Alianzas

El beso duró poco más de tres minutos, y poco a poco sus labios se iban separando, aunque no se despegaron el uno del otro, mientras recuperaban el aliento.

- ¿Porque hiciste esto Max?- susurro Alex.

- Porque lo deseaba desde que te vi - le dijo el chico jadeando cerca de su frente.

La joven le volvió a repetir que no estaba bien lo que estaban haciendo.

- ¿Porque no? Tu también lo querías, lo pude sentir - el chico volvió a buscar sus labios para besarla de nuevo, pero Alex puso sus manos sobre su pecho y lo empujó.

- Porque yo no soy una más de tus amantes con las que te revuelcas cada noche, ni tampoco una prostituta como lo insunoaste ayer - le gritó la chica enojada.

Max estaba perplejo, y caminaba de un lado a otro, intento acercarse nuevamente pero Alex lo paro con la mano.

- Alex... Intentaba acercarse.

- Sal de mi habitación - ordeno.

- Alex... Yo

- ¡Vete!

El hombre salió disgustado con él mismo de la habitación, Alex solo escucho como Max entro azotando la puerta de su dormitorio. Entonces ella se sentó en la cama y se llevó las manos a la cara, estaba enojada porque lo que acababa de pasar, y al mismo tiempo confundida.

Max por su parte, entro echando chispas por la cabeza, pero no era de enojo sino de emoción, entonces se llevó las manos al pecho y sintió su corazón acelerado. Se pregunto a si mismo que era lo que estaba sintiendo. En tanto entraba al baño para mojarse la cara, se miró al espero y tocó sus labios aún podía sentir el sabor de sus labios. Y al fin pudo descubrir aquel extraño sentimiento, definitivamente estaba enamorado de Alexandra.

En el desayuno, el ambiente era muy tenso, los más incómodos eran los dos jóvenes. Alicia observa como uno se concentraba en su tableta y el otro en su telefono, dedujo que habían peleado pero no sé animaba a preguntar, pero su adolescente ahijada lo hizo por ella.

- Valla, siento más frío aqui que en Alaska- dijo sarcástica, todos la miraron pero nadie dijo nada.

Alicia por fin decidio hablar.

- Chicos, entiendo que están preocupados por el escándalo de la discoteca, pero todo se resolverá tranquilos.

- Ya contacte a unos amigos que tengo en la televisora para que me ayuden a retirar la publicación de los periódicos a su cargo. - informo Arturo.

- Organizaremos una rueda de prensa para aclarar algunos puntos - opino Max.

Alexandra lo miro fijamente.

- y ¿Tu porque quieres hacerlo? No dijiste que no te arrastrara a eso.

- Esta situación nos incluye a los dos.

- No, me incluye a mi solamente y yo sola lo resolvere.

- Estamos juntos en esto Alexandra - Dijo dando un golpe en la mesa y se fue.

Los demás comensales se quedaron con la boca abierta de solo verlos dicutir. Alexandra ya no termino de desayunar, y se fue también.

Cuando Alex iba rumbo a la oficina, recibió una llamada de Álvaro, informandole que se dirigía a la torre de The news. La chica cambio la dirección en el GPS y se encontrarían con él ahí.

Cuando llegó, sus asintente ya la esperaba amonls subieron por el elevador y al llegar a la recepción los recibió la secretaria del director.

- Señor Álvaro, Bienvenido.

- Gracias, la señorita es la licenciada Alexandra Villaseñor Nolasco, directora de Grupo Empire.

- Bienvenida licenciada es un placer. Permítame anunciarlos - la mujer se alejo.

- Maximiliano quiere organizar una rueda de prensa.

- ¿Porque? - le pregunto Álvaro

- Quiere aclarar algunos puntos, me imagino que por lo del Incesto.

- Pensé que no nos ayudaría.

- Es un imbecil.

El joven la miro extrañado, pero ya no pudieron continuar porque la secretaria del director regresaba, cediendoles el paso para entrar a la oficina. Cuando entraron vieron a un hombre de edad media, aproximadamente de unos 35 años su nombre era Daniel, los recibió y procedieron con los respectivos saludos y presentaciones.

- Eres idéntica a tu padre Alexandra, ¿Te puedo tutear verdad?- increpo el hombre.

- Si claro, esto no es algo tan forma y gracias por el cumplido.

- Y además muy hermosa, pero bueno ¿Que los trae por aquí? - se reclinó en su asiento para escucharlos.

- El motivo de esta visita licenciado es para solicitar que retiren las publicaciones donde se refieren de una manera desagradable a la licenciada Alexandra - Afirmo Álvaro.

- Esa solicitud está en proceso, y bien pudiste solo marcar Álvaro, no era necesario que vinieran hasta aquí a menos que tuvieran otra intención- menciono con una sonrisa.

- Tienes razón Daniel tenemos otra intención- hablo Alex - vengo a pedirte, no, a exigirte el nombre de tu informante - Alex se comenzaba a alterar.

- Lo lamento Alexandra, pero es información confidencial.

- Si lo fuera no hubieras publicado esas calumnias acerca de mi.

- Mira licenciada, todos tenemos un secreto para alcanzar el éxito, el tuyo por ejemplo son los procedimientos químicos e insumos para tus productos, el mío son mis informantes anónimos.

- ¿Ahora es así?¿Tu éxito se basa en periodistas patito que te traen lo primero que encuentran?

- No confundas querida, antes de hacer cualquier publicación revisamos que la información sea verídica.

- Entonces ¿Porque esa persona sabía exactamente la hora en que yo llegaría? - se preguntaba la chica.

- No lo se - respondió Daniel - desconozco las actividades y los métodos que mis periodistas hagan para traerme la información. Y no es que no quiera decirte sino es una condición que él nos puso. Además si la información es tan confidencial como dices, hay dos opciones, está persona puede estar infiltrada en tu empresa o hay alguien que le pasa la información. Desde mi punto de vista como periódista te digo, a veces podemos ser muy crueles para obtener una primicia.

- Si, y no les importa herir a los demás - Alex se quedó pensativa por un momento y Daniel solo se encogió de hombros y asistió.

- Pero...¿Te doy un consejo Alex? Ella asintió.

- Si quieres saber quién está haciendo esto, te sugiero que empieces por tu familia.

- ¿Mi familia?- le cuestionó.

- Si, a veces los que menos pensamos que nos traicionarían, son los primeros que nos quieren ver caer.

- ¿Me regalas un vaso de whisky? - le pidio Alex nerviosa.

- Claro.

Daniel aprobó que retiraran las publicaciones, llamo a su secretaria y le dio el informe para que se hiciera inmediatamente.

- Ya está Alex, antes de que salgas de aquí ya habrá nada.

- Está bien, ¿Dejaras de subir ese tipo de publicaciones?

Daniel no dijo nada en hizo una mueca de indecisión. Alex lo noto y decidió hacerle una oferta.

- ¿Que dices si hacemos negocios?

- ¿ Me estás sobornando?

- No, te estoy haciendo una propuesta. Tu dejaras de publicar calumnias de mi y apartir de ahora de tendrás la exclusiva de todos los lanzamientos, ruedas de prensa y eventos de Grupo Empire.

Daniel se sorprendió.

- ¡WOW! Esa misma propuesta se la había hecho a Max hace algún tiempo y la rechazo.

- Ya no es el único que puede tomar decisiones en la empresa, de él me encargo yo. Además estoy trabajando en una nueva línea y necesitaré mucho pero mucho marketing.

- ¿Y que hago con mi informante?

- Hay más personas como nosotros con un escándalo oculto encontrará otra cosa. Pero eso si Daniel, todo lo que vallas a publicar de nosotros tiene que ser revisado por mi equipo ¿ De acuerdo?

- Está bien, tenemos un trato entonces.

Al salir de la oficina de Daniel, Alex le informo que mandaría lo antes posible el contrato de exclusividad, pero él la invitó a comer y que ahí firmarían el contrato, ella acepto y se despidieron.

Ya en la residencia, Álvaro le pregunto si harían si eso con todas las revistas y periódicos que publicaron la nota, pero ella le dijo que todo había salido de El financiero por lo cual solo a ellos tendrían controlados.

Álvaro asintió y por ser fin de semana se despidió y se retiró.

La chica por su parte tenía ganas de nadar, entonces subió a su habitación a cambiarse y bajo a la piscina, ahí estaban Max y Ximena, sin saludar al chico se sumergió en la alberca y platicaba con Ximena. El por su parte solo la veía. Así estuvieron toda la tarde; nadando, comiendo bocadillos y bebiendo. Hasta que la niña se fue a su habitación a bañar, pues saldría con sus amigas, Alexandra y Max se quedaron solos.

- Lamento todo lo que te dije en la oficina ayer - decía Max cabizbajo - Nunca fue mi intención insultarte.

- ¿Y el beso que me diste?- le pregunto la chica.

Él la miro directamente a los ojos.

- De eso no me disculpare, pues quería hacerlo. Y se que tú también querías.

- ¿ Porque piensas por mi Max? Yo nunca quise besarte ni ayer, ni cuando me trajiste a casa.

Él se acercó a ella e intento tocarla, pues sabía que le estaba mintiendo, pero ella se alejo.

- ¿ Recuerda cuando me dijiste que te gustaba en la banqueta de la casa?

Alex se sonrojo, pues nunca se imagino que él recordaba aquella vergonzosa escena.

- No se de qué me hablas- ella desvió la mirada.

- Sabes de que hablo, dime una cosa ¿Aún te gustó? - inquirio Max.

- Eso paso hace mucho Max yo ni me acordaba - Ella se levantó y se colocó una chalina estaba por irse, pero la detuvo e hizo que se girará hacia él.

- Deja de mentir, se que lo recuerdas y se que todavía te gustó, pero en ese entonces éramos unos niños y no entendía nada de romanticismo ni de amor, pero si me lo volvieras a decir, esta vez no me negaría.

Alex se separó de él y sin querer solo una ligera risa.

- Max, creo que te estás confundiendo, eso paso hace mucho tiempo y como bien lo dijiste éramos unos adolescentes que no entendíamos nada del amor, y sé que estás acostumbrado a que todas las mujeres caigan rendidas a tus pies - la chica habla con ademanes - pero yo no soy una de ellas, te pido que no volvamos a tocar este tema por favor y me dejes tranquila.

Alexandra se alejo rápidamente y él nuevamente se quedó sólo en la piscina, enojado, hasta que su celular sonó y cuando vio que era Natasha, atendió la llamada y le dijo que iba para allá.

Subió a su habitación, se arregló y se fue.

Alexandra llegó corriendo a su habitación cerrando la puerta tras ella. Pues ya no podía contener más el nerviosismo que le provocaba está cerca de él.

Pensó en lo que le había dicho y no podía creer que Max recordara aquel día, estaba segura que esa faceta era insignificante para él. Por un momento se sintió emocionada por su declaración y al tocarse la mejillas se dio cuenta que estaban calientes.

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