Maratón: parte 2.2
Me despierto poco a poco gracias a la luz del sol que se logra filtrar. Afuera escucho como los pájaros cantan. Es tan bello escucharlos, me pone de tan buen humor. Volteo hacia al otro lado de la cama y ya no está Dominick, ni siquiera sentí cuando se fue. Lo bueno es que cumplió su palabra.
- Buenos días Su Majestad, ya está listo el baño. - Dice Tyria mientras sale del baño. La veo y está como si nada. Al parecer está acostumbrada a dormir poco. Y eso me hace sentir mal. ¿Tanto así las explotan? O sea yo si tengo insomnio a veces, pero cuando duermo tarde, lo poco que llegó a dormir son unas cinco horas, no menos. Siempre he creído que dormir es fundamental. Incluso dicen que es más probable morir por no dormir que por no comer.
- ¿Lograste descansar, Tyria?
- Claro que sí Su Majestad. - Pero qué mentirosa. Tendré que tomar medidas para que duerma lo que tiene que ser. No quiero ser una explotadora.
- Tengo que hablar contigo respecto al horario de tu trabajo, pero eso será después. Por ahora me iré a bañar. - Digo mientras me dirijo al baño.
- La ayudo Su Majestad. - Al contrario de Isla, Tyria ni siquiera pregunta.
- No, lo haré sola, gracias.
- Pero Su Majestad…
- Ya dije que no. - Ya veo a quien le sacó Isla. - Mira, si te hace sentir mejor, quiero que escojas un vestido para mí hoy, no quiero que sea llamativo, ni de colores. Los vestidos más resplandecientes quiero que los regales o vendas, lo dejo a tu criterio. También quiero que llames a la modista. Necesito vestidos nuevos. - No planeo comprar mucho puesto que no tengo contemplado permanecer mucho tiempo aquí. Será solamente lo necesario.
- En seguida, Su Majestad.
Voy en camino hacia mi oficina, como ayer adelante trabajo no estoy apresurada.
- Buenos días Peyton, ¿Cómo amaneció? - Digo al entrar a mi oficina. Él se encuentra aquí, ya que acordamos trabajar en un mismo lugar y como mi oficina es amplia no hubo ningún problema.
- Excelente Su Majestad. Veo que adelantó muchos pendientes, pero ¿A qué hora? Si yo me fui algo tarde de aquí. - Dice Peyton, se encuentra sentado en los sillones del lado derecho de la oficina, está revisando los documentos en los que trabajé ayer.
- Lo hice en la noche, quise adelantar trabajo.- Le digo mientras me siento en mi escritorio.
- Pero debió terminar bastante tarde. Casi adelantó tres días de trabajo. - ¿Tres días? Yo pensé que había sido poco. No sé si yo trabajo rápido o él es lento.
- Bueno entonces si ya no hay mucho trabajo, se puede tomar el día. Sé que ha estado muy cansado por mi culpa.
- No, Su Majestad. Adelantó los asuntos más urgentes. Aún quedan los demás. Prefiero descansar cuando ya esté todo al corriente. - Por supuesto, sus asuntos no importantes, los orfanatos.
- Su Majestad. - Entra Isla a mi oficina. - Acaba de llegar el Mayornomo Chester a informar que la esperan para el desayuno. - ¡Uy no! No quiero que me arruinen el día otra vez. No quiero tener que volver a soportar los desplantes de Rose.
- Dígale a Su Majestad que tengo trabajo y que no puedo ir a comer, que me disculpe con el Rey. - Sé que me manda a llamar a comer solamente por Dominick, pero él ya sabe en qué términos nos encontramos el Emperador y yo, así que no creo que haya problemas.
- Mejor trae mi desayuno aquí, también el de Peyton, ambos comeremos aquí.
- Ya mismo se lo informo y traigo su desayuno, con permiso, Su Majestad.
- Su Majestad, no creo que sea buena idea comer conmigo. Recuerde que yo solo soy un simple mayordomo.
- No le tomes importancia Peyton. Lo hago por mí, no quiero comer sola. - Eso es mentira, estoy acostumbrada a hacerlo. Pero sé que casi no come bien por lo mismo del trabajo. Así que ahora me tengo que asegurar de que lo haga.
- Está bien Su Majestad.
Después de pasar toda la mañana trabajando, hice un presupuesto de cuánto se necesita para auspiciar a los orfanatos, solamente necesito hablar con Edrick para informarle, por eso en estos momentos me encuentro en su oficina.
- Su Majestad, he venido para informarle de algunos cambios que he hecho con respecto a la mesada de Rose. - Digo mientras le entrego unos papeles en dónde se encuentra registrado cuánto gasta Rose. - Como verá, gasta mucho más que las otras concubinas y nunca se le puso un límite, así que planeo hacerlo.
- ¿Todo esto gasta Rose? ¿Por qué nunca se me había informado?
- Yo pensé que lo sabía. El mayorno Peyton era quien se encargaba de mis deberes y ello incluye las mesadas de las concubinas. Supuse que le daba informes de cuánto gastaban.
- Como bien lo ha dicho, de esto se encargaba él. Nunca me dio informes, ni yo se los pedí. Eso por su puesto fue error mío.
- Bueno como haya sido, planeo recortar el 60% de lo que gasta Rose. Con ese dinero tengo planeado auspiciar a algunos orfanatos, como verá en el segundo documento se encuentra cuánto se requieren para poder mejorar las condiciones en las que se encuentran. Espero no esté en contra.
- Por supuesto que no, hablaré hoy mismo con ella. No puedo creer que haya gastado tanto y en tan poco tiempo.
- Eso se lo dejo a su criterio. También he venido a preguntarle sobre el divorcio, ¿Cuándo lo haremos?
- ¿Divorciarnos? Cierto, pere me olvidó decirte que no lo haremos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 35 Episodes
Comments
Rebecca H
como que pinches no.
el divorcio ya dale el divorcio
2024-06-30
6
cupid@💘
ahh,si pues yo me olvide de decirte,que tengo un machete en mi closet
2023-08-20
1
Monipili
ahhh y ahora este que le pasa
2023-05-12
0