Capítulo 12

En todas las novelas, series o películas por lo regular está el personaje de la chica bonita que tiene todo. Estatus, dinero, popularidad. Es decir, una persona que aparentemente no le hace falta nada. Sin embargo, le gusta intimidar y humillar a los más débiles.

Y por supuesto, ese personaje aquí no podía faltar. Y efectivamente es Rose.

- ¿No me piensas contestar? - Vuelve a decir Rose.

Escucho una risa irónica de parte de Tessa. - Pero mira quien habla. Hasta donde yo sé Su Majestad no es ningún espejo puesto que aquí la única arrastrada eres tú. - Le dice Tessa a Rose.

- ¿Yo? Bueno posiblemente lo sea. Pero Sophia es aún peor. Tan siquiera yo no dejé a mi prometido, al hombre que tanto decía amar, solamente por ambición. - Aguarda un segundo. ¿Prometido? ¿Yo tenía un prometido? Pero eso nunca se dijo en la novela.

- Efectivamente, no dejaste a tu prometido. - Escucho que habla Leyla esta vez. - Pero porque nunca tuviste uno. A ti ni una mosca se te para, querida. Además, ¿Crees que no sabemos que andabas detrás del Duque Quirán, el entonces prometido de Su Majestad? Y ya cuando rompieron su compromiso y ella quiso ser Emperatriz. Ahí vas detrás del mismo objetivo. Al parecer quieres todo lo que ella tiene. Tú no eres más que una envidiosa que solamente recoge las sobras que ella deja. - ¡Dios mio! Les había dicho que ambas son un amor. Pero las dos también son unos pequeños demonios a la hora de estar con una persona que les cae mal.

- ¡Ay¡ Pero mira nada más, ahora ya tienes quien te defienda Sophia, ya que al parecer la pobre damisela ni eso puede hacer.

- En eso se equivoca Lady Rose. La diferencia entre usted y yo radica en que yo no necesito ofender a nadie para defender lo que soy, ni mucho menos humillar a alguien más para sentirme bien conmigo misma. Así que mejor ahorrese sus comentarios que a nadie le interesa saber lo que piensa. - Pero qué pereza con esta tipa. Lo mejor será irme ya, no quiero que me arruine el resto mi día. Es que en serio, qué flojera discutir tan temprano.

- Por cierto, debería volver a tomar clase de modales. Ya que al hablarme tan informal hace parecer que ha olvidado las jerarquías. Recuerde que la Emperatriz soy yo y usted una concubina. No se le olvide cuál es su lugar. - Le digo para darme la vuelta e irme.

Tendré que hablar lo más pronto posible con Edrick para ver lo del divorcio. No quisiera seguir teniendo que soportar este tipo de enfrentamientos con ella. Una discusión en la mañana no entra en mi definición de un día tranquilo.

- ¡Su Majestad! - Mientras voy caminando por el pasillo escucho que alguien me habla por detrás. Al voltear veo una señora de unos 50 años, de cabello negro y tes blaca que se acerca apresuradamente a mí. - Su Majestad, ¿Cómo está? ¿Se encuentra bien? - Me dice al estar frente a mí. Volteo hacia Isla para que me dé razón de quién es ella.

- Su Majestad. Ella es Tyria. La jefa de servicio del palacio. - ¡Ah! Ya lo recuerdo. Ella es una de las personas más queridas para Sophia. Es como su segunda madre, ya que desde que llegó aquí siempre la ha cuidado y es la única quien la ha hecho sentir bienvenida. - Se tomó unos días libres por eso hasta apenas la ve Su majestad. - Termina de hablar Isla.

- Me enteré de lo que le pasó y vine lo más rápido que pude. No puedo creer que con sólo dejarte unos cuántos días ya hayan pasado tantas cosas. Su Majestad, debe dejar de darme tantos sustos. - Me dice en un tono de regaño, pero en sus ojos veo una sincera preocupación. No sabes cuánto hubiera deseado ver esa misma mirada en mi madre. ¡Demonios! Ahora mi día sí que se fue de bajada, me acabo de dar cuenta que nunca nadie me mirará de esa manera.

- No tiene de qué preocuparse. - Le digo. - Solamenre fue un pequeño accidente. - Aunque de hecho ni siquiera sé bien qué fue lo que pasó. Sólo sé que me caí de las escaleras porque el médico real lo dijo el primer día que llegué aquí. De ahí en fuera no sé más.

- ¿Pequeño accidente? Pero si me han dicho que incluso ha perdido la memoria. ¿Acaso un pequeño accidente puede ocasionar eso? ¿O es que eso fue mentira? -

- No, no lo es. Pero no hay de qué preocuparse. Lo de la pérdida de memoria es solo temporal.

- Bueno eso espero Su majestad. Pero ¿hacia dónde se dirigía? Si quiere puedo prepararle un té de lavanda. La veo un poco decaída y el té puede ayudar a que se relaje.

- Sí, eso me vendría bien. - Con el enfrentamiento de hace rato y al recordar a mi madre ya no tengo ganas de ir a encerrarme en una oficina. Necesito distraerme. - Una pregunta Tyria. ¿De casualidad habrá un lugar donde pueda pintar?

- ¿Pintar? ¿Otra vez? Pero si la última vez que intentó pintar algo le quedó muy feo y si fuera poco, dejó hecho un desastre el lugar. - Habla Isla y veo como Tyria le da un codazo.

- No le haga caso Su Majestad, a veces Isla habla puras tonterias. - No lo dudo. - Contestando a su pregunta, sí Majestad. De hecho hay una habitación especialmente para la pintura y escultura. Si quiere la puedo guiar ahora mismo.

- Eso estaría perfecto. Isla, ve con el mayordomo Peyton a decirle que me surgió otro compromiso y que no podré ir hoy. Que adelante lo más urgente y que mañana hago lo demás.

- Claro Su Majestad. - Me dice Isla un poco apenada por el comentario que hizo. Pero no la juzgo, muchas veces hablamos antes de pensar y de hecho eso es lo que me gusta de ella. Su sinceridad.

- Te sigo Tyria - Le digo después de ver como Isla se pierde en los pasillos.

Hemos llegado a una habitación bastante amplia, puedo ver varias pinturas que están tapadas con una manta blanca. Hay un estante con varios pinceles, pinturas de varios colores. También hay acuarelas, óleo, témperas e incluso carboncillo. ¡Vaya! Aquí tienen todo el kit completo.

Me acerco a un mueble dónde está una pieza, que al igual que las demás, está tapada con una manta blanca. Pero al parecer es la más reciente. Decido quitar la manta para ver qué fue lo que pintó Sophia.

- Sabía que tendrías que tener algún defecto. Por regla general nadie es perfecto. Y al parecer la pintura no es tu fuerte. - Escucho una voz masculina detrás de mí.

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Hola chiquitines

Les tengo una buena y mala noticia.

La mala noticia es que este fin de semana no podré subir ningún capítulo. No estaré en mi casita, así que me será imposible. Pido disculpas por ello.

La buena es que regresaré con un maratón al empezar la siguiente semana. Aún no estoy segura de cuantos capítulos subiré, pero para que no se los pierdan. Sigan la novela para que la app les avisen cuando suba el maratón.

Por lo mientras quiero leerlos. Quiero que me digan qué es lo que piensan hasta ahorita de los personajes. De nuestra protagonista Sophia, de Edrick, Dominick, Alessa. También de Tessa y Leyla. Quiero saber cuál fue su impresión de ellos hasta ahora.

Recuerden que cada uno de ellos tiene razones para su actuar. Así que no los juzguen a la primera.

Les mando besitos, bai.

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