En donde yace el amor verdadero

...VIII...

El imperio de Regis es posiblemente el más enorme y poderoso de este lado del continente. A lo largo de los años había anexado a varios pequeños reinos expandiendo su territorio y aumentando su poderío y recursos. Horribles rumores se decían acerca del emperador Callisto Orfilius de Regis quien había asumido el control del imperio hacía ocho años atrás luego de derrocar a su tirano tío el segundo príncipe Malek quien usurpo el trono asesinando al emperador Akram Orfilius su propio hermano en una emboscada publica aliándose con la facción rebelde del imperio, una vez asesinado Akram, Malek se dispuso también a tomar la vida de su sobrino Callisto puesto que era una amenaza latente para sus planes de completo dominio. Callisto logró escapar a tiempo con ayuda de su madre quien murió valientemente evitando que los guardias de Malek dieran con su hijo, el último de los tres hermanos Orfilius el tercer príncipe Ayham fue a quien el difunto emperador Akram le guardaba más confianza y honrando la memoria de su hermano ayudo a ocultar a Callisto por varios años enseñándole a su vez a usar la espada y a luchar para que, llegado el momento, pueda recuperar aquello que por derecho le correspondía. Cuando Callisto cumplió los diecisiete años de edad ya era lo suficientemente capaz cómo para enfrentarse a su tío y tomar su venganza por la muerte de sus padres, el joven príncipe teniendo como aliado a su tío Ayham reagrupo a las tropas que aun guardaban fidelidad al legítimo heredero del imperio y de esa forma se libró una larga contienda por el control del territorio, el vencedor resulto ser Callisto cuyo talento con la espada le permitió recuperar el amado imperio de su padre y poner fin a las maldades de Malek a quien Callisto había dado muerte, de esa forma lo que le correspondía como único hijo del emperador difunto Akram se le fue devuelto y fue debido al nuevo emperador de Regis que el territorio se expandió hasta apoderarse de una buena parte de las tierras del norte hasta el mar de plata.

Callisto es un guerrero muy temido en combate y no existe enemigo alguno que no tema a su espada y a la furia de sus ataques. Se decía que sus días en batalla habían vuelto de él una criatura hambrienta de sangre y de un apetito por la conquista y la guerra tan voraz que no lograba ser saciado con nada. Incluso existía una pequeña facción secreta de nobles que veían al hijo de Akram como una amenaza para sus intereses debido al carácter dominante de Callisto haciendo que manipularlo sea imposible.

Para un pequeño reino como el nuestro una buena relación con el imperio de Regis era de vital importancia si deseábamos conservar nuestro territorio. Así pues, cuando la noticia de que el emperador Callisto vendría a palacio para una reunión diplomática con nuestro rey tanto nobles como plebeyos se sorprendieron y temieron a la vez. Nadie sabía nada de tan temido emperador salvo de su carácter implacable y su fama de fiero guerrero. Por fortuna para aquellos que temían a la presencia de Callisto pronto se supo que en su lugar sería su tío Ayham el archiduque de Regis quien vendría en representación de su sobrino. Se sabía que el archiduque contaba con la confianza del emperador al igual que su difunto padre por tal motivo el trato hacia Ayham Orfilius debía de ser como si fuese el mismo Callisto.

Recuerdo que debido a los rumores sobre mi mal comportamiento Gregor decidió no invitar a la familia BellaFleur temiendo un escándalo de mi parte en el baile organizado para el archiduque Ayham. Arme una gran rabieta y me desquite con Amanda por cualquier pequeña cosa culpándola de todo aun cuando no lo fuera. Por tal motivo no poseo recuerdos de aquel evento social que fue muy comentado por largas semanas.

Ahora todo es tan distinto a como fue en un principio y no sé cómo tomarlo, no se supone que yo deba asistir sé que dije que deseaba cambiar mi futuro, pero tampoco deseo alterar algo y cambiar todo drásticamente, temo que algo malo suceda estando ahí, ya no confió en mi suerte y me veo luchando contra una fuerza muy superior ya que por más que intente alejarme de mis amenazas y evitar comportarme como una mujer despiadada los malentendidos siempre ocurren y mi mala fama empieza a crecer.

Quise negarme sin éxito alguno, tal vez si solo asistían Amanda y papá entonces todo resulte beneficioso para mí ya que podre deshacerme del compromiso de una vez por todas y como los rumores sobre mí todavía no son fuertes puedo pedir mi indemnización e irme muy lejos.

...***...

Luego de la visita a Gregor en los ostentosos y hermosos jardines de palacio me dirijo a casa, mientras el cochero maneja el carruaje en dirección a la mansión no dejo de sumergirme en mis pensamientos y en mi creciente temor.

Al abrirse las puertas lo primero que veo es a Amanda con un hermoso vestido verde agua y un amplio sombreo de ala decorado con bellas flores de temporada. Es más que claro que se encuentra lista para salir, aunque al verla me extraña un poco la forma tan arreglada en que vestía, no recuerdo que padre me hubiese pedido que la escoltara a una reunión de damas en específico.

―Hermana Selenia has regresado, que alegría ―dice ella con una sonrisa incomoda y algo nerviosa que para nada era el reflejo de su alegría ―. Eso significa que el carruaje se encuentra disponible.

― ¿Vas a algún lado Amanda? ―pregunto más por cortesía que por genuina curiosidad, no es difícil ser amable con Amanda generalmente ella siempre suele lucir feliz y angelical ―. Te ves muy hermosa ―le dedico un cumplido honesto porque efectivamente se ve muy bonita.

―Muchas gracias hermana Selenia ―puedo notar como su incomodidad va en aumento, ¿Qué le está pasando a Amanda? ―. Tengo prisa debo irme.

― ¿Tú sola? ¿No deseas que te acompañe como las anteriores veces? Si me das un momento yo puedo…

―Temo que no será posible hermana Selenia, ya hablé con mi padre y le pedí permiso para asistir sin compañía, mis progresos en mis clases de etiqueta son buenos y papá me ha dado la oportunidad.

―Eso es bueno Amanda ―la felicito por haberse ganado la confianza de papá y empezar a hacerse su propio camino en el difícil mundo de las damas ―. Lo vas a hacer bien.

―Si hermana ―responde ella ―. Es una pena que ya no contemos con tu compañía, le rogué a la marquesa Allender que considerara mandarte una invitación a su fiesta de té, pero se negó, es una verdadera pena hermana.

―Pero le dijiste que todo fue un malentendido, ¿verdad? ―digo ―. Que no existen rencillas entre nosotras ni envidias de por medio.

―Sí, si lo hice hermana, pero ya vez como son esas damas aristócratas, aun así, intentare continuar abogando por tu inocencia. Debo irme ya estoy retrasada, con permiso hermana querida ―antes de partir hace una reverencia para luego dirigirse con rapidez hacia el carruaje y abordarlo.

Al verme sola en la entrada medito un poco por lo que acaba de suceder. Amanda está empezando a desenvolverse sin problemas y de forma tan orgánica que no puedo evitar alegrarme un poco por ella, le hice la vida tan miserable anteriormente que verla así de feliz alivia mis culpas, aunque también debo de admitir que luce un poco más distinta a la Amanda de antes ¿Sera la influencia que ejerce en ella el mundo de la aristocracia? Bueno no me importa en realidad, mientras Gregor se fije en ella y me de mi tan esperada libertad entonces no existe problema alguno.

Es mejor así, mientras mi cercanía con Amanda sea la más mínima posible entonces ya no se prolongarán más los rumores.

Dirijo mis pasos hacia el interior de la mansión con la esperanza de llegar a mi habitación con rapidez y poder descansar un poco más mis idílicos pensamientos se ven rotos por la aparición de mi madre.

―Estoy aquí madre ―digo haciendo a su vez una reverencia mientras pido a los cielos que ella no empiece con sus mordaces comentarios una vez más.

“Esta mujer malvada solo desea una vida tranquila”

― ¿Regresaste de tu visita a tu prometido hija?

―Si madre ―respondo.

―Eso es bueno, al menos sabemos que no ha perdido el interés en ti, querida debes ser astuta y terminar de cautivar su corazón. Solo eso lograra afianzar tu posición en la familia real y entonces no correrás peligro alguno.

―¿Qué sentido tiene todo esto madre? Gregor me es indiferente y no nada podrá cambiar el que no me ame, no voy a seguir con esto.

―No digas eso Selenia ―su voz sube un poco de tono clara señal de que estaba empezando a enfadarse ―. No lo estás haciendo bien eso es lo que está sucediendo, debes ser más afectuosa, debes de procurar estar a su lado en todo momento, no importa lo que tengas que hacer ¡Gana el afecto del príncipe heredero!

Mi madre continua con su insistencia en que pelee por el amor de Gregor ¿Por qué debía de luchar por alguien a quien obviamente no le intereso? ¡Yo no soy la verdadera reina y estoy agotada que me lo recuerden a cada instante! Solo deseo terminar con esto, solo deseo que madre deje de poner sus intereses y los de padre por sobre mí y que empezara a apoyarme. Desde mi regreso no he dejado de demostrar mi deseo de terminar mi compromiso incluso me he negado a asistir a las invitaciones de Gregor, ¡Solo quiero olvidarlo y seguir con mi vida!

―No voy a casarme con él, por favor madre deja de insistir con eso, tú ya tienes conocimiento de mis intenciones por romper mi compromiso.

Su rostro hermoso se empieza a distorsionar haciendo una expresión de furia. Una vez más he vuelto a tocar el único tema que le causa desagrado y enojo.

― ¿Sigues con eso? Selenia deja de ser egoísta.

¿Egoísmo? Ante aquel comentario no puedo hacer más que sonreír por la pequeña gracia que provoca en mí el uso de aquella palabra. El egoísmo es tan característico en una mujer desalmada como yo, ¿Por qué debo de empezar a pensar en los demás antes de pensar en mi misma? ¿Por qué he de dejar que me controlen como una marioneta política? Si egoísmo significa negarme a ser controlada y velar por mis propios intereses sin que me importen los demás entonces me permitiré serlo.

Dejaremos la gratitud y la bondad para la verdadera protagonista de esta historia.

―Seré tan egoísta como me sea posible madre, si mi egoísmo permite que pueda alcanzar mi felicidad.

― ¡Niña estúpida! ¿Qué no te estás dando cuenta que estas a muy poco de ser remplazada por esa bastarda que trajo tu padre? ¡Mira como esa mocosa se pavonea en frente tuyo restregando en la cara de todos los nobles el título de Lady BellaFleur! ¡Estás perdiendo y no te das cuenta! ¡Te están arrebatando tu vida, están usurpando tu lugar! ¡Pronto tú y yo seremos desechadas, Amanda le dará todo lo que tu padre siempre deseo! ¡Abre los ojos hija mía! ―sus manos tocan mi rostro con desesperación, de sus ojos brotan las lágrimas de una madre que sufre por el incierto futuro de su hija.

Mi corazón también se oprime, aunque el afecto de mi madre a comparación que el de mi padre era escaso, casi inexistente, no puedo evitar sentir lastima por ella. Si hago lo que ella me pide entonces ella terminara en un convento y yo muerta.

―Madre ―digo apretando sus manos con fuerza mirándole directamente a los ojos, en sus pestañas como gotas de rocío yacen sus lágrimas, sus finas arrugas brillan como hilos de plata ―. Vámonos juntas ―le ruego en un último intento por librarnos del terrible destino que nos aguarda ―. Vamos juntas madre, huyamos al imperio y vivamos libres lejos de papá y de Amanda, por favor mamá ven conmigo.

Su rostro es de una sorpresa indescriptible ante mi pedido.

― ¿Acaso has enloquecido? ―dice ella retirando sus manos de las mías de forma brusca, sus ojos me observan con frialdad ―. Este es tu lugar Selenia y este es tu destino y jamás escaparas de él ―sus palabras calan tan profundo de mi mente que mi cuerpo tiembla y tengo que sujetarme de la baranda para no perder el equilibrio y caer.

Jamás habría de escapar hiciese lo que hiciese siempre terminare en el mismo lugar.

― ¿Por qué no me quieres madre? ―digo de pronto ―. ¿Por qué me arrastras a esto?

―Porque es lo mejor para ti y porque no existe mayor felicidad que la de ser la esposa de un futuro rey ―al pasar cerca mí cuando descendía madre detiene su andar y sin dirigirme palabra alguna eleva un poco la voz ―. A tu padre le llego un sobre de palacio, es una invitación para asistir a una importante reunión en honor del archiduque del imperio de Regis, espero que esta vez no falles Selenia y logres enamorar a tu prometido como es debido querida hija ―su voz es tan fría que no hubiese pronunciado la palabra “querida” no hubiese creído que es mi madre.

Escucho sus zapatos alejarse y una vez que aquel sonido deja de escucharse es cuando me permito derrumbarme y llorar en silencio. Mis labios murmuran una oración y piden a los cielos iluminar mi camino para evitar que me pierda.

...***...

El palacio real ubicado en el corazón de la ciudad capital es el hogar del rey Gerald II Castiello el vigesimoquinto monarca de una larga dinastías de gobernantes. El rey Gerald es un hombre que a pesar de su edad avanzada había logrado que su precioso reino mantuviese una estabilidad económica y fue en su periodo en donde el reino de Castiello floreció.

La noticia de la llegada del archiduque causo una verdadera conmoción y no existía noble en el reino que no anhelara una invitación a palacio para ser parte de un suceso tan importante e histórico como lo era una alianza entre el imperio más grande y poderoso y el reino Castiello.

Como el tan esperado día seria dentro de algunas semanas las más importantes damas de la nobleza que habían sido invitadas se precipitaron a las casas de modas más importantes de la ciudad capital con el único fin de conseguir el vestido perfecto para aquel importante evento. Incluso Madame Eloísa se vio asediada por su clientela habitual que buscaban que la más importante diseñadora se encargase de su vestimenta. Por fortuna el apellido BellaFleur era uno de los más importantes y Madame Eloísa respondió a la carta de mi madre diciendo que sería ella misma la encargada de diseñar nuestros vestidos.

Así pues, Madame Eloísa se presentó muy temprano esta mañana con 4 asistentes quienes se encargarían de tomarnos las medidas respectivas. Amanda se encontraba entusiasmada y no dejaba de alabar el trabajo de Madame Eloísa quien cada vez más encantada con la dulce Amanda le aseguraba que le diseñaría el vestido más hermoso para ella. Aquello duro un par de horas y luego la diseñadora se retiró argumentando que le era muy importante empezar a trabajar cuanto antes.

Una vez libre de Madame Eloísa y mi madre y con Amanda asistiendo a sus ya acostumbradas reuniones de té me veo gratificantemente sola y me dispongo a disfrutar de un merecido momento de descanso en la biblioteca.

―Su té señorita ―dice Annelise colocando la taza en la pequeña mesa mi costado.

―Gracias Anne ―respondo dando un sorbo de aquella tibia bebida sin despegar la vista de mi lectura.

― ¿Es tan interesante ese libro señorita? ―dijo Anne con una apacible sonrisa ―. No ha despegado la mirada de aquellas páginas.

―Es una novela de romance ―respondo perdida en aquella historia de amor entre una dama de una familia rigurosa y noble y un caballero de un reino lejano, “La dama de plata y el caballero de la luna” se llamaba e incluso el titulo revelaba una historia de amor ―. Tal vez el libro sea de mamá en su juventud.

Mientras continuo con mi lectura me percato que algunas páginas importantes del medio y del final habían sido arrancadas del libro jedando la historia inconclusa, al revisar el libro con mayor detenimiento y me percato de algo que había pasado por alto todo el rato que tuve el libro en mis manos.

― ¿Sucede algo señorita? ―pregunta Annelise curiosa por mi reacción ―, ¿Acaso el libro está roto? ¿Desea que le consiga una copia?

―No es eso ―respondo mostrándole la última hoja de aquel libro ―. Aquí, ¿ves Anne? Alguien escribió algo aquí.

Y ahí dice:

Para mi dulce Isadora la dama de plata. Con todo mi infinito amor de parte de

^^^ A.S ^^^

El rostro de intriga y sorpresa en Annelise es igual al mío y ambas nos miramos intentando decir algo acerca que pueda romper el silencio existente, pero nada lograba salir y en mi cabeza no existe nada más que dudas. ¿Quién es A.S?

― ¿Qué está pensando usted señorita? ―pregunta Annelise.

―Tal vez sea un ex pretendiente de mi madre quien le dio este libro, pero me llama la atención que las páginas del medio y del final hayan sido arrancadas con ferocidad. Anne, ¿Podrías ir más tarde a una librería y buscar la novela “La dama de plata y el caballero de la luna”? Quiero saber la razón para que las hojas faltantes hayan sido arrancadas de aquella forma.

―Lo hare señorita.

―Muchas gracias Anne ―muestro mi total agradecimiento a mi querida doncella quien se había ganado mi absoluta confianza.

Guardé el libro en el mismo lugar en donde lo había encontrado, si mamá llegase a saber que busco averiguar ese misterio de su vida lo mas probable es que me ganaría su rencor.

Y sin nada más importante en el resto del día las semanas transcurrieron rápidamente y el día del baile se acercaba.

...***...

Como ya era habitual en un día tan importante no aseguramos de estar listos mucho antes de la hora señalada. Desde las primeras horas de la tarde mi madre Amanda y yo nos enclaustramos en nuestras respectivas recamaras con un grupo de doncellas cada para iniciar con el baño, el cuidado de la piel el peinado y maquillaje y luego el vestido.

Annelise y Sophie fueron las encargadas de ayudar con mi preparación tal y como la última vez, la joven Sophie aportaba alegría y un aire refrescante a la habitación mientras que Annelise por ser la mayor era calmada y un poco más centrada. Con ellas poseo más que suficiente.

― ¡Que hermoso vestido lady Selenia! ―exclamo Sophie sosteniendo el diseño de Madame Eloísa elaborado para mí, es un bello vestido de un hermoso tono azul noche bordado en hilos de plata y de hombros descubiertos.

Con ayuda de Annelise me coloco el vestido y Sophie es la que se ocupa de mi cabello, su maestría para el peinado me tiene impresionada, mi cabello largo y platinado es recogido en un elegante moño alto decorado con adornos para el cabello en forma de pequeñas flores plateadas.

Una vez abajo encontré a mi madre y a mi padre ya listos para partir a palacio tan solo quedaba aguardar por Amanda quien se tomaba su tiempo para prepararse.

―Me complace que te hayas esforzado en lucir aún más hermosa de lo que ya eres, sin duda Gregor estará muy complacido al verte.

―No lo hago por Gregor madre ―respondo en tono bajo, pero con firmeza ―. Nada de lo que haga a partir de ahora será para él.

Antes de que mi madre pudiese abrir la boca para recriminarme una doncella anuncia que Amanda ya se encuentra lista. Mi padre corre a recibirla al verla descender con ese enorme vestido blanco y dorado decorado con un bordado de rosas rojas, la cintura se veía tan pequeña que puedo jurar que le llevo una gran cantidad de tiempo a Amanda y a sus doncellas en ajustar el corsé. Tan solo con verla me duelen las costillas, pero tengo que admitir que el modelo y el color combinan a la perfección con su hermosa cabellera dorada peinada en una diadema de su propio cabello.

―Hija mía, serás la rosa más hermosa en todo ese salón ―dijo mi padre y Amanda solo sonríe de forma tímida a esa afirmación.

Como todos nos vimos listos mi padre encabezando la marcha fue el primero en salir de la mansión y abordar el carruaje, el cochero ayudo a mi madre a Amanda y luego a mí. Ya es hora de partir y como prometida de Gregor se esperaba que llegara de forma puntual. El viaje fue en un silencio incómodo mi padre apenas me mira y mi madre no emite palabra alguna, solo Amanda sonreía y disfrutaba de la emoción de visitar el palacio por primera vez.

Somos anunciados y nuestro ingreso es el más comentado en el gran salón, Amanda sonríe tan dulcemente que encanta e ilumina a todo al que ve, a su lado mi imagen es tan obscura. Los murmullos no tardan en llegar “¿Ella es la famosa segunda hija del duque? Es un encanto y es tan bella” “Con razón la hija mayor le tiene envidia, he oído que puso alfileres dentro de los zapatos de su hermana para lastimarla, lastima, es una joven hermosa pero su corazón está podrido”

No llevamos ni una hora y mis deseos por retirarme son cada vez más fuertes, recuerdo que antes poseía a mi sequito de amigas y con ellas al menos todo era más entretenido, ahora me veo sola apartada como una especie de excluida social y constantemente escucho a alguien pronunciar mi nombre y observarme de forma disimulada por encima de su abanico. Me he convertido en la burla social, aquella que fue desplazada por su generosa hermana, aquella dame envidiosa que deseaba toda la atención para ella. Es simplemente tan agotador y desmoralizante.

La orquesta endulza el ambiente y las risas se mezclan con la melodía, las copas chocan entre si y las flores decoran todo el salón dándole un mágico y encantador aspecto. Era un despliegue de elegancia y opulencia que no pasaría de largo nadie, aquello tenía un significado mayor, era obvio que querían dar la imagen de un reino fuerte ante el archiduque Ayham.

Las trompetas se escucharon y al abrirse la puerta ingresan el rey Gerald junto a su hijo el príncipe heredero y la figura más importante de la noche y a quien todos anhelaban conocer, el mismo archiduque Ayham Orfilius de Regis en persona vistiendo un traje de gala militar, sobre su pecho portaba el emblema de Regis el León dorado montando un sol. El dorado es el color de la familia imperial, representa la gloria y el honor.

―Demos la bienvenida al reino Castiello a su excelencia el archiduque de Regis Ayham Orfilius ―dijo el rey, su melena rubia había perdido lustre debido a su avanzada edad y su postura también se había encorvado un poco desde la última vez ―. Que esta noche sea el inicio de una larga era de paz y hermandad y que sienta el enorme aprecio y respeto de nuestro recibimiento, Archiduque Ayham mi reino es suyo disfrute de mi hospitalidad y goce de la buena fe de mi gente ―el rey Gerald eleva sus brazos y todos los presentes aplaudimos las palabras de nuestro monarca.

―El reino Castiello me ha recibido bien, quiero hacerles llegar las palabras de mi sobrino el emperador Callisto. Que el sol ilumine el camino del imperio y que brille en el reino de Castiello, el imperio abraza a este reino como un padre a su hijo.

― ¡Viva el imperio de Regis y el reino Castiello! ―clamo uno de los asistentes.

― ¡Viva! ―respondieron todos.

― ¡Larga vida a nuestro rey y al emperador Callisto!

― ¡Que tengan larga vida!

Luego de eso el baile fue ameno y entretenido. Una vez que el rey y su ilustre invitado se hubiesen instalado en la mesa de honor donde los sirvientes se encargarían de proporcionarles bebida y comida Gregor se acercó a mí de forma ilustre e impecable se ve tan alegre y apuesto. Hace una reverencia en señal de saludo.

―Lady Selenia sea bienvenida ―besa el borde de mi mano y sus ojos chocan con los míos ―. Me hace dichoso contar con tu asistencia.

―No podía faltar ―respondo con total honestidad ya que prácticamente vine obligada por mi madre.

― ¡Hermana estabas aquí! ―una familiar voz hace que tanto Gregor y yo girásemos para encontrarnos con aquella persona.

Como un gracioso ángel que reboza encanto y dulzura Amanda viene a mi encuentro sonriendo de oreja a oreja como una pequeña entusiasmada por el lujo de palacio.

―Hermana Selenia todo es tan hermoso y son tan amables conmigo.

―Me hace feliz que te estés divirtiendo Amanda ―respondo con un nudo en el corazón y el estómago al tener a Gregor y Amanda tan cerca el uno del otro. El encuentro estaba a punto de suceder mucho antes de lo esperado, ¿Afectaría eso en algo en el desenlace final?

Amanda se percata que no me encuentro sola y al ver a Gregor se deslumbra ante su presencia, no me extraña los dos están destinados después de todo. No me sorprende que Gregor no aparte los ojos de Amanda totalmente embelesado por aquella graciosa y pequeña criatura, como si ella fuese la única dama en el lugar a pesar de que la prometida sea yo y este a solo pocos pasos.

—La bella Amanda BellaFleur he de suponer —dijo él tomando su mano y dándole un beso, sus ojos no dejaron de contemplarla como si estuviese hechizado por ella.

—Saludos alteza —la reverencia de Amanda es un total despliegue de encanto.

—¿Me concedería su mano Lady Amanda para abrir el primer baile?

El primer baile se suponía que debía abrirse con el príncipe heredero y su prometida, eso fue un golpe muy duro porque a partir de ahora las habladurías se fortalecería.

Amanda acepta olvidando por completo que yo estoy cerca y que Gregor es mi prometido y tras ir juntos de la mano la mágica escena se desarrolla ante mis ojos, una vez más he sido desplazada. Al ver a mi padre por el rabillo del ojo pude ver su sonrisa complacida, vi a un padre orgulloso de su hija al saber que ella le daría lo que más anhelaba. Sin tiempo que perder me alejo de ahí dejando solos a los enamorados, necesito algo de aire fresco y mientras menos sobresaliese mejor para mí.

A partir de aquí empieza el verdadero juego.

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