Mi Esposo Es Un Cambiaformas
Una sopa. Una mísera sopa instantánea aguardaba a Johana en la alacena. Días antes había comprado toda una despensa para llenar su cocina. Fue gracias a que había vendido su último vestido de diseñador que su padre le compró para una de las tantas cenas de alta sociedad. No podía volver al pasado cuando era feliz. Aquella fue una vida hermosa, llena de lujos, paseos en limusinas, en mercedes y en clásicos que su padre amaba. Pero todo terminó, cuando las empresas de su familia cayeron, fue pérdida total, ni un solo trabajador obtuvo su finiquito por sus días laborados. Hubo algunos empleados que se unieron a la causa, pero otros exigían su dinero por trabajar muchos años. Desgraciadamente, nada se pudo hacer. Johana Miller tuvo que irse de la ciudad debido a que eran perseguidos por cobradores, gente que odiaba a su familia y admiradores. Eran populares y odiados, entonces se vio empujada a huir de su preciosa casa para trabajar en otro lugar.
Su padre se había suicidado porque no pudo con la presión. Johana estaba sola en el mundo, pues no conocía a su madre, según su padre, ella se había ido desde muy joven. ¿Por qué? La mujer tuvo todo lo que cualquiera pudiese desear, joyas, ropa cara, autos, una casa grande… a Johana siempre le faltó una madre quien le diera consejos de amor, o que la peinara antes de ir a la escuela. Ella jamás volvió a aparecer, ni aunque la noticia de que estaban en quiebra se esparció como pólvora en todo el país. Creo que mucho menos volvería. Y ahora mismo, estaba escapando de unos hombres que a su vez eran cambia formas León. Seguro la golpearían antes de romper todas sus cosas, o tal vez tomarían su laptop o sus últimas joyas para valerse con eso. Johana únicamente tenía sus joyas y un recuerdo de su padre, el más preciado de todos… el diamante. En su cumpleaños número 20, Johana recibió un diamante enorme como regalo, las palabras de su padre fueron “cuídalo, te guiará a un mejor camino”. Ahora que lo estaba mirando, ¿a dónde la llevaría? Si se lo daba a esos cobradores, ¿le perdonaría la deuda? La joya valía millones, incluso podía tener la tranquilidad de siempre, pero siendo unos temidos cambiaformas, seguro lo romperían en un ataque de ira.
Cada que tenía un problema, miraba ese diamante por varios minutos y pensaba que le hablaba. Desgraciadamente, los consejos de la joya eran problemáticos. Por los últimos diez años, Johana trató de buscar un trabajo, pero su apellido la delataba, sus fotos en redes sociales eran fácilmente encontradas (a pesar de que ella borró toda su información, hubo algunos que guardaban la información de otros para sacar provecho). No sabía hacer nada más que diseñar ropa, llevar el mando del personal administrativo y ser bonita, pero esto último le trajo mucho más problemas. Le ofrecían dinero por sexo, muchísimo dinero, era tanto que pudo haber conservado sus preciosos vestidos. Los jefes administrativos la veían con otros ojos, ignoraban su enorme talento para la motivación de personal, ignoraban su fluidez al hablar, su hermosa voz, podía cantar y lo demostró, pero esos hombres, esos infelices, solo querían llevarla a la cama más cercana. Jamás encontraría un trabajo si seguía siendo bonita. Entonces, años después, comenzó a bajar de peso. Bajó tanto, que ya no se veían esas curvas que la adornaban y su piel se puso pálida debido a la anemia. Comenzó a funcionar su método, pero al dar sus pláticas de motivación, algunos la reconocían y armaban alboroto, unos fueron demasiado lejos y llamaron a la policía, a los reporteros y televisoras. Volvió a huir y perdió toda esperanza. Ahora, esperaba un cheque por limpiar mesas en un restaurante exclusivo, demasiado exclusivo… narcos, famosos y muchas personas que no querían ser encontradas, iban a ese restaurante a cenar y a hacer apuestas ilegales. Como Johana ya no poseía esa belleza hipnotizante, estaba libre de malas personas. Limpiaba y se iba, era todo, pero no podía estar demasiado tiempo ahí, algunos la reconocieron, pero no hicieron nada, tampoco les convenía llamar la atención.
La joya daba malos consejos, pero en momentos desesperados, ella creyó escuchar algo que jamás pensó hacer “prostitúyete”.
—Jamás…
Casi rompía en llanto. No olvidó la última vez que tuvo sexo con un desconocido, casi la mataba a golpes por negarse a hacer algo fuera de sus capacidades. Desde ese momento, jamás volvió a tener relaciones con un desconocido, todos los demás amantes que tuvo, eran amigos, novios o conocidos de otras personas. Pero hace diez años, hubo un chico millonario como ella, que le robó el corazón, sin embargo, jamás tuvo relaciones porque a ella le daba miedo. Había leído que les dolía y sangraba la primera vez, se echó para atrás y no pasó nada. El chico la amó tanto que jamás la obligó a hacerlo. Matthew… era…
Un estruendoso golpe la alejó del pasado tan bello como doloroso.
—¡¡Johana Miller!!
Eran esos cambiaformas león. Esta vez no la iba a dejar en paz. Maldito el día en que decidió entrar a ese banco clandestino a solicitar un crédito el cual sabía que no iba a pagar, no teniendo ese miserable sueldo por limpiar mesas.
—¡Sal de ahí o abriremos!
Esta vez era definitivo, la golpearían o saquearán su departamento. Ella pensó rápido. Tomó todo lo que tenía de valor y lo metió a su bolsa, su laptop, su joyero y una muda de ropa. No podía estar ahí y no podía esperar a que se fueran. Su casa ya no era segura, ellos regresarían siempre que pudieran para exigirle el pago, el excesivo y ridículo cobro. Abrió su ventanal que tenía balcón y salió por ahí. No tenía que brincar, puesto a que estaba en el primer piso, saltó la barda y corrió. Corrió tanto que supuso que bajaría todavía más de peso. No era saludable, pero no podía evitarlo. Sentía que aún la perseguían. Se volvió y horrorizada, vio como los dos locos corrían hacia ella, con una velocidad incalculable. No podía ganarle de ninguna forma a unos cambiaformas león.
—¡Ahí estás!
El corazón de Johana casi se salía de su pecho y por no ver por donde andaba, cruzó la calle mirando a los sobrinos de la señora de la renta. Un chillido de llantas se escuchó, junto con gritos de horror de la gente que caminaba por ahí.
—¿Estás bien?
Una voz masculina y seductora preguntó, o más bien susurró. Johana abrió los ojos. Ella miró.
—Casi te atropellan.
Johana sacudió su cabeza y enfocó su vista alrededor y por último, a su salvador. Sus ojos se abrieron como platos. Su corazón ya retumbaba por la adrenalina, pero tener a Matthew frente a sus ojos pudo hacer que fuera más rápido. Pero estaba segura de que él ya sabía eso.
—¿Matthew?
—Veo que no me has olvidado después de todo —expreso con rabia.
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Updated 133 Episodes
Comments
MARIADELALUZ VAZQUEZPONCE
pónganle audio x favor
2022-12-22
0
JoJo
Cuánta emoción desde el primer capítulo
2022-07-31
1
Celery Mmev
😆 intriga y suspenso con ese reencuentro me dejas
2022-05-23
1