Dante: hermosa lencería

La tela que cubría sus carnosos pechos era de color negro, pero transparente con ¿encajes?, inspiré profundo para poder controlar el calor que estaba emergiendo desde mi centro hacia todo el cuerpo, sentí mis mejillas

arder, y si no fuera porque la iluminación era baja estoy seguro de que ella lo hubiera notado. Acabo de descubrir que tengo una gran imaginación, mierda que difícil se me está haciendo controlarme ¿Cómo se sentirá su piel? ¿será tan suave como parece? ¿a qué sabrán sus labios? Y por sobre todo ¿Qué

olor tendrá ella completa?

—    ¿me va a prestar la chaqueta? ~cuestionó mientras se abrazaba~

—    ¡oh! Si, toma, te debe haberte dado frio ~carraspeé~

-Dante: ¿en serio? Jajaja idiota, obvio que tiene frio

-Javier: se ve divina

A lo lejos divisé tres figuras, eran los gemelos y … Alonso, no quiero que el centinela vea el cuerpo casi desnudo de almendra por lo que le puse la chaqueta y la abotoné rápidamente.

—    Usted es tan grande que su chaqueta, a pesar de lo grueso que es mi cuerpo, igual me queda gigante ~sonrió~

—    Em… tu cuerpo está bien, no eres “gruesa” como te acabas de describir, tu cuerpo está bien.

—    Si, lo sé, lo tengo más que claro, es una forma decir nada más

Me encontraba tan cerca de ella y aun así no podía percibir su fragancia, pero eso tampoco impedía que sintiera una pequeña descarga eléctrica que recorría todo mi cuerpo.

—    ¡Por fin los encontramos! Loca nos preocupaste ~chilló su amiga~

—    Estamos bien, estaba nadando ~se abrazaron los tres~

Mi mirada sostenida en Almendra no pasó desapercibida para Alonso, el no quitaba su mirada de mí, debe estar pasando historias en su cabeza de lo que pudo haber pasado con Almendra. Me acerqué a él.

—    ¿Qué haces aquí? ~pregunté por lo bajo mientras los cinco empezábamos a caminar de vuelta al campamento~

—    Salí a fumar y me encontré con Guillermo, me pidió que lo ayudara a buscar a Almendra

—    ¿te gusta ella? ~mierda ¿por qué pregunte eso? ¿Qué me importa a mí?

—    Es una mujer hermosa, podría decir que si, es agradable, quisiera conocerla mejor, tu sabes, no podemos asegurar que nos gusta alguien sin conocerlo

—    Quiero pedirte como amigo, que por favor no la distraigas del trabajo, no se me hizo fácil encontrar gente competente para ese cargo, y Yanara batalló para que la contratara.

—    ¿es solo eso? O ¿te gusta Almendra?

—    ¿qué? No, no me gusta, me cae bien, se nota que es una buena persona, a mi hija le encantó.

-Dante: te vas a arrepentir de tus palabras, imbécil

-Javier: no molestes

—    Yo pienso que te gusta, y tú también le gustas a ella, pero a veces eres tan tonto que no te das cuenta de lo que tienes en frente, te pasó a los 15 años con Jacinta, pensaste que por se tu pareja destinada iba a estar eternamente a tu lado, y no viste las señales. Pero voy a tomar tu consejo, no la pienso distraer de su trabajo, buenas noches.

Lo vi despedirse de los tres amigos, a Almendra le dio un cálido abrazo de despedida y algo le dijo al oído, ella le correspondió con una tierna sonrisa.

—    Muchas gracias por la chaqueta, mañana sin falta se la devuelvo ~bajó su cabeza~

—    Si, no hay problema, nos vemos mañana… Almendra, te deseo suerte en tu primera semana ~no hizo contacto visual conmigo~

—    Gracias buenas noches jefe

Almendra:

—    Cuéntanos ¿Qué pasó en el lago con el jefecito?

—    Nada, me pilló nadando en pelotas, Kali a veces es un problema, le dije que no hiciera nada estúpido.

—    Estaban tan cerquita que podría asegurar que algo rico paso ahí

Mis mejillas se colorearon pensando en lo cerca que lo tuve mi cuando abotonó rápidamente la chaqueta para taparme.

-Kali: necesito que estés en silencio

-Almendra: ¿por qué?

-Kali: los papuchos vienen hablando de ti

-Almendra: ¡uf! tu y tu oído biónico cabeza loca

—    ¿te gusta Almendra?

—    ¿qué? No, no me gusta, me cae bien…

-Almendra: ok, Kali es suficiente no quiero saber más

-Kali: pensé que podríamos haberle gustado, aunque sea un poquito

-Almendra: pero no es así, por favor no quiero escuchar más, se me revolvió el estomago

Tengo más que claro que una no puede gustarle a todo el mundo, pero se siente bien feo escuchar que no le

gustas a alguien que a ti si ¿me cae bien? ¿no me gusta? Me dije desde el día que me dejó en la casa de los gemelos que no me iba a hacer ilusiones con él, pero fue imposible, es tan hermoso, y por un momento chiquitito pensé que se había puesto celoso de mi interacción con Alonso.

-Kali: hubiera sido lindo tener algo con él, te imaginas ¿ser mamá postiza por un tiempo de Yanara? sería fantástico

-Almendra: si muy bonito, pero no pasará, mejor concentrémonos en dar el 100% en el trabajo

-Kali: obvio que si mi gordis, y aparte tenemos que seguir con nuestra búsqueda

He estado con mucha gente en la casa (me refiero a mis hijos y marido) jajaja entonces se me hace dificil escribir y subir capitulos, por lo que me cuesta mucho más regalarles un maratón, prometo que este proximo fin de semana trabajaré duro para hacer un maratón...

las quiero sigo leyendo todos sus mensajes

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