Era una pesadilla… después que ella le rompió el corazón a Matthew… No debía estar ahí.
—¿Qué haces aquí?
—¿No deberías agradecerme primero?
Johana iba a decir algo más, cuando sintió un empujón hacia la acera.
—¡Tu niña estúpida! ¡Creo que olvidas pagarnos algo!
—¿No ven que casi muero? —exclamó aterrada, Johana no juzgaba que estos fueran tan descerebrados.
—Si mueres o no, no es nuestro problema.
—Dame tu bolsa —exclamó el otro cambiaformas. Era obvio que sabían que llevaba sus cosas ahí.
—¡No!
Johana escondió su pesada bolsa y se apartó. Los dos hombres la miraron furiosos.
—O nos la das o…
—¿O qué? —Matthew se adelantó y cubrió a Johana con su espalda.
—¿Tú quién diablos eres? ¿No consideras que estás bastante perdido?
El traje italiano de miles de dólares delataba a Matthew. Sus zapatos valían más de lo que Johana cobró por sus vestidos y el reloj… mejor no hacía cálculos. Matthew miró a esos dos y después a Johana.
—No sé en qué problema se ha metido esta chica, pero déjenla por hoy. ¿Pueden? Casi muere.
—Eso no nos interesa—aclaró el cambiaformas.
—Quítate de en medio o ya verás —el otro hombre amenazó.
—Mala elección.
En un abrir y cerrar de ojos, Matthew dejó boca abajo a los dos enormes hombres. Johana miró boquiabierta.
—Espero que con esto se calmen su rabia —exclamó y arrojó decenas de billetes de 100 dólares en sus traseros y entonces, Matthew se acercó a Johana con aire galante. —¿Vienes conmigo un momento?
—¿P-para qué?
—Tal vez para agradecerme por salvarte el trasero dos veces.
“Él que te hubiera gustado comerte”
Matthew sacudió su cabeza, era un dolor de trasero cuando su lobo pensaba con tanta fuerza. Era inevitable.
—Bueno.
—¿Comida italiana?
—¿Eh?
—Si es que aún te gusta.
—Ah sí, claro…
Hacía años que no probaba bocado de ese tipo. Estiró hasta cuanto pudo su dinero para que no le faltara el alimento. No suponía vender sus joyas jamás.
Matthew abrió la puerta del Mercedes como un caballero, Johana enrojeció y entró. Matthew estaba satisfecho, algo dentro de él, le hacía sentir muy feliz verla haciendo lo que él le pedía. Sentó frente a ella, sin dejar de mirarla. Cuanto había amado ese color rojizo en su cuello en su juventud, pero ahora, tenía algo más en que reflexionar.
—¿Por qué estabas en problemas?
Johana lo miró, jugó con sus dedos un momento antes de responder.
—No es nada.
—¿Qué no es nada? Esos iban a matarte, quizá hasta te violarían… —bramo, sin darse cuenta, estaba apretando muy fuerte sus rodillas. Eso último hizo estremecer de furia a Matthew.
—Son homosexuales… —dijo ella.
—Ah. —Matthew exhaló y echó su espalda al asiento—. Veo que aún alteras a los hombres, aunque sean homosexuales.
Ella lo fulminó con la mirada.
—No tengo la culpa, no hice nada.
En realidad si, únicamente les pidió dinero prestado, mencionando la fecha de pago, pero no apareció para pagar sus deudas.
—Si la tienes, te gusta jugar con ellos y luego dejarlos.
Johana bajó la cabeza, no podía seguir mirando a Matthew. No después de lo que le hizo hace diez años. Matthew se acercó a su lado, acorralándola en su asiento, pues ella no tenía a donde ir.
—¿Sigues rompiendo corazones?
—Cállate.
—¿Por qué debería?
Matthew acercó su mano a la pierna de Johana. Ella se estremeció, su respiración se aceleró. Los ojos de Matthew estaban clavados en sus labios. ¿Cómo sabría si…?
—¡Uhhhmm!
Johana gimió al sentir la boca posesiva de Matthew en la suya. No estaba besándola, estaba devorándola. Rodó los ojos y los cerró, esto era demasiado. La mano de Matthew fue más al fondo para acariciar su premio y frotó sin piedad. Ella estaba reaccionando cuando la sedujo y terminó tal y como el cambiaformas lobo calculó fríamente. Esto agrando mucho su ego. Gimió entre besos y Matthew se alejó del beso como si estuviera luchando contra algo. Johana lo miraba, estaba avergonzada, cubrió su boca con una mano y con la otra se frotó una pierna, como tratando de borrar una mancha imaginaria.
—Y-yo… lo siento… es que…
El leve sonrojo de su cara, cuello y pecho aún persistía, incluso parecía haberse extendido. Matthew miraba cada centímetro de su piel, deseando probar lo dulce de todo su cuerpo. Pero no iba a hacer nada en el auto. Él necesitaba privacidad para dar rienda suelta a todo lo que había estado acumulando por todos esos años. Lujuria que no liberó gracias al abandono de Johana.
—Hasta que no cenemos, no haremos nada más.
Dictó y sacó su celular, revisó algunas cosas y después la miró. La chica era un desastre. Su cabello alborotado, su rostro sonrojado, su ropa sudada y la entrepierna de sus pantalones estaban… y olían… pero lo que más lo mataba, eran esos hermosos labios acorazonados que estaban enrojecidos e hinchados. Matthew sacudió su cabeza desechando y luchando contra su impulso lujurioso, sin embargo, cuando el auto se detuvo frente al semáforo en rojo, empezó a hablar.
—Tu vida fue un desastre después de la bancarrota de tu padre.
La chica aún seguía en las nubes. Se había corrido en sus pantalones, cosa que jamás hizo en su vida. Estaba enfadada, avergonzada y deseosa. Matthew necesitaba ayudarla, pero hizo algo que para él era mejor y continuó amonestándola por su pasado.
—Ya estabas en boca de todos por el abandono de tu madre; no tienes idea de todo lo que la gente dijo de ti y tu padre.
Johana apretó sus puños.
—Y cuando fue el suicidio…
—¡Cállate! —exclamó roja de ira.
—¿Por qué? ¿No te lo recordaron todos lo suficiente como para acostumbrarte? Mis padres tenían razón sobre tu familia.
Johana frunció el ceño.
—Ustedes solo estaban rodeados de puros traidores.
No esperó a que dijera otra cosa. Abrió la puerta y salió del vehículo. Afortunadamente, el semáforo estaba aún en rojo.
—¡Johana!
Ella no se volvió. Corrió nuevamente como si su alma dependiera de eso. Con lágrimas en los ojos, corrió varias calles cuesta abajo hasta llegar a un refugio temporal. Matthew era un idiota… burlarse de la vida ajena. Las cosas no estaban saliendo como quería.
“¿Y cómo quieres que salieran? Recordarle el suicidio de su padre ya es un crimen, realmente espero que jamás te vuelva a ver”
—Cállate.
Al llegar a su departamento, a su vacío departamento, visualizó hasta el más remoto rincón antes de llegar a su habitación. Abrió su closet y sacó una caja con un moño rosado. Hizo una mueca, vio todas las cajas de su gran closet con moños diferentes. Había comprado todos los vestidos que Johana vendió con la esperanza de devolvérselos en el momento adecuado.
No fue fácil adquirir todos, la mayoría los compró casi de inmediato, pero otros fueron peleados por mujeres que adoraban tener una prenda de diseñador, aunque sean usados, no eran fáciles de tener y no había dos iguales.
Estaba pensativo, si ella accedía a venir. ¿La haría suya? Claro podía. Tenía que hacerla pagar por romperle el corazón hace 10 años. En ese entonces Matthew era nuevo en el amor y Johana también. Había querido hacerlo con ella desde que la conocía, pero por alguna razón de Johana, no se pudo. Jamás supo la razón y estaba muerto de curiosidad. Pero sus planes se arruinaron por su estupidez, si no hubiera mencionado sus desgracias. Nuevamente, salió y esta vez haría las cosas bien, a su beneficio.
Días después, afortunada o desafortunadamente, tal como su lobo dijo, Matthew no encontró a Johana. Era como si se hubiera esfumado en el aire. La mayor parte el tiempo se la pasó pegado a su laptop, específicamente siguiendo un correo electrónico en especial. El correo que Johana usó para vender sus pertenencias. La cuenta estaba en mercado libre con el seudónimo búho; el animal favorito de ella y no era difícil de imaginar si la persona ponía su apellido.
Pero nada se vendió ni nada se compró. Johana no poseía cuentas bancarias ni cuentas de ahorros. Matthew se imaginó que solo utilizaba efectivo. Ese era un gran problema, no se podía rastrear a una persona empleando el dinero en efectivo, ni aunque su vida dependiera de ello.
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Updated 133 Episodes
Comments
Rosa Garcia Rivadeneyra
hay algunas cosas que no entiendo pero seguiré leyendo para saber cómo le va a jJohana
2024-05-13
0
JoJo
(Todos deberíamos tener un lobo que nos diga lo que hacemos mal 🤣)
Pero Diooos, pobre prota, cuánta cosa le ha pasado, yo no habría aguantado...
2022-08-06
2
Celery Mmev
😂😂😂😅 ese lobito metiendo la pata en la conversación y no pudo retener más a su amorcito
2022-05-29
4