La voz de Johana se quebraba.
—¿A qué te refieres? —preguntó comenzando a entrar en pánico.
—¿Por qué permitiste que me pasara todo esto para tenerme? ¿No pudiste evitar ver como sufría verdad? ¿Te gustó sentir como obtienes venganza?
Johana retenía sus lágrimas. Matthew sintió erizarse y una descarga eléctrica recorrió su cuerpo.
—Johana…
—Después que nadie nos tendió la mano, me di cuenta de que no contábamos con amigos que nos quisieran de verdad. —Ella soltó una lágrima—. Todos estaban detrás de nuestro dinero, y fue nuestra culpa. No pensé que tú fueras igual.
—No, espera.
Johana secó su boca con una servilleta de tela, sus acciones eran desesperadas.
—Y ahora que estoy embarazada, me tienes aquí para que vea todo el dinero que tienes y la vida que perdí al dejarte, ¿no es así? Pues felicidades, lo estás logrando, mi autoestima está por los suelos y tu ego se elevó. No puedo irme, no tengo a donde ir. Francis no me dejará regresar y menos por estar embarazada y no puedo trabajar en ningún lado por mi reputación.
—Espera. ¿Qué estás queriendo decir? ¿Quieres irte?
—¿Qué opción tengo Matthew?
—Quédate conmigo, pero no por las razones que supones. Ya te he dejado claro por qué quiero que estés conmigo.
—Claro, porque soy tu compañera y tengo un cachorro tuyo.
—Porque te amo. Y tú me amas, aunque no quieras confirmarlo.
Matthew se acercó más y le tomó las manos.
—Te amo, como no te imaginas. Y quiero hacer todo lo posible para que me perdones.
La voz de Matthew era muy dulce, Johana no pudo evitar sentirse culpable ahora.
—Si no encontré tu paradero, es porque huías constantemente —explicó—, fue hasta que llegué al burdel y te encontré, si me entere de todo lo demás es porque Francis me lo dijo, ella te encontró en el comedor de caridad.
Johana secó sus lágrimas.
—¿Por qué crees que lucía tan desesperado por llevarte a mi departamento? ¿Por qué crees que no quise ser cliente del burdel? Pude decir que sí a tu oferta, pero no podía tolerar ver cómo te acostabas con muchos hombres. Podrás mentirme a mí, pero no puedes mentirle a tu corazón, eso no era lo que tu padre hubiera querido para ti. Él estaría feliz de verte conmigo.
Tras una larga pausa, Johana miró a los ojos a Matthew.
—Matthew, tú perdóname a mí.
—¿Por qué?
—¿Sabes por qué rompí contigo?
Matthew negó.
—Jamás lo supe, pero entiendo que fue por todo lo que pasó con tu padre y los ladrones.
—Sí, tiene algo que ver.
—Entonces, ¿no es eso?
Johana tragó saliva.
—Te mostraré la carta que mi padre me dejó.
Momentos más tarde, ambos estaban en la habitación de Johana. Ella sacó una caja con varias cosas y hasta abajo, la carta de su padre.
—Léela.
Matthew asintió. Se puso cómodo en una silla.
Por algunos minutos, todo era silencio, pero dentro de un intervalo de tiempo, el rostro de Matthew se horrorizó.
—¿De verdad pensaba tu padre que todos éramos iguales?
Johana encogió los hombros.
—Tu familia no ayudó así que…
—Pero prohibirte casarte con uno es… inaudito —expresó con horror, Matthew no podía creerlo—, yo jamás, escucha, jamás te haría daño.
Johana bufó.
—Ya me has hecho daño Matthew, mi padre tenía razón.
Johana se levantó de la cama para quitarle la carta de sus manos.
—Era muy sabio.
—Estás equivocada.
—¿Ah no? ¿Y tu deseo de venganza porque finalizó? No te beneficia en nada que yo me enoje y vuelva a desaparecer, ¿cierto? ¿Será porque tengo a tu cachorro dentro de mí? —dijo amargamente.
Matthew estaba perdiendo la paciencia. La sujetó de los hombros y la miró.
—¿Qué debo hacer para que me perdones?
Matthew volvió a preguntar, era la segunda vez que lo hacía desde el hospital. Sabía que una conversación tranquila con ella, no era el final de sus problemas.
—Fue un grave error planear este estúpido plan de venganza, lo sé, soy un idiota. —Jadeó—. Pero no puedes culparme por lo que le pasó a tu padre y a ti. Ya sabes la situación por la que pasé también a causa tuya… no está de más que decirte que hubiera hecho lo que fuera por ayudar si me hubieras puesto al tanto.
Johana bajó la mirada.
—No se puede volver al pasado, pero tengo muy presente esto; quiero que estemos juntos por el resto de nuestra vida, con nuestro cachorro y con los próximos que vengan.
—Matthew. —Se ruborizó—. Qué cosas dices.
—Por favor, perdóname y dime que me amas.
—¿Algo más? —Ella se rio por lo demandante que era.
—Sí, algo más. —Matthew sonrió—. Cásate conmigo.
Matthew inclinó una rodilla y la otra la dejó en el suelo. Extendió una cajita de terciopelo y dentro de ella, el anillo más hermoso y caro que jamás había visto.
—¿Aceptas ser mi esposa?
Johana abrió la boca, un suave gemido salió de sus labios.
***
—No me queda de otra más que felicitarte Matthew. —Guī Xián lo abrazó—. No sabía que te casarías.
—Es mi compañera y la amo.
—Pero te hizo daño…
—Lo sé y yo también le hice daño. Fue muy amable por darme una oportunidad.
Matthew se desplomó en su asiento de cuero.
—No la merezco.
Guī Xián no pensaba como él, pero era Matthew el que iba a sufrir después cuando lo lastimen.
—¿Quieres que le diga a la prensa?
—¿Por qué?
—Querrán saber de tu matrimonio, eres uno de los herederos más importantes…
—No me interesa, dejé esa vida hace mucho tiempo.
—Como quieras. —Guī Xián suspiró.
Su mente viajó unos días atrás, cuando vio a esa hermosa jovencita, grosera y guapa. Ya casi pasa una semana para ir a cobrarles.
—¿Guī Xián?
Guī Xián lo miró.
—Te quedaste reflexionando por un largo rato. ¿Sucede algo?
—No, nada.
Guī Xián bebió su café rápidamente. Si Matthew se enteraba de que le atraía mucho una mujer, se lo iba a comer vivo. Guī Xián era el clásico macho alfa, el que estaba rodeado de mujeres y el que no se enamoraba de nadie. Sería una lástima que una hermosa y joven muchachita lo atrajera a sus redes. Guī Xián no podía permitirse eso.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 133 Episodes
Comments
Rosa Garcia Rivadeneyra
quien será la chica que le gusta a Gui Xian
2024-05-15
0
Ana Mayer
que bueno los dos se perdonaron y si todo un mal entendido y ellos no tienen culpa es lindo que se unan porque ya estan esperando a su cachorro y se aman
2024-05-11
0