Recuerdos

Cuando Max llegó al departamento de Natasha, ya iba tomado, pues una hora antes había estado en un bar bebiendo hasta emborracharse con su amigo y socio Thiago, los dos eran tal para cuál cuando estaban juntos se la pasaban de bar en bar conociendo mujeres.

Esa noche había estado con él y cuando salió de ahí se fue con la chica.

Cuando la vio ella estaba molesta por su tardanza.

- hola nena - dijo el hombre sosteniéndose de la puerta.

- Llega tarde - le reclamo ella.

- Estoy aquí, que es lo importante ¿No? - el hombre se dirigió al sillón y se dejó caer.

Natasha ya no le dijo nada y solo se acercó a él y le empezó a besar el cuello y a quitarle la camisa. El despertó y la jalo hacia él y comenzó a besarla, ella se montó encima de él, pero entre besos y caricias el joven menciono el nombre de Alexandra. Natasha se levantó de inmediato y lo miro furiosa. Max ya no estaba consciente se dejó caer en el sillón. Cómo ella vio que él no despertaría fue por una frazada y se la arrojó después se retiró a dormir dejándolo ahí.

Por la mañana Max se despertó, miro hacia todos lados para ver dónde estaba, Natasha salió de la cocina y ya le llevaba una taza de café y se la dejo en la mesa que estaba en frente, sin decir nada se metió a su habitación. Él bebió el café en un solo trago, pues estaba demasiado cargado. Se levantó y se metió al baño a ducharse, cuando salió, Natasha ya tenía sus cosas listas para que despedirlo. El chico extrañado por su actitud.

- ¿Que te pasa? - le pregunto.

- Es hora de irte Maximiliano - le contesto.

- ¿Y eso? ¿ Porque estás enojada?

- Por nada, quiero estar sola - la chica se dirigió a la puerta para abrirla.

- ¿Es por no haberte explicado lo de las fotos?, Oye ese es un mal entendido que aún no se ha resuelto, además es algo que no tiene que ver contigo.

- Pues como hablaste anoche, compruebo que no es un mal entendido.

- ¿ De que hablas?- dijo Max confundido.

- " Alexandra me vuelves loco" " Alexandra eres muy hermosa" - repetía la mujer burlándose - ¿Quieres que continúe?

El hombre respiro hondo.

- ¿ Estás enamorado de tu hermana Maximiliano? - lo cuestionó la mujer.

- ¡Que no es mi hermana, madita sea! No tenemos la misma sangre, pero si estoy enamorado de ella ¿Contenta?

- Eres un idiota Max, me engañaste.

- A ver nena, aclaremos algo, yo no te engañe porque tú y yo no teníamos nada, solo disfrutábamos del sexo y ya.

Natasha furiosa le dio una bofetada y le dijo que no quería volver a verlo. Max, tomo sus cosas y salió del departamento.

Llegó a casa y se encerró en el despacho, tenía tantas cosas en la mente y en el corazón que no sabía cómo organizarlas, por un lado se sentia mal con Natasha por haberla lastimado, tuvo la intención de llamarla y ofrecerle disculpas, y por el otro no sabía cómo demostrarle a Alex que sus sentimientos eran sinceros. Mientras se servía un vaso de whisky, alguien tocó a la puerta, era Ximena.

- Hola, no vi cuando llegaste. Veo que te fue mal ayer - la niña señaló con el dedo su mejilla.

Max soltó una leve risa.

- ¿Acaso se nota? - Si, tienes tu mejilla enrojecida.

- Hay, hermanita mi vida es un desastre.

- ¿Desastre? Si eres el hombre más deseado del país, puedes tener a cualquier mujer a tus pies. ¿De que desastre hablas?

- No lo entenderías Xime, aún eres muy chica.

- Claro que no, yo soy una adulta, es más dame un trago de whisky - le pidio la joven entre risas.

- Estás loca, no te voy a dar alcohol, eres una niña - Frunció el ceño.

- Entonces tu ya no tomes - Ximena le quitó el vaso y lo tiro en una maseta.

Max se levantó y comenzó a perseguir a su hermana entre risas.

Alex iba bajando por las escaleras y se conmovió al ver la escena. Ximena la vio y la invitó al juego, pero ella se nego.

- Vamos, ¿Recuerdas cuando jugábamos a las escondidas y tú te escabullias en los arbustos que están en la entrada Alex? - Contó Max con una sonrisa.

Alexandra sonrío al recordar esos momentos tan maravillosos.

- ¿Aún estará la caja de sorpresas que enterramos en el jardín?- recordo Alex.

- ¿Cuál caja de sorpresas? - les pregunto Ximena emocionada.

- Cuando éramos niños, Alex y yo armamos una caja de sorpresas con juguetes, dulces, dibujos etc. Cosas sin valor y decidimos enterrarla; quedamos que cuando nos casáramos y tuviéramos hijos la sacaríamos.

- Y ¿No me la pueden enseñar a mi? - la niña se cruzo de brazos fingiendo molestia.

- Vamos, fue un juramento hecho al aire que no tiene importancia - afirmo Alex, dirgiendose al jardín.

Max, se molestó un poco por lo que había dicho, pero siguio a las chicas.

Le pidieron a Maricela una pala y llegaron a una sección de la casa que tenía un pino de tamaño mediano, en una parte del tronco estaba tallado la palabra AV&MR.

- ¿Que significa eso? - dijo Ximena tocando la palabra.

- Son nuestras iniciales - le dijo Max.

- ¡Ah! Ya entendí el juramento que hicieron

- ¿Que entendiste? - se rió Alex.

- Enseñarían esto a los hijos que tuviera ustedes dos.

Los dos jóvenes se pusieron rojos, Alex fingió toser, pero Max sonreía a manera de burla.

- No digas tonterías y mejor escarvemos

Alex tomo la pala y la enterró en la tierra pero como estaba dura no podía. Max empezó a reír de verla sufrir con la tierra, pero ella también empezó a reír y le dio la herramienta para que él lo hiciera.

Así estuvieron los tres toda la tarde, se aventaban tierra y pasto, Ximena los perseguía con los gusanos que se encontraba para asustarlos. Los tres herederos de Grupo Empire, estaban compartiendo un momento agradable.

Alicia y Maricela los observaban desde la puerta que da al jardín.

- Ojalá mis compadre y mi esposo hubieran visto esta hermosa escena - hablo melancólica la mujer.

- Te aseguro que lo ven Alice, desde el cielo. Yo no creí que los vería así algún día.

- Sabes Mari, creí que después de la partida de Vicente me sentiría sola, pero ya veo que no, los tengo a ellos, que son mi mayor alegría.

- Y ¿Que hay de mi? Cómo tú también soy una vieja que solo vi a mis hijos crecer e irse, y a estos niños también los he visto crecer, así que nos tenemos la una a la otra.

- Es cierto, Mari, me preguntó nadamas ¿Que haré cuando alguno de ellos se case?y se vallan.

- Bueno tendrás dos yernos y una nuera.

La señora solto una carcajada.

- Como me gustaría que Max sea mi yerno y mi Alex mi nuera ¿Comprendes?

- Dale tiempo al tiempo mujer, ellos solos se darán cuenta.

Las mujeres se metieron a la cocina y minutos después salieron con una canasta y un mantel que extendieron en el césped, los chicos se emocionaron y se unieron al piknic en casa porque tenían hambre de tanto jugar.

Fue un momento memorable y feliz que Alexandra había vivido después de tanto tiempo, entonces sin decir el motivo se acercó a su madre y la abrazo como nunca antes; con ello el rencor que sentía desapareció y ahora se esforzaria en sacar adelante su marca y que su madre estuviera orgullosa de ella.

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