capítulo 18

18

Rita en medio de la conversación con sus compañeros me miraba y se ruborizaba, en tantos años de conocerla no la había visto tan feliz, las chicas le hacían comentarios al oído y ella guardaba silencio. Se bañaba como una niña en su primera visita a la piscina, desde donde estaba podía ver a Jade conversar con cada uno de los trabajadores de la firma, hacia preguntas, daba consejos y hasta les contaba chistes, me miraba y con sus manos me lanzaba besos y hacia reverencias, seguramente le preguntaba a los chicos sobre mí y ellos daban sus opiniones, desde que trabajo en la firma no he sido impositivo con mis compañeros, ahora que tengo dos años al frente he sido aún mas compasivo para no verme como un ogro. Sólo exijo que hagan el trabajo correcto y en el tiempo estipulado.

Una que otra vez me metía al agua, me acercaba a ellos y tocaba temas cotidianos sin referirme a trabajo, era su día de diversión y no se los estropearía .

A la hora de comer nos sentamos como una gran familia conversamos amenamente entre risas. Rita fue el menú del día, todos le jugaban bromas, preguntaban quién fue el afortunado que logró ese cambio en ella.

Al terminar la comida fuimos a las canchas, unos jugaban fútbol, otros básquetbol, yo los miraba felices a todos. Zairí y Margaret casi enloquecían con las travesuras de sus hijos, los niños daban saltos por todos lados como cabras.

Aproveché el momento y me fuí a la piscina que estaba sola a tomar un baño y pensar en lo sucedido el día anterior, me sumergí en mis pensamientos:

<< Sigo sin entender la actitud de Hane ¿Por qué tanta frialdad? ¿Por qué no tuvo la valentía de decírmelo en mi cara? ¿Por qué tomó esa decisión tan drástica de irse del país y llevarse a mis hijos? ¿En qué momento conoció a ese hombre del cual me habló? >>

Mi mente estaba revuelta, estaba en la orilla boca arriba con los ojos cerrados cuando percibí que alguien se me paró a un lado, era Margaret:

_ Hola señor ¿Cómo está? Me dijo Zairí que se ha sentido mal estos días y por eso no ha trabajado.

_ Hola Maggy, si así es, decidí tomarme unos días libres.

_ Me alegra verle mejor, lo necesitamos en la firma.

_ Maggy, la empresa trabaja bien así esté ausente.

_ Sí tiene razón, soy yo la que lo he extrañado mucho, usted tiene dos años evitándome ¿Acaso no le gusto, no le provoco nada?

_ En un momento tuvimos esa conversación y te dije que no tengo nada que ofrecerte.

_ Le diré lo mismo que entonces, no necesito hombre para que sustente mi economía, necesito un hombre que me haga sentir viva y quiero que ese hombre sea usted.

En ese instante se lanzó al agua y nado hasta la otra orilla, salió y caminó hasta mi.

Observé su cuerpo pensando:

<< Mujer joven, delgada, buen color de piel, piernas firmes, no tiene cadera pronunciada ni tetas grandes como Rita, pero tiene lo suyo, según me dijo no ha tenido hombre desde que salió embarazada, no necesita hombre para sustento económico, solo para que la hagan sentir viva, lleva más de dos años diciéndome lo mismo, esta vez le tomaré su palabra>>

_ ¿Se quedará mudo señor? Ya vió todo lo que tengo, puede ser suyo, usted tiene la última palabra.

_ El lunes regreso a la oficina Maggy y nos sentaremos a conversar, esta vez te tomaré la palabra.

Y justamente se volvió a lanzar al agua cuando llegó Rita.

_ ¿Amor, ¿Cómo te sientes? ¿Estás hablando con Margaret?

_ Me siento bien amor, sí, conversábamos sobre lo ocurrido en nuestra ausencia.

_ ¿No te ha preguntado por mi cambio? Los chicos me tienen bombardeada a preguntas.

_ No tocamos el tema, sólo hablamos de trabajo. Es normal que te hagan preguntas y no es para menos, jamás te han visto así, te ausentas unos días y regresas totalmente distinta, causaste mucha curiosidad.

_ Les tocará acostumbrarse, ya está decidido.

Volvió Margaret:

_ Te felicito Rita, tu cambio te hace ver más joven y hasta cambia la imagen de la empresa, si no te ha conquistado un hombre pronto aparecerá uno.

_ Pueden llegar muchos, el detalle es que llegue el hombre que cumpla con mis expectativas. Vamos por algo de tomar Margaret.

_ Si Rita vamos, ¿Usted quiere algo señor?

_ Preciso iba a pedirle un cóctel a Rita.

Al rato regresaron con los cócteles. Continuamos hablando de trabajo y poco a poco fueron llegando los chicos cansados de las canchas, entre ellos venía Jade con cara de orgullo.

_ Les gané en todas las disciplinas, tienes que mandarlos más seguido al club para que se pongan en forma, para una próxima vez deben estar en condiciones.

_ Tendré que mandarlos a todos para que entrenen, dan vergüenza, como es posible que Jade que casi es su madre les haya ganado.

_ Ey tampoco tan vieja!

_ Pero a muchos le llevas hasta quince años.

_ Rita, Maggy, Valery vayan a ordenar cócteles y pasapalos para todos.

Así terminó la tarde y uno a uno se fueron retirando. Entre las últimas fueron Zairí y Margaret.

_ Ya me voy tío, los niños están agotados.

Dijo Zairí.

Ellos se despidieron con cara de cansados.

_ Yo también me voy señor.

Dijo Margaret.

_ En la entrada hay unas camionetas taxi, tomen una y que la facturen a mi nombre, vámonos nosotros también, ya no queda nadie y estoy sumamente cansado.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***