El Dinero No Lo Es Todo
Mitad de junio, periodo de exámenes y en vez de estar estudiando, Alexandra se encontraba en la oficina del rector sin conocer el motivo. Aunque llevaba 4 años estudiando Administración en la Universidad de Cambridge, nunca había entrado hasta ahora; y parece una réplica de la sala de descanso de la reina Isabel, aunque no le sorprendía porque el decano Arthur Jones tiene gustos un poco aristócratas hasta en su forma de vestir, era como el típico Londinense de estatura alta, pegándole a los 60 años y con un porte bastante anticuado, pero con una personalidad arrogante y presuntuoso más cuando hay junta de padres. Le encantaba adular y como no, si la mayoría de los alumnos que estudiaban en Cambridge son hijos de empresarios multimillonarios, jeques árabes y miembros de la realeza, Alexandra Villaseñor era una de ellos, aunque no le daba orgullo admitirlo, ni presumirlo como algunos de sus amigos y compañeros que conocía porque podía tenerlo todo lo que quisiera y cuando lo quisiera; sin embargo, a veces sentía que no tenía nada.
- Alexandra, me da gusto verte ¿Cómo estás?- El decano Jones entró y con una sonrisa la saludo.
- Bien, Sr. rector estaba estudiando para los exámenes finales cuando la Srta. Cooper me avisó que usted necesitaba hablar conmigo ¿De qué se trata?
- Bueno, lo que necesito decirte no es sencillo, al contrario, es una situación delicada ¿Me imagino que
no has hablado con tu madre o con el Secretario Zoniga? – Dijo Jones con acento londinense, aunque lo correcto era “Zúñiga”.
- No, Sr. no he hablado con mi familia desde hace dos semanas. – afirmó Alexandra.
- Tu padre acaba de fallecer hace dos días Alex.
Alexandra sintió como si le hubieran arrojado un balde de agua fría y por un momento se le hizo un nudo en el corazón hacía mucho tiempo que no pensaba en su padre y ahora se había ido. La última vez que había mantenido una charla con él fue hace 10 años, mientras esperaba un vuelo hacia Londres y lo último que le dijo fue “Te odio por alejarme de mi vida”, Alex recordó la expresión de tristeza de su padre y luego cambio su expresión a una más seria y fría por lo que dedujo que no cambiaría de opinión. Vicente Villaseñor era un hombre dedicado a su trabajo, y ella no recordaba cuando fue la última vez que la llevo a un parque de diversiones o pasara tiempo con su familia, para él su trabajo era primero, luego sus inversiones en la bolsa y por último su familia.
Para suerte de su padre solo tuvo una hija, y Alex creía que así el cargo de consciencia no sería tan terrible o tal vez así lo planeo él.
- Alex ¿Estás bien? El rector le hablo y ella salió de su remembranza.
- Disculpe Sr. la noticia me trasladó a otro mundo, nunca me imaginé que mi padre… Ah… Pereciera así de repente, yo… Mm… No sé qué decir ni pensar.
- Te entiendo y no sabes cuánto lo lamento, pero lo que me da curiosidad y quisiera que tú me lo aclararas más porque no es la única noticia que debo comunicarte, ¿Por qué no lo sabías hasta ahora?
- La situación familiar no está pasando por su mejor momento y por eso es que no hablo muy seguido con ellos. Pero ¿hay más?
- Si, a raíz de esto, es necesario que regreses a México.
Regresar a México es lo último en lo que ella había supuesto y menos a mitad del penúltimo semestre, tal vez en uno o dos años lo haría, pero no ahora, ¿y solo por un velorio? Se preguntaba, no quería ser mezquina o sonar insensible, pero lo había aprendido de su padre.
- No creo que sea necesario Sr. Jones, sé que es por mi padre y agradezco sus condolencias y su accesibilidad para viajar a México por el velorio, pero no se preocupe, estaré bien, en breve hablaré con mi mamá para explicarle la situación y… El Sr. Jones la interrumpió
- Creo que no me entendiste Alex, no es un permiso de unas cuantas semanas nada más por el velorio, la indicación que tengo por parte del secretario es que necesitan tu presencia de manera permanente, como sabes, eres la única heredera de tu padre y, por lo tanto, eres su sucesora.
Alex, quedo atónita con lo que el Sr Jones le dijo, estaba al tanto que era la única hija y sucesora de los negocios de su padre y que estaba destinada a dirigirlos en algún momento, pero se acababa de enterar de que su padre había muerto y ahora de repente tenía que regresar a México después de 10 años fuera, eso si no lo esperaba de pronto sintió que todo le daba vueltas y que el aire le faltaba, entonces colapso.
- ¡Alex, Alex, Alexandra! Despierta
- ¿Qué me paso?, ¿Dónde estoy?
- Te desmayaste baby, estuviste tres horas en la enfermería hasta que te trajeron al cuarto, ¿dime te expulsaron? ¿No me digas que fue por el viaje a París la semana pasada? Si solo fue un fin de semana.
Nadine era compañera de cuarto de Alex desde que entro a la universidad, era de nacionalidad española y eran muy buenas amigas, ya que ambas hablaban español.
- Mi padre murió Nad, lo más triste es que la noticia me la dio el decano y no mi madre, ni siquiera el secretario de mi padre me dijo nada. Alex no aguanto más y se derrumbó y sintió las lágrimas caer por su rostro, se decepcionó al pensar que ni en los peores momentos su familia deja de ser fría de corazón.
- Baby como lo siento, ¿pero qué paso, cómo fue?
- La verdad no se los detalles, aún no me comunicó con nadie de allá, pero eso no es todo, tengo que regresar a México.
Nadine se quedó sorprendida, Alex siempre le había dicho que no quería regresar hasta
sentirse segura de mi misma y superar aquel rencor que sentía por su padre al enviarla a Londres y por su madre al permitirlo.
- Pero estamos en periodos de exámenes, Alex no puedes irte así, ¿no me digas que el decano te dio permiso?
- No es un permiso, creo que no me graduaré
- ¿QUEE?
De repente cayó en la cuenta de la realidad y era cierto que pasaría con sus estudios, con la vida que ya tenía en Londres, entonces cogió su móvil y tecleo el número de Álvaro Zúñiga, el secretario de su padre.
- Oye, ¿era necesario enterarme por el rector de la universidad que mi padre murió y que además tengo que interrumpir mi carrera para regresar a mi país a ocuparme de los asuntos de mi padre?
- Alex, tranquila, las cosas no son así, yo personalmente iba a viajar a Londres a decirte las cosas, pero estoy organizando el funeral de tu padre y además…
- Eso no es excusa cómo es posible que ni siquiera mi madre fue capaz de avisarme, no entiendo para qué me quieren de regreso si en realidad no soy necesaria – Alex sollozaba, no quería discutir con Álvaro, ya que solo hacia su trabajo, pero se sentía desesperada.
- Además, creo que mi padre tiene a su hijo predilecto Max para que le llore y ocupé su cargo.
- Por dios no digas eso Alex, tu padre te amaba mira, te prometo que te lo explicaré todo, pero por favor, coopera con este asunto, es necesario que regreses.
Alexandra, respiro profundo, no dijo más, se despidió de Álvaro y colgó, solo se limitó a enviarle un mensaje de texto:
“lo pensaré”
Alex se llevó las manos a la cara y se limpiaba las lágrimas cuando Nadine le pregunto quién era ese tal Max. Ella miró al techo y le empezó a contar.
Maximiliano Rivero Falcón o Max, como todos lo conocen, bueno los más cercanos a él. Max y Alex habían crecido juntos, su papá se llamaba Federico Rivero y había fallecido hace más de un año. Y era fundador junto con Vicente de Grupo Empire, por lo tanto, era dueño de la mitad de la empresa, al igual que Alex. Cuando su padre murió; él y su hermana menor se mudaron a la residencia Villaseñor, Vicente y Alicia (madre de Alex) se hicieron cargo de ellos porque en ese entonces Max y Ximena tenían 17 y 7 años respectivamente, y son padrinos de ambos.
- Y entonces si son como hermanos para ti, ¿por qué dijiste eso de Max? ¿Acaso es parte del rencor que le tienes a tu padre? ¿Por qué lo consideraba más que a ti?
Al parecer Nadine había dado justo en el punto y eso le molestó a Alex.
- No, no es por eso, a pesar de que crecí con ellos, mis papás nunca demostraron más afecto a unos que a otros, bueno, por lo menos es lo que vi el último año que compartimos techo, porque después fue cuando me vine.
- ¿Qué paso entonces? – Alex se sentía avergonzada al contar esa parte de su vida, pero, ya que había iniciado…
- Pues… Lo que paso… Es que… me enamore de Max cuando éramos adolescentes – se sonrojó.
- ¡OMG it is amazing! – Nadine abrió los ojos de par en par, cuando hablaban en inglés era porque estaban en clase o con amigos, pero casi nunca entre ellas a menos que estuviera muy emocionada.
- No pongas esa cara, si me enamoré, pero fue un amor adolescente o no sé, tal vez compartimos mucho juntos que creí que era amor.
- ¿te enamoraste de tu hermano? ¿Te gustaba tu hermano? Tía, eso es incesto.
- No lo es porque no es mi hermano y ese fue el grandioso problema por el que lo detesto.
- A ver tía, no te entiendo, ¿me estás diciendo que te gustaba tu hermano, que no es tu hermano? Dios debe de estar re bueno el tío para que vos Alexandra Villaseñor se enamorara de él, digo por qué aquí solo andas con puro bizcocho rubio, ojos azules y polla enorme… y me refiero a Jacob, Brandy, Paul, etc.
Su amiga pudo notar que Alex estaba mejorando porque logro sacarle una sonrisa al mostrarle sus dedos mientras media el miembro de sus ex.
- A ver no tienes que recordarmelos porque si me regreso a México los extrañaré sobre todo a Paul. Alex recordaba que muchas sesiones de sexo salvaje con ese hombre.
- Bueno, bueno, no te desvíes, estamos hablando de tu hermano.
- ¡Que no es mi hermano! – Dijo casi gritando
- Vale, vale continua con tu historia de amor
Esa palabra de hermano la odiaba, ya que había sido razón de su infortunio.
Entonces continuo contándole lo que paso: un día antes de que Vicente le anunciara acerca del viaje a Londres, Max y Alex caminaba de regreso de la escuela, porque le había pedido al chofer que no los recogiera, pues tenía ganas de regresar caminando y le pido a Max que la acompañara, al principio él se negó era un poco fresa y soberbio, pero después dedujo que era peligroso que ella se regresara sola y decidió acompañarla, pero en realidad tenía otro motivo por el que quería estar a solas con él. Le iba a confesar que le gustaba mucho y que fuera su novio, Alex miro hacia la ventana y recordó las palabras que le dijo: fue “Me gustas Max”
Pero no tardo en desilusionarse porque Max la miro confundido y con palabras inocentes le rompió su joven corazón.
“Ale, pero no te puedo gustar, tú y yo somos como hermanos y te quiero como a una hermana solo eso, además no quiero hacer enfadar a tu papá si se entera, así que olvidemos lo que me has dicho”
Alex no supo que decir, se sintió muy avergonzada y aunque la entrada a su casa estaba a unos pocos metros, sintió que eran kilómetros y caminaron en un silencio incómodo que se sentía la tensión en ambos.
Al día siguiente Alex viajo a Londres, y lo último que recordaba de ese día era que Max únicamente le deseo buena suerte, acto seguido intento darle un beso en la mejilla, pero ella dio un paso hacia atrás y nada más le dio la mano.
Nadine hacia expresiones de ternura al escuchar su historia.
- Pero ese amor ya se acabó y me alegra porque tengo entendido que él ahora es un mujeriego que no toma a nadie, en serio así que no te emociones – Alex aconsejó a su amiga.
- ¿Estás consciente que lo vas a volver a ver?
- Si lo estoy, pero te repito, ya no siento nada por él, así que no me preocupa su presencia en lo absoluto.
- Entonces, ¿Qué tanto van a estar juntos ustedes dos?
- Él es el director actual de la empresa
-¿Y tú lo vas a remplazar o algo así?
- No, la dirección es compartida porque creo que él y yo somos los únicos que podemos ocupar el cargo, mira en realidad no sé cómo está el asunto, pero si estaré junto a él.
- Pues amiga, yo te sugiero que lo pienses es una gran responsabilidad la que tienes y si quieres demostrarle algo a tu familia, pues esa es la mejor manera.
Lo que Nadine dijo dejo a Alex pensativa, durante los últimos años siempre había creído que su papá había querido que viajara a Londres para deshacerse de ella, pero tal vez lo hizo por su bien.
Una semana después, Alexandra se encontraba en un vuelo con destino a la Ciudad de México sin imaginar lo que le esperaba. Se sentía ansiosa de saber quién la esperaba en casa, aunque se lo negaba a sí misma, esperaba ver a Max y mientras veía las nubes que empezaban a esconderse, Alex recibió un mensaje de Álvaro.
-Iré por ti al aeropuerto, después si quieres vamos a comer, o vamos directamente a tu casa.
-¿Él estará ahí?
-¿Quién? – Preguntó Álvaro
-¿Maximiliano estará en casa?
- No, estos días ha estado encerrado en la oficina, el Sr. Villaseñor dejo muchos pendientes y tiene que estar todo listo para la junta del próximo lunes, es el nombramiento.
-¿Nombramiento?
- Si, el tuyo
- WTF ¿Algo más que debo saber acerca de mí? Como, no sé, ¿Qué después de eso me meterán a la cárcel o algo así?
- Lo siento Alex, todo paso tan rápido que teníamos que hacerlo así.
- Si voy a ser tu nueva jefa, procura decirme las cosas con tiempo, más cuando se trate de mí estoy harta de ser la última en saber las cosas ¿ENTENDISTE?
- De acuerdo
Alex dejo el móvil de lado y cerró los ojos tratando de asimilar todo lo acontecido
en los últimos días.
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Comments
Salomé Páez
* dejó *
2024-07-14
1
Salomé Páez
* logró *
2024-07-14
1
Salomé Páez
* pasó *
2024-07-14
1