capítulo 6

_ Adelante puedes pasar.

_ Permiso, ¿Interrumpo?

_ No amiga, solo estábamos conversando sobre mi situación.

_ Qué bueno, a eso precisamente venía, quiero escuchar que vas a hacer, soy toda oídos.

_ Justo iba a contestar a Rita una pregunta. Cuando me casé con Hane estaba muy enamorado y por muchos años lo estuve, llegaron los niños y mi felicidad aumentó. Siempre le fui fiel, jamás he mirado a otra mujer, pero ahora que ella me escribió todo ese montón de palabras siento que es como una profecía que debía cumplirse.

_ ¿Entonces aceptas su decisión?

_ Sí, quedará en su conciencia que fue ella quien falló, me duele mucho porque nunca pensé que Hane fuese capaz de hacer eso y confesármelo así de esa manera tan cobarde.

_ Lo otro que quería comentarte es que Hane no va a aceptarte la casa sin pagar por ella, estás claro que a pesar de depender siempre de ti no querrá un regalo sin motivo, sentirá que le tienes lastima.

_ Que me pague entonces la mitad de la casa que por ley me corresponde.

_ En cuanto tenga tiempo antes de irme iré a hablar con ella para escuchar su versión.

_ Te agradezco y cuando vayas dile que envíe mis cosas hasta acá, así como no quiso darme la cara yo tampoco tengo nada que hablar con ella.

_ Te propongo algo, voy a comprarles a ambos la casa y el dinero de la venta lo colocaré en la cuenta de tus dos hijos para que tengan un futuro más seguro; así, ni tú le regalas tu parte y ella no te acepta nada sin motivo y todo el beneficio es para tus pequeños.

_ La propuesta de Jade es muy razonable Damir.

Intervino Rita.

Me quedé pensando un instante y contesté.

_ Si ella acepta tal propuesta yo no tengo problema que nos compres la casa y todo vaya a la cuenta de los niños, aunque mientras yo esté vivo y pueda, darles nada les faltará.

Jade una vez más:

_ De eso no tengo dudas, nunca les ha faltado y nunca les faltará, tu eres excelente padre, con esta propuesta estarán contentos ambos.

_ Si, y así vivirá en la casa con los niños hasta que ella decida lo contrario.

Contesté.

_ Apartando el tema de Hane, yo quiero conversar con ustedes dos. Cuéntenme todo cuanto pasa, Rita está enamorada de ti y tú no le eres indiferente, explíquenme por favor, soy tu amiga Damir y más que tu amiga Rita.

Rita y yo nos miramos la cara.

Comenzó Rita:

_ El día que contrataron a Damir como ejecutivo de la empresa, desde ese momento me ha gustado, un hombre bien parecido, inteligente, profesional, serio, centrado en su vida, respetuoso y educado, abnegado con su esposa e hijos, siempre he estado enamorada de él, pero también me he mantenido al margen porque lo he visto como un hombre incorruptible.

_ ¡Pero, en muchas ocasiones lo has provocado!

Le afirmó Jade.

_ Pues sí, no lo voy a negar, tengo años insinuándole cosas, pero él sigue manteniéndose recto.

_ ¿Y tú que tienes que decir Damir?

Preguntó Jade dirigiéndose a mí.

_ Siempre le he sido fiel a mi esposa Hane. Claro está, también he notado que le gusto a Rita, pero soy partidario que mientras uno está casado debe respetar y amar a quien se tiene al lado.

_ ¿Nunca has tenido nada con Rita?

_ Sexo jamás, en algunas ocasiones tuvimos encuentros algo fogosos, pero no ha pasado de allí. Ella me confesó que nunca ha estado con nadie y yo respeto eso.

_ ¿Pero te gusta?

Hice una breve pausa, las mire a la cara a ambas.

_ No puedo negar que es una mujer muy bella y tiene un cuerpo espectacular. Sí, me gusta.

_ ¿Y ahora que te estás separando de Hane vas a intentarlo con ella?

_ Si ella espera a que todo este desbarajuste pase y mi vida se normalice, podemos intentarlo.

Inmediatamente habló Rita.

_ Como dije hace unos minutos, tengo bastante tiempo esperando, puedo esperar más, no creo que sea el resto de la vida.

Jade con su pierna cruzada y el puño en su mentón nos miraba a ambos, luego habló:

_ Ya escuché un poco de cada uno y me gustó su sinceridad, no soy de esas mujeres rígidas en estas lides, a pesar de estar casada con un sólo hombre y luego de ser viuda decidí quedarme sola, lo único que les voy a pedir es que esperen que las aguas se calmen y en la firma mantengan el profesionalismo y la discreción.

_ De mi parte puedes estar tranquila Jade.

Dijo Rita.

_ Yo primero debo aclarar mi situación sentimental, de mi parte todo seguirá igual.

Dije firmemente.

_ Ya escuché lo que necesitaba, son adultos y estoy segura que cumplirán su palabra, les dejo solos para que conversen, hasta mañana y felices sueños.

Y al mismo tiempo contestamos:

_ Felices sueños Jade.

Tomé mi té, que ya no estaba frio, di los últimos sorbos y me recosté en mi almohada.

Rita en silencio se acomodo en un lado mirando hacia arriba.

_ Felices sueños Rita.

_ Hasta mañana amor, que descanses.

Apagué la luz y me dispuse a dormir. Rita siguió en silencio con su mirada al techo.

El sueño me venció por el día tan trajinado que tuvimos, hasta casi las dos de la madrugada, cuando sentí que Rita se recostó de mí porque tenía frio, metió su gran culo justo en mi entrepiernas, sus nalgas fueron a acoger en medio mi miembro que al instante se endureció, tuve que controlarme mucho para no hacerle nada, con su mano tomó la mía y la colocó en sus grandes y duras tetas.

Volví a cerrar los ojos hasta que sonó la alarma y me despertó, al abrir los ojos Rita no estaba. Me levanté, fui a la ducha a tomar un baño para sacarme el sueño, cuando salí la cama estaba correctamente arreglada, mi ropa encima, zapatos limpios, corbata, gemelos, todo lo que necesitaba para vestirme e ir a trabajar.

Cuando bajé el desayuno estaba servido.

_ Buenos días señor presidente.

Dijo Jade con tono gracioso.

Luego Rita:

_ Señor Damir buenos días, buen apetito, su maletín y su laptop están en su camioneta.

_ Gracias Rita muy amable, buen apetito, buena elección de ropa Jade, estas súper elegante, como siempre.

_ Gracias amigo, hoy debemos ir a chequear cómo va la remodelación del nuevo edificio, luego conversar sobre la contratación del nuevo personal.

_ Claro, como tu digas. Rita llama por favor un servicio de grúa y envías mi camioneta a casa, bueno a casa de Hane, y llama al doctor Carlos Santaella para que haga los trámites y la ponga a su nombre, todo eso luego que termines tu desayuno.

_ Sí señor como usted diga, pero ¿En qué carro se irá? O mejor decir, ¿En qué carro nos iremos? Porque Jade ya entregó el carro a la agencia de alquiler.

_ José me regaló un hermoso deportivo que por mucho tiempo ha salido solo a servicio, de hoy en adelante será mi carro.

_ Ya voy a cambiar sus cosas al deportivo.

Jade nos observaba y sonreía mientras tomaba su desayuno.

Luego del desayuno Rita llamó al servicio de grúa y entregó la camioneta, llamó a Santaella para los trámites y regresó.

_ Listo señor, ya sus órdenes fueron cumplidas, aquí están las llaves de su deportivo.

Fuimos al estacionamiento cubierto donde estaban los carros, abordamos y luego de una ligera espera mientras optimizaba la temperatura salimos rumbo a la oficina,

En todo el trayecto de la casa a la oficina Rita y Jade no hablaron, volví a sentir como en días pasados cuando llevaba a Rita, Margaret y Valery, ya era normal para mí.

Llegamos a la firma y como todos los días me recibía Miguel el guardia parquero, ya llevaba dos años trabajando para mí y jamás se ha tenido quejas de su trabajo.

_ Señor buenos días, ¿Cómo está usted?

_ Hola Miguel buenos días, muy bien ¿Y tú?

_ Me alegra señor, ayer lo extrañamos por acá.

_ Ocupado como siempre Miguel.

_ Uy! pero que carro señor, ¿Lo parqueo donde siempre?

_ Sí, en adelante será mi carro, estaciónalo donde siempre, ella es la señora Jade, tan dueña como yo de esta empresa, el mejor trato por favor.

_ Sí señor, ya la conocí en la convención, señora un placer nuevamente, estoy a su orden.

-. Gracias Miguel.

Contestó jade.

_ Señorita Fisher, buenos días.

_ Hola miguel, buenos días.

Entramos y todos los empleados ya estaban en sus labores, fuimos a mi oficina a la reunión.