capítulo 3

_ Hola Damir, ¿Cómo estás? Disculpa que te moleste en este momento, se que estás ocupado y es un día súper importante para ti y tu empresa. Disculpa también mi cobardía de no decirte nada frente a frente. No aguanto más esta situación, ya van dos años que estás dedicado en cuerpo y alma a tu empresa, siento que por mí ya no sientes nada, nuestra vida de pareja cada día va peor y no puedo más con esta carga, no compartimos casi porque hasta los fines de semana estás atendiendo tu negocio, compartes más con tus trabajadores que con nosotros que somos tu familia.

Ciertamente durante estos dos años de luchar para mantener a flote la firma y hacerla crecer he tenido que trabajar muchas horas, días enteros hasta media noche y casi todos los fines de semana también, llegaba a casa a tomar un baño, descansar un poco y volver a la oficina.

Me dolió que me llamara por mi nombre, eso indicaba que la situación no estaba bien. Pero lo próximo que iba a leer sí que me sacudiría por completo la vida.

_ Tus hijos te extrañan, antes jugabas muchas horas con ellos, ahora tu tiempo es limitado, no estoy diciendo que los tienes descuidados, pero me piden que tu les dediques y compartas más con ellos.

Tenía razón, yo había recortado el tiempo con mis hijos, algunas veces conversaba con ellos un día por semana, mi hija que está en la etapa de la adolescencia me pedía más tiempo y mi respuesta era que estaba trabajando muy fuerte para posicionar la firma, porque quería un futuro mejor para todos.

_ Tenemos muchas comodidades en casa, carros nuevos, los niños mejoraron sus colegios y están recibiendo una educación de calidad, pero, a pesar de todo eso me siento ajena en esta casa que antes la sentía tan mía, ya no, nada de esto me pertenece, nada nunca fue mío, eso siento, por eso he tomado la decisión de dejarte, me voy porque ya no soporto vivir aquí.

Sentí mi cuerpo sufrir cambios bruscos de temperatura, comencé a sudar y mis manos casi no podían sostener mi teléfono.

_ No soporto vivir a tu lado, tristemente aquel amor y ganas de seguir se han perdido, me voy con los niños, ya lo hablé con ellos y es una decisión que no tiene vuelta atrás.

La ironía de la vida, me daba una grata sorpresa, pero a su vez me quitaba parte importante de mi vida, mi esposa e hijos. Salía victorioso de una batalla y casi pierdo la guerra al recibir tal noticia.

_ Pronto nos reuniremos para acordar los días que compartirás con tus hijos, alimentación, pago de colegio y todo lo que te competa como obligación de padre, con lo que me has depositado todo este tiempo me alcanza para comprar un pequeño apartamento donde viviremos cómodos los tres. Te va a sonar feo y seguramente me vas a juzgar, y si lo haces no te voy a condenar. Hace unos meses conocí un hombre maravilloso que ha estado pendiente de mi, y aunque no tengo nada con él quiero a partir de ahora conocerle más, darme la oportunidad de conseguir esa parte de la felicidad que es compartir con una pareja, que esté día a día a mi lado. Te dejo Damir, desde este momento considérate un hombre libre, pronto acordaremos también los trámites de divorcio.

Mi corazón acelerado casi salía de mi pecho, esta decisión de Hane ponía mi vida en una situación bastante difícil, ella tenía toda la razón, yo en busca de dinero, comodidades, lujos y retirarme en grande me hicieron perder mi esencia. Obtenía lo que tanto anhelaba con un precio impagable, no podía hacer más que aceptar todo lo que me decía.

En ese instante tan angustiante baja Rita y me ve tembloroso, sudoroso y con los ojos llenos de lágrimas. Sin decir una palabra me abrazó fuerte y luego me dió un beso en la frente, se levantó y tomó mis manos invitándome a seguirla, caminamos hasta la habitación de Jade, tocó a su puerta.

Ella abrió y nos invitó a pasar:

_ Pasen ambos, tenemos mucho que conversar.

Apenas entré también me abrazó fuerte tratando de hacerme sentir mejor.

Continuó:

_ Siéntense por favor. Se que estás mal por la noticia que acabas de recibir, estoy segura que nunca pensaste que tal situación podía pasar. Rita me contó, espero no le reproches nada ella, simplemente está preocupada por ti.

Sentía mi vida derrumbarse, todos mis años de luchar por tener dinero para darle comodidades a mi familia no valían de nada, todo se acabó en un instante.

_ No te preocupes, no reclamaré nada a Rita, se bien que no lo hizo con mala fe, solo se preocupa y quiere ayudar.

Contesté a Jade.

Rita nos miraba con sus ojos llenos de lágrimas sin decir nada.

_ Damir, lo que te voy a contar te va a sonar tan mal como esa noticia que te dió tu esposa. Cuando una mujer te dice algo de la magnitud de la confesión de Hane es porque ya tiene mucho tiempo pensándolo, analizándolo y sacando conclusiones.

_ ¿Quiere decir que esto no tiene marcha atrás?

_ Exacto mi querido amigo, ella tomó su decisión y no dará marcha atrás, te lo digo con toda sinceridad como mujer experimentada, en estos momentos no entiendes nada, pero al pasar los días te darás cuenta de las fallas que causaron esta ruptura.

Yo seguía en shock emocional, tenía todas las ideas revueltas en mi cabeza, esas palabras de estar saliendo con alguien hace meses herían mi orgullo de hombre, no entendía en qué momento sucedió.

_ No les puedo negar que en este momento siento mi vida derrumbarse, quiero salir corriendo hasta llegar muy lejos y gritar hasta quedar sin aliento para ver si así puedo aliviar mi dolor.

Siguió Jade mientras Rita a mi lado lloraba y pasaba sus manos por mis hombros.

_ De nada servirá correr y gritar, ahora más que nunca debes estar sereno y con cabeza fría para resolver esta situación.

Entonces Rita rompió su silencio.

_ Jade tiene razón Damir, nada ganas con huir del problema, yo no soy experimentada en este tipo de situaciones, pero creo que lo más conveniente es que esta noche nos quedemos aquí para descansar, mañana las ideas estarán claras para hablar y tratar de resolver este problema.

_ Nada tiene solución Rita, como dijo Jade, ella tomó esa decisión y se la voy a respetar, le daré la libertad para que viva su vida. Si tiene un hombre a su lado debe ser un tipo muy atento, Hane jamás buscaría a alguien aparte de mi si no le diera seguridad, tranquilidad y estabilidad emocional.

_ Ese es el hombre maravilloso y genial que siempre he conocido, por razones como estas fue que un día mí amado José y yo decidimos entregarte todo lo que poseíamos en el país, sabía que en medio de esta tormenta que vives serías un excelente navegante y llegarías a puerto seguro.

Contestó Jade sonriente.

Y levantándose de su lugar me dió otro abrazo y un beso en la frente.

_ Gracias por siempre estar presente Jade, eres esa hermana mayor que protege a capa y espada a su hermano.

_ Para eso somos los amigos sinceros, en las buenas y sobre todo en las malas. No la ofendas nunca, recuerda que es la madre de tus hijos, la mujer que en tus inicios estuvo a tu lado.

_ Ofenderla jamás,.Ella merece todo lo mejor del mundo, yo no me interpondre a su felicidad.

_ Por eso es que siempre te he admirado, y he estado enamorada de ti mi amor.

Contestó Rita muy segura de sus palabras.

Y Jade sin dejarme dar respuesta a Rita al tiempo que tocaba sus oídos.

_ Es cierto lo que mis oídos acaban de escuchar o son alucinaciones mías?

Rita sin encontrar que decir iba a salir corriendo, la tomé de las manos y dije.

_ No tienes por qué huir, todos estamos enfrentando nuestras realidades, tu también debes enfrentar la tuya.

_ Perdón Damir, lo dije sin medir consecuencias.

Rita asintió con la cabeza, sin levantar su mirada.

Continué:

_ Bueno ya es suficiente de lamentos, nadie ha muerto para que tengamos estas caras de estar en un velorio. Vamos al mall a comprar lo que necesitamos y quedarnos aquí, ya es hora de darle calor a mi casa y que mejor momento que está Jade presente, así serás mi huésped de honor, tú también te quedarás en mi casa Rita, ya mañana será otro día y veremos qué pasa.

_ Sí señor, como usted ordene.

Dijo Rita.

_ Ah no Rita! No me jodas con eso de señor. Me acabas de decir mi amor delante de Jade, así que, eso de señor déjalo para la oficina, llámame por mi nombre.

_ Bueno, bueno, bueno señores, sin discusión parecen unos niños, ¿Vamos al mall o no?

Dijo Jade un poco molesta.

Aunque mi corazón estaba muriendo de dolor, dejé los problemas a un lado y tomé fuerzas para ir de compras.

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