Y en las profundidades del abismo yace oculta la luz de Antares

...XVII...

Señorita Selenia:

Han pasado quince días desde su encierro y lamento de corazón su sufrimiento y quiero que sepa que se encuentra presente en mis oraciones. Mi querida señorita no guarde angustias, ya que logre salvar su preciado libro de entre las llamas aprovechando un descuido de la señorita Amanda, aunque debido a aquella acción mis manos se quemaron gracias a los cielos no de gravedad, pero estuve ausente y con descanso estos días razón por la cual recién escribo, puesto que mis heridas lograron recuperarse recién a estas alturas.

Señorita sé que esta noticia le causara mucha tristeza, pero es algo que debe de saber. Ese día fatídico en el que la señorita Amanda vino bañada en lágrimas se quejó con el señor de usted y le dijo sobre sus encuentros con aquel caballero del imperio. Su padre furioso enfrento a Annelise para que confesara todo, pero, aunque ella permaneció en silencio el duque la golpeo y luego la corrió a la calle sin nada más que la ropa que ya llevaba puesta. Mi corazón se parte en mil pedazos al recordar el pedido desgarrador de Annelise al suplicar al duque que no la echase, pero el duque se negó y entonces Annelise se quedó en la calle.

Cada vez que tengo tiempo libre o voy al mercado por provisiones pregunto constantemente por Annelise, pero es como si se hubiese desvanecido en el aire.

Mi querida señorita es todo lo que puedo decirle por ahora, como dije en un principio estaré siempre pidiendo por usted.

^^^Sophie^^^

No puede concebir tamaña injusticia cometida contra una inocente y tampoco soporto la tristeza de saber que ahora Annelise se encuentra sola en la calle y desamparada. Agradezco el valor de Sophie por haber sido capaz de escribirme aun a causa de su dolor, el solo saber de aquel acto de valentía al rescatar mi posesión más importante hace que pueda recibir al menos un pequeño consuelo.

Desdoblo la siguiente carta y me apresuro a leerla deseando que también contenga importantes noticias.

Mi querida Selenia:

La noticia de tu encierro me ha sido informada y no puedo sentirme más culpable por todo lo que estás pasando. Guardo con cariño y mucho afecto el recuerdo de nuestras salidas y primer beso. Mis días se apagaron porque no estás en ellos, Selenia es increíble lo importante que te has vuelto en mi vida y no puedo concebir una vida sin ti. Aun mantengo la promesa que te hice y planeo cumplirla. Tomare tu mano y huiremos lejos al imperio y ahí nada podrá hacerte daño de nuevo.

Nunca te dejare, buscare la manera de sacarte de ahí y me enfrentare a quien deba de enfrentarme, tan solo se fuerte un poco más querida Selenia, se fuerte y valiente.

Te amo, con todo mi corazón.

^^^El caballero del imperio. ^^^

Beso la carta y la acuno en mi pecho, luego de varios días al fin puedo sonreír, aunque sea un por un breve instante. Ahora sé que Lindel no me ha olvidado.

Debo ser valiente como él dice y también fuerte.

Oculto ambas cartas en un lugar seguro dentro de una grieta detrás de uno de los cuadros. Nadie ni mucho menos mi padre debía de tener conocimiento sobre esto o de lo contrario podría castigar severamente a Sophie.

Los días volvieron a transcurrir y ya no vuelvo a tener noticia alguna de Lindel o tan siquiera una carta de mi querida Sophie, me gustaría al menos tener alguna noticia sobre Annelise, pero sé que ahora es imposible. Me pregunto ¿Cómo se encontrará mi madre? Esto ha de ser aun más difícil para ella, me preocupo mucho por su salud.

Un día la puerta se abre y la luz ingresa con tanta intensidad que mis ojos se lastiman y me veo en la obligación de cubrirme el rostro para evitar dañarlos. La puerta vuelve a cerrarse, pero una persona yace de pie cerca a esta.

― ¿Amanda? ―difícilmente la voz logra salir de mi garganta, es como un murmullo apenas audible y entendible ―. ¿Qué haces aquí?

―Te ves tan lamentable Selenia ―escucho su burla ―. Tan diferente a lo que eras antes, ahora eres nada.

Sé que le hice mucho daño y que impulsada por los malos sentimientos me dejé llevar por la envidia y la ira. Pero pague con mi muerte, pague con una humillación pública mucho peor que la sufrida por Amanda entonces ¿Por qué hace todo esto?

―Debes estar preguntándote ¿Cómo es posible que sepa sobre tu pequeño secreto, no es así? ―sonríe ―. No fue difícil, tan solo basto con hablar contigo la primera vez el día en que llegue aquí.

El día de la llegada de Amanda mostré mi disposición para hacerla sentir bienvenida y me propuse a evitar causarle cualquier molestia o daño alguno.

―Fui amable contigo Amanda, te recibí con las mejores de mis intenciones.

―Solo fuiste una hipócrita ―dice ella ―. Actuando buena y como si no te afectara la llegada de una hija plebeya, no me hagas reír. La primera vez fuiste más genuina, al menos mostraste quien eres, debo alabar a la Selenia de antes. Me hizo todo tan sencillo.

― ¿A qué te refieres? ¿Cómo es que tú…?

Quiero saber cómo es que ambas llegamos a esta situación y porque al igual que yo, Amanda regreso justo al punto de nuestro inicio.

―Algo que me gustaba de la antigua Selenia es que era tan fácil influir en ella ―dice ―. Incluso utilice a algunas de tus viejas amigas para que me intimidaran y te hicieran quedar mucho peor de lo que aparentabas ser. Pero, ¿cómo hubieses podido darte cuenta? estabas tan ciega debido a tu envidia hacia mí que no pudiste ver las pequeñas trampas y fuiste avanzando hacia tu perdición. En cuanto a la razón de mi regreso y cómo fue que pude retornar al día en el que todo inicio pues es algo que yo tampoco puedo explicar. Un día estaba con mi esposo y mis hijos y al siguiente día la guerra inicio y lo destruyo todo, incluso yo fui una víctima de la locura de Callisto quien se apoderó de todos los reinos del continente. Cuando creí que todo ya se había terminado al abrir los ojos nuevamente regresé a mi antigua vida mucho antes de que mi padre me encontrara y me trajera a vivir a su hogar. Entonces me di cuenta de mi verdadera misión, yo tengo que alcanzar todo lo que algún día fue mío tiempo atrás y proteger el reino de ese asesino que destruyo el reino de mi amado Gregor. Nada puede interferir y tú Selenia estás jugando muy sucio.

Ahora puedo comprenderlo todo, antes del regreso yo le hice las cosas sencillas a Amanda al intimidarla porque precisamente eso es lo que ella buscaba para poder crear aquella imagen inocente y humillada. Pero como a diferencia de la primera vez me reúse a darle importancia ella creo los rumores basándose en mentiras.

―No me interesa tu misión Amanda ―digo ―. No me importa si crees que eres la salvadora de este reino y que los cielos te enviaron para protegerlos a todos, solamente deseo que sepas que voy a aferrarme a esta nueva oportunidad con uñas y dientes y lucharé por sobrevivir y obtener una larga existencia. No permitiré que…

―Tan egoísta como siempre ―dice Amanda molesta ―. Solo piensas en ti misma y no en los demás ¿Quieres ser la buena? Entonces sacrifícate Selenia y restaura el orden natural, tú debes morir como la buena villana que eres y yo debo de ser alabada y amada por todos y solo así podre proteger a Gregor y a mi familia, soy la única salvación para el reino.

―Tus palabras se contradicen ―le reclamo ―. Dices que yo no debo interferir en los sucesos que están por venir y debo esperar el día de mi muerte, pero tú planeas cambiar todo con la finalidad de salvar a tu familia con Gregor ¿En qué nos diferenciamos? ¿Acaso yo no tengo el mismo derecho de crearme un futuro? ¿Solo tu vida es la que importa?

Amanda se ríe.

―Selenia querida, tu vida no tiene importancia, nunca la tuvo. En cambio, yo nací para ser la esposa de Gregor formamos una familia y gobernamos juntos. Dime, ¿Quién de las dos es más relevante?

Me duele el corazón y también la cabeza, si mi destino siempre ha sido la muerte y no hay más futuro para mí de lo que me espera al otro lado, entonces ¿Cuál fue la finalidad de mi retorno?

―Amanda ―le ruego como última alternativa ―. Déjame ir, deja que sea libre y prometo no involucrarme en tu vida con Gregor, haz tu familia gobierna el reino, vive feliz y salva a tu esposo tal y como deseas, pero deja que continúe mi camino lejos de ustedes. Me iré de este reino y no regresare te doy mi palabra, renunciare al apellido BellaFleur y te deseare una larga vida.

La risa de Amanda se vuelve más estridente y burlona, me observa con sarcasmo como si mis palabras le hubiesen causado una enorme gracia.

―Que patética te vez ―continúa ―. No recordaba que fueras capaz de causar tanta lastima. Confieso que siempre quise verte suplicar, me hace feliz por disfrutarlo.

Mis esperanzas mueren con las palabras de Amanda. Este es el final del camino para mí.

― ¿Y qué es lo que has de hacer ahora?

―Ya lo sabrás ―dice ella.

Por supuesto el siguiente y ultimo evento es el juicio público en el baile en frente de todos, ahí seré despojada de mi título y exiliada. Aunque ahora dudo que solo sea el exilio la mayor de mis preocupaciones.

...***...

Desde la visita de Amanda algunos días atrás nadie ha venido a verme y tampoco he vuelto a recibir algún mensaje de Sophie. El tan esperado día se acerca y puedo sentirlo, el juicio de Gregor y la ascensión de la hija bendita de Castiello están por llegar. Ahora que sé la verdadera motivación de Amanda para su proceder sé que tengo todo en contra y que posiblemente ya no tenga esperanzas.

Puede que Amanda tenga una razón más poderosa para evitar su funesto final, pero, ¿Qué hay de mí? ¿Acaso yo no tengo derecho a mi redención? ¿Acaso mi destino es morir una y otra vez? Solo deseo una vida pacifica, solo deseo ser libre de las cadenas que me atan al pasado. Incluso si ya no es posible seguiré soñando con eso, seguiré anhelando una mejor vida.

Algo me dice que el día acaba de llegar y lo confirmo cuando alguien irrumpe en mi recamara abriendo la puerta y permitiendo que la luz del sol ingrese con total fuerza. Después de haber pasado largos días en las tinieblas es doloroso ser bañada por la luz una vez más.

La persona que me libera no es otra que el duque, con su postura dominante observa lo que había quedado de la muchacha a la cual crio. Sé que no siente remordimiento por su actuar ¿Por qué habría de hacerlo?

―Espero que hayas sabido utilizar estos días en confinamiento para meditar sobre tu falta y mal actuar ―habla el duque con voz fuerte y autoritaria.

Guardo silencio, tampoco hubiese podido decirle algo apenas y tengo fuerza suficiente para hablar. Mis ojos se encuentran tan pesados, no obstante, pese a que me encuentro tan débil reúno las energías necesarias para poder preguntar acerca de mi madre.

―Mi-Mi mamá ―digo y mi voz es como un débil murmullo, espero que al menos hubiese sido lo suficientemente fuerte como para obtener una respuesta ―. ¿Está bien?

―Tú mamá al igual también ya fue liberada y se encuentra muy bien.

Eso me alegra porque aún tengo asuntos que tratar con ella.

― ¿Por qué? ―intento saber la razón para ser liberada, conozco al duque y sé lo estricto y vengativo que puede llegar a ser, es capaz de dejarme largos meses confinada.

―Aun tienes una última aparición que hacer ―dice él ―. Amanda insiste en que tu presencia es importante en el baile de hoy.

No estoy con el humor requerido para soportar un evento como ese. En este día Amanda me acusara de haberla agredido y atormentado, mi suerte ya estaba echada.

El duque hace un ademan y dos sirvientas ingresan para ayudarme a incorporarme y a mantenerme en pie, estoy tan débil y tan cansada. Cuando mis ojos ya se han acostumbrado nuevamente a la luz es cuando observo todo a mi alrededor con total detalle.

― ¿Qué hacen? ―pregunto al ver como las mujeres se dirigen a mi armario a buscar un nuevo cambio de ropa.

―Ellas se encargarán de prepararte para esta noche ―dice el duque ―. ¡Asegúrense de que quede decente, o al menos que no luzca como un fantasma!

El duque se retira y las mujeres me preparan, lavan mi cuerpo, curan las heridas de mis manos, me arreglan como si fuese una preciosa muñeca y yo me encuentro inmóvil como un cuerpo vacío y sin emociones.

― ¿Y mi madre? ―intento averiguar ―. ¿Se encuentra bien?

Pero no encuentro respuesta alguna más que el silencio, incluso cuando intento preguntar por Annelise, es como si el fantasma del duque aun estuviese rondando cerca atento a cada palabra dicha. No insisto y permito que ellas terminen con su trabajo.

El vestido seleccionado para esta ocasión es uno blanco, fue un regalo del rey el día de mi compromiso y se esperaba que lo luciera en esta fecha. Me extraña que Amanda lo permita, aunque aun cuando ella no lo haya autorizado estoy segura de que todo es idea del duque, después de todo mi compromiso con Gregor sigue vigente y tengo el derecho de lucir con el regalo del rey para quien él considera que se volverá la reina de Castiello.

Al observarme en el espejo me percato que he perdido peso debido a mi dieta inhumada de solo pan y agua, siento que en cualquier momento voy a quebrarme o desmayar si no tengo algo sustancioso en el estómago.

―Señorita… ―escucho una voz, es una de las sirvientas que me mira con compasión ―. Discúlpenos señorita su padre nos pidió que no hablásemos con usted ―sus ojos se humedecen rápidamente y las lágrimas caen incesantes.

―Está bien ―le tomo de la mano ―. No tienes la culpa, no te arriesgues por mí.

―Señorita, su madre está muy enferma ―al oír aquellas declaraciones mi rostro se pone aún más pálido de lo que ya está.

― ¿Qué estás diciendo?

―La señora se encuentra muy grave debido a los días que paso sin poder probar bocado alguno, no quiso recibir el pan y el agua que el señor ordeno que se le dé y el duque dijo que si no desea recibir eso entonces no comerá absolutamente nada, luego de lo ocurrido su salud empeoro. Hilda intentó llevarle una sopa para que recupere sus fuerzas, pero la señorita Amanda la descubrió y su padre el duque la corrió sin pagarle su salario. Ahora su madre muere lentamente, todos estamos desconsolados y rezamos a los cielos para que pueda levantarse.

― ¿Por qué no me lo dijeron? ―reclamo notablemente afectada por aquella noticia tan impactante ―. ¿Por qué lo mantuvieron oculto hasta ahora?

―Quisimos decirle señorita, pero teníamos miedo, tenemos familia, niños que alimentar y el duque amenazo con corrernos sin ninguna moneda si nos atrevíamos a desobedecerle.

No puedo culparlas por haber guardado silencio y más cuando existen personas que dependen de su trabajo, solo me dolía la situación de mi madre, a pesar de su mentira, a pesar de haber permitido que el duque me utilizase como un peón ella es mi madre y solo los cielos pueden juzgarla.

Quisiera tanto poder verla, aunque sea por un breve momento, anhelo poder besar sus manos y decirle que a pesar de todo es mi madre y la amo.

―Quiero verla ―digo y siento como las miradas de las dos mujeres me observan con temor.

―Señorita no podemos escoltarla, si el señor duque se entera de que hicimos tal cosa nos echara a la calle.

―No ―digo incorporándome de mi asiento ―. No pido que me escolten, iré yo misma hacia la recámara de mi madre y también asumiré las consecuencias si me llegasen a descubrir.

―Señorita… ―dice una de las dos sirvientas ―. Señorita el duque salió por un breve instante más pronto volverá y la señorita Amanda está en su habitación siendo atendida y arreglada para esta noche ¡Dese prisa!

Con esa información me apresuro a salir de mi alcoba y me dirijo hacia donde mi madre se encuentra confinada.

No es difícil llegar a pesar de que la habitación queda bastante lejos de la mía, toco la puerta e intento abrirla, pero se encuentra bajo llave. Forcejeo y empujo más todo es completamente inútil.

―Mamá ―llamo ―. ¡Mamá estoy aquí! ¡Tienes que resistir!

― ¿Selenia? ―escucho una débil voz del otro lado ―. Hija, ¿Estás bien?

―Eso no importa mamá ―estoy luchando por no romper en llanto nuevamente, me es imposible imaginar a mi madre en aquel estado, no cuando ella mostró ser una dama fuerte toda mi vida y ahora se encuentra tan débil ―. ¿Cómo te sientes? Me informaron recién sobre tu estado y vine cuanto antes porque estoy enormemente preocupada por ti

―Solo me encuentro un poco débil ―dice ella.

―Le pediré al duque que permita que alguien te traiga alimento, suplicaré de ser necesario, pero no dejaré que sigas padeciendo.

―No ―dice ella ―. No supliques, no te humilles de esa forma hija mía.

― ¿De qué sirve el orgullo si tu vida está en riesgo? El orgullo no nos ha llevado a nada bueno, fue por orgullo nos hemos metido en este problema.

― ¿Me odias Selenia? ―dice y siendo el dolor en su voz ―. No te culparía si lo hicieras.

―No te odio, tampoco te juzgo solo tú puedes saber la razón tras tus acciones.

―Tú ya sabías, ¿no es cierto? Encontraste el libro y buscaste al autor.

―Si ―confieso ―. Lo hice mamá y tampoco te juzgué en ese momento.

―Tienes que saberlo Selenia, tienes que saber el nombre de tu verdadero padre.

Aunque reconozco que eso me interesa no voy a hacer que mi madre pase por esto ahora.

―No hace falta que lo digas ahora, lo más importante es tu salud y que pruebes alimento y de lo contrario…

―No Selenia ―me interrumpe ―. No voy a seguir callando por más tiempo, jure que me llevaría este secreto a la tumba, pero no puedo negarte tu verdadero nombre y tu verdadero origen, pensé que al darte un padre como León no pasarías privaciones y tendrías un apellido importante en la sociedad. Me arrepiento de mi pecado, me arrepiento de haberte abandonado y haberte dejado a la merced de ese monstruo, Selenia no busques el cariño de ese hombre, tu verdadero padre se llamó Antares Sidérea y perteneció al imperio.

― ¿Antares Sidérea? ―repito el nombre aun sin poder asimilarlo completamente, aquel hombre quien le dedico una historia de amor a mi madre es mi verdadero padre ―. ¿Qué?, ¿Cómo es eso posible?

―Su familia cayó en la desgracia y él salió del imperio en donde su apellido fue repudiado viniendo a buscar suerte a este pequeño reino. Me enamore la primera vez que lo vi y él también me amo, pero mi familia nunca aceptaría a un noble extranjero y en la miseria ―escucho su sollozo al otro lado y entonces me doy cuenta de que esto es doloroso de contar, mi madre está reviviendo un antiguo dolor.

―Mamá no hace falta, todo está bien.

―Yo no quise Selenia, no quise dejarlo ir, iba a escapar con él todo estaba planeado, pero mi padre se enteró de todo y me encerró en mi habitación en contra de mi voluntad. Antares esperó, pero yo no llegué y cuando vino a buscarme mi padre le hizo creer que yo lo despreciaba y que renegaba de su pobreza. Antares se fue con el corazón roto y poco tiempo después me enteré que murió de tristeza.

Su llanto desgarrador hizo que yo también sucumbiera al enterarme de la verdad. No me hubiese importado haber nacido en la pobreza, al menos hubiese tenido un padre que si me amaba y una madre que si me hubiese cuidado.

―Señorita Selenia el duque ha llegado ―alguien me alerta.

―Volveré por ti madre ―le prometo ―. Volveré por ti y escaparemos de la familia BellaFleur.

No me importa lo que Amanda diga, yo voy a defenderme.

.

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Capítulos
1 Prólogo
2 Érase una vez una villana
3 En las aguas del olvido
4 Una vez más, en el principio
5 "Una dulce bendición para ti"
6 "Mi querida Amanda"
7 Guerra de rosas
8 La villana no puede escapar de su destino
9 En donde yace el amor verdadero
10 Cuándo la luna y el sol se encuentren
11 El caballero del imperio
12 Cuando el viento sopla las flores danzan
13 La dama de plata y el caballero de la luna
14 Un hermoso ángel de calamidades
15 La villana solo anhela su libertad
16 El solsticio de un cisne negro
17 Una sidérea en el oscuro cielo de un reino de lágrimas.
18 Y en las profundidades del abismo yace oculta la luz de Antares
19 "Y si la luz se desvanece de mis ojos ¿Quién me recordará?"
20 "Si caes, entonces yo he de sujetar tu mano"
21 “¿Y en la noche más sinuosa puedes ser capaz de ver un cielo estrellado?”
22 "Y ella puede tocar el cielo con sus manos y volar hacia las estrellas"
23 En donde cayó el ángel
24 "En las pacíficas aguas de tus ojos, yo estoy a salvo"
25 El ascenso de una dama nacida de las estrellas (primera parte)
26 El ascenso de una dama nacida de las estrellas (segunda parte)
27 "Ante los dioses yo juré protegerla"
28 "Una peligrosa rosa que yace oculta entre las flores" (primera parte)
29 "Una peligrosa rosa que yace oculta entre las flores" (segunda parte)
30 El lamento de la luna
31 Las formas del miedo
32 La luz que habita el corazón de una estrella
33 Desde las tinieblas hacia "Alcíone"
34 El juicio de los dioses
35 Una perfecta villana para un tirano
36 La luna que abraza al sol
37 El clamor de los pecadores
38 El rugido de un león y una resplandeciente estrella que se alza victoriosa.
39 El despertar de un sanguinario emperador
40 "Y él habla en nombre de los dioses, y su puño es el castigo de los cielos"
41 Las mil y un noches del emperador
42 Un reino sumido en la desesperanza y la agonía de un joven príncipe
43 El honor y la gloria de las Sidéreas que se levantan de las cenizas
44 El vals de los amantes nocturnos
45 "Y es en las tinieblas a donde llegan los rezos de los pecadores"
46 Érase una vez, un reino bendecido por los dioses
47 El rapto de la última estrella y una era de oscuridad
48 Hasta que los cielos se abran y la tierra se destruya
49 Y la oscuridad lo ha ungido y su reino yace en el infierno (primera parte)
50 Y la oscuridad lo ha ungido y su reino yace en el infiernos (segunda parte)
51 "¿Puedes ser capaz de ver la luz de mi corazón?"
52 La tragedia de una estrella, y la agonía de un caballero
53 "Guíame por el sendero de las estrellas"
54 La promesa de los dioses y el juramento de los amantes
55 Y desde las tinieblas él corrompe el mundo y los soldados de luz se levantan
56 "Desde la lejanía puede oírse el clamor de los guerreros"
Capítulos

Updated 56 Episodes

1
Prólogo
2
Érase una vez una villana
3
En las aguas del olvido
4
Una vez más, en el principio
5
"Una dulce bendición para ti"
6
"Mi querida Amanda"
7
Guerra de rosas
8
La villana no puede escapar de su destino
9
En donde yace el amor verdadero
10
Cuándo la luna y el sol se encuentren
11
El caballero del imperio
12
Cuando el viento sopla las flores danzan
13
La dama de plata y el caballero de la luna
14
Un hermoso ángel de calamidades
15
La villana solo anhela su libertad
16
El solsticio de un cisne negro
17
Una sidérea en el oscuro cielo de un reino de lágrimas.
18
Y en las profundidades del abismo yace oculta la luz de Antares
19
"Y si la luz se desvanece de mis ojos ¿Quién me recordará?"
20
"Si caes, entonces yo he de sujetar tu mano"
21
“¿Y en la noche más sinuosa puedes ser capaz de ver un cielo estrellado?”
22
"Y ella puede tocar el cielo con sus manos y volar hacia las estrellas"
23
En donde cayó el ángel
24
"En las pacíficas aguas de tus ojos, yo estoy a salvo"
25
El ascenso de una dama nacida de las estrellas (primera parte)
26
El ascenso de una dama nacida de las estrellas (segunda parte)
27
"Ante los dioses yo juré protegerla"
28
"Una peligrosa rosa que yace oculta entre las flores" (primera parte)
29
"Una peligrosa rosa que yace oculta entre las flores" (segunda parte)
30
El lamento de la luna
31
Las formas del miedo
32
La luz que habita el corazón de una estrella
33
Desde las tinieblas hacia "Alcíone"
34
El juicio de los dioses
35
Una perfecta villana para un tirano
36
La luna que abraza al sol
37
El clamor de los pecadores
38
El rugido de un león y una resplandeciente estrella que se alza victoriosa.
39
El despertar de un sanguinario emperador
40
"Y él habla en nombre de los dioses, y su puño es el castigo de los cielos"
41
Las mil y un noches del emperador
42
Un reino sumido en la desesperanza y la agonía de un joven príncipe
43
El honor y la gloria de las Sidéreas que se levantan de las cenizas
44
El vals de los amantes nocturnos
45
"Y es en las tinieblas a donde llegan los rezos de los pecadores"
46
Érase una vez, un reino bendecido por los dioses
47
El rapto de la última estrella y una era de oscuridad
48
Hasta que los cielos se abran y la tierra se destruya
49
Y la oscuridad lo ha ungido y su reino yace en el infierno (primera parte)
50
Y la oscuridad lo ha ungido y su reino yace en el infiernos (segunda parte)
51
"¿Puedes ser capaz de ver la luz de mi corazón?"
52
La tragedia de una estrella, y la agonía de un caballero
53
"Guíame por el sendero de las estrellas"
54
La promesa de los dioses y el juramento de los amantes
55
Y desde las tinieblas él corrompe el mundo y los soldados de luz se levantan
56
"Desde la lejanía puede oírse el clamor de los guerreros"

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