capítulo 4

Ya en el mall comenzamos a visitar varias tiendas, mirar mucha ropa, hasta que llegamos a una multitienda donde había de todo y nos dispusimos a comprar. Rita y Jade tomaron un carrito y comenzaron a escoger gran cantidad de cosas: útiles personales, batas de baño, toallas, batas para dormir y un centenar de cosas más. Yo me fui a mirar unos pasillos a ver si encontraba algo de interés, desde allí veía como ellas iban al área de ropa íntima y por encima de su ropa se probaban brassieres, tangas, hilos, batas transparentes, baby dolls, entre otras prendas.

Entonces me dije:

_ Mujeres! Ellas se crían y el demonio las junta, quien viera a Rita con su arsenal de trapos de todos los días, sus lentes anticuados y allí está, sacando esa mujer provocativa que tiene oculta.

Un hombre de unos 30 años que estaba cerca me escuchó hablar y me preguntó:

_ Disculpe señor, ¿Esa joven que está allí al lado de la señora es su esposa?

Y por instinto asentí con mi cabeza.

_ Es muy hermosa, lo felicito por tener una esposa tan bella.

Y titubee para contestar.

_ Grac… gracias joven.

El joven continuó revisando en la tienda y yo me quedé paralizado pensando.

<< No entiendo por qué le dije que sí a ese joven cuando me preguntó si Rita era mi esposa>>

Al tiempo que sentí una ligera sensación de celos.

Después de mucho ver tomé una cesta y seleccioné algunas cosas para comprar, me encontré con ambas y me preguntaron:

_ ¿Qué estás colocando en la cesta?

_ Una bata de baño, bóxers y útiles personales para poderme quedar en la casa hoy.

_ Estás atrasado Damir, ya Rita y yo escogimos todo eso, hasta tus bóxers los tomamos.

Contestó Jade riendo a carcajadas.

Metió la mano en el carrito y sacó unos bóxers de caritas y muñequitos, yo hice un gesto de no soportar su broma con el bóxer.

_ ¿Entonces en vano estuve escogiendo lo que iba a llevar?

_ Pues sí, ya nosotras llevamos lo que necesitas aquí.

Contestó Rita con cara perversa.

_ Ya que ustedes tuvieron la osadía de escoger todo, paguen, me declaro en rebelión y no quiero pagar nada de las compras.

_ No te preocupes Damir, yo pago, tengo mucho tiempo que no gasto ni un 20% de mi sueldo.

_ Uy! Ahora sí que nos dieron un golpe bajo, esta mujer fue tajante al dar su respuesta, dejemos que pague.

Dijo Jade al tiempo que me miraba y reía a carcajadas.

Luego de cancelar la gran compra de ambas volvimos a casa, entramos con tantas bolsas que casi no podíamos llevarlas.

Jade subió a su habitación, Rita y yo fuimos hasta las siguientes, entramos en una muy cómoda.

_ Rita puedes quedarte en esta, yo estaré en la de al lado, cualquier eventualidad tocas mi puerta sin pena.

_ ¿Y crees que puedas descansar? Digo por la noticia tan desagradable que recibiste hoy.

_ Es una mala noticia, no una sentencia de muerte.

_ Perdón, solo me preocupo por ti amor.

_ Y yo te lo agradezco enormemente Rita. Hasta mañana, que descanses.

Y acercándome a ella le di un beso en la frente.

_Hasta mañana, espero que logres dormir.

_ Lo haré te lo prometo, mañana con la situación más calmada hablaremos sobre qué hacer.

Entré a mi habitación, me quite la ropa y fui a la ducha a tomar un baño de agua tibia que se prolongó por más de veinte minutos, me coloque la bata y fui directo a la cama, me acosté pensando:

<< ¿Que haré ahora sin mis hijos y mi esposa? >>

Mi corazón se aceleraba y a los pocos segundos volvía a la normalidad y aquel dolor de la separación desaparecía. Sentí repentinamente una tranquilidad, como si algo muy dentro de mi deseaba que esta separación ocurriese, entre el pensar y el agotamiento del día me quede dormido profundamente. Me desperté pasadas dos horas cuando sentí que alguien se sentó al borde de mi cama, al abrir los ojos estaba Rita junto a mí.

_ ¿Te sucede algo Rita?

_ Disculpa que te haya despertado, pero no puedo dormir, estoy preocupada por tu situación.

_Coño Rita! En definitiva estas dispuesta a matarme de un susto un día de estos, anda a tu habitación y duerme tranquila.

_ No puedo, deja que me quede aquí contigo, así me sentiré más segura.

_ ¿Cómo tú pretendes que yo deje quedarte aquí en mi cama?

_ Por favor, prometo no causarte ninguna molestia.

_ Solo no vayas a hacer cosas que lamentar.

_ Está bien amor, como tú digas.

Ella se acostó a mi lado sin hacer muchos movimientos para no incomodarme y pronto volví a coger sueño. Cuando desperté ya era el día siguiente.

Al verme despertar me dijo:

_ Hola amor buenos días.

Al tiempo que me daba un beso en la mejilla.

_ Buenos días Rita, ¿Cómo estas, lograste descansar? Porque a mí el cansancio me dominó al instante.

_ Si, logré descansar, gracias por permitir quedarme a tu lado, ¿Bajamos a preparar desayuno?

_ Déjame lavarme la cara y bajamos a la cocina.

_ Ya vuelvo, voy a mi habitación a lavarme también.

Entré al baño a asearme y cuando salí la cama estaba correctamente tendida.

_ Esta Rita es una eminencia, siempre perfeccionista para todo.

Salí de la habitación y las encontré a ambas en el pasillo.

_ Buenos días Rita, ¿Cómo pasaste la noche? Jade, ¿Qué tal se siente dormir en su cama?

Rita solo sonrió, Jade contestó.

_ Hola Damir, Rita, ¿Cómo están? Dormí muy bien, tiempo que no me sentía tan cómoda, nada como estar en casa.

_ Esta es tu casa y lo sabes bien, cuando desees puedes usar tu habitación.

_ Solamente soy tu invitada, ahora todo esto es tuyo amigo ¿Preparamos desayuno o pedimos un delivery?

Rita rompió su silencio.

_ Nada de deliveries y cosas extrañas, hoy les voy a preparar un desayuno con sabor a hogar, para que recuerden esos momentos cuando sus madres los consentían. A Jade para darle la bienvenida y a ti para que te sientas querido y sepas que eres importante para los que te rodeamos.

Jade nos miró y dijo:

_ Creo que voy a venir más seguido para qué ésta mujer me atienda y consienta.

_ Si es tu gusto, por mi encantada.

Bajamos a la cocina y mientras ellas se organizaban yo sentado las detallaba.

Jade, una mujer hermosa, elegante, buen talle de cuerpo, vestida con una bata de dormir se le veía una figura interesante.

Rita, mujer conservadora, con sus lentes anticuados, pero muy linda, cabello claro, tetas muy firmes que cualquier hombre quisiera tocar, vestida con un pijama algo ajustado al cuerpo dejaba ver su escultural figura, no era preciso detallar mucho para saber que llevaba un hilo puesto, esas nalgas que tiene son firmes y hermosas. Mientras Rita cocinaba, me miraba y dejaba escapar esa sonrisa pícara de medio lado. Jade la miraba y luego a mi indicándome que estaba al tanto de lo que sucedía entre Rita y yo. Luego de servir nos sentamos los tres a la mesa.

Dijo Rita muy seria y firme:

_ Buen apetito a ambos. Jade espero te guste mi sazón, a ti Damir ya sabes que cocino rico.

_ Gracias, eres muy amable y consentidora, buen apetito.

Dijo Jade.

Luego yo:

-. Jade, Rita, buen apetito.

Terminamos el desayuno y nos disponíamos a ordenar la cocina. Cuando comentó Jade.

_ Muy rico, gracias, hoy ninguno de los dos trabajan, llamaré a Zairí para que quede al frente de la firma. Terminamos acá y nos vamos de shopping nuevamente, necesitamos muchísimas cosas aún para los días que vamos a estar aquí, sobre todo tu amigo. Yo sé que tienen muchos proyectos y cotizaciones en que dedicar tiempo, pero con un día que no vayan la firma no se caerá

Comentó Jade.

_ Sí, vamos de compras porque si me voy a quedar viviendo aquí necesito muchas cosas, por ejemplo ropa y calzado, mientras voy a hablar con Hane para hacer mi mudanza.

Dije:

_ Hablando de ir a hablar con Hane y traer tu mudanza, te pido de todo corazón que no permitas que ellos se vayan de la casa, tus hijos nacieron y se han criado allí, un cambio de ambiente podría causarles descontrol en sus estudios, se volverán rebeldes y eso no lo voy a permitir.

Rita apoyó su pedimento:

_ Jade tiene toda la razón Damir; además, ella merece quedarse en esa casa, tú tienes esta que es enorme y súper cómoda.

Guardé silencio, ambas tenían razón, no puedo dejar que mis hijos cambien de ambiente, puede ser dañino para ellos.

Terminamos en la cocina y subimos a las habitaciones.

Después de tomar el baño me di cuenta que no tenía nada que ponerme y por primera vez en veinte años me tocaba repetir la ropa del día anterior. Sentí que abrieron la puerta de la habitación, era Rita con una bolsa de papel en sus manos.

_ Disculpa que entre sin tocar amor, aquí tienes ropa nueva para que te cambies, no voy a dejar que vistas la misma ropa de ayer, ¿Cómo está tu corazón, cómo va ese ánimo?

_ Gracias Rita, eres una mujer maravillosa. Estoy tranquilo, siento como si deseara con todas mis fuerzas que esto pasara.

_ Me alegra saber que a pesar de lo que estás viviendo tengas calma y serenidad.

_ Nada gano con desesperarme, ya esta relación no tiene reconciliación, solo debo garantizar la tranquilidad de ellos tres.

_ Siempre has sido un hombre centrado, muy justo para todo y en esta dificultad sigues demostrando lo grande que eres.

_ Déjame un momento para vestirme y enseguida estoy con ustedes.

Entonces murmuró mientras salía de la habitación.

_ Como me gustaría ver cómo te cambias!

Me quedé mirándola, ella no volteó. Noté que llevaba ropa más ajustada y más actual, extrañamente de un día para otro está cambiando, justo cuando Hane y yo estamos separándonos. Todo me quedó como si hubiese ido a una sastrería, era ropa casual y muy actual, no me sentí incomodo.

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Comments

Liz

Liz

me encanta esta novela

2022-09-16

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