capítulo 5

Salí de la habitación y bajé. Ambas estaban sentadas en la sala conversando algo que cuando llegué las hizo callar.

Jade soltó un halago:

_ Pero mírame esto Rita! Este señor se quitó unos años con esa ropa, que bien te ves amigo.

Estoy seguro que me sonrojé con las palabras de Jade. _ Gracias por tu halago amiga, pero quien se lleva los honores es Rita, fue ella quien escogió mi ropa.

Rita quitó sus anteojos anticuados y los limpió con un pañuelo, me miró y dejó escapar una de esas miradas seductoras que me descontrolaban.

_ Rita, tus gustos son bastante exigentes, mira la calidad y estilo de ropa que compraste para tu jefe.

Casi sin dejar que Jade terminara de hablar contestó Rita.

_ Jamás he visto a Damir colocarse la misma ropa dos días seguidos. En este momento es cuando debe andar mejor vestido, para cuando se enteren de su ruptura con la señora Hane no vayan a tomarlo de burla diciendo: "míralo como anda, se separó de su mujer y se echó al abandono". Y sí, me jacto de los gustos que tengo para vestir a este hombre, le conozco sus colores favoritos, estilos, tallas, número de zapatos entre otros detalles.

Jade me miró y solo me encogí de hombros, porque luego de escuchar como habló y el tono que usó no tenía nada que decir.

Se levantó de su lugar y salió al estacionamiento.

Jade aprovechó de para decirme:

_ Amigo, esta mujer está decidida a conquistarte, su tono fue desafiante y tu separación le viene como anillo al dedo.

_ Vámonos, amiga ya hablaremos de este tema con calma.

Subimos a la camioneta y nos fuimos de compras. Llegamos al mall y pasamos toda la mañana de tienda en tienda. Compramos ropa, zapatos, más útiles personales, utensilios para baños, y un sinfín de cosas.

Ya estaba cansado de medirme de todo.

Llegada la hora de almuerzo Rita dijo:

_ Por acá cerca hay un restaurante de comida japonés que es una maravilla, sirven un sushi delicioso, siempre que vengo aprovecho para degustarlo.

Jade casi gritando de la emoción.

_ ¿Sí? Mujer que esperas para llevarnos.

_ Síganme.

Yo que estaba agotado de tanto caminar me quedé parado, ellas que iban caminando voltearon de pronto y preguntaron.

_ ¿Qué pasa? ¿Por qué te quedas ahí parado? ¿Acaso no quieres comer sushi?

Y a ambas contesté:

_ Pues lamento decepcionarlas señora y señorita, pero jamás he tolerado el sushi y hoy no será el día que intente comerlo.

Jade:

_ Damir, no parecen cosas tuyas, un hombre con tan buen gusto para comer y ¿No comes sushi?

_ Así es, nunca he tolerado el sushi, pero vayan tranquilas a comer, yo voy a un restaurante grill, allí sí que sirven buena comida.

Y Rita con cara de mamá regañona.

_ Eso si te gusta, sabes que debes cuidarte de andar comiendo esas comidas con tan alto contenido de colesterol. Con José era siempre lo mismo, ambos eran felices comiendo así.

Jade al escuchar aquellas palabras preguntó a Rita.

_ ¿En serio a mi amado le gustaba comer con Damir esas comidas?

_ Sí claro! Ellos una o dos veces por semana iban a comer a un restaurante este tipo de comidas.

Jade cambió su semblante y guardó silencio por unos segundos, luego con sus ojos llenos de lágrimas.

_ Mi amado José, como lo extraño. Siempre me decía que iba a un restaurante a comer con Damir y que pedían platos grasientos pero jamás le creí.

Se devolvió, me tomó del brazo, y le dijo a Rita:

_ Lo siento, hoy acompañaré a este hombre a comer como lo hacía con José, voy a rendir honor a mi esposo, y a su gran y fiel amigo.

_ ¿Ahora los dos se aliaron en mi contra?

Contestó Rita molesta:

_ Pues sí Rita, y te ordeno como tu jefa que vayamos a comer al grill.

_ Ni modo, ya que es una orden de la señora no me queda más que cumplir.

Y uniéndose a nosotros nos acompañó a “TEXAS GRILL RESTAURANTE”

Nos sentamos y ordenamos costillas griliadas con papas fritas, ensaladas y gaseosas. Comimos hasta que no pudimos más. Luego salimos hasta la camioneta a guardar la gran cantidad de bolsas de las compras matutinas. Cuando yo pensaba que nos íbamos a casa, Rita me dijo que todavía faltaban utensilios de cocina, algo para renovar la decoración y artículos le limpieza, solo me quedó suspirar y tomar fuerzas para seguir. Si en horas tempranas sentí que compramos casi todo el mall, en la tarde presiento que serán sin medidas las compras.

Esas dos mujeres como se habían ganado un millón de dólares y tenían pensado gastarlo todo. Cuando el reloj marcaba las 5:00 pm terminamos las compras y gracias al cielo fue así. En mi camioneta ya no entraba una bolsa más.

_ ¿Nos podemos ir?

Pregunté.

_ Si, ya estamos listas amigo bello.

Contestó Jade.

Salimos y de vuelta a casa, le pedí a Rita que solicitara un delivery porque estábamos demasiado cansados y no llegaríamos con ánimos de preparar cena, a lo que ambas estuvieron de acuerdo.

Llegamos y en medio de todo el desastre de bolsas llegó el delivery, dejamos todo tirado y nos fuimos a comer. Les deseé buen apetito y ellas murmuraron algo que no logré entender porque tenían la boca llena y comían algo apuradas.

Luego de cenar y organizar todas las compras que por cierto eran muchas y nos llevó hasta bastante entrada la noche, subí a mi habitación, tomé un buen baño, coloque mi bata y fui a chequear que estaban haciendo. Cuando bajé encontré a Rita en la sala, le pregunté por Jade y me dijo que estaba en su habitación porque estaba agotada.

_ ¿Y tú que vas a hacer mujer?

_ Necesitamos hablar, vamos a tu habitación.

_ ¿Y por qué no hablamos aquí? Total no hay nadie más.

_ Tú estás cansado y quiero que te recuestes.

_ Está bien, tú sigue que yo iré por un té frío a la nevera.

_ Te espero arriba.

Al verla subir las escaleras note que su pijama era bastante transparente, dejaba ver sus hermosas nalgas casi por completo, ella sabía que yo iba a verla, su cuerpo es una tentación, me seguía ganando terreno, ahora que mi separación con Hane es definitiva va a jugar todas sus cartas para conquistarme.

Fui a la nevera, tomé un té y subí a la habitación, entré y ahí estaba Rita sentada al borde de la cama esperándome, cuando me acerqué a ella me quitó mi té y lo llevó a su boca, pasó la lengua al pitillo de manera sádica sin levantar su mirada, tomó un sorbo y me lo devolvió, sentí como mi cuerpo se erizó al instante.

Dijo:

_ Esta rico tú té frío.

_ No era para ti el té, pero ya que quieres tomar lo podemos compartir.

_ Damir, ¿Cómo te sientes? ¿Qué has pensado hacer con tu situación? Te veo muy tranquilo, pero en el fondo sé que tu corazón está sufriendo.

_ Rita, lo que más me duele sinceramente es la forma en que Hane me dió la noticia, siempre fuimos abiertos paraa contarnos todo sin tabúes, no entiendo por qué ahora tomó la decisión de decirme eso por mensajes, lo veo absurdo, siento que no es ella.

_ Yo nunca he estado en una situación similar, pero creo que no tuvo la valentía de verte a la cara para decirte que se va de tu lado.

_ Te aseguro que viéndola a la cara la hubiese entendido, un día decidimos juntarnos y ahora que quiere dejarme no soy quien para detenerla, lo que sí me está doliendo mucho y me costará para entenderlo es la separación de mis hijos.

_ ¿Te puedo preguntar algo? Espero no te molestes.

_ Pregúntame, prometo dar mi mejor respuesta.

_ ¿Amas a Hane? ¿O sólo estabas por compromiso?

Justo cuando iba a contestar a Rita tocó la puerta Jade.

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